Congregación para los trabajadores cristianos de San José de Calasanz

De WikiPía
Saltar a: navegación, buscar
Antonio María Schwartz fundador de los Kalasantiner
Colegio La Inmaculada en Viena, casa de la fundación de los Kalasantiner.
Aviso de contenido

Este texto es el original publicado en su día en el DENES. No se ha hecho sobre él ninguna rectificación. Su contenido, pues, puede no reflejar la realidad actual

Esta Congregación religiosa es conocida más comúnmente como «Kalasantiner Kongregation» o simplemente «Kalasantiner». En la historia de la Iglesia austriaca fue necesario esperar a Antonio María Schwartz para conocer un fundador de Congregación religiosa. Su obra fue fruto de largas oraciones, reflexiones y conversaciones.

La finalidad o misión consistía en preocuparse por los jóvenes trabajadores, especialmente mediante el trabajo pastoral, aunque, en la medida de lo necesario, por medio de instituciones de carácter social. Y esta inclinación ante el trabajador más joven la mostró Schwartz como discípulo de José de Calasanz: fue una actualización y concreción del carisma de éste atendiendo a los pobres y a los hijos de los pobres. Fue el 24-11-1889 el nacimiento de la Congregación. El lugar, la nueva iglesia de los trabajadores consagrada ocho días antes en el distrito XV de Viena, Idagasse, -hoy Schwartz-Gasse-. El P. Abel, jesuita, tuvo la homilía. El cardenal Ganglbauer estaba representando por el obispo Rudolf Koller; ante él Antonio María Schwartz y cinco compañeros, entre ellos Franz-Friedrich, se ofrecieron solemnemente a Dios entregándose al servicio de los trabajadores y vistieron el hábito de la nueva Congregación. Franz-Friedrich se llamó desde entonces Hermano Leonhard.

Antecedentes.

La situación política y social de finales del siglo XIX parecía grave. El liberalismo había transformado el trabajo artesanal; el sistema económico capitalista imperaba; las instituciones debían cambiar de estilo y el trabajador necesitaba un apoyo especial. Ni el Estado ni la Iglesia parecían presentar soluciones claras. Los jóvenes aprendices se hallaban sin amparo e inclinándose a grupos de presión social con connotaciones políticas y religiosas. A este respecto relataba un antiguo cooperador de Reindorf (Viena 15), auxiliar en la época de Schwartz en el Hospital de las Hermanas de la Caridad: «Fue entonces cuando los anarquistas sometieron Viena al terror, exigiendo impuestos revolucionarios en la zona de Donaukanal. Por los nombres de los interrogados podía saberse que la mayor parte provenían de Bohemia y Moravia; habían negado a Viena como aprendices; estando sin formación religiosa se habían convertido en anarquistas. Eran frutos de la (ira liberal». Con esta situación de los artesanos y trabajadores se encontró un sacerdote dispuesto a dar la vida entregándose a ellos.

Antonio Schwartz, nació en Kaiser-Franz-Josef-Ring, 24 de Badén donde se encuentra todavía la casa natal. Su padre se llamó Ludwig; había estudiado magisterio y era secretario del ayuntamiento y músico en el teatro municipal. La madre provenía de Hungría y su nombre era Josefa Katharina, de soltera Ditrich. Constituyeron una familia sencilla, pero de profundo raigambre cristiano. Tuvieron trece hijos de los cuales varios murieron pronto. Antonio fue el tercero y había nacido el 28-2- 1852; pasó sus años de infancia en la ciudad natal donde asistió a la escuela elemental, que entonces duraba tres años; al terminar ésta pasó a la escuela de latín; en 1861 entró como niño cantor en Heiligenkreuz donde cursó sus estudios de gramática. En este monasterio vivió de 1861 a 1865. Al acabar el período, su padre lo matriculó en el mejor instituto de la ciudad de Viena; pertenecía a los benedictinos.

Los dos primeros años fueron de gran éxito para el muchacho; pero al morir su padre el 5-2-1867 la familia hubo de trasladarse a Viena con una pequeña pensión, que no alcanzaba para la educación de sus hijos. Era por entonces abad del monasterio de benedictinos el Dr. Helferstorfer, natural de Badén. La viuda acudió a su paisano pidiéndole ayuda; y aquél tomó al estudiante bajo su protección concediéndole una beca. Le ayudaron buscándole clases particulares; él aventajaba a sus compañeros especialmente en griego. Durante el año de la 6.ª clase conoció en la capilla de la Casa de la Misericordia a un sacerdote que eligió como confesor y director espiritual para toda la vida de éste; se trataba del misionero lazarista Medits.

En esta época de su vida conoció a San José de Calasanz que le dejó fuerte impronta en su vida. Con la ayuda de algunas personas pudo ingresar, aunque siendo un estudiante sin recursos, en la Orden escolapia. El noviciado se encontraba en Krems-Donau. Recibió el hábito el 3-10-1869. Era Provincial el P. Beitz y maestro de novicios el P. Antonio Holzer. Al acabar esta época de prueba fue enviado a la casa de María Treu para concluir los estudios y realizar la prueba de madurez. Pero en 1870 abandonaba la Orden calasancia. La razón fue la siguiente: la era liberal invadía Austria y se buscaba suprimir todo lo religioso y católico especialmente en las escuelas de enseñanza media; por tal causa los mismos superiores escolapios creyeron que se verían obligados a suspender su actividad docente. Así dice el decreto de despedida del joven Schwartz redactado por el Provincial Beitz: «Puesto que somos del parecer de que en estas lastimosas circunstancias todo esfuerzo iba a ser para él inútil, este joven que sobresale por la bondad de su conducta, la modestia, la bondad y el celo en sus estudios, no tendrá dificultad en hallar para sí otro camino en el que llegue a ser útil a la sociedad. Así es nuestra más sincera recomendación. Viena, colegio Josefstadt, 16 de marzo de 1871».

Si bien Antonio Schwartz no había profesado perpetuamente dentro de la Orden, sin embargo esa experiencia le sirvió para orientar su vida, para adquirir peculiares experiencias frente a su futura vocación y, sobre todo, conocer lo referente a la organización de la vida religiosa y a la educación de la juventud.

En 1871 ingresó en el seminario de la diócesis y, tras los estudios teológicos, llevados eminentemente y con una conducta que le hacía ser apodado por sus compañeros como el «santo Schwartz», el 25-7-1875 fue ordenado sacerdote por el obispo auxiliar Dr. Johannes Kutschker.

Su primer destino fue la parroquia de Marchege, donde era nombrado coadjutor y debía presentarse antes del día 8 de septiembre. Posteriormente fue nombrado capellán en las Hermanas de la Caridad y capellán del Hospital en Viena Sechshaus, 15. El traslado había sido de su agrado, pues en los cuatros años anteriores pudo profundizar en su vida interior. Schwartz entra también en contacto con una institución dedicada a escolares pobres que mantenían las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl en Tellgasse (Viena, 15). Toda la experiencia religiosa de Antonio se puso en juego creando formas y métodos para la actividad pastoral entre los pobres aprendices; y fue tal el impacto que otros maestros del centro se incorporaron a su tarea, especialmente los hermanos Antonio y Jacobo Lang. El 15-10-1882 convocó el capellán Schwartz a diversas personas en reunión: Josef Bach, maestro carpintero en Rudolfsheim, Wilhelm Hofmann, comerciantes de harinas en Fünfhaus, Johann Jáger, comerciante de comestibles en Fünfhaus, Rudolf Meussburger, fabricante de persianas en Rudolfsheim, Antón Oberndórfer, maestro tornero en Fünfhaus, Josef Pascher cooperador de la parroquia Reindorf. El fruto de la reunión fue la decisión de constituir una asociación bajo el patrocinio de San José de Calasanz. Se llegó al acuerdo de comenzar con doce aprendices; cada domingo o día de fiesta deberían tener un encuentro por la tarde en el local de la asociación. Dos personas llamadas «prefectos-tutores» deberían acompañarlos, tenerlos ocupados, conducirlos a la parroquia para la bendición vespertina y finalmente acompañarlos en recreación. A la caída de la tarde Schwartz les daría una conferencia o catequesis, se tendría una merienda y luego se les enviaría a casa, recitada la oración de la tarde. Pero ese proyecto requería solidez y forma; por ello se elaboraron unos estatutos por el abogado Josef Mattis, propietario del inmueble en Rudolfsheim. Un apéndice a éstos, sobre las «asociaciones afiliadas» obtuvo la aprobación el 3-3-1883. No obstante, la fundación propiamente dicha tuvo lugar el 18 de marzo en Fünfhaus, en el salón de actos de la organización católica de asociaciones. Fue nombrado consiliario Antonio María Schwartz, presidente Jacobo Lang, vicepresidente Josef Mattis, secretario Rvdo. Josef Pascher, cajero Josef Machacczek, prefectos tutores Josef Bach, Wilhelm Jáger, Jakob Kurzweil, Rudolf Meussburger y Paul Reckendorfer; Protector fue el cardenal Celestino Ganglbauer.

Así fueron los comienzos; y así fue creciendo día a día el número de muchachos que frecuentaban las salas de la asociación. Por ello ya en el mismo año se planteó el problema de buscar otros locales más amplios. Jacobo Lang propuso utilizar el tercer piso de Tellgasse sólo para la asociación de aprendices, idea que fue aceptada por el comité de señoras del Vicentinum de San José. La remodelación del edificio costo 1.800 florines que puso el propio Lang. En diciembre Schwartz dirigió un escrito al Papa solicitando su bendición y una eventual concesión de indulgencias para los asociados. El 30-8- 1884, se encontraba preparado el local; y ese día -domingo siguiente a la fiesta de San José de Calasanz- el grupo con su bandera se trasladó al mismo; hubo bendición de locales, alocución de Antonio Schwartz, tedeum y fiesta acompañados de muchos amigos y protectores. Sin embargo el consiliario no estaba satisfecho porque notaba la necesidad de dedicarse íntegramente a la obra. Y en el archivo se guarda una carta enviada de Roma por uno de sus amigos, Kastner, en la que comunica cómo el P. General de los escolapios le remite un ejemplar de su Regla; está fechada el 12-12-1883. Ese dato y otros escritos del propio Schwartz ponen de manifiesto cuáles eran sus sentimientos y cómo se despertaba una vocación. Pidió finalmente al cardenal Ganglbauer le liberase de la cura de almas y le permitiese dedicar su tiempo y su vida al trabajo con los aprendices. La única reserva del cardenal fue: «¿De qué va a vivir Ud. si la obra no da ni para preparar una sopa caliente?». Se celebró una novena a S. José y se pusieron a disposición la condesa Tige y la princesa Windischgrátz; ambas el 19 de marzo visitaron al cardenal. La condesa se comprometió a entregar a Antonio 100 florines todos los meses durante dos años para el sustento; si en ese período la obra no se desarrollaba suficientemente el sacerdote había de volver de nuevo a la pastoral diocesana. El cardenal se mostró de acuerdo. Y el 31-5-1886, tras el último acto del mes de María en el Hospital de Sechshaus marchó con su primer compañero y con la suma de 10 florines.

Por deseo de las Hermanas de la Caridad y con el consentimiento de la Madre Von Gumpendorf, hermana Leopoldina Wagner, y del superior Dr. Antón Horny, continuó Schwartz como capellán de las Hermanas. Recibió para ello la casa, comprada por las Hijas de la Caridad, en Tellgasse (Viena 5) disponible para todo uso. Tres meses después, en agosto de 1886, terminaron las obras de reforma y la construcción de un tercer piso. La capilla se encontraba en el primer piso y estaba dedicada a San José; pronto se le añadió una estatua de Nuestra Señora del Sagrado Corazón.

Kalasantinum fue el nombre dado a la obra de asistencia y pastoral de aprendices; era un lugar de paz y de encuentro. En los dos años se sumaron dos compañeros seglares a Schwartz y Friedrich (su primer compañero), pero ninguno sacerdote, que hubiese sido muy útil. Hacia el final de agosto de 1887 aparecieron los primeros «trabajadores piadosos»; fue consecuencia de unos ejercicios espirituales predicados por Medits; concluyeron en la fiesta de San José de Calasanz con una misa solemne cantada por los alumnos del colegio escolapio de Lówenburg, una comida preparada por las Hermanas de la Caridad, al frente de las cuales se encontraba la inolvidable Magdalena Kühtreiber, y unas amables palabras de bendición del Papa conseguidas por la princesa Anna Licchtenstein.

Tres años se vivió de ese modo. En ese tiempo se consiguió construir una residencia para que los aprendices tuvieran cuidado y vivienda. Otros hombres se sumaron a trabajar en la obra de Schwartz y el grupo fue tomando un cierto estilo de vivir semejante a los religiosos. Jacobo Lang tenía -en Idagasse 8, frente a la casa de Tellgasse 7-, un edificio de tres pisos; Schwartz lo compró bajo contrato para el creciente grupo de colaboradores, todos seglares, hasta el momento. A los gastos de la compra hizo frente mediante donativos de diversas condesas, de la buena superiora de Sechshaus, sor Nicole Slaby. Junto a la casa de Idagasse 8 se podía edificar, en el número 10; habiéndose puesto en venta en 1888 se pensó adquirirlo para la capilla, pero no había dinero. Pero milagrosamente aparecieron las ayudas; y este solar está hoy en el catastro registrado a nombre de las Hijas de la Caridad.

Ya hacía tiempo que Antonio María Schwartz tenía pensado fundar una nueva Congregación de «trabajadores piadosos»; habló de su plan al cardenal quien le recomendó esperase hasta que apareciera al menos un compañero sacerdote. Pero ante la insistencia de aquél, Ganglbauer dio su consentimiento. El 9-11-1888 llegó la aprobación eclesiástica, faltando tan sólo la estatal por carecer del apoyo financiero necesario para mantener la institución. Entonces Schwartz emprendió en marzo de 1889 la construcción de la iglesia que fue consagrada el 17 de noviembre del mismo año bajo la advocación de María, Hilfe der Cristen (María, auxilio de los cristianos), la primera iglesia para los trabajadores en Austria. Ahora ya podía realizar la «regulación», como llamaba él y sus compañeros a la vestición y a la fundación de la Congregación. El 14-8-1889 llegó la autorización estatal. El emperador la había firmado el 10 de agosto. Desde aquel momento todo fue rápido. El 6 de noviembre se tuvo la última misa en el primer piso de Tellgasse 7; aquello se dedicó después a comedor y sala de juego de los aprendices. El 7 de noviembre fue bendecido el oratorio de la casa Idagasse 8, en el primer piso. Y finalmente el 17 de noviembre fue consagrada la iglesia de los Kalasantinos por el prelado Rudolf Koller, antiguo director espiritual de Schwartz cuando era estudiante de teología. Si la iglesia fue dedicada a María, el segundo patrón fue San José de Calasanz. Ocho días más tarde, el domingo 24-11-1889 tuvo lugar la anhelada erección canónica de la «Congregación de los trabajadores piadosos», título como entonces llevó la obra de Schwartz y sus primeros compañeros. El 14 de diciembre siguiente moría el cardenal Celestino Ganglbauer a quien tanto ha de agradecer la naciente Congregación.

Desarrollo.

El comienzo de toda actividad de los kalasantinos entre los jóvenes trabajadores, ya desde 1882, está en el «oratorio de aprendices». Era una reunión dominical de muchachos, al concluir el período escolar. El nombre venía desde San Felipe Neri; y en su contenido se cifraba no sólo la enseñanza del catecismo o formación religiosa, sino también actos y actividades festivas y recreativas.

La «residencia de aprendices», que se remonta a 1886, fue necesaria para los muchachos llegados desde las provincias del imperio austro-húngaro. El número de camas fue creciendo: 15, 40, finalmente más de 80. El P. General era el director, otros hermanos colaboraban como prefectos y ayudantes en cargos que pedía la familia institucional. Es interesante anotar cómo ya al comienzo de la residencia se organizaban cursos privados sobre temas de la escuela tradicional y sobre materias especializadas, dados por sacerdotes, clérigos o hermanos. No sólo desde un punto de vista económico, sino también pedagógico, el Oratorio alcanzó un prestigio mayor, como hoy lo atestigua la historia.

Otra institución de Schwartz junto a las anteriores fue la llamada «Lehrstellenvermittlung» («búsqueda de lugares de aprendizaje»). Ha ido evolucionando. Organizada de forma muy diversa de unas instituciones a otras, trabajaba, por supuesto, desde lo confesional religioso, pero también desde la psicología, para que el maestro, la profesión y el aprendiz fueran constituyéndose en una unidad, y observados regularmente hasta poder comprobar si el muchacho tenía cabida libremente como persona en esa tarea y lugar.

En 1892, apenas un año después de la encíclica Rerum novarum el P. General creó la primera «hermandad mariana de trabajadores». Fueron padrinos los jesuitas Abel y Schwärzler. La Congregación de comerciantes Am Hof (Viena 1) aportó los tres primeros miembros de la hermandad.

Así surgió el 25 de marzo la «hermandad de trabajadores» Hilfe der Christen en la iglesia de la casa madre. Comenzaron 25 miembros, pero pronto el fundador fue ganándose personas y comprometiéndolas; así llegaron luego a 100, después a 180.

En 1879 se fundó el «oratorio de trabajadores del Corazón de Jesús». El 7 de febrero era el aniversario de la obra. Tenía como objetivo hacer de los jóvenes trabajadores hombres ética y socialmente valiosos, es decir, llevar a plenitud el llamado «oratorio de aprendices» en cuanto a la formación en el carácter y en el trabajo.

También es necesario esbozar brevemente otras acciones que Schwartz creó en la primera época para utilidad de su obra. La «asociación de beneficencia de mujeres» (1886) bajo la protección de Santa Isabel y San Vicente, que se preocupaba de la atención caritativa de los pobres de la comunidad eclesial. La «asociación de María Zell» (1892) fundada a ruegos de los vecinos de Fünfhaus y de sus sacerdotes, procuró acercar a la iglesia un grupo de fieles estables. La «casa de estudios» (1893) donde tenía a jóvenes que se preparaban para la misión sacerdotal entre los kalasantinos; dirigida por el fundador, en ocasiones, luego por el P. Siman y, finalmente por el P. Kivac, fue la precursora de otra casa de estudios, cuyos alumnos asistían a gimnasios públicos hasta la prueba de madurez. En esta institución adquirían el espíritu de los kalasantinos. También la «alianza de la Madre de Dios», fundada el 18-3-1900, debía preocuparse de la conservación y ornamentación de la primera iglesia de trabajadores; su espiritualidad como decía el fundador, era semejante a la de la Madre Dios, quien vestía, alimentaba y daba vivienda al Salvador.

Otras instituciones.

En 1889 abrió Schwartz el primer colegio en Gebrüder Lang-Gasse 7 (Viena 15). Había una iglesia y el colegio se construyó a partir de dos casas. Allí trabajaban un sacerdote y cinco hermanos. En 1891 se añadió el primer sacerdote colaborador, otro en 1896 y un tercero en 1900; había ya numerosos hermanos laicos.

En 1896 se consiguió fundar un segundo colegio, San José, en Reinlggasse 25 (Viena 14). Entre la población del barrio se produjo tal avalancha de gente hacia él que pronto se sobrepasaron las posibilidades del lugar y las personas.

En 1889 los kalasantinos inauguraron los «albergues de día» bajo la dirección del párroco Latschka en Ottakring (Viena 16), después en Baumgarten (Viena 14) y en Hernals (Viena 17). La Congregación entró en una fase de crecimiento tal, que mereció la atención de obispos y políticos. En 1902 fundó Schwartz un colegio en Deutsch Goritz para los trabajadores del campo con seis religiosos. En 1903 envió a sus hermanos al Landesgericht (Tribunal del estado federal) para dedicarse a los jóvenes condenados. En el mismo año se abre en Breitenseerstrasse (Viena 14) un instituto para educar a niños, llamado Pompiliusheim; también el noviciado se colocó en este lugar, muy bien adecuado, con ocho religiosos.

En 1906 se fundó en Stadlhof, en el Tirol, una casa que por causa del fascismo hubo de abandonarse.

En 1908 se abrió en Wolfsgraben un albergue de verano para las vacaciones de los propios estudiantes con la iglesia del Corazón de Jesús; había cinco religiosos. Y en el mismo año la casa de la Inmaculada en Gebrüder Langgasse (Viena 15) que sirvió de ampliación del primer colegio, de su iglesia y de salón de actos.

En poco más de catorce años la Congregación había crecido en fuerza y en actividad; aunque sólo contaba con 12 sacerdotes y 8 clérigos, había ya 70 hermanos-laicos y novicios. En 1914 llega la primera guerra mundial: los laicos son llamados a filas, a las que acuden más de la mitad. Al acabar el desastre, en 1918, el fundador contaba ya sesenta y ocho años y padecía diversas enfermedades; la Congregación había perdido la mitad de sus fuerzas entre muertos y los que abandonaron. Pero a pesar de todo se salió de aquella situación. En 1920 se conseguía la fundación de una nueva casa en Budapest, Hungría; a ésta siguieron otras en Blumau, y en Wiener Neustadt (Niederösterreich), así como en 1928 una casa de vacaciones en Klamm, en el Semmering (Niederösterreich). Después de la muerte del fundador, el 15-9-1929, la Congregación siguió extendiéndose. Así en 1933 hay una nueva fundación en Klagenfurt (Kärnten); en 1934, Krocelavi (Praga- Checoslovaquia); el mismo año con motivo de la construcción de la carretera alpina del Grossglockner, hubo un prometedor intento en Salzburg, que, sin embargo, tuvo que ser abandonado pronto.

Cuando en 1938 fue implantado en Austria el régimen totalitario nacionalista y cuando en 1939 estalla la segunda guerra mundial llega la devastación a los pueblos y a la Congregación de los kalasantinos. Se perdieron junto con personas, dos colegios o casas en Checoslovaquia, cuatro en Hungría y tres en Austria.

Actualmente la Congregación se encuentra empezando. Los antiguos hermanos, salvo unos pocos, han muerto; y los actuales, 45 miembros, forman una comunidad en búsqueda, bajo el espíritu de su fundador, Antonio María Schwartz. La situación es: Congregación de Derecho pontificio, aprobada definitivamente por el Papa, Pío XII, el 6-5-1939.

Superiores Generales

Persona Año
Antonio María Schwartz 1889
Francisco Effengerger 1929
Francisco Stiletz 1935
Juan Dec. Bruckner 1945
Francisco Stiletz 1951
Enrique Wagner 1957
José Kerbler 1960
Adán Gyürki-Kis 1972

Bibliografía

  • Varios, «Das Christliche Handwrk». 1888-1897 («revista-periódica interna»)
  • «St. Calasantius- Blätter». 1897-1929 («revista-periódica interna»)
  • «Kalasantiner-Blätter». 1930-1984 («revista-periódica interna»)
  • Löfflath, J. Die Kongregation der frommen Arbeiter vom heilige Joseph Calasanctius von der Mutter Gottes in Viena. Donauwörth, impr. Ludwig Auer 1899
  • Kalasantiner- Kongregation: Der hl. Josef Calasanz, Stifter des «Ordens der Frommen Schulen» und Ordensvater der «Kongregation der frommen Arbeiter vom hl. Josef Calasanz» Viena 1914
  • Zimmermann, F. y Gröbner, P., Die ersten 25 Jahre der Calasantiner-Kongregation. Viena, impr. Franz Doll 1914
  • Innerkofler, A., Pater General, Antón María Schwartz. Viena 1930
  • Bruckner, J. D., Der Arbeiterapostel von Viena. Viena, impr. Kalasantiner-Kongregation 1935
  • Gosschedl, A., Der heilige und die Gefährdeten (Der heilige Josef von Kalasanz). Linz/Donau, impr. Kath. Schriften-mission 1948
  • Kerbler, J., 50 Jahre tot. P. Anton María Schwartz. Viena, impr. Isda et Brodmann 1979.

Redactor(es)

  • Adam Gyürki-Kis, en 1990, artículo original del DENES I