Francavilla (IT) Colegio Fernandino

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Este texto es el original publicado en su día en el DENES. No se ha hecho sobre él ninguna rectificación. Su contenido, pues, puede no reflejar la realidad actual

Datos

Demarcación Nápoles

(1682-1866)

Historia

Francavilla Fontana se levanta al oeste de Brindis y al noroeste de Campi, casi a igual distancia de ambas. Desde 1678 el marqués Andrés Imperiali había dejado una suma importante para la creación de Escuelas Pías en la población, lo que no pudo realizarse hasta cuatro años después, ya fallecido, gracias al interés de su esposa Brígida Grimaldi Imperiali y a los magistrados de la ciudad. Llevó la representación de la Orden el P. Tomás Simone, rector de Campi. El 20-1-1682 se daba posesión a los escolapios del lugar destinado a colegio, ante las autoridades de la ciudad. El 19 de mayo se puso la primera piedra del nuevo edificio. Se inició la enseñanza en locales provisionales, mientras se levantaba el colegio, cuyos trabajos duraron hasta el comienzo del siglo XVIII. En 1686 residían allí tres sacerdotes y tres hermanos operarios; funcionaban dos escuelas; éstas después llegaron a cuatro. Ya en 1698 hay lector público de filosofía. Se creó en el colegio la cofradía de la Visitación y funcionó de modo pujante; perduró hasta el siglo XIX. En el XVIII la comunidad alcanzaba, y con frecuencia superaba, los diez miembros. La economía va sin tropiezos. En 1744 hay un proceso interno contra el P. Antonio Latano acusado de haber malversado algunos bienes del colegio; pero no hay deudas. En 1735 se hallan aquí enseñando San Pompilio y el P. Colapinto. San Pompilio, además de maestro de la primera escuela, es prefecto de estudios. En 1754 existía ya un internado, que debió ser bastante numeroso pues da un rédito notable. Se amplió después y floreció especialmente en el siglo XIX. Quedan folletos de academias tenidas en 1801 y 1809. El colegio fue suspendido oficialmente durante el período napoleónico, como los otros (1809); pero los escolapios siguieron residiendo y enseñando en él, según consta en las «Memorias» del P. Licci. En el siglo XIX la vitalidad del colegio fue superior a la del precedente. Su comunidad ronda siempre en torno a los quince religiosos; las escuelas se hallan rebosantes, el internado con unos 50 colegiales; uno de ellos, hacia mitad de siglo, era el siervo de Dios Bartolo Longo. Desde 1847 se llama «Colegio Fernandino» creciendo así su prestigio en el reino. Quedan folletos que acreditan la seriedad de los estudios y la capacidad del profesorado. Durante el largo rectorado del P. Ángel Domingo della Corte, la comunidad, ya dividida por rivalidades internas, se vio destrozada por facciones políticas, que desacreditaron al colegio con escándalo público; se habló en periódicos contra los superiores mayores, e intervino la autoridad civil para alejar a alguno de los subditos más insolentes.

El 7-12-1866 el Gobierno italiano expulsaba a los religiosos y estatalizaba el centro. Tan tristemente acabó una casa que tanta gloria había dado a las Escuelas Pías. Quedó al frente de la iglesia el P. Ángel Domingo della Corte durante muchos años; él expuso a veneración de los fieles el cuadro de la Madonna de Pompei regalado a la iglesia por el exalumnado Bartolo Longo, que era afectísimo a las Escuelas Pías y de modo particular a su viejo rector el P. della Corte.

Bibliografía

  • Regestum Religiosos, 6, 19
  • Regestum Provincia, 10, 24
  • Regestum General, 11-15, 17, 34-35, 129 ss., 234-240
  • Argentina, F., Il Real Collegio Ferdinandeo di Francavilla (Bari 1952)
  • Spreafico, E., Il servo di Dio Bartolo Longo. 2 vols. (Pompei 1944 y 1947)

Redactor(es)

  • Claudio Vilá, en 1990, artículo original del DENES I