Galitzia/Año 1807

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Año 1807

El P. Provincial exhorta a los religiosos de su Provincia a que se abstengan de favorecer ningún partido

Como al comienzo de este año el tema de la guerra se puso más serio, y el emperador de los franceses Napoleón se instaló en Varsovia, y habiendo liberado el territorio de prusianos permitió que esta parte liberada de Polonia fuera gobernada por polacos, el P. Provincial, temiendo que los nuestros dieran la ocasión al Gobierno para terminar con nuestra Provincia de Galitzia por un celo desordenado por su patria o por conversaciones inadecuadas, avisó a los PP. Rectores mediante cartas privadas para que los nuestros, recordando la actitud del Santo Padre, no tomaran ningún partido en estas turbaciones, ni hicieran caso de lo que decía la gente, sino que se dedicaran seriamente a la misión de su Instituto, educar a la juventud, y que obedecieran al Gobierno, orando solícitamente a la Majestad Divina por la concordia entre los príncipes cristianos, confiando todo este asunto a su voluntad.

El Gobierno local decide cambiar de lugar la Casa de Radom

A mediados de marzo del c.a. la Ínclita Ofician Circular envió una comisión al Colegio de Radom con la intención de transformar nuestra casa y las escuelas en una cárcel para presos políticos, y de transferir a los nuestros con las escuelas al monasterio de las monjas de S. Benito situado fuera de la ciudad. El P. Rector informó inmediatamente de ello al P. Provincial, rogándole insistentemente para que evitara esta desgracia, recurriendo ante el Gobierno. El P. Provincial fue primero a tratar de este asunto con el Excelentísimo ordinario del lugar, y de mutuo acuerdo envió la siguiente nota al Excelso gobierno de Lvov.

Nota sobre este asunto al Excelso Gobierno

“Excelso y Supremo Gobierno de ambas Galitzias.

El infrascrito, tras recibir un informe del P. Tadeo Gachi, Rector del Gimnasio y de Colegio de Radom, enviado el 21 de marzo, según el cual fue enviada una Comisión con la intención de convertir el lugar en cárcel para presos políticos, y la misma Comisión informó al P. Rector que era intención del Gobierno ocupar nuestro Gimnasio y Colegio para cárcel, y colocar a los nuestros en un monasterio de monjas de San Benito que existe en las afueras, quiere mostrar al Excelso y Supremo Gobierno que este propósito es nocivo para la Educación Pública e injurioso para el Gimnasio de Radom, como puede deducirse de los motivos que se citan a continuación.

1.El primero es que el e Colegio, situado en la misma plaza de Radom, está bien y sólidamente construido, con un tejado de tejas de arcilla, protegido por tanto contra los incendios que han ocurrido en los años pasados, reparado en buena parte, con un techo nuevo, paredes de obra, provisto de ventanas nuevas, y con habitaciones cómodas para los profesores. El edificio del gimnasio y el muro los hemos edificado nuevos con nuestras rentas, por lo que es cómodo para la juventud estudiantil, y su acceso a él es fácil en todo tiempo, y nada incómodo. Mientras que el monasterio de las monjas se encuentra distante de la ciudad, en un lugar pantanoso, y requiere grandes reparaciones, tanto por dentro como por fuera, y no tiene ningún edificio adecuado para el gimnasio. El tejado es de tejas de madera, por lo cual corre peligro de incendiarse. Además la iglesia, que está arruinada en muchos lugares, amenaza caerse cualquier día.
2.El monasterio de las monjas de S. Benito se encuentra en los suburbios, en un lugar pantanoso, y no hay casas cercanas para residencia de los estudiantes, por lo que el ir desde la ciudad a este monasterio es incomodo, tanto a causa de la distancia como por el mucho barro, por lo que los jóvenes estudiantes meterán los pies en él hasta la rodilla, de lo que seguirán inevitables enfermedades a causa de haberse mojado los pies. Por otra parte, en la ciudad casi todos los estudiantes tienen su alojamiento en casas cómodas cerca del gimnasio, y siempre están a la vista y bajo la inspección de sus profesores, mientras que si se aparta de la vista y el control de sus profesores por el traslado del gimnasio a los suburbios, fácilmente se corromperán sus costumbres.
3.El lugar en que se encuentra el monasterio de las monjas está rodeado por todas partes de barro y aguas pantanosas, y es muy perjudicial para salud física, como prueba la experiencia, pues cada año en él morían monjas de edad joven a causa del aire sucio y espeso. Por lo tanto, si el Excelso Gobierno se preocupa por la salud de los encarcelados por haber infringido las leyes divinas y humanas, el infrascrito espera que se cuidará tanto más de la salud y la seguridad de aquellos que no sólo se dedican por completo a la educación pública y se someten de buena gana a las leyes, y además enseñan a otros a seguirlas.
4.La restauración y la reforma del Colegio y el edificio del gimnasio para convertirlos en cárcel, la reparación del monasterio de las monjas y su iglesia, y finalmente la construcción de un nuevo edificio para gimnasio requerirán sin duda una suma nada pequeña del real Tesoro de Su Majestad.

Puesto que el Excelso Gobierno ha declarado muchas veces que quería apoyar nuestro gimnasio de Radom y favorecerlo con su protección; puesto que atribuyó una suma suficiente para la reparación del edificio del gimnasio, que estaba devastado por haber albergado en él a los soldados rusos afectados de enfermedades contagiosas; puesto que además destinó benignamente un subsidio para los profesores; y puesto que, finalmente, entregó dinero para premiar a los alumnos más diligentes, el infrascrito espera confiadamente que, vistos y considerados estos motivos, recibirá una respuesta favorable por parte del Excelso Gobierno, por la cual no sólo quitará todo miedo y ansiedad, sino que al mismo tiempo quedarán establecidos y consolidados el colegio y el edificio del gimnasio y se destinará otro lugar para cárcel de Radom y otros lugares. Además espera el infrascrito que, en caso de necesidad, el Excelso Gobierno no desdeñaría presentar esta justa petición mía al Trono de Su Majestad.

Por tan gran beneficio recordaríamos siempre nuestra obligación y la de nuestros jóvenes de merecer la protección del Supremo Gobierno, y la gracia y la benevolencia del Excelso Gobierno. En Cracovia, a 5 de abril de 1807. Segismundo Linowski, Provincial de las Escuelas Pías de Galitzia, m.p.”

Se concede la celebración del Oficio y Misa de S. José de Calasanz el día de su muerte, 25 de agosto

Inmediatamente después de comienzo de su gobierno, el P. Provincial rogó al P. General que pidiera a la Sede Apostólica permiso para que en nuestras Provincias en las que se celebra la fiesta del Santo Padre el 4 de julio, los nuestros que están en estas Provincias pudiera también celebrar el oficio y la mesa de Nuestro S. Padre el día de su muerte. El P. General satisfizo esta petición, obtuvo el permiso de S. Santidad nuestro Pontífice Pío VII y la transmitió a nuestro P. Provincial, el cual mientras tanto envió una copia a Varsovia, mientras el original se conserva en nuestro Archivo provincial. Y así, según este permiso, los nuestros recitan como rito doble menor el oficio del Santo Padre, y la fiesta de S. Luis se traslada a otro día, según está prescrito para las traslaciones.

Oficio y Misa del Corazón de Santa María Virgen

El P. General transmitió también otro privilegio, que él había obtenido de la Sede Apostólica para toda nuestra Orden, a saber, el de decir el Oficio del Corazón de Santa María Virgen el tercer domingo después de Pentecostés.

Carta circular del P. General

También envió una carta circular a todos los provinciales, en las cuales anunciaba

1.Que sin su intervención se había decretado un Breve Pontificio por el cual la Sede General de nuestra Orden en lo sucesivo estaría en España, mientras que en Roma habría un Vicario General.
2.Que el futuro Capítulo General que se celebraría al año siguiente 1808 tendría lugar en España.
3.Avisa al Provincial que declare con tiempo si piensa asistir a este Capítulo General en España, y en caso de no asistir, que explique por escrito sus motivos, junto con su Congregación Provincial, y se los envíen a Roma.

El original de esta carta se encuentra en el Archivo Provincial; hay una copia en el libro de las circulares.

Nueva forma de elegir al Vicario General que en lo sucesivo estará en Roma

Antes de que nuestro P. Provincial recibiera la respuesta del P. General a su carta, llegó a Cracovia otra circular suya sobre el mismo asunto el 10 de agosto, mientras nuestro P. Provincial estaba visitando las casas y las escuelas. En esta carta última el P. General informaba que él (lo mismo que otras Órdenes, que por Breve Pontificio tienen General y Vicario General) había obtenido de la Sede Apostólica el permiso para elegir el futuro Vicario General de Roma mediante cartas de las demás Provincias. Por lo tanto determinaba:

1.Este Capítulo de Roma se celebraría en el tiempo establecido por nuestras Constituciones, a saber, en el mes de abril de 1808.
2.Si durante este periodo ocurre que alguna Provincia celebra el Capítulo Provincial, elijan en él los vocales para Roma.
3.Si no se celebra Capítulo, o no son elegidos provisionalmente los vocales, convóquese la congregación de las nueve personas.
4.Si no se puede reunir esta congregación ni se pueden enviar vocales a Roma a causa de la pobreza, entonces lo que tienen que hacer es reunirse el Provincial con sus Asistentes en una sesión para este fin, escribir su propuesta para Vicario General, sellarla y enviarla a Roma por medio del P. Provincial al actual P. General, y esto hacerlo antes del primero de marzo.

Edicto del Excelso Gobierno para que los profesores en nuestros gimnasios estén cualificados por medio de un examen

Mientras el P. Provincial estaba ocupado con la visita de las casas y las escuelas, se entregó en mano al P. Asistente el 16 de septiembre la siguiente, en parte queja y en parte orden, del Excelso Gobierno.

“Nº 32333. Al Provincial de los Escolapios.

Nos hemos enterado aquí que en los gimnasios escolapios de la nueva Galitzia de Radom, Lukow, Chelm y Opole, están enseñando jóvenes profesores que no han pasado, como está mandado, los exámenes del C.R. Instituto Hereditario de las enseñanzas de gimnasios, ni están provistos del decreto de capacitación como profesores que se concede mediante examen. En el gimnasio de Radom enseña el Cl. Domingo Sadowski, de 22 años; y es profesor de Ínfima el C. Celestino Pioro de 23 años. En el gimnasio de Opole está el clérigo Hipólito Kryzak como profesor de Sintaxis, mientras es profesor de Gramática el Cl. Adán Matalski, novicio, que carecen de inspección y de conocimiento.

Puesto que el nuevo sistema de estudios de los gimnasios, deseado por los mismos profesores, no produce fruto, se indica a sus superiores la manera como deben funcionar los citados cuatro gimnasios escolapios. Cada gimnasio debe constar de cinco clases en las que se enseñen los cursos del gimnasio, y en cada uno debe haber cinco profesores que enseñen las materias encomendadas a ellos, los cuales deben ser examinados y declarados aptos por personas adecuadas del gremio de los Escolapios.

Los Superiores deben declarar si pueden cumplir o no esta norma. En el segundo caso, se establecerán medios para que sean profesores cualificados los que enseñen.

Lvov, 14 de agosto de 1807. Wienser Fridenthal”.

El P. Provincial expone las causas por la cuales n puede seguir esta orden

Al recibir este edicto del Excelso Gobierno, el P. Provincial respondió diciendo que lamentándolo mucho encontraba enormes dificultades para cumplir el mandato, principalmente porque ni veía la manera, ni tenía los recursos, ni siquiera había tiempo para conseguir que pudieran venir tantos profesores desde colegios tan distantes a un lugar cualquiera para obtener la cualificación. Envió también una carta al P. Bruckner, Provincial de Bohemia y Rector de la Academia Teresiana, para que explicara esta imposibilidad a la S.C.R. Majestad.

Resolución del Gobierno eximiéndoles de la cualificación

“Nº 53843. Del S.C.R. Gobierno de Galitzia al Provincial de la Orden de los Escolapios y Director de los Gimnasios en Galitzia Segismundo Linowski.

Tras recibir su relación enviada el 5 de diciembre de 1807 y recibida el 18, se determina lo siguiente.

1.En cuanto a los jóvenes clérigos y novicios que son profesores en gimnasios de la Orden, según consta en la misma tabla de las personas que trabajan en los gimnasios. Puesto que la Orden de los Escolapios en Galitzia debe en primer lugar preparar a sus miembros a seguir el nuevo directorio o plan de educación para los gimnasios, ordenado para los territorios hereditarios de Austria, queremos eximirles de esta circunstancia en el presente, de modo que los clérigos se dediquen a estudiar en serio la lengua alemana y la aprendan bien, y al mismo tiempo los que quieran entrar en el noviciado deben ser examinados para ver si hablan alemán, y quienes no sean capaces de ello, no sean admitidos.
2.Nada obsta para que el Provincial de la Orden, que conoce muy bien la preparación, las cualidades y la aptitud e sus religiosos, designe los profesores para los gimnasios confiados a su Orden, y los proponga a este Gobierno para su confirmación. Sin embargo le conviene que al designar a los profesores esté muy atento a las costumbres, la capacidad y seriedad de los individuos para que respondan a su nombramiento.
3.Puesto que los profesores que viven en un estado de suma pobreza no pueden satisfacer perfectamente las obligaciones de su vocación, conviene que la Orden proponga un sistema de protección correcto y sólido (o proyecto) para recibir un subsidio suficiente y estable para el mantenimiento de los profesores, y de los edificios de los gimnasios y otros aparatos necesarios en los gimnasios confiados a ellos.
4.En cuando a los profesores que sirven en el Instituto de los Escolapios y que no son profesos, en este caso no pueden abstenerse de cumplir los altísimos mandatos.

En Lvov, 19 de febrero de 1808. Wumser Widmann”.

Respuesta del P. Provincial al edicto del Gobierno sobre la cualificación de los profesores

Esta resolución favorable del Excelso Gobierno siguió a la Exposición presentada por el Provincial Linowski tras recibir el edicto nº 32333 de fecha 14 de agosto de 1807, y que decía lo siguiente.

“Al Excelso C.R. Gobierno de las dos Galitzias.

El firmante, tras recibir el Decreto del Excelso Gobierno de Lvov entregado a Erasmo Sokolowski, anterior Provincial y en la actualidad Subdirector del Gimnasio de Opole, nº 32333 de fecha 14 de agosto de 1807, con respecto a la cualificación de los profesores, en su condición de Provincial de Galitzia Occidental de la Orden de las Escuelas Pías y Director de los gimnasios cesáreo-reales y escuelas normales del mismo Instituto, en vigor del Supremo Decreto Áulico de fecha 17 de abril del c.a., quiere presentar en esta cuestión de suma importancia rápidamente una serie de importantes explicaciones al Excelso Gobierno de Lvov, y poner ante sus ojos una serie de enormes obstáculos, y al mismo tiempo presentar sus humildes súplicas.

Según la intención del Decreto nº 32333 del Excelso Gobierno, los profesores de los gimnasios cesáreo-reales de la Orden de las Escuelas Pías deben recibir cualificación por las siguientes razones.

1.Primera razón del Gobierno por la cual nuestros profesores deben estar cualificados. Se menciona en la relación, no sé con qué motivo, pero seguramente no por celo por el bien público, sino movidos por algún tipo de envidia, que se dedican a enseñar en las clases de gramática y además a estudiar humanidades algún clérigo durante dos o tres años.

Explicación de esta razón. Desde el principio, como muestran los orígenes de todas las Provincias en las muchas regiones en que existe la orden de las Escuelas Pías, siempre se dedicaron los profesores a las clases de gramática y a los estudios de humanidades, muchos de ellos sin haber sido ordenados, y concretamente clérigos que después de haber hecho sus estudios públicos desde tierna edad en las escuelas, y concluido el currículo de todas las disciplinas han ingresado en esta Orden, y tras concluir el noviciado y los estudios de retórica y filosofía, se han dedicado seriamente al oficio de educar a la juventud, ministerio al que se obligaron mediante la profesión solemne, según las disposiciones de sus superiores, de acuerdo con la capacidad y el ingenio de cada cual. Se podrían dar muchos ejemplos de clérigos que sin haber cumplido los 24 años se han convertido en muy buenos retóricos y óptimos filósofos. No es de extrañar, pues, que también en estos tiempos se dediquen algunos clérigos a enseñar en los cesáreo reales gimnasios de las Escuelas Pías tanto en las clases inferiores como en las superiores, si han estudiado desde tierna edad en nuestra Orden. Esto ocurre realmente en todos los territorios sometidos a la Augustísima Casa de Austria, y especialmente en aquellos de nuevo origen surgidos bajo los auspicios del óptimo Emperador Francisco I. Como es el caso de la Provincia de Galitzia, que después de ser separada de su cuerpo, tras perder los novicios, y luego los clérigos que se dedicaban a los estudios de retórica, filosofía y teología, junto con todos los materiales y bibliotecas relativos a estos estudios, que se quedaron en la Provincia de Prusia; tras perder además muchos profesores, ya sacerdotes, que, perteneciendo en su mayor parte a esta se pasaron a la otra provincia; y finalmente con muchos ya de edad avanzada, o fallecidos, tras ser erigido un nuevo noviciado por la gracia singular y cuidado peculiar del óptimo y sapientísimo Emperador Francisco I, los retóricos que hacían estudios de filosofía y teología, no sin gran dificultad, a causa de la escasez y pobreza de los colegios, fueron enviados a los colegios, y dedicados a tareas de gimnasio, a menudo siendo aún clérigos, para obedecer las altísimas leyes prescritas, principalmente porque suelen ser admitidos al noviciado jóvenes de excelente índole, en su decimosexto año de edad, que hacen estudios de Poética y Retórica. Pero esto puede verse también en provincias antiguas, como Bohemia, Hungría y otras. Por lo tanto no se trata de algo nuevo ni perjudicial a la educación de la juventud, el que en esta nueva Provincia de Galitzia se destinen clérigos a los gimnasios como profesores.

2.Razón segunda. Explicación de por qué se emplean novicios.

Antiguamente en todas las Provincias de nuestra Orden, con permiso de los Sumos Pontífices, estaba permitido admitir a la profesión solemne a los novicios que habían cumplido dieciséis años, por lo que inmediatamente después de la profesión los clérigos eran enviados a estudiar retórica y filosofía. En la actualidad, a causa de las altísimas leyes, no la pueden hacer hasta después de cumplir los veinticuatro años, edad a la que también suelen ser ordenados. Lo cual hace que, a pesar de haber terminado el noviciado y hecho otros estudios, en la práctica siguen siendo como novicios. Por ello es necesario enviar a estos novicios a dar clases en los gimnasios, y en otras Provincias envían también a dar clase a este tipo de novicios. Se trata, pues, de distinguir entre los novicios que se están formando en el noviciado, y los novicios que enseñan en los gimnasios, pues estos últimos son profesos simples, que aunque son escolapios, en la práctica no están plenamente incorporados a la Orden. Pues cambian de hábito cuando les apetece, y abandonan impunemente cada año el sacratísimo oficio de educar a la juventud, por la simple razón de que no son verdaderos escolapios, es decir, profesos de solemnes, y como seglares o como novicios se dedican a otros oficios en los que esperan obtener mayores beneficios, y otros que quieren ser ordenados antes, piden ser aceptados en otras Órdenes que suelen aceptarlos fácilmente sin pedirles ningún atestado. En estos casos deben sustituir a los profesores que han desertado algunos novicios, principalmente los que están haciendo estudios para los gimnasios, pero también del noviciado (como muestra también que se hace en caso de necesidad en las provincias de Bohemia y de Hungría el elenco o lista de profesores), y esto no se hace sin una buena razón. Pues el decreto o resolución del Excelso Gobierno nº 3027 de 1803, en repuesta a la petición del entonces Provincial Antonino Szychi, le autorizaba a enviar novicios en los gimnasios y escuelas normales cuando el número de clérigos de votos solemnes y de sacerdotes no fuera suficiente, parea desempeñar todo tipo de tareas en los gimnasios cesáreo-reales. Basándose en esa resolución, ya este año cuando el sacerdote Florián Herzog, que enseñaba retórica y poética en el gimnasio de Lukow, por un supremo decreto áulico fue llamado a la Academia Teresiana, ocupó su lugar un clérigo, un hombre de buena índole y capacidad, que enseña hasta ahora loablemente la gramática superior. Del mismo modo, cuando Antonio Torfilowski, apenas terminado el primer examen del primer semestre abandonó clandestinamente su tarea de enseñar en la clase de gramática ínfima en el gimnasio de Opole, en su lugar fue enviado inmediatamente el novicio Francisco Kolendowski, que sin embargo es un hombre ya maduro y que ya había estudiado óptimamente en el siglo los estudios de humanidades y filosofía. Finalmente este mismo año Jacobo Gumowski, profesor de historia y de otras ciencias en el gimnasio de Lukow, al terminar los exámenes del segundo semestre se fue sin el conocimiento de sus superiores. Ambos desertores clandestinos fueron sin embargo acogidos en un lugar llamado Wegrov, en el círculo de Sliedec, para enseñar en su gimnasio, ciertamente con un salario mejor por las clases que darán, sin ningún atestado, en contra de lo mandado por las leyes altísimas y con pésimo perjuicio en el futuro. El infrascrito se extiende en este asunto para presentar una justísima queja ante el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Ordinario del lugar, y para rogar insistentemente al Excelso Gobierno de Lvov para que por su bondad tome medidas sin demora contra este daño que se causa principalmente a nuestra nueva Provincia de la Orden de las Escuelas Pías, tan nocivo para la educación pública. Pues de lo contrario el subsidio cesáreo-real que se concede para mantener a los novicios y por consecuente para prepararlos como futuros profesores de la educación pública, nunca podrá obtener un feliz resultado. Pues a muchos que están formados en lenguas y estudios en la Orden de las Escuelas Pías, sin estar atados por votos solemnes, y no estando satisfechos con el exiguo salario que pueden obtener en este estado paupérrimo, esperando obtener fácilmente un lugar en otras comunidades, sin estar obligados a presentar un atestado, abandonan siempre su trabajo, y en cuanto se les presenta la ocasión, se van a otro sitio.

3.Razón tercera del Gobierno. Puesto que son poco idóneos para introducir en los gimnasios c.r. le nuevo método para llevar a cabo la enseñanza.

Explicación a esta tercera razón. Por todo lo que el infrascrito ha expuesto sinceramente más arriba, consta claramente que los profesores designados para enseñar las materias obligatorias en los gimnasios son plenamente idóneos y muy capaces. Pues antes de ser nombrado profesores han estudiado y trabajando todos ellos, entre otros estudios, en el noviciado, y luego durante los estudios de retórica y filosofía, con hombres muy preparados. Ni el Provincial, que conoce muy bien la capacidad de todos los estudiantes tanto por sus visitas como por los informes y evaluaciones de sus profesores, y busca la apreciación y el honor de su instituto, se permitiría promover a ninguno a dar clases en el gimnasio a quienes fueran poco idóneos o menos probados, o sea no cualificados por su Orden. Se podrían presentar diversos argumentos de peso para probarlo, como la opinión pública sobre las escuelas de los Escolapios, o los mismos decretos del Excelso Gobierno graciosísimamente promulgados cada año a favor de los gimnasios de esta Orden, y hechos públicos mediante las Oficinas Circulares cesáreo-reales, como puede verse en los documentos de letras A, B y C con respecto al gimnasio de Radom, y de letras D y C con respecto al gimnasio de Chelm de los últimos años, de los cuales se adjunta copia. De los mismos decretos gozan los restantes gimnasios de Lukow y Opole; si no se adjuntan es por cierta dificultad de Correos para hacerlos llegar a Cracovia, pero se pueden ver los protocolos originales del Excelso Gobierno. ¿Quién, ante pruebas de tanta autoridad, diría que los profesores clérigos enviados por el Provincial a enseñar en los gimnasios no son idóneos? Además, ¿Por qué no se ha oído nada acerca de la cualificación exigida por el Excelso Gobierno a la Provincia de Galitzia de las Escuelas Pías (acerca de la cual hasta ahora no conocemos el decreto áulico) en las provincias de Austria, Bohemia y Hungría, ni tampoco se les ha exigido a los Padres Benedictinos que trabajan como profesores en el gimnasio de Cracovia, ni a los RR.SS. Comunes en Wegrow y Kelce, ni a otros que trabajan en la educación pública? ¿No se podría conceder algún favor que alegrara a los Escolapios de Galitzia, que durante tantos años han consagrado sus cuidados y vigilias al bien común, esforzándose en la educación de la juventud, sin recibir el pago de otros profesores dedicados a esta tarea (pues sólo reciben 37 FR y 30 Cr por cada profesor para vestido, de lo cual se deriva el paupérrimo estado de los colegios), a pesar de que suelen dedicarse con alabanza y bajo juramento a los estudios, bajo la peculiar protección del Augustísimo Emperador? ¿Cómo podrían hacerlo? ¿Cómo van a enviar a Cracovia 24 o más que deben ser cualificados como profesores? ¿Quién correría con los gastos para ello? ¿Los colegios escolapios, cuando resulta que en medio de tantas calamidades apenas pueden ofrecerles la comida, y tienen abandonadas las reparaciones de los edificios? ¿Podrían hacerlo en los respectivos círculos? Ni siquiera esto podrían hacer sin grandes gastos, a causa de que todos los gimnasios, excepto el de Radom, se encuentran muy lejos de sus círculos. Supongamos que todos estos obstáculos son eliminados por gracia singular del Supremo Gobierno, con el aumento de las pensiones de los colegios. Se podría considerar que en este caso que la Orden de las Escuelas Pías mediante la cualificación de sus profesores podría mejorar la educación pública, que en la actualidad va disminuyendo a causa de la disminución de sus miembros, y de ese modo comenzaría a asegurarse. Pues todos los profesores cualificados y no atados por los votos solemnes muy pronto abandonan su estado por motivos de poca importancia, buscando cátedras más ricas en otros gimnasios. Los que se quedaran, una vez obtenida la cualificación, ¿iban a obedecer a sus superiores? Lo que sucede es que se quiebra el sentido de observancia de la Regla, disminuye el amor a su estado, y finalmente se disuelve el nexo de los miembros de esta Orden, cuyo bienestar e integridad, sin embargo, están prometidas y aseguradas solemnemente por el Augustísimo Emperador Francisco mediante el Decreto Altísimo 3043 del 22 de febrero de 1799.

Movido por estos justísimos motivos, relacionados con el Bien Público, el infrascrito ruega insistentemente al Excelso Gobierno de Lvov que a este decreto nocivo para la Orden de las Escuelas Pías siga otro clemente, que dispense de la citada cualificación a esta Provincia de Galitzia de las Escuelas Pías, lo mismo que ocurre en otras Provincias cesáreo-reales. En Cracovia, a 5 de diciembre de 1807. Segismundo Linowski”.

El Provincial de Galitzia es nombrado Director de los gimnasios y escuelas normales de su Orden

A esta explicación siguió la resolución favorable copiada anteriormente. Pero poco después, casi el mismo día, se hizo público un decreto áulico en el que se nombraba al Provincial de las Escuelas Pías de Galitzia Director al mismo tiempo de los Gimnasios y de las escuelas normales de su Orden en Galitzia. Este decreto fue copiado en las Actas de los gimnasios de cada Colegio en el tiempo de las visitas de 1807 por el piadosamente difunto Segismundo Linowski, pero quiso tener una copia del mismo en el Archivo de la Provincia. Después de esto algunos colegios la enviaron.

Notas