General34/Atención y gobierno de las restantes provincias de Europa Central

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Ayudas o subsidios económicos prestados a la provincia de Hungría
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Atención y gobierno de las restantes provincias de Europa Central

Por lo expuesto más arriba, a nadie se le oculta que el P. Viñas dedicó buena parte de sus cuidados y solicitud paternales a la provincia de Hungría y sus problemas durante el cuatrienio 1919-1923. Lo cual no fue obstáculo para dedicar sus esfuerzos también a las restantes provincias de Europa Central.

Se trata principalmente de las provincias de Austria y Polonia, por cuya reforma y restauración tanto había hecho durante el septenio 1912-1919, y a las que salvó de su ruina casi inminente. Terminado el Capítulo General de 1919, la antigua forma de gobierno de la provincia de Austria, que desde 1913 había estado bajo la autoridad de un delegado General, no pudo continuar, ya que el religioso que desempeñaba el cargo tan delicado de Delegado General, el P. José Soler Biel, impedido por su enfermedad, ya no pudo volver a Austria[Notas 1]. Por lo cual el P. Viñas, que quería designar nuevos Superiores apropiados para la provincia, difirió su nombramiento hasta su visita a Austria, y solo el 18 de octubre de 1919, residiendo en Viena, después de tener una entrevista con el Nuncio y obtener las informaciones necesarias de los Padres, nombró a los nuevos superiores de las casas, dejando al P. Francisco Mestan como Provincial[Notas 2]. En Viena el Nuncio Apostólico, Excmo. y Rvdmo. Teodoro Valfré di Bonzo, y el Cardenal Gustavo F. Piffl, Ordinario del lugar, aprobaron y alabaron las costumbres y el trabajo de los Padres, aunque el Cardenal no ignoraba que entre ellos a veces surgían algunas disensiones no pequeñas, principalmente a causa de una obra post escolar que había comenzado en nuestra casa de Santa Tecla el inquieto P. Otto Schürmann, independientemente de los superiores y con graves inconvenientes tanto para la misma casa como para los religiosos. Por lo cual el P. Viñas en una carta a D. Enrique Bohm, Presidente de la denominas “Asociación Calasancia”, de fecha 18 de noviembre, le pidió que la redujera a debida forma y norma[Notas 3]. Sobre las cosas referentes a Austria hechas durante la Visita, el P. Viñas informó a su Consejo en la sesión del 10 de diciembre de 1919, el cual las aprobó de buena gana[Notas 4].

Aquella gran penuria personal, que había comenzado a hacer sufrir a la provincia desde principios de siglo, continuó después del Capítulo General de 1919, a pesar de que en el año 1920 cinco Padres de origen germano pasaron de Cataluña a la provincia de Austria[Notas 5]. A finales de 1920 en toda la provincia solo había 18 sacerdotes, 2 juniores profesos de simples en Alella, 2 novicios y 3 aspirantes[Notas 6]. Un estado semejante de cosas y de personas se encuentra a fines del años siguiente, 1921[Notas 7]. En el Capítulo Provincial celebrado los días 4-5 de junio de 1922, tan solo intervinieron 8 Padres; superando el número de cargos al número de Padres, les resultó difícil encontrar la manera de distribuírselos entre ellos[Notas 8]. Una escasez tan grande de personas hacía difícil la observancia regular fiel, para proveer a lo cual el P. Viñas, ya desde el comienzo de su generalato, se había esforzado tanto, y había hecho tantos viajes y dedicado tanto tiempo durante la primera parte de su mandato. El 29 de julio de 1921, con ocasión de su segundo viaje a Europa Central, el P. Viñas mantuvo un coloquio con los principales de la provincia de Austria acerca de la fiel observancia de la vida común, la clausura y los ejercicios de piedad. Ellos prometieron hacer lo que deseaba el Supremo Moderador, de acuerdo con la norma del Código y de nuestras Constituciones[Notas 9], pero la realización de las promesas se detenía entonces ante los hechos.

Por lo demás, el P. Viñas hizo también con la provincia de Austria, afligida por las miserias de la guerra recién terminada, lo mismo que con la de Hungría, intentando enviar subsidios, por los que el P. Mestan siempre le dio muchas y sinceras gracias[Notas 10].

La mayor ayuda, tanto económica como moral, a la provincia fue la formación e instrucción teológica de tres juniores austriacos, Ramón Edelmann, José Niemeczek y Juan Haumer, en España, en el juniorato de Alella, de Cataluña, concedida a petición del P. Viñas[Notas 11].

Finalmente, ayudó no poco a la provincia el que, en el mes de octubre de 1922, en lugar del P. Antonio Wagner, Asistente General, que había dimitido de su cargo en vigor del nuevo sistema de elección de Asistentes Generales aprobado por la Santa Sede, fue nombrado el José Rapp, de la provincia de Austria, Asistente General por las provincias de Europa Central, aunque no permaneció en el cargo ni un año[Notas 12].

En lo que se refiere a la provincia de Polonia, salvada con tantos sacrificios por el P. Viñas, durante este segundo periodo de su generalato comenzaron ya los primeros frutos de lo que con tanto esfuerzo se había sembrado. Como el P. Soler Biel, que había sido Delegado General al mismo tiempo para Austria y Polonia, después de terminarse el Capítulo General de 1919 tuvo que volver a su patria a causa de su enfermedad, la Congregación General, en sesión del 11 de agosto de 1919, decidió nombrar un Consejo de 5 religiosos al frente de la provincia de Polonia, que tratarían los asuntos relativos a las dos casas, Cracovia y Rakowice, con prohibición a cada uno de ellos, incluso los rectores, de hacer nada en ningún momento sin la aprobación y el permiso de la mayoría de los demás. A estos cinco religiosos se les encomendó al mismo tiempo la observancia regular y el buen gobierno de las escuelas y el internado. Los religiosos designados fueron el P. Juan Borrell, el P. Juan Siedlarski, el P. Fernando Kozlowski, el P. Francisco Torbus y el P. Tomás Olszowka. Fue nombrado Presidente el P. Francisco Torbus. Al P. Borrell se le nombró además Maestro de novicios[Notas 13]. El P. Francisco Torbus fue nombrado rector de Cracovia, y de Rakowice el P. Fernando Kozlowski[Notas 14]. Bajo este gobierno colegial las dos casas de Cracovia, que ya no se encontraban bajo el peso de una deuda exterior[Notas 15], comenzaron a ir bastante bien y a progresar, y cuando el P. Viñas visitó en noviembre de 1919 Polonia, se alegró al ver que en el colegio de Rakowice había ya 108 internos que asistían a los cursos de primaria y de gimnasio. Encontró también el gobierno del noviciado loable y animado de buen espíritu, a los hermanos trabajadores y observando de común acuerdo la vida regular, y la parte económica gestionada prudentemente. Incluso el obispo de Cracovia, Adam Sapieha, dijo que estaba satisfecho del trabajo de los nuestros, yendo cada vez mejor[Notas 16].

Pero esta concordia entre los Padres, y principalmente entre los cinco responsables, que encontró el P. Viñas en el mes de noviembre de 1919, no duró mucho, principalmente por el difícil carácter del P. Francisco Torbus, presidente del equipo y rector de Cracovia. Por lo cual la Congregación General, en sesión del 5 de febrero de 1921, nombró de nuevo Provincial in capite de la Provincia de Polonia al P. Juan Borrell[Notas 17], recomendándole que, puesto que había aprendido de los males pasados, procediera con gran cautela en los presentes. Le fue enviada la patente el 9 de febrero[Notas 18]. Ciertamente el P. Borrell era un hombre poco pragmático, incapaz de gestionar bien las cuestiones económicas, era fácil de engañar y se dejaba guiar por otros que no eran siempre honrados[Notas 19]. Pero era un hombre honrado, amantísimo de la observancia obediente, piadoso y dispuesto a sacrificarse por la Orden y por la provincia de Polonia. Por lo cual el P. Viñas consideró un acierto su elección, por lo que la confirmó el 6 de julio de 1922[Notas 20]. Cosa que demostrarían los acontecimientos futuros. Pues en el mes de agosto de 1921 el mismo P. Viñas pudo contemplar de nuevo con satisfacción el progreso de las dos casas, en especial del colegio de Rakowice[Notas 21], por una carta escrita 14 meses después, el 24 de octubre de 1922, por el P. Borrell, en la que enviaba un óptimo informe a Doma sobre el colegio de Rakowice. En aquel tiempo el colegio mantenía 60 aspirantes, 23 novicios, 8 juniores estudiantes y 4 padres. El número de internos superaba los 180.

El P. Borrell entonces, según sus posibilidades y las de su provincia, se preparó y preparó al os suyos para la celebración de la celebración de los 150 años del fallecimiento del P. Estanislao Konarski, que se iba a celebrar en toda Polonia en el mes de agosto del siguiente año 1923[Notas 22]. Lo cual sobrepasa ya la duración del generalato del P. Viñas. La provincia de Polonia puede estar eternamente agradecida tanto al P. Juan Borrell, que la restauró con su santidad y su sacrificio, como al P. Tomás Viñas, que después de su visita a Cracovia en 1902 hizo que enviaran allí al P. Borrell, y siempre le ayudó y protegió frente a todas las críticas.

La provincia de bohemia y Moravia ya desde el principio de la guerra de 1914-1918 parecía destinada a una lenta muerte a causa de la gran escasez de vocaciones. En el mes de julio de 1914 la provincia tenía 9 casas y una residencia, con 26 Padres y 6 Juniores[Notas 23]. Cinco años después, en 1919, el número de Padres se había reducido a 18, y 1 junior. Mientras tanto se habían perdido la casa de Weisswasser (1919) y la residencia de Brandeis (1919)[Notas 24]. En el año 1919 los nuestros abandonaron también la casa de Altwasser. El número de religiosos disminuía cada año, pues a causa de las difíciles sociales tanto económicas como sociales para ambos cleros eran muy pocos los jóvenes que querían abrazar el estado religioso. De este modo la provincia en el año 1931 ya solo tenía 12 Padres, 2 Juniores y 1 Hermano[Notas 25]. Este estado de cosas ni siquiera la buena voluntad y el cuidado paterno del P. Viñas lo pudo cambiar, aunque durante estos años de dificultades también intentó ayudar a esta provincia con no pocos subsidios[Notas 26], y estaba dispuesto a unir a ella las 9 casas arrancadas al reino y a la provincia de Hungría que estaban en Eslovaquia, si hubieran tenido un número suficiente de religiosos para enviar religiosos aptos a ellas[Notas 27].

Teniendo en cuenta todo lo dicho, y viendo sus intervenciones en Europa Central, podemos afirmar que ningún otro Prepósito General de nuestra Orden ha tratado con tanto amor y sacrificios los asuntos y problemas de Europa Central, siempre muy graves, como los trató el P. Viñas, el cual, movido en parte por una cierta simpatía natural hacia los Padres de Europa Central, y en parte porque el gobierno de España no le correspondía directamente a él, mientras en Italia tenía muchas dificultades, dedicó casi todas sus fuerzas a salvar y proteger Europa Central, a la cual siempre tuvo gran estima a causa de su gloriosa historia.

Esta dedicación y actividad no quedó sin frutos: Austria y Polonia fueron redimidas y salvadas, conservadas entonces por él para tiempos mejores. Con las 4 casas que habían quedado en Transilvania en el año 1925 se erigió la provincia de Rumanía, y con las 9 de Eslovaquia se fundó el 1930 la provincia de Eslovaquia. Finalmente, Hungría, tratada siempre por el P. Viñas con paterna nobleza, fue liberada del peligro de alguna reforma acelerada, y poco a poco, casi sin darse cuenta, se fue preparando para abrazar la observancia regular. Más provecho habría podido obtener el P. Viñas en esta provincia si hubiese tenido mejores colaboradores. Ciertamente no se puede acusar de perezoso en el gobierno de las provincias de Europa Central al P. Viñas. Sus trabajos y viajes durante las Visitas de los años 1919 y 1921 son y serán siempre espléndidas y elocuentes pruebas de su atención paterna hacia esas provincias, generosamente ofrecidas.

Notas

  1. Este Padre, benemérito de las provincias de Austria y Polonia, volvió a su patria después del Capítulo, y un año después, el 13 de agosto de 1923, falleció. Cf. Actas de la Congregación General, 19 de agosto de 1920, RG 22 a, f. 111. Cf. también Consueta Defunctorum Hisp. N. XXVIII, pp. 37-38.
  2. Cf. Visita a Europa Central en 1919, ff. 6-7. Cf. Actas de la Congregación General, 10 de diciembre de 1919, RG 22 a, ff. 90-91.
  3. Cf. Visita a Europa Central en 1919, ff. 5-7; 22-24.
  4. Cf. Actas de la Congregación General, 10 de diciembre de 1919, RG 22 a, ff. 90-91.
  5. Cf. las cartas sobre este tema del P. Mestan al P. General enviadas en 1920 en RG 254 g.
  6. De los cuales 6 en el Colegio Josefino, 1 en el de Löwenburg, 3 en Santa Tecla, 1 en Krems, 3 en Horn, 4 fuera del colegio. La provincia tenía además dos juniores profesos de simples en Alella (Niemeczek, Edelmann), 2 novicios y 3 aspirantes, según cuenta el P. Mestan en una carta de fecha 15 de diciembre de 1920 al P. General (RG 254 g 2, 15).
  7. Cf. la carta del mismo P. Mestan al P. Viñas de fecha 17 de diciembre de 1921 (RG 254 g 3, 3).
  8. Cf. Actas del Capítulo Provincial de 1922 en RP 66, Austria.
  9. Cf. Visita a Europa Central en 1921, f. 29.
  10. Cf. Circular XII, pp. 4-5.
  11. Sobre los juniores Edelmann y Niemeczek, ver las obediencias dadas el 19 de diciembre de 1919 para ir de Viena a Cataluña en Libro Registro del Secretario de Oficios Generales (RG 22 d) f.120. Cf. también la carta del P. Edelmann al P. Viñas de fecha 7 de noviembre de 1922 desde Barcelona, en las que agradece los beneficios recibidos (RG 255 i, 477).
  12. Cf. Actas de la Congregación General, 14 de octubre de 1922, RG 22 a, f. 178.
  13. Cf. Actas de la Congregación General, 11 de agosto de 1919, RG 22 a, f. 75; cf. también Libro Registro del Secretario de Oficios Generales (RG 22 d) f. 115.
  14. Cf. Libro Registro del Secretario de Oficios Generales (RG 22 d) f. 115.
  15. Cf. los informes enviados a Roma los días 23 de mayo y 25 de octubre de 1920 en RP 66, Polonia.
  16. Cf. Visita a Europa Central en 1919, f. 12.
  17. Cf. Actas de la Congregación General, 5 de febrero de 1921, RG 22 a, ff. 120-121.
  18. Ibídem. Cf. también Libro Registro del Secretario de Oficios Generales (RG 22 d) f. 128.
  19. Cf. las cartas del P. José Floryan enviadas a Roma inmediatamente después de recibir la noticia del nombramiento en RG 254 h, 3.
  20. Cf. Actas de la Congregación General, 6 de julio de 1922, RG 22 a, f. 164. Cf. también Libro Registro del Secretario de Oficios Generales (RG 22 d) f. 138. Lo cual se llevó a cabo a pesar de que en la terna de candidatos propuesta por el Capítulo Provincial de 1922 el P. Juan Borrell iba en segundo lugar. Cf. AActas del Cap. Prov. de 1922, en RP 64 2, 34.
  21. Cf. Visita a Europa Central en 1921, f. 26-27.
  22. Cf. RG 255 h, 11.
  23. Cf. el informe del P. Basilio Kabrhel enviado a Roma el 22 de julio de 1914 en RP 66. Bohemia
  24. Cf. el informe del P. Basilio Kabrhel enviado a Roma el 17 de junio de 1919 en RP 66. Bohemia, y otro informe del mismo con fecha 18 de septiembre de 1919 (Ibídem).
  25. Cf. el Catálogo General del año 1931, pág. 96.
  26. Cf. Circular XIV, p. 4.
  27. Cf. nota 592.