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Causa del Patronato de S. José de Calasanz

Ya el P. Mauro Ricci en 1893, con ocasión del jubileo episcopal de León XIII, intentó obtener de la Santa Sede que Calasanz fuera proclamado Patrono Celestial de las Escuelas Elementales y Colegios Católicos. Él mismo volvió a intentarlo en 1897, con ocasión de cumplirse el III Centenario de la fundación de las Escuelas Pías en Santa Dorotea, pero también en vano[Notas 1]. Nueve años después la congregación General, en sesión del 14 de julio de 1906, decidió que el ya inminente Capítulo General sometiera una petición al Papa Pío X, para que declarara a nuestro Santo Padre Patrón de la escuela popular[Notas 2]. El capítulo General, en la sesión del 14 de julio de 1906, decide “que con la firma de todos los Padres Capitulares se envíe humildemente una súplica a Su Santidad, para que nuestro S. Fundador sea nombrado y declarado “Patrono celestial de las escuelas populares cristianas”[Notas 3]. Luego, en la Circular sobre el jubileo sacerdotal del Papa Pío X, con fecha 15 de agosto de 1908, el P. Manuel Sánchez, Prepósito General, mandó que casa nuestra enviara una carta de felicitación al sumo Pontífice, y que en la misma se pidiera que declarara a S. José de Calasanz patrono celeste[Notas 4]. Luego en el año 1909, todavía durante el jubileo sacerdotal de Pío X, en una audiencia tenida el 26 de marzo, el P. Manuel Sánchez le recordó el citado patronato, y obtuvo una respuesta benévola sobre la introducción de la causa a la S. Congregación de Ritos[Notas 5]. El 28 de noviembre se elevó una súplica a la S. Congregación para obtener el patronato de nuestro Santo Padre[Notas 6]. Mientras tanto, iban llegando a Roma muchas cartas postulatorias desde varias provincias de la Orden[Notas 7].

Después de lo que habían hecho sus predecesores para lograr la declaración del patronato de nuestro Santo Padre, el P. Viñas, persuadido de que la obtención de este patronato podría redundar felizmente en todo el Instituto escolapio y sus profesores, en la audiencia que tuvo con Benedicto XV el 22 de septiembre de 1914 le pidió de nuevo la declaración del patronato[Notas 8], y dos años más tarde, en la audiencia del 26 de mayo de 1916, otra vez se lo rogó con insistencia[Notas 9]. Sin embargo, los Padres purpurados de la S. Congregación de Ritos, a cuyo examen se había sometido la petición, aunque no tenían nada grave contra tal patronato, no quisieron concedérnoslo a causa de la poca fama de las Escuelas Pías en Roma[Notas 10].

Conociendo la manera de pensar de los Cardenales, el P. Viñas, con ánimo angustiado, ya no urgió el tema del patronato, principalmente porque nuestro Instituto en Roma en aquel tiempo iba más bien decreciendo que creciendo, por las causas citadas anteriormente. De modo que solo en el Capítulo General de 1947, a propuesta de la provincia de Aragón, se volvió a tomar en mano el asunto[Notas 11]. Y luego el P. Vicente Tomek, Prepósito General, por medio del P. Leodegario Picanyol, Procurador General, lo trasladó a la Santa Sede. De modo que, en el mes de agosto de 1948, celebrándose el III Centenario de la muerte de Calasanz, y el segundo de su beatificación, Pío XII expidió el Breve Providentissimus Deus”, con el que proclamaba a S. José de Calasanz “Celeste patrón universal ante Dios de todas las escuelas populares cristianas”[Notas 12]

Así, por fin, la semilla echada tiempo atrás por el P. Mauro Ricci, y cuidada con tanto amor y tanta diligencia, se convirtió en una planta vigorosa, con fruto de muchas bendiciones para el Instituto de las Escuelas Pías y para todas las escuelas católicas.

Notas

  1. Cf. la carta del P. Francisco Baroja al P. José C. Homs, desde Zaragoza, el 21 de febrero de 1897 (RP 64): “Si, como dice V.R.se pudiese lograr del Papa la declaración de s. José de Calasanz Patrono de las Casas de erudición de la Juventud y de las Escuelas elementales, en ese caso nuestros colegios de España no se quedarían atrás, y en todas nuestras iglesias se celebrarían funciones religiosas; pero esto del Patronato de s. José de Calasanz, recuerdo que me escribió V.R., lo habían pedido cuando fueron las fiestas del papa León XIII, y no me ha dicho nada del resultado”.
  2. Cf. Actas de la Congregación General, 14 de julio de 1906, RG 21, f. 136: “Se discute la propuesta de que el primer acto del próximo Capítulo General sea aprobar una súplica a S.S. Pío X, para que declare a nuestro Santo Fundador patrono de la educación gratuita, y se aprueba por unanimidad”.
  3. Cf. Actas del Capítulo General de 1906, p. 18.
  4. El texto de esta Circular se encuentra en Libro de Actas del Secretario de oficios (RG 22 c), f. 18 bis.
  5. Cf. Actas de la Congregación General, 30 de marzo de 1909, RG 22, ff. 102-103.
  6. Cf. Libro del Procurador 28 de noviembre de 1910 (RG 61).
  7. Cf. un paquete de estas cartas en RG 58.
  8. E.C. 1914, p. 135.
  9. Cf. Memorias particulares f. 4: “Le hablé también del Patronato de S. José de Calasanz sobre las escuelas populares gratuitas, Se mostró totalmente propicio a concederlo, pero me aconsejó presentar una petición a la S. Congregación de Ritos.”
  10. Cf. Memorias particulares f. 7. “2 de diciembre de 1916. Venida del Cardenal Mistrangelo. Hoy ha llegado a Roma el Emmo. Card. Mistrangelo para la visita ad limina, y para asistir al Consistorio. El 5 tuvo audiencia con el Santo Padre. Se informó sobre el estado de la cuestión acerca del Patronato de S. José de Calasanz sobre las escuelas populares gratuitas, y se llevó el gran disgusto de oír decir al S. Padre que los Cardenales habían reconocido la justicia de la causa y que en sí misma la habían aprobado, pero en vista de la marcha o funcionamiento de las Escuelas Pías en roma no habían creído oportuno publicar el Patronato. Objeto Su eminencia que era doloroso ver castigada la Orden por una sola casa o provincia, pero ya no había remedio. El relato del Emmo. me impresionó grandemente”.
  11. Cf A.C. 1947, pp. 75 y 88.
  12. Cf A.C. 1948, pp. 104-107.