GinerMaestro/Cap04/02

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04.02. Un esquema aceptable

¿Para qué tanta universidad? ¿No podía estudiarlo todo en una sola? Cierto. Y en Lérida, a pocas millas de su casa, hubiera podido estudiar la Gramática y Retórica, Humanidades y Filosofía, Leyes y Teología. Y hay que reconocer que ignoramos las razones últimas y definitivas por las que nuestro estudiante tuvo que hacer tantos cambios, aunque intentaremos dar explicaciones. No obstante, se podrían aducir ejemplos de personajes del siglo XVI que no sólo recorren algunas de las Universidades de su propia nación, sino que incluso frecuentan otras en el extranjero. Baste citar a San Ignacio de Loyola, que empieza a estudiar latines a sus treinta y dos años y a sus treinta y cuatro se lanza a recorrer las universidades de Alcalá de Henares, Salamanca, París, Bolonia y Venecia.[Notas 1] Y a don Pedro Cerbuna y del Negro (1538-1597), natural de Fonz, junto a Peralta, fundador de la Universidad de Zaragoza y Obispo de Tarazona, que estudia Gramática con los Trinitarios en Monzón, y luego Artes, Filosofía y Teología en las universidades de Huesca, Valencia, Salamanca y Lérida.[Notas 2]

En nuestro caso parece que no hay razón suficiente para desechar la tradición de las tres universidades de Lérida, Valencia y Alcalá, ni tampoco para aceptar Salamanca, Perpiñán y Huesca. Estas tres últimas, como hemos visto, sólo las nombran algunos y no los que normalmente constituyen las fuentes de la biografía calasancia. Ni encuentran confirmación en otras noticias, testimonios o documentos. Lérida y Valencia gozan de mayor seguridad documental: la primera por las declaraciones referentes a la actuación personal de Calasanz en aquella Universidad y por la documentación relativa a sus ordenaciones; Valencia por la múltiple testificación del lance de la dama enamorada. Y el paréntesis cronológico que sigue entre la fuga de Valencia y los acontecimientos posteriores, relativos a la muerte de su hermano, junto con las normales exigencias de la carrera teológica, se armonizan con la estancia en Alcalá, avalada por la tradicional conexión nominal con las otras dos ciudades de la tríada universitaria. Dejamos la explicación de los hechos para su momento oportuno.

En las tres mencionadas universidades se han hecho más de una vez pesquisas para encontrar en libros de matrícula y otros similares el nombre de José Calasanz Gastón. En vano.[Notas 3] Pero ello no es razón válida para negar su presencia en tales centros, pues lo mismo ocurre con otros personajes de nuestra historia nacional.[Notas 4] La certeza de que José Calasanz era doctor en Teología exige que hiciera sus estudios en alguna universidad, aunque no conste todavía su nombre en libros oficiales. Y lo lógico es admitir el nombre de las universidades que nos ha transmitido la tradición documentada.

Más complicado es proponer el esquema cronológico de su carrera completa, en el que hay que insertar acontecimientos personales y familiares que llenen adecuadamente los años. Sin pretender dar la explicación definitiva y ateniéndonos a los datos que aduciremos a su tiempo, nos parece que la trayectoria de todos los estudios de Calasanz pudo ser la siguiente:

3 cursos de Gramática en Estadilla: 1568-69 a 1570-71.
3 cursos de Artes y Filosofía en Lérida: 1571-72 a 1573-74.
4 cursos de Leyes en Lérida: 1574-75 a 1577-78.
1er. curso de Teología en Valencia: 1578-79 (tiene 21 años).
2°. curso de Teología en Alcalá: 1579-80 (muere su hermano).
En su casa de Peralta, un curso: 1580-81 (enfermedad).
3er. curso de Teología en Lérida: 1581-82.
4°. curso de Teología en Lérida: 1582-83.

A mediados de diciembre de 1583 se ordenó de sacerdote y en febrero de 1584 lo encontramos ya empleado de curia junto al Obispo de Barbastro. Había terminado su carrera universitaria, aunque por el momento no hubiera conseguido la láurea doctoral. Recordemos, pues, una a una las distintas etapas de su larga trayectoria universitaria.

Notas

  1. Cf. R. GARCÍA-VILLOSLADA, ‘San Ignacio de Loyola. Nueva Biografía’ (BAC Madrid 1986), p.270, 294-295, 398-402.
  2. Cf. M. JIMÉNEZ CATALÁN-J. SINUÉS y URBIOLA, ‘Historia de la Real y Pontificia Universidad de Zaragoza’ (Zaragoza 1923) t.I, p.121-122.
  3. Sobre Alcalá y Valencia cf. BAU, RV, p.41-43; 321-324; Rass 26-27 (1957) 54-55; AnCal 15 (1966) 198, n.123. Ni ha tenido mejor suerte J. Poch en su búsqueda en los papeles de la Universidad de Lérida.
  4. Y no es corta la lista. Junto a los genios Cervantes y Lope de Vega cabe colocar entre otros a Juan Ginés de Sepúlveda, Juan de Ávila, Card. Gaspar de Quiroga, Cristóbal de Rojas y Sandoval, Bartolomé de Carranza, Ignacio de Loyola, Jerónimo Zurita, Francisco López de Gómara, Ambrosio de Morales, etc. Y éstos sólo respecto a la Complutense (cf. J. URRIZA, La preclara Facultad de Artes y Filosofía de la Univ. de AlcaIá de Henares en su siglo de oro 1509-1621, CSIC [Madrid 1924], p.238-241, 257-258).