GinerMaestro/Cap04/05

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04.05. El enigmático título de 'Prior'

Canónigo penitenciario de la catedral de Lérida era don Miguel Jiménez Barber, quien el 20 de julio de 1651, a sus treinta y ocho años, declaraba en el Proceso de Beatificación algo más que la simple noticia de que el P. José Calasanz había estudiado en la Universidad de Lérida. Con ello daba unas pinceladas al cuadro del estudiante universitario, similares a las que él mismo había dado al estudiante de gramática en Estadilla. Y si para estas últimas referencias adujo el testimonio de un condiscípulo del Santo, el señor Francisco de Ager, no fue menos cuidadoso respecto al período leridano, aportando el testimonio de otro condiscípulo y sacerdote, don Mateo García. He aquí el texto completo de sus recuerdos:

'... estudiando en la Universidad de Lérida en su juventud, me ha contado el Sr. Mateo García sacerdote y condiscípulo suyo en Lérida, de la misma edad del P. José, siendo este Mateo muy díscolo y metiéndose a menudo en asuntos por los que luego se encontraba en apuros, el mismo Mateo recurría al P. José, quien con su consejo y ayuda le libraba de apuros, y solía decir que para él era el Espíritu Santo, no teniendo a otro más que a él en sus apuros, y además me añadió que toda la juventud de nuestro país de Aragón le habían elegido a él Prior de la nación (per Priore della natione) y era de ayuda para todos y por todos era estimado como hombre de toda virtud y bondad, y esto, como digo, era en su juventud, en el Estudio de Lérida'.[Notas 1]

La intención primordial del declarante es poner de relieve las cualidades morales del P. José y su don de consejo y aun cierto matiz de director espiritual. Si en Estadilla le apodaban 'el santet', aquí, en Lérida, hay quien le llama “su Espíritu Santo”. Pero Mateo García no es un caso aislado, pues no sólo él reconoce las dotes personales de su consejero, sino que “era de ayuda para todos y por todos estimado como hombre de toda virtud y bondad”. Y como prueba de este reconocimiento público, los de Aragón le eligen Prior de su nación. Pero ¿qué quiso decir el canónigo leridano con este título?

Los grandes biógrafos italianos que forjaron la tradición hagiográfica interpretaron el título según el contexto moralizante de la declaración procesal, diciendo que ‘los aragoneses le eligieron su Príncipe, según costumbre de aquella universidad’.[Notas 2] Curiosamente, al traductor castellano de Armini, ya en 1726, no le convenció mucho esta versión y propuso la suya personal:

'Calasanz en la ciudad de Lérida se grangeó de tal manera los ánimos y afecto de los estudiantes sus condiscípulos y en particular de los Aragoneses, que de común assenso de los que en ello tenían voto, fue elegido por su Rector y Cabeza, según el antiguo uso y estatuto que allí se observaba'.[Notas 3]

Esta versión era totalmente distinta de la de Armini y aunque repetía la misma fuente documental, es decir, el testimonio de Jiménez Barber, es obvio que se informó debidamente sobre lo que podía significar ese título en el ambiente histórico de la Universidad de Lérida, y habló de Rector, de estatuto y de quienes en ello tenían voto para elegirle.

Nadie, sin embargo, hizo caso de esta precisión histórica, pues tanto los siguientes biógrafos italianos[Notas 4] como sus respectivos traductores españoles y otros hagiógrafos continuaron repitiendo el título de Príncipe, sin dar más explicaciones sobre su significado o dándole atribuciones de guardián del orden y celador de las buenas costumbres.[Notas 5] A finales del siglo XIX vuelve a aparecer cierta relación con el Rector, haciendo del llamado ‘Príncipe de estudios’ una especie de delegado del Rector en el ámbito del orden o moralidad pública.[Notas 6] Y casi por inercia siguió imperando la denominación honorífica de Príncipe hasta mediados de nuestro siglo en las hagiografías calasancias.

Notas

  1. ProcIn, p.213-214.
  2. Los aragoneses 'lo elessero per loro Principe, secondo l’usanza di quell’Universitá' (ARMINI, ‘Vita’, p.15); 'gli studenti Aragonesi ben presto lo elessero come é costume di quella Universitá in lor Principe' (TALENTI, ‘Vita’, p.9); 'i giovani Aragonesi lo elessero loro Principe, come ivi é costume presso la scolaresca' (TOSETTI, ‘Compendio’, p.9).
  3. P. AQUENZA, ‘Vida del Ven. Siervo de Christo Padre Joseph de la Madre de Dios, Fénix Aragonés’ (Madrid 1726), p.15. Cita, como Armini, el testimonio procesal de Barber.
  4. Particularmente Talenti y Tosetti.
  5. El P. J. JERICÓ, por ejemplo, que tradujo a Tosetti, dejó la frase intacta: 'los jóvenes aragoneses le eligieron por su Príncipe, según era costumbre entre los estudiantes' (cf. ‘Compendio de la Vida’ [Valencia 1768] p.11). Timon David, en su remodelación de la obra de Talenti, dijo: 'los que eran de la misma provincia, elegían en junta general al que llamaban Príncipe, encargado de velar por el orden de los del mismo país, de terminar las diferencias y de vigilar por sí mismo su conducta y las costumbres de todos' (o.c., p.10).
  6. Después de citar por extenso una larga página del tradicional Tosetti, se dice que 'los estudiantes formaban como ciertas colonias que vivían en barrios determinados donde sólo ejercía autoridad extraordinaria el Rector de la Universidad y ordinaria y delegada el ‘Príncipe de estudios’... [que] debía contener a los escolásticos en el cumplimiento de sus deberes; debía celar su conducta moral y cristiana...' (cf. ‘Escolapios insignes’ [Madrid 1899] I, p.23-24).