GinerMaestro/Cap09/09

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09.09. Despedidas

El día 3 de diciembre de 1591 anotaba en su libro de cuentas el mercader de Urgel Antonio Janer un asiento de 14 libras, 3 sueldos y un dinero que le pagaba su amigo Calasanz 'por lo que constaba en el Manual'.[Notas 1] Y comenta Pujol: “sería esta cuantiosa partida el importe de los géneros adquiridos en vísperas de su salida hacia Roma?”.[Notas 2]

Esa es la última fecha documentada de la estancia de Calasanz en España. La siguiente nos lo sitúa ya en Roma el 27 de febrero de 1592 y la anterior es la de la permuta de sus plebanías por el personado, el 6 de septiembre de 1591. Hay, además, otro acontecimiento que indirectamente pudo influir en los probables desplazamientos de Calasanz de última hora. En efecto, el 19 de octubre de 1591 empezaba en Tarragona un Concilio de toda la Provincia eclesiástica, que acabaría en Barcelona,[Notas 3] y al que asistió el obispo de Urgel, Andrés Capilla, aunque por sus achaques no estuvo presente en todas las sesiones, pero lo seguía desde su querida cartuja vecina de Scala Dei.[Notas 4] Las primeras 15 sesiones se tuvieron en Tarragona hasta el 16 de noviembre y se interrumpió para continuar en Barcelona a fines de año o principios de 1592.[Notas 5]

La presencia de Calasanz en Urgel a primeros de diciembre encaja perfectamente con las fechas de interrupción del concilio y hace posible que antes o después se desplazara a Barcelona para conseguir el doctorado, apoyado quizá en las recomendaciones de Capilla, y que incluso le acompañara por un tiempo en su retiro de Scala Dei. Probablemente, desde la fecha de su renuncia a las plebanías de Ortoneda y Claverol preparaba ya su viaje, y por tanto se desentendería de sus funciones de Oficial eclesiástico de Tremp y Visitador, quedando libre para la cuestión de su doctorado, para acompañar a Capilla a Tarragona y para las despedidas de su familia.

Aunque aquel viaje a Roma en su intención tenía retorno, lo más natural era despedirse de sus hermanas y sobrinos, de su pueblo y de los amigos más íntimos. Y volvió —por última vez, sin saberlo— a Peralta, para ver a su hermana Magdalena, que moriría al año siguiente;[Notas 6] a su marido, Antonio Pastor, y al hijo e hijas de ambos; a su cuñado Pere Ferrer, viudo de su hermana María, y sus hijas. Hablaría también con el Párroco don José Texidor y los demás sacerdotes beneficiados. De Peralta pasaría a Benabarre para despedirse de su hermana Juana, su esposo, Pedro Juan Blanch, y su hijo e hijas, y comentar con amargura los últimos sucesos del ya fenecido Condado de Ribagorza, con la esperanza de que llegara por fin una paz duradera. De Benabarre subiría hasta Arén para dar también su adiós a la familia de su difunta hermana Isabel. Y finalmente, antes o después bajaría sin duda a Alcampel para despedirse de su sobrina Catalina Carpi, huérfana de su hermana Esperanza, pero heredera universal de la casa de su padre, que no tuvo descendencia de su segunda mujer. Era entonces una muchacha de unos diecisiete años.[Notas 7]

Inconscientemente se despidió también del paisaje y de aquellas tierras de la Litera y Ribagorza, de colinas bajas, no tan áridas y desnudas como ahora. Miraría una vez más —y era la última— las casas de su pueblo, arracimadas en la hondonada, y el bloque de piedra de la vieja iglesia románica, donde quedaban las tumbas de sus padres y de sus hermanos Juan, Pedro y María. Y su propia casa y herrería, con la fragua apagada, el yunque mudo y mudos también los martillos, y colgando aún de las paredes exteriores las argollas, donde antaño se ataban los borriquillos que esperaban pacientemente su turno para cambiar de herraduras. Volvería también a entrar en el valle de las salinas, donde reverberaba el sol en las aguas densas y azuladas y hasta el aire respiraba salitre. Y los olivares…, sobre todo aquel en el que un día de su infancia, armado de un cuchillo, entró decidido a matar al demonio.

Antes o después de despedirse de su familia debió pasar por la casa de los Motes de Pont de Claverol, sus amigos, donde el clérigo Francisco le ayudaría la Misa en la capilla familiar y le oiría decir que se iba a Roma. Y en su memoria de adolescente de dieciséis años quedaría la figura de aquel 'hombre alto, de venerable presencia, barba de color castaño, cara alargada y blanca…'.[Notas 8]

Bajaría luego a Tremp y Talarn, donde dejaba amigos y colaboradores, experiencias, sudores y buenos recuerdos,[Notas 9] pero sobre todo momentos de devota oración ante la Virgen de Valldeflors. Subiría, al fin, Segre arriba, hasta Urgel, fría y blanca de nieves en aquellos días de diciembre. También quedaban allí muchos amigos entre los canónigos y beneficiados, con quienes podía recordar horas de angustia, de miedos, de esperanzas y trabucazos desde las saeteras y galerías altas de la Seo. Y reanudaría en silencio antiguos coloquios, profundamente sentidos, con aquella adorable imagen de Santa María de Urgel, cargada de siglos.

No podía menos de recorrer, quizá con prisas, las callejuelas estrechas, oscuras, medievales, y las amplias aceras porticadas de la calle Mayor, encontrando aquí y allá caras conocidas, dando y recibiendo saludos, noticias, buenos deseos, para ir a parar, casi a ciegas, a casa de Antonio Janer, amigo entre los más amigos.

Y de los Pirineos a Barcelona, puestos los ojos en el Mediterráneo.

Notas

  1. 'E a 3 de Dezembre 1591, 14 lliures, 3 sous, 1 diner, per lo que apar en Manual' (cf. P. PUJOL I TUBAU, ‘Noves dades’, Apend. V, p.21).
  2. Ib., p.20 del texto. Los Apéndices llevan paginación distinta en el manuscrito que Poseemos.
  3. Cf. ‘Constitutionum Provincialium Tarraconensium libri quinque, Tarracone. Apud Philippum Robertum’. MDXCIII, f.4.
  4. Cf. J. VALLS, ‘Primer Instituto de la santa Religión de la Cartuxa’ (Barcelona 1792) P.79-80.
  5. Cf. Episcopologio de Vich, t.III (1904), p.111-112.
  6. Cf. EGC II, c.5.
  7. Se casó con Juan Giró el 7 de septiembre de 1597 y en los capítulos matrimoniales se dice que 'la dicha Catharina Carpi doncella [trae al matrimonio]… y los dichos Juan Carpi su padre y María Segarra conyuges y su aguela Madalena Abella le dan y hazen donación propter nuptias de todos sus bienes muebles y sitios…' (Doc. Merigó n.65).
  8. Cf. BAU, BC, p.174.
  9. En unas declaraciones hechas en Benabarre en 1651 dijo Tomás Pallás, natural de Tremp, que 'conoció muy bien al Dr. Calasanz, natural de Peralta y Oficial de la villa de Tremp, de vista y plática que con él tuvo por más de dos años hasta que se fue a Roma y sabe y vio… que se hacía mucho caso de él y daba muestras de ser gran persona…' (cit. en Rass 26-27 [1957] 45). En 1666 el P. Caputi se encontró en la romana iglesia de Montserrat con don Jaime Galí, sacerdote de Tremp, quien le dijo 'che hanno grandissima devotione tutte quelle genti al d. Venerabile Pre., e che baciano con grandissima devotione le sottoscrittioni [firmas] che faceva mentre era officiale' (cit. en EcoCen 11-12 [1948] 92).