GinerMaestro/Cap12/07

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12.07. El Venerable Oratorio de Santa Teresa

La amistad que mantenía Calasanz con los carmelitas descalzos de Trastevere le abrió las puertas de otra especie de cofradía, llamada propiamente Oratorio de Santa Teresa. En uno de sus libros, de actas consta que en la junta general tenida el 22 de diciembre de 1763 se decidió lo siguiente: 'No encontrándose el Catálogo antiguo de los cofrades del Oratorio y habiendo memoria y tradición de que el B. José de Calasanz de la Madre de Dios, antes de fundar su Religión, frecuentó nuestro Oratorio, se decretó que se registre en el Catálogo de los cofrades...'[Notas 1]. Y, efectivamente, así se hizo. He aquí la constancia:

'Habiendo el B. José de Calasanz de la Madre de Dios, Fundador de los Clérigos Regulares de las Escuelas Pías, frecuentado nuestro Oratorio antes de fundar su Religión, por ser amigo de nuestro Ven. P. Domingo de Jesús María, Fundador de dicho Oratorio, y de los otros Religiosos, que por el concepto que tenían de él, lo hicieron pintar secretamente en un lienzo y lo colocaron en el pasillo que lleva al mismo Oratorio, sobre la puerta de dentro que corresponde al altar del mismo, y en ocasión de su Beatificación los Padres de las Escuelas Pías lo pidieron y se les prestó para sacar una copia siendo el verdadero retrato al vivo; y luego se colocó en el oratorio en medio de la pared, del lado de la epístola del altar bajo el cuadro grande con la siguiente inscripción [latina:] B. José de Calasanz de la Madre de Dios, Fundador de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios [omite: de las Escuelas Pías,] en otro tiempo adscrito entre los cofrades de este Oratorio de S. Teresa...'[Notas 2]

Y lo mismo se dice en un tercer libro de la misma época[Notas 3]. Esta triple constatación es ciertamente muy tardía, más de un siglo y medio después del hecho testimoniado, pero se basa en una tradición que parece comprobada por el mencionado cuadro, sacado al vivo y 'secretamente', es decir, sin que se enterara el Siervo de Dios[Notas 4]. Hay, sin embargo, un testimonio contemporáneo, que es el del P. Anibale Angelini (1571-1630), secretario y confesor del P. Domingo Ruzola, de quien escribió una biografía, en la que dice que Calasanz fue uno de los primeros que frecuentaron el Oratorio[Notas 5].

Quien dio a conocer en Roma a la Madre Teresa de Jesús fue principalmente el P. Juan de Jesús María, que desde 1602 hasta 1614 predicó en la Iglesia de la Scala trece famosos panegíricos al celebrarse con toda pompa la fiesta de la Beata Madre Teresa, como la llamaban todos aun antes de su beatificación, que tuvo lugar el día 24 de abril de 1614, durante el Capítulo General, en que dicho P. Juan dejaba de ser General de la Congregación italiana de Carmelitas Descalzos[Notas 6]. Y es muy probable que a tales panegíricos asistiera José de Calasanz.

No obstante, quien fundó el Oratorio fue el P. Domingo Ruzola, como expresamente se dice en los libros oficiales que hemos citado[Notas 7]. Lo que no hemos podido comprobar es el año de la fundación[Notas 8]. Lógicamente, después del 26 de octubre de 1604 en que llega a Roma el P. Domingo; probablemente durante los años en que era Prior del convento de la Scala, es decir, desde 1608 a 1617; y más probable aún, después de la beatificación de Santa Teresa (1614), pues parece más apropiado que sólo entonces pudiera formarse una asociación piadosa bajo su advocación. Por consiguiente, esas fechas condicionan el ingreso de Calasanz en el Oratorio, que ocurrió antes de que fundara su Religión de las Escuelas Pías, siendo todavía sacerdote secular, es decir, antes de 1617[Notas 9].

Ignoramos cuál era concretamente la finalidad de la asociación. No es una simple cofradía con fines benéficos, pues el nombre de oratorio sugiere más bien una especie de escuela de espiritualidad, basada en instrucciones, charlas, exposiciones eruditas referentes a la perfección espiritual ascético-mística, siguiendo las enseñanzas de la Doctora Mística y recomendando la lectura de sus obras. A todo ello había contribuido sobremanera el P. Juan de Jesús María en sus célebres trece panegíricos de 1602-1614.

Lo cierto es que Calasanz fue muy devoto de Santa Teresa toda su vida y no sólo era asiduo lector de sus obras, como dijeron los testigos procesales[Notas 10], sino que recomendaba su lectura a sus religiosos, como dice en este párrafo de una carta de 1638:

'Si los sacerdotes de nuestra Religión supieran cuánto importa trabajar por amor de Dios, no estarían ni un instante de tiempo ociosos. Y si el tiempo que no pudieran emplear en ayudar a los niños conforme ordena nuestro Instituto, lo emplearan en leer el Camino de perfección de Santa Teresa, verían cómo se inflamaría su corazón, pues las palabras de dicha santa tienen una gran eficacia para quien las lee con devoción'[Notas 11].

Prueba de su devoción particular a la Santa es el libro que conservó toda su vida entre los pocos que tenía en su habitación, cuyo largo título es ‘Compendio de las Solenes (sic) fiestas que en toda España hicieron en la Beatificación de N. B. M. Teresa de Jesús fundadora de la Reformación de Descalzos y Descalzas de N. S. del Carmen, en prosa y verso’[Notas 12].

Pero más interesantes son los atestados de algunos testigos procelales sobre cierta aparición de Santa Teresa a Calasanz, gravemente enfermo, a quien milagrosamente curo y en agradecimiento hizo voto de dedicarle la primera iglesia que se construyera en la Orden después de estos hechos, que fue la del Colegio de Porta Reale en Nápoles. Pero de ello trataremos luego más despacio[Notas 13].

Debió, pues, sin duda, penetrar muy honda en el alma de Calasanz la influencia de la Santa Madre Teresa de Jesús tanto por sus doctrinas como por la veneración que sintió por ella, además de las valiosas aportaciones de los venerables carmelitas de Santa María de la Scala a su espiritualidad personal y a la de la Orden por él fundada.

Notas

  1. Cf. RegCal XIII, 13’. Es uno de tantos atestados de las diferentes cofradías a que perteneció Calasanz. El texto se dice sacado del Libro delle Congregationi.
  2. Ib., del Catalogo de Fratelli secolari del Ven. Oratorio di S. Teresa dei RR. PP. Carmelitani Scalzi della Madonna della Scala, incominciato nel 1689, nella lettera G. Además de la inscripción latina, puesta debajo del cuadro, se dice que 'nel sudetto Quadro da capo vi sono le seguenti lettere: Ven. Ser. Dei Joseph a Matre Dei Relig. Schol. Piar. Fundator. Nel libro aperto si vede scritto nella prima facciata Sub tuum praesidium, nell’altra: Constitutione Cleric. Regul. Paup. Matris Dei Scholarum Piarum' (ib.).
  3. Este es su título: Distinta ed esatta relazione del Ven. Oratorio di Sta. Teresa in S. Maria della Scala de PP. Carmelitani Scalzi, fondato dal nostro Ven. P. Domenico di Gesú Maria (ib.). Véase traducido el párrafo que interesa en BAu, BC, p.226.
  4. El Santo se opuso siempre a que le hicieran retratos. Pero en 1644 el obispo de Malta, Miguel Juan Balaguer, muy amigo suyo, estando en Roma, le invitó a comer y mientras tanto un pintor escondido le sacó un retrato (cf. CAPUTI, Notizie Istoriche, t.III, parte VI, n.120), que el obispo se llevó a Malta. Y con fecha de 6 de febrero de 1646 escribía al Santo: 'Le aseguro que io le vivo muy servidor y todos los días me alegro con ver su retrato que lo tengo mui bueno y he savido ser buen ladrón y otro tengo para imbiar a su patria' (EHI, p.156). En 1660 mandó el obispo el retrato original al rector del colegio escolapio de Mesina, guardándose una copia. En Mesina sacó dos copias el P. rector G. de Carolis y mandó una a Florencia en 1802, sacada por el pintor Crisafullo, y la otra a Roma al P. General Beccaria, en 1805, del pintor Carlo Minaldi. En 1864 sacó otra copia el Rector de Mesina, P. S. Amato, por el pintor Giuseppe Mazzarese, y la mandó al P. General Perrando. Al dejar forzosamente el Colegio de Mesina los escolapios en 1866 el cuadro original quedó allí, sin que se sepa hoy su paradero (cf. EphCal 4 [1932], 154-155; EcoCen 6 [1946], 20-21; EphCal 7-8 [19671, 308-311). Hoy se conservan todavía la copia de Florencia y las dos de Roma. Nadie, sin embargo, se ha preocupado de buscar la pista de este segundo retrato en el convento de la Scala o de su copia en la casa de S. Pantaleón. Ni puede identificarse —por falta de detalles— en el inventario publicado por C. VILÁ PALA, Iconografla calasancia en la casa de S. Pantaleo: EphCal 4 (1984), 169-174.
  5. '...frequentó fra i primi secolari il nostro Oratorio' (cit. en G. SÁNTHA, S. José de Calasanz y su amistad con los PP. Carmelitas Descalzos: RevCal 2 [19551, 192).
  6. cf P. FLORENCIO DEL NIÑo Jesús, El Ven. P. Fr. Juan de Jesús María, p.215.
  7. Cf. n.62 anterior y el texto correspondiente a la n.61. A. García-Durán afirma que el fundador fue el P. Pedro de la Madre de Dios, basándose en un texto de Isidoro de S. José. Pero la Congregación de que se habla allí no es el Oratorio de Sta. Teresa, sino más bien parece tratarse de terciarios carmelitas, pues se habla del 'sacrum Scapulare' de la Virgen del Carmen (cf. A. GARCÍA-DURÁN, Itinerario..., p.92).
  8. Antes de 1763 en que la junta general del Oratorio decide reinscribir en su libro de cofrades al B. José de Calasanz, los biógrafos escolapios parecen ignorar el hecho. Ni se menciona tampoco el Oratorio en obras de carmelitas como la de fr. A. AGUSTÍN, ob. de Albarracín, Epítome de la vida... del Ven. P. Fr. Domingo de Jesús María (Zaragoza 1669), o la del P. FLORENCIO DEL NIÑO JESÚS, o.c., ni en la del P. SILVERIO DE S. TERESA, o.c., vol. VIII.
  9. Cf. n.64 anterior; 'prima di fondare la sua Religione', se dice en los tres libros oficiales del Oratorio citados en las notas anteriores 60, 61 y 62.
  10. Cf. BAU, BC, p.661. El P. Scassellati depuso: 'era partiale devoto di Santo Gregorio Magno et di Santa Teresa... et peró legeva l’opere di detti Santi per suo profito et ne referiva per l’altrui le sententie a proposito' (Procln, p.12O-121).
  11. C.2860.
  12. Su autor, fray Diego de San José. Impreso en Madrid por la viuda de Alonso Martín, en 1615 (cf. R. PUIGDOLLERS, Texto y actualización del Inventario de 1688..., p.99). En el citado Inventario de 1688 se lee que dicho libro fue 'spesso letto dal V. Padre per devozione che portava a detta Santa, del che trovasene piú memoria' (ib.). Equivocadamente dice que tales fiestas se hicieron 'per la Canonizatione di S.Teresa'.
  13. Cf. BAU, BC, p.549 y 562. El caso de Porta Reale fue el primero, pero no el único, como puede verse en esta carta de 1630 al rector de Norcia (Nursia), donde quiere que se introduzca la devoción a la Santa: 'Trattará con il Sig. Vicario il quale é molto divoto et obligato alla Sta Teresa che aiuti al particolare del titolo della detta Sta acció costi vi si innovasse la sua divotione et io procurarei di haveme alcuna reliquia' (c. 1331).