GinerMaestro/Cap13/04

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13.04. La escuela de Santa Dorotea: versión tradicional

Un excesivo celo por exaltar los méritos de San José de Calasanz y mantener intacta e incomunicable la originalidad de su inspiración, particularmente en el momento solemne fundacional del Instituto, hizo surgir una peculiar tradición hagiográfica o versión de los hechos relacionados con la Iglesia de Santa Dorotea del Trastévere. Esa versión peculiar se apoya en el testimonio más o menos explícito de testigos procesales y analistas de primera hora y corre ininterrumpidamente hasta nuestros días. Uno de los primeros representantes y fuente segura de futuros biógrafos es Caputi, cuyo relato -prolijo, detallista e imaginativo, como siempre- es el siguiente:

'… una mañana fue a buscarle el Sr. Santiago de Ávila, Caballero de mucha piedad, inscrito en las Cofradías de los Santos Apóstoles y de la Doctrina Cristiana,[Notas 1] para que fueran al barrio de Trastévere a visitar a los pobres vergonzantes y enfermos, y por el camino empezó a comunicarle que había hecho muchas diligencias a fin que alguien enseñara a los niños pobres las cosas de la fe y no había encontrado quien emprendiera esta obra tan piadosa y pensaba hacer él lo que pudiera. Aprobando Santiago de Ávila su idea, se fueron al Trastévere a encontrarse con el párroco y pedirle la lista de enfermos de la parroquia de Santa Dorotea. Mientras bajaba el párroco, el P. José empezó a preguntar a dos muchachos que estaban en la sacristía y viendo que no sabían nada, empezó a enseñarles la Doctrina Cristiana y luego les dijo que quería enseñarles a leer y escribir, y que volvería a la mañana siguiente. Y viendo el Párroco que aquellos niños no sabían nada, si le daba sitio, les daría lección para que aprendieran las cosas necesarias de la fe, dado que había en aquella parroquia muchos pobres cuyas madres no podían pagar a los maestros y quería él hacerles aquella caridad, y encontraría a alguien más que le ayudara. El párroco le respondió que había una sala que podía usar a su gusto y si no bastaba, había otras más. El Sr. Santiago le dijo que también él, hechas las visitas, le ayudaría. A la mañana siguiente, con la lista del párroco con los enfermos hizo las visitas por todo el barrio de Trastévere y luego se fue a Santa Dorotea con libros, papel, tintero y plumas y empezó a enseñar a aquellos muchachos, diciéndoles que llamaran a otros vecinos… Al volver a la mañana siguiente, se habían multiplicado tanto los niños que el párroco prestó también su ayuda, de modo que fue menester coger otra aula más capaz, pues en una semana Pasaron de cien…'.[Notas 2]

Los tres máximos forjadores de la tradición hagiográfica calasancia -Armini, Talenti, Tosetti- mantuvieron sustancialmente esta versión. Armini escribió:

'Conocía y tenía familiaridad con D. Antonio Brendani, Párroco de Santa Dorotea… y habiéndole comunicado su pensamiento, fue aprobado fácilmente por el mismo, dando a José el uso de algunas estancias y ofreciéndose a sí mismo como colaborador de una obra tan piadosa, y ello fue en torno al año 1597… Comenzó, pues, él a recoger-a algunos niños pobres del mismo barrio del Trastévere y a enseñarles en aquellas estancias a leer, escribir, ábaco y principios de gramática, según su capacidad, para tenerles así todos los días y enseñarles las cosas necesarias para conocer a Dios y conseguir la vida eterna… Le fue fácil en estos principios atraer con su ejemplo a algunos cofrades de la Doctrina Cristiana, amigos suyos, como ayuda para la obra... Propagándose la fama de una obra tan piadosa y del provecho que se hacía, tanto en las letras como en la piedad cristiana, fue numeroso el concurso de muchachos, no sólo del barrio de Trastévere… sino también de Roma…'[Notas 3]

Talenti baraja los mismos elementos y algunos más, pero los ordena de modo diverso, acentuando incluso el protagonismo e iniciativa personal de Calasanz. He aquí una síntesis de su versión: convencido

de ser el elegido por Dios para instruir a los niños pobres, habla de su plan con algunos cofrades de la Doctrina Cristiana que le prometen su ayuda si abre las escuelas. Entre todos los barrios de Roma escoge el Trastévere por ser el más pobre y va a hablar con el párroco de Santa Dorotea y 'le descubre su idea de abrir escuelas gratuitas para los niños miserables'. Le pregunta dónde puede encontrar locales adecuados y el párroco le ofrece “dos salas contiguas a la sacristía” y aun la misma sacristía si era necesaria, prestándose incluso a sí mismo como colaborador. Informó de todo al Cardenal Colonna y se fue personalmente a pedir a Clemente VIII licencia para abrir las escuelas y la obtuvo. Compró luego bancos, libros, papel, tinteros y plumas; avisó a los dos cofrades de la Doctrina Cristiana y al párroco para que propagaran la voz de apertura de la escuela gratuita; él hizo lo mismo como visitador del Trastévere. Y a la mañana siguiente… “en nombre de Dios, al declinar el otoño de 1597, dio principio con los susodichos compañeros a las escuelas junto a Santa Dorotea”.[Notas 4] Casi se percibe el hisopo rociando con agua bendita todo aquello nuevo o el chasquido de las tijeras cortando alguna cinta de inauguración.

Tosetti no hizo más que reducir a unas pocas líneas la larga narración de Talenti.[Notas 5] Los biógrafos italianos mantienen ese esquema hasta mediados de nuestro siglo.[Notas 6] Ni fue más original la bibliografía calasancia española, que, basada en las traducciones de Armini,[Notas 7] Talenti,[Notas 8] y Tosetti,[Notas 9] no produce nada nuevo y repite los consabidos y ya estereotipados esquemas de Talenti y Tosetti hasta la aparición de la ‘Biografía crítica’ de Bau.[Notas 10]

Según esta versión, pues, Calasanz se presenta como el creador de la escuela de Santa Dorotea. Todas las riendas e iniciativas están en su mano: él concibe la nueva escuela; busca el barrio donde abrirla; convence al párroco y se lo gana para colaborador; busca también y convence a otros para que le ayuden; pide los permisos necesarios; prepara los locales y compra todo lo pertinente; convoca a los chicos pobres del barrio y de otros; señala el día de la inauguración… ¿Fueron las cosas realmente así?

Notas

  1. Caputi apoya la credibilidad de su relato en el testimonio de este caballero, probablemente español, diciendo: 'Quanto s'e detto tutto lo disse il Sr. Giacomo d'Avila… a me istesso che quasi ogni giorno veniva a S. Pantaleo a confessarsi dal P. Castiglia, e morto il P. Castiglia si confessava dal P. Pietro [Mussesti] della Nunziata' (CAPUTI, ‘Notizie Hist.’, p.III, n.75).
  2. Ib., n.72-74. Este relato termina así: 'Multiplicarono poi tanto li scolari che fu necessario entrare in Roma come ha detto il P. Pietro della Nunziata nella Víta scritta da lui del compendio al capitolo undecimo' (ib., n.75). Esto nos cerciora de que Caputi se basó en la ‘Vita del V. P. Giuseppe della Madre di Dio’, del P. P. Mussesti, que quedó inédita (cf. original y una copia en RegCal 84, 85). Otra versión fue incluida en la parte IX, 2, de las ‘Notizie, Hist.’ Mussesti a su vez invoca el testimonio del ya mencionado Santiago de Avila: 'ho inteso dal Sr. Giacomo d'Avila piú volte, che ancora vive [escribía en 1663-65], e giá passa gl'anni ottanta…' (RegCal, 85, p.23). Mussesti fue mucho más conciso. Léase éste párrafo del cap. XI: 'trovó [Calasanz] alcuni che facilmente con lui accordatisi, e particolarmente il Parrocchiano di Santa Dorotea in Trastevere allora vivente, diede principio alle Scuole Pie, correndo I'anno 1597… Cominciarono prima nella sagrestia et in alcune stanze di detta Parrocchia a radunare poveri fanciulli et insegnar loro leggere, scrivere, far di conti e lingua latina per haverli con quest'allettamento ogni giorno a suo dominio e piú facilmente ammaestrarli nel santo timor di Dio' (ib., p.24).
  3. ARMINI, ‘Vita’, p.74-75.
  4. TALENTI, ‘Vita’, p.58-60.
  5. Véase el esquema de su relato: Calasanz elige el Trastévere por ser el barrio más pobre y necesitado; se entrevista con el párroco, que le ofrece dos estancias y su colaboración; encuentra a dos sacerdotes colaboradores de la Doctrina Cristiana;-consigue la aprobación de Clemente VIII; compra muebles y utensilios; inaugura la escuela al declinar el otoño de 1597 (TOSETTI, ‘Compendio’, p.43-44).
  6. Uno de los últimos fue Q. Santoloci, Giuseppe ‘Calasanzio educatore e santo’ (Roma 1948) p.50-51.
  7. A. ARMINI, ‘Vida del Ven. Siervo de Christo P. Joseph de la Madre de Dios’, trad. Dr. Don Pedro Aquenza, pseudónimo del P. A. Ginés dé S. Medardo (Madrid 1726).
  8. V. TALENTI,.’Compendio histórico-chronológico de la vida, virtudes y milagros del B. P. Joseph de Calasanz, trad. P. A. (Caxón) de Christo (Madrid 17 48).La gran ‘Vita’ de Talenti llega a España a través de la traducción y acomodación francesa de TIMON-DAVID, ‘Vida de S. José de Calasanz’, trad. P. Dionisio Fierro Gasca (Zaragoza 1905).
  9. U. TOSETTI, ‘Compendio histórico de la vida de S. Joseph Calasanz’, trad. P. Joseph (Jericó) de la Concepción (Valencia 1768).
  10. El esquema de Talenti, por ejemplo, se refleja en J. C. LOSADA, ‘Vida de S. José de Calasanz’ (Madrid 1834, 1881, 1921), y el de Tosetti, entre otros muchos, en A. CLEMENTE, ‘San José de Calasanz’ (Barcelona 1924), TEÓFILO, ‘Vida de San José de Calasanz’ (Zaragoza 1949).