Granada (ES) Colegio Dulce Nombre de María, Genil,
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Contenido
Datos
Demarcación Andalucía
(1860- )
Antecedentes históricos.
La fama de los escolapios en Archidona (Málaga), había llegado a Granada; y será el ayuntamiento quien solicite del Gobierno la autorización para abrir un colegio en la ciudad. La reina firmará la real orden el 21-10-1875. El ayuntamiento mediante su alcalde, D. Fernando Guiral, y la duquesa, viuda de Gor, otorgan sendas escrituras en favor de las Escuelas Pías, en la persona del Provincial de Castilla, Inocente Palacios. En ellas se expresan las razones de la fundación. La duquesa desea cumplir la voluntad de su difunto esposo, D. Mariano Álvarez de las Asturias Bohórquez y Chacón, «fundar un patronato familiar... que tiene por objeto la primera enseñanza y los estudios generales de la segunda, bajo la dirección de los PP. escolapios». El ayuntamiento busca «la enseñanza pública y gratuita de los niños pobres». Las escrituras llevan fecha del 11-7-1859, dos años, pues, de conversaciones. Otro año tardarán en llegar los primeros religiosos al antiguo convento de los basilios: agosto de 1860. El ayuntamiento correría con los honorarios de los religiosos y los gastos de la instalación de los distintos gabinetes y dependencias escolares; los duques pondrían la sede a disposición de los escolapios en usufructo perpetuo.
Desarrollo histórico.
La sede, iglesia y convento, había sido construida por los basilios en 1616. Con la exclaustración de 1835 quedó vacía y pasó a propiedad del Estado a quien se la compró el duque de Gor. Concluidas las mínimas obras de adaptación, los siete religiosos que constituyeron la comunidad inicial inauguran la iglesia el 26- 8-1860. Asistieron el prelado, el gobernador, el ayuntamiento y «multitud de personas de todas las clases»; predicó el P. Provincial, Inocente Palacios; cantaron el chantre de la Catedral, Antonio Sánchez Arce, y la capilla de música de la misma. El periódico La Alhambra da ésta y otras muchas noticias en su primera página, a tres columnas, el día 28. El 29 se colocan y bendicen las campanas.
El curso escolar se inaugura el 22 de septiembre con la asistencia de autoridades eclesiásticas, civiles, militares y académicas. De ello también se hacen eco los periódicos locales El Reino con fecha 24 de septiembre y La Alhambra el 25. Se contaban 250 alumnos, todos gratuitos, menos unos pocos internos.
La vida colegial se desenvuelve con estrecheces económicas, pero sin graves problemas hasta el día 4-10-1868. En esta fecha la Junta Provincial de Gobierno, creada tras el triunfo de «La Gloriosa», decreta que se lleve «a efecto la exclaustración de todas las corporaciones de misioneros, escolapios, cofradías de San Vicente de Paul y demás Congregaciones de hombres, incautándose de todos los fondos, papeles, muebles, etc., remitiendo a esta Junta nota comprensiva de todos ellos». Esta comunicación es trasmitida por el Provisor eclesiástico del arzobispado, que se encargará de que los religiosos se exclaustren, y una comisión de la mitra se incautará de las pertenencias y bienes de la comunidad escolapia; el colegio cesa, pues, en sus actividades, aunque por poco tiempo. La intervención del Vicario general de las Escuelas Pías de España consigue del ministerio de gracia y justicia la excepción de la disolución de los colegios escolapios el 9 de noviembre de ese mismo año. Y el Gobierno Provisional reconoce la labor de estos religiosos en su comunicado al P. rector con fecha 20- 11-1868: «considerando su historia siempre en armonía con el espíritu de la época, la necesidad de instrucción pública, satisfecha hoy en muchas poblaciones únicamente por los colegios de los Padres escolapios...».
Otro momento grave en el cual pudo cerrarse el colegio fue a raíz del terremoto de Navidad de 1884 que destruyó varios pueblos en el oeste de la Provincia y causó graves desperfectos en el edificio. La ayuda llegada de otros colegios escolapios y del ayuntamiento de la ciudad para reparar los daños y deterioros salvó la situación.
El colegio no ha conocido más que una sede, paseo de los Basilios, 2; pero ha sufrido muchas transformaciones y mejoras. A la ya citada de 1860 de acomodación de iglesia y convento, para abrir aquélla al culto y convertir éste en residencia de los religiosos y colegio, conviene recordar cómo en 1876 se aumenta el material docente y se acuerda habilitar un local para biblioteca, más amplio que el existente, a fin de acoger la gran cantidad de libros que D. Francisco Javier de León Biendicho, admirador de las Escuelas Pías deja en testamento al colegio; el 17 de junio se inaugura esta biblioteca -la actual de comunidad- como indica la lápida de mármol existente en la misma. En 1877 se compra un retablo de buena factura para el altar mayor, procedente del derribo de la iglesia de San Pedro y San Pablo de Málaga; y se compra en Sevilla un órgano por valor de diez mil reales. Ese mismo año se concede al colegio la facultad de enseñar el bachillerato sin título civil; dependía entonces directamente de la Universidad de Granada. En 1889 el rectorado de la Universidad otorga a los escolapios la facultad de celebrar exámenes públicos. En 1898 el ministerio de fomento agradece la cooperación del colegio a la medición de la gravedad en Granada y le hace un importante donativo en libros.
A lo largo del siglo XX las mejoras en el centro son constantes. En 1902 comienza a depender del único Instituto Nacional existente en la ciudad; en 1911 se aprueba un importante plan de obras, dado el constante aumento de alumnos. En 1906 los internos eran 55. Tras la primera guerra mundial surge un mayor deseo de cultura. En 1923 se acuerda la compra de dos casas unidas -Buensuceso 18 y Puentezuelas 40- a diez minutos andando del colegio como ampliación de éste. Comienza a funcionar como sucursal en 1924. Los internos llegan a 142, los mediopensionistas a 18, los vigilados a 207 y los gratuitos a 280. Los religiosos son en ese momento 27; pronto se alcanzará la cifra de 753 alumnos y 35 religiosos entre los dos centros. El Capítulo de 1928 aprueba la transformación de la sucursal en colegio independiente, lo que no se consigue hasta 1934. Un año después se compra por 45.000 ptas. la huerta colindante al convento de los Basilios con el fin de ampliar el colegio. La contienda civil de 1936 ocasionó siete víctimas a la comunidad (seis sacerdotes y un hermano operario), muertos no en Granada sino en el lugar donde gozaban de vacaciones; y dejó al colegio sin la ayuda que hasta entonces venía recibiendo del Patronato de los Sres. Morillo: una cantidad que oscilaba entre las 15.000 y 20.000 ptas. En 1940 D. Francisco Pérez Flores, de Loja, antiguo alumno del colegio, deja un legado en fincas, que debía destinarse a mejorar el colegio-edificio y la enseñanza. Su importe, unas 225.000 ptas se destina a dotar las aulas con material nuevo y moderno, al tiempo que se concibe un plan de construcciones a realizar en etapas sucesivas hasta preparar un casi nuevo colegio.
En el trienio 1940-1943 se construye un ala de treinta y siete metros de larga por diez de ancha, dedicada en su planta baja a sala de cine y en la superior a dormitorios; luego se levanta un piso sobre una de las galerías de comunidad, instalándose ahí una amplia sala de duchas y una higiénica enfermería -trienio 1943-1946-. El catálogo general de 1948 indica que en este año eran 17 los religiosos, 176 los alumnos gratuitos, 10 los mediopensionistas y 504 los vigilados; un total de 850 alumnos, de los cuales 354 eran de escuela elemental y 496 de bachillerato. En el sexenio 1946-1952 se edifica un nuevo dormitorio para internos, un pabellón con cuatro clases en el patio llamado «del frontón», se realizan obras de mejora en la iglesia, portería y jardín de entrada, y se compra otra huerta contigua. Posteriormente se levanta otro pabellón adosado al salón de cine de cuarenta metros de largo por siete y medio de ancho, con seis clases en el piso bajo y un dormitorio con 55 camas, con aseos y terraza, cuyo destino era el de una residencia universitaria; su vida, en cuanto tal, fue efímera y tras unos años de permanecer vacía se cedió a la institución «Jesús Abandonado» para residencia de ancianos.
Al comienzo de 1959 cuenta el colegio con 20 religiosos y 1203 alumnos, de los cuales 298 eran internos, 276 gratuitos y 629 vigilados. Entre 1960 y 1966 se realiza la gran transformación arquitectónica: el primitivo convento queda sin aulas, para uso exclusivo de la comunidad; en torno al patio «del frontón» se construye un nuevo internado de dos plantas, con habitaciones individuales, y tres galerías de aulas, con los correspondientes gabinetes de idiomas, física, química y ciencias, una sala de usos múltiples y otras dependencias; sobre la última huerta comprada se prepara una piscina, pistas de atletismo, campos de baloncesto, balonvolea, balonmano, futbito y parque infantil. Pero al comienzo de los años 70 el ayuntamiento traza una calle que corta los espacios deportivos en dos mitades, circunstancia que obliga a vender una parte, la actual urbanización «Alminares del Genil». La Delegación de deportes, que había ayudado a construir las pistas que se pierden, obliga a compensar con un polideportivo cubierto, obra que no se inaugura hasta el curso 1980-1981.
En la actualidad, el internado, cerrado desde el curso 1978-1979, se destina a alojamiento de excursiones; la residencia universitaria, después residencia «Jesús Abandonado», se encuentra vacía; la iglesia está cedida a la diócesis y convertida en parroquia, cuyo titular es «San José de Calasanz», estando al frente un sacerdote secular; el alumnado, que en 1965 llegaba a 1535, pasó en 1976 a 1585 y ahora es de 1423.
El colegio de Granada siempre fue fiel a la cláusula de fundación y atendió a alumnos de todas las clases sociales, primero a través de las llamadas «clases de gratuitos», después con becas especiales dadas por la misma comunidad, últimamente por medio de las subvenciones estatales. No ha sido nunca un colegio de élite, aunque su internado lo ha hecho ser conocido en más de media Andalucía. Al pasar de la Provincia de Castilla a la Viceprovincia de Andalucía se ha dado una transformación en su talante: se han agudizado las notas de popularidad, andalucismo y compromiso socio-político. Se ha convertido en colegio mixto; se ha gestionado no por la comunidad del centro, sino por el conjunto de religiosos que trabajan en él, pertenecientes a dos comunidades distintas; se han incorporado dos seglares a las funciones de director de E. G. B. y B. U. P; se ha racionalizado la economía, dando a empresas extrañas los servicios de cocina y limpieza; se ha establecido un gabinete psicológico permanente; se han intensificado las acciones con los padres de alumnos a través de escuelas de padres, comunidades cristianas, equipos de padres catequistas. En la acción pastoral también se ha dado un cambio: los turnos eucarísticos, tarsicios, Acción católica y la congregación mariana de «Santa María de la Juventud» -fundada en 1954 por Enrique Iniesta- han cambiado por el grupo scout, el catecumenado de confirmación de dos años de preparación, el catecumenado juvenil de postconfirmación con alumnos y exalumnos y los grupos Shalom de inspiración scout.
Datos complementarios.
El colegio posee cuatro bibliotecas en proceso de reclasificación para ser abiertas al público; la primitiva, con ricos fondos del siglo XIX, la que reúne las antiguas de los colegios de Sanlúcar, Ubeda, Sevilla y Linares, traídas a Granada al crearse la Viceprovincia andaluza; la del profesorado; la BITA o biblioteca de temas andaluces, creada en los años setenta, pionera en su género y obra del espíritu andalucista de los religiosos.
Es justo reseñar la revista escolar Genil, más que centenaria en números. Nació en noviembre de 1943 con el subtítulo de Revista mensual de formación e información del colegio de Padres Escolapios. Su fundador y primer director fue José Manuel Fidalgo, en aquel momento director de internos. Genil tuvo dos épocas con numeración independiente cada una de ellas. Hasta el número 22 de la primera época el formato fue de 17 x 24, y en la portada siempre aparece un dibujo u otro de la fachada del colegio. Con el n. 27, febrero de 1948 se cerró su primera época. La segunda se inicia en octubre de 1950 siendo rector del colegio el mismo P. Fidalgo, quien firma la editorial «Genil, como el Guadiana». Se mantiene la misma estructura (La voz del prefecto, Chicos, Megáfono, Deportes, Cuadro de honor, Centralilla, abundante colaboración en escritos, chistes y dibujos de alumnos, publicidad, etc.). Los quince primeros números mantienen la misma portada y a partir del diez y seis cambia cada mes. Colecciones completas se sabe existen en San Pantaleón de Roma y en Granada: 27 números de la primera etapa y 109 de la segunda, esto es, 101 normales, 6 boletines de verano y 2 extraordinarios de verano. Desde diciembre de 1964 no ha vuelto a aparecer. Ya en el número 1 de la primera época colabora D. Andrés Bailó, que será antiguo redactor e incluso director de la revista hasta la muerte de ésta. Sus firmas y pseudónimos fueron incontables: H.° Andrés, H. A., G. A. C. (que significa «Gloria a Calasanz»), Visapon («Viva San Pompilio»), Anbano («Andrés Bailó Moreno»), A. (Andrés), Locutor A. y otros muchos.
Otro medio educativo reseñable, el cine escolar, abierto no sólo a los alumnos internos y externos, sino también a toda la infancia de Granada. Fue pionero en su inauguración y tuvo máximo esplendor entre los años 1949 y 1956, de la mano de los PP. José Hernández y Rafael Martínez Alcalde.
Y muchos alumnos tuvieron en aquellas tablas su primer encuentro con un escenario al vivir las emociones de los solemnes repartos de notas, al abrirse al mundo de la música y de la canción o en las veladas literario-teatrales.
La iglesia con su campanario mudejar y su claustro son de 1616. En ella se veneró hasta hace muy poco la tabla del pintor de cámara de los Reyes Católicos La quinta angustia, primitiva imagen patrona de la ciudad y hoy depositada en el museo de Bellas Artes. El colegio posee también varios incunables, entre ellos un Corán, pieza única.
Entre los movimientos pastorales hay que hacer mención de la «Cofradía de Semana Santa», con más de cuarenta años de historia, regida por los antiguos alumnos y que porta dos pasos existentes en la parroquia, antigua iglesia del colegio: «El Cristo de la Expiración» y «María Santísima del mayor dolor». El primero es una talla del escultor granadino Sánchez Mesa. Dicha cofradía es muy apreciada en la ciudad, llamada vulgarmente «de los escolapios» y de gran belleza el regreso procesional a través del puente del Genil, iluminado con bengalas y hogueras en el cauce del río: importante por la gran cantidad de niños-penitentes. Hoy también están muy trabajadas las «escuelas de padres», fundadas por el P. Manuel R. Espejo hace ya once años; de ellas salieron dos «comunidades de base», semillero de padres de alumnos comprometidos en las actividades del colegio y de la parroquia. El deporte brilló a gran altura en torno al año 1960, fecha en que el colegio obtiene el campeonato nacional de atletismo en categoría infantil. Los profesores D. Joaquín Gutiérrez y D. Jesús Samaniego, entrenadores nacionales, fundaron en la ciudad un equipo de atletismo que militaba en primera división, compuesto en gran parte por alumnos y exalumnos del colegio.
Merece la pena destacar en la historia del mismo la abundante simiente de vocaciones religiosas y sacerdotales que nacieron de él. Sirva de ejemplo que de los diez y siete religiosos que forman en la actualidad la Viceprovincia, ocho son alumnos del colegio Genil.
Las asociaciones de padres de alumnos y de antiguos alumnos han pasado por diversas vicisitudes en distintas épocas. Esta última, creada el 15-6-1927, en la actualidad está viviendo el tercer intento de animación. Entre los muchos alumnos que pasaron por las aulas del centro, dentro de la historia han sobresalido: Natalio Rivas, ministro de Instrucción Pública en el reinado de Alfonso XIII; Julio Casares, académico de la Lengua y autor del «Diccionario Ideológico de la Lengua Española»; Francisco García Carrillo, compositor y pianista, a juicio de Falla el mejor intérprete suyo; Luis Rosales, poeta, académico de la Lengua y premio de Literatura «Príncipe de Asturias»; José Tamayo, director de teatro, conocido más por su «Antología de la Zarzuela»; Julio Rodríguez, ministro de Educación del penúltimo gobierno del general Franco; José Luis García Montero, premio «Adonais» de poesía en 1982; Luis Seco de Lucena y Paredes, arabista e historiador; Álvarez de Cienfuegos, arabista y fundador de la revista «Estudios Árabes»; José Garzón Pareja, historiador. Y merece especial mención el antiguo alumno y profesor en el colegio D. Andrés Bailó Moreno por su amor a San José de Calasanz y la difusión que hizo de su pedagogía; con su empeño consiguió que fuera proclamado patrón del SEM (Servicio Español del Magisterio), primero en la provincia de Granada y después en toda España (1943). La siguiente frase le define: «Hago, quiero hacer y haré eje de toda mi labor docente a la pedagogía calasancia».
Se tiene constancia de que en el colegio se publicaron: Reglamento para el colegio de Dulce Nombre de María de Padres Escolapios de Granada. Madrid, 1860. 16 pp.; Reglamento de la asociación eucarística de tarsicios calasancios. Granada, 1914. 16 pp.; Colegio Escuelas Pías de Granada. Grancida, s/f.; Escuelas Pías de Granada: misa litúrgica dominical para niños. Granada, s/f.; Colección de cánticos: colegio de PP. Escolapios. Granada, impr. Márquez, 1959; Unos días de olimpiada. Granada, 1955; Fichas de Andalucía. Material didáctico sobre Andalucía. Granada, 1976; Ideario del Colegio de PP. Escolapios. Granada, 1977.
Superiores
Bibliografía
- Archivo Castilla
- Archivo Andalucía
- «Revista Genil» (en todos los números)
- «Informe Andalucía»
Redactor(es)
- Juan Palacín, en 1990, artículo original del DENES I