Guissona (ES) Intento de fundación

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Datos

Demarcación Cataluña

(1638-1641)

Historia

Primera y única fundación escolapia que comenzó a ser realidad en la península ibérica en vida de José de Calasanz. Fue patrocinador de la misma el obispo de Urgel, Pablo Duran, amigo personal de aquél. En 1637 envió al P. Melchor Alacchi y a Cl. Alberto Sansoni hacia España. Llegados a Barcelona, pasando por Montserrat, se dirigieron a Sanauja donde encontraron al obispo. En Guissona, villa de la cual era señor temporal el mismo prelado, comenzaron pronto la construcción de la iglesia y de la casa noviciado. Se conservan once cartas de Calasanz y tres de las escritas por Alacchi sobre la fundación, por las cuales se pueden seguir los avatares de la misma. La casa de Guissona se clausuró por enfermedad del P. Alacchi y, sobre todo, por la guerra entre Felipe IV y Cataluña, en la cual tomó partido por los castellanos el obispo Duran, que hubo de abandonar la diócesis. Las llaves de la casa, todavía inacabada, las entregó Alacchi al santo Fundador, y se conservan hoy en la sala de reliquias de San Pantaleón, en Roma. Como pórtico del tricentenario de las Escuelas Pías de Cataluña, el 10-9-1983, numerosos escolapios acudieron a Guissona. La Provincia escolapia hizo donación a la parroquia de una hermosa imagen de San José de Calasanz, tallada en piedra por el escultor Francisco Canilla; fue colocada en la fachada principal del templo. A continuación de bendecir la imagen, tuvo lugar una solemne concelebración presidida por el cardenal de Barcelona, Narciso Yubany, y por el obispo de Urgel, Juan Martí Alanis. La comida fraternal del clero y de las religiosas dominicas del P. Coll, que actualmente ocupan el antiguo colegio escolapio, tuvo lugar en las dependencias del mismo; queda en pie gran parte del edificio, la iglesia y el ala del hermoso claustro. El colegio, donde no enseñaron los escolapios, ha estado desde el principio, y hasta la fecha, atendido por religiosos de diversas Congregaciones; actualmente pertenece a la diócesis y lo regentan las religiosas dominicas de la Anunciara.

Bibliografía

  • «Catalaunia», (1983) n. 261
  • Camps, E. y Santaeularia, J., Guissona, pp. 489-546

Redactor(es)

  • José Liñán, en 1990, artículo original del DENES I