HB23B/1691Cosmonos

[1691]

Tras la muerte del P. Germán, le sucedió en el cargo e P. Cristóbal de S. Carlos Borromeo, el 18 de octubre del mismo año. En su tiempo, como había aumentado el número de alumnos y el de clases, se hizo necesario aumentar también la comunidad, por lo que el P. José de Sta. Catalina, Provincial de Germania, destinó al P. Valentín de Sta. María Magdalena como profesor de Sintaxis y Poesía, y al H. Erasmo de S. Carlos, como maestro de leer. Al aumentar el número de maestros, estaban todos más estrechos en la residencia.

El mismo año, el 6 de septiembre, vino inesperadamente el Excelentísimo, y visitó la construcción del colegio, y vio algunos errores en las ventanas y puertas, y se enfadó mucho, y dirigió palabras durísimas tanto al arquitecto como al encargado, de modo que los dos se libraron por poco de los palos. Así que tuvieron que derribar los muros principales, y corregir los errores de las puertas y ventanas, con cuyo derribo (como confirmó el arquitecto) toda la construcción resultó bastante dañada. Bueno fue para los Padres el no tener nada que ver con la inspección, porque quizás los errores se los habrían achacado a ellos. Por eso los Superiores habían prohibido que de ningún modo se inmiscuyeran los Padres en los temas de construcción de los edificios, de modo que si había alguna belleza y comodidad en aquel nuevo colegio se atribuyera no a nosotros, sino totalmente a aquel según cuy beneplácito se edificaba.

De modo que para reparar las ventanas y las puertas se hicieron según los planos, se detuvo la obra durante todo un año, y no se podía saber lo que el Excelentísimo Fundador pensaba hacer, pues en su enfado había dicho que lo iba a demoler por completo y volverlo a construir de nuevo. Al final, pasado el año se calmó, y mandó que siguiera el trabajo y lo terminaran. Pero volvamos a donde nos quedamos.