Instituto de Hijas de María religiosas de las Escuelas Pías
Antecedentes de la fundación.
La primera Congregación española, del siglo XIX, dedicada exclusivamente a la educación, fue fundada por Paula Montal Fornés en Figueras. Paula había nacido el 11-10-1799 en Arenys de Mar (Barcelona), donde residió hasta los treinta años; habiendo realizado ensayos catequéticos docentes, constató la urgente necesidad en la Iglesia de educar cristianamente a niñas y jóvenes; y a tal empresa quiso dedicar su vida. En 1829, acompañada de su amiga, Inés Busquets (1798-1872), se trasladó a Figueras (Gerona) y abrió una escuela para niñas. Parece que las razones que la llevaron son: la indicación de su confesor (capuchino) y la llamada del alcalde. Al año siguiente se unió otra compañera, Felicia Clavell (1803-1874). Durante trece años (1829-1842) enseñaron en un palomar los rudimentos de la cultura y de la doctrina cristiana, y así va surgiendo su vocación de educadora escolapia y de fundadora. Por eso admitirá a dos alumnas: Francisca Domingo (1817-1892) y Margarita Molinet (1824-1892), que quieren compartir la vida y apostolado de sus maestras.
El 8-5-1842 abrió nueva escuela en Arenys de Mar; su vida fue corta, cuatro años, pero fecunda, pues logró afianzar el prestigio de su enseñanza, obtuvo del Papa el permiso para un oratorio semipúblico, conoció a los escolapios de Mataró y aconsejada por Antonio Masramón realizó nueva fundación en Sabadell. En estos años aumentó el número de jóvenes vocaciones a tal tarea y, vistiendo un hábito con ceñidor escolapio, se llamaron «Hijas de María». La escuela de Sabadell abrió sus puertas el 24-10-1846, siendo Paula la directora; el 23-3-1848 fue subvencionada por el ayuntamiento debido al buen hacer de las maestras y al beneficio que se hacía a la ciudad, como lo indica la Crónica de Mn. Paladio Roda (1807-1880). La fundación de Sabadell se realizó, además, para ponerse en contacto con los escolapios, con cuyo carisma se identificaba, al menos desde 1837, y recibir su apoyo y ayuda.
