LituaniaMateriales/El P. Josafat Wojszwillo

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Compendio de los escritos del R.P. Josafat Wojszwillo Sch. P., por el R.P. Tadeo Chromecki, Rector de la casa de Varsovia
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El P. Josafat Wojszwillo

Nació el 11 de mayo de 1800 en Szupiszkis, en el distrito de Rosien en Samogitia[Notas 1]. Afirmaba que se gloriaba de ser samogitiano. Si los charlatanes que se ríen de los samogitianos los conocieran mejor, los alabarían, pues entre ellos reina la virtud. De niño siempre oía a sus padres, que provenían de la antigua nobleza: “Feliz familia aquella de la que sale al menos un sacerdote”. A los 6 años recibió el Sacramento de la Confirmación de la mano del Príncipe Obispo José Arnulfo Giedroic.

Tenía pocos años cuando aprendió las primeras letras del maestro de sus hermanos. Así lo cuenta: “Cuando ya estaba listo, como jugando, me dio un papel en el que estaban escritas las tres primeras letras mayúsculas, me dijo cómo se llamaban y añadió: ‘Recuerda cómo se llaman, y no lo olvides, porque después te preguntaré cómo se llaman cada uno de estos signos’. Poco más tarde, cuando había acabado de enseñar a los otros, fui y le dije. ‘Director, recuerdo cómo se llaman cada uno de esos signos negros’, y dije sus nombres sin saber leer aún. Me alabó, y tapando con la mano los dos primeros signos, me preguntó: ‘¿Cómo se llama el tercer signo?’ Se lo dije sin falta; entonces tapó esté y me mostró el segundo. También se lo dije bien; tapó este y me mostro el primero, y también se lo dije bien. Entonces volvió el papel al revés; lo inclinó a la derecha y a la izquierda, y como no me equivoqué ni una sola vez, me abrazó con mucho afecto y me prometió que seguiríamos jugando. Después de comer fui inmediatamente a pedirle que jugáramos como me había prometido. No se entretuvo: me dio un papel mucho más grande, en el que estaban escritas todas las letras, que aprendí en poco tiempo. Me puso a prueba como con las primeras letras, y respondí de manera no menos satisfactoria. Después me mostró las letras minúsculas, y no me resultó más difícil aprenderlas. Hecho esto, tomé un librito sencillo, y más rápido de lo que se podía esperar aprendí a leer”. Aunque hoy existe otro método en las escuelas, y los niños aprenden a leer y escribir al mismo tiempo, el método citado no sería incómodo para los padres, que podrían cómodamente enseñar a leer a sus hijos en pocas horas, sin errores ni torturas.

Después que nuestro Josafat aprendió las letras en casa, fue llevado a la escuela pública en 1815, que dirigían en Krozy los PP. Carmelitas. Y cuando los Carmelitas dejaron Krozy y trasladaron la escuela a Chwalonia, Wojszwillo se fue a las Escuelas Pías de Rosienie. Allí vio por primera vez a los profesores bajo cuya dirección terminó sus estudios en 1820. El autor recuerda con grandes alabanzas y agradecido corazón a sus profesores: de literatura, a los PP. Matías Brodowicz, Pantaleón Siemionowicz y Antonio Moszynski; en matemáticas, física e historia natural, a Calasanz Bartoszwicz y Nereo Stankiewicz.

Después de terminar sus estudios, no tardó mucho Wojszwillo en elegir su estado, y pidió ser admitido en las Escuelas Pías, y el 15 de agosto de 1821 vistió el hábito calasancio. El noviciado se encontraba entonces en Lubieszow, y allí hizo su probación nuestro Josafat. El primer año de noviciado estaba dedicado solamente a temas espirituales y de Reglas, añadiendo el espíritu religioso necesario para ello. En el segundo año los novicios eran instruidos en el arte de enseñar. Se ocupaba de ello especialmente el P. Modesto Stankiewicz, cuya manera de actuar describe del siguiente modo nuestro autor: “Donde aparecía, esparcía tanta luz literaria que casi nos cegaba con su esplendor. Nos entregaba libros, que leíamos ávidamente. Nos hacía aprender muchos discursos y versos de memoria, que luego teníamos que declamar públicamente en el comedor. Nos explicaba a los antiguos autores, principalmente del siglo de Augusto, para que los conociéramos. Nos mandaba medir y componer versos latinos. Hacíamos muchos ejercicios de este tipo, de carácter patriótico, en oraciones compuestas:

Fedro, Virgilio, Horacio,
He aquí la materia de nuestro trabajo:
Había que hacerlos resonar
Vestidos de contenido polaco.
Ensillar a Pegaso y volar sin descanso.
Escribir versos de todo tipo.
Felicitaciones, fábulas,
Alabanzas de las ciencias, de las virtudes.
Mil de tipo jocoso,
Y también odas sublimes,
Aunque obsoletas desde hacía tiempo.
Sólo faltaba la epopeya,
Pero había gran esperanza de hacerla.
En verdad, cuánto sentido del humor.
¡Si al menos hubiéramos tenido tabaco!”

Parece que nuestro Wojszwillo se sentía inclinado hacia las letras, por lo que escribió ardientemente su deseo de que, una vez terminado el noviciado, lo enviaran a Dabrowica para continuar allí los estudios que había comenzado, pues allí había una gran biblioteca. Pero estos hermosos sueños pronto se desvanecieron. Pues el Rector del colegio, el P. José Krukowski, le anunció que inmediatamente después de hacer los votos iría destinado a Szczuczyn como maestro de matemáticas. Este anunció conmovió no poco a Josafat. Le encantaba la literatura y era enemigo de las matemáticas. Sin embargo se sometió a la obediencia, y sin perder tiempo se puso a preparar las matemáticas, que sólo había estudiado mucho tiempo antes en la escuela, para recordarlas, y de este modo se dispuso a trabajar con los números.

Durante 8 días se preparó con Ejercicios Espirituales, para hacer los votos, y de este modo se vinculó a la Orden y se convirtió en un auténtico religioso de las Escuelas Pías. Otra cosa pidió y obtuvo: el día de su profesión el P. Rector le comunicó que antes de salir hacia Szczuczyn sería ordenado sacerdote. De momento no se alegró con la noticia, pues se sentía indigno, ya que no había estudiado suficiente teología. El Rector le dijo que la cosa estaba decidida y el Obispo ya estaba avisado, y les conferiría el Orden sacerdotal a él y a otros dos. Poco tiempo después llegó de Vilna el Ilmo. Jacobo Ignacio Dederko y en tres días, el 7, 8 y 9 de junio, le ordenó sacerdote, junto con los otros dos.

Así ordenado sacerdote, Wojszwillo fue a Szczuczyn a enseñar matemáticas. Era agudo de ingenio y laborioso, de modo que él mismo afirma que aunque le encargaron enseñar materias nuevas, concretamente construcción y lógica, sin embargo los Superiores le felicitaron, y le estaban agradecidos tanto los alumnos como sus padres. Al año siguiente le añadieron la capellanía de las Hermanas de la Misericordia; el tercer año fue nombrado Prefecto de las escuelas. Con ese cargo introdujo un reglamento muy preciso. Envió a la Universidad acertadas observaciones sobre los libros escolares, creó la biblioteca escolar e hizo su catálogo.

A causa de una grave enfermedad se vio obligado a abandonar la enseñanza, y el P. Provincial José Krokowski lo envió a Vilna para que descansara allí. Nuestro Josafat en lugar de descansar de todo trabajo, se apresuró a inscribirse como oyente en la Facultad de Filosofía y Matemáticas de Vilna. Tuvo ocasión allí de conocer a muchos y grandes profesores, como Miguel Polinski, Antonio Wyrwicz, Hipólito Rumkowicz, Ignacio Fouberg, Estanislao Bonifacio Jundrillo, Eduardo Ejchwald. Para obtener el título de filosofía había que seguir un curso de tres años, y aprender todas las materias de manera brillante, una tras otra; Wojszwillo sin embargo después de dos años se presentó al examen para obtener el título y lo aprobó.

Obtenido el título, fue enviado a Lubieszow, a enseñar matemáticas a los juniores, para que fueran futuros profesores. Ejerció el cargo durante un año, y de nuevo se puso enfermo, y perdió la voz; fue enviado a Dabrowica, donde asumió el cargo de maestro de juniores o padre espiritual, sin otras tareas. Sin ninguna duda llevaba a cabo su tarea con gran esfuerzo, y aunque estaba ronco, se las arreglaba para enseñarles matemáticas. El P. Rector no estaba de acuerdo con ello, pues veía que era peligroso. Quiso probar, y las cosas fueron bien. “El P. Casimiro Lenartovicz explicaba literatura entonces; yo empecé al mismo tiempo a explicar las matemáticas. Por la gracia de Dios se me curó la voz, de manera que en adelante ya no me causó ningún problema. El primer año expliqué toda la aritmética, y toda la geometría de Legendre que estaba en el programa escolar. El año siguiente todo el álgebra, la trigonometría de Polinisci con la exposición de todas las demostraciones; las medidas de Szahini; toda la geometría descriptiva de Rumbowiczi; la análitica de Biotio. El tercer año, comencé la geometría descriptiva de Bumboviczi, pues pensaba comenzar el cálculo superior; estando en peligro nuestra casa durante todo el año, que luego fue ocupada, como se habla más abajo”. Conviene recordar que Wojszwillo llegó a Dabrowica el año 1829: ¡el tercer año del que habla era, pues, 1831!

Aquí comienza nuestro escritor a narrar en detalle los sucesos del colegio de las Escuelas Pías de Dabrowica, que nosotros copiamos de él.

Notas

  1. Samogitia es la parte occidental de la actual República de Lituania, junto al mar Báltico. (N. del T.)