Última revisión de 19:26 21 may 2022

1738

Al comienzo de este año, en la fiesta de Epifanía, el novicio hermano operario Carlos, llamado en el siglo Constancio Borowski, de Biadozor como se vio luego, hábil en el trabajo del torno, cuando llevaba tres meses en el noviciado, quejándose de dolor de muelas, en el tiempo de la cena trató de robar al P. Rector. Después de recibir permiso para retirarse a su habitación, cruzó el huerto y el cementerio y apoyó una escala a la ventana del P. Rector, y después de romperla, entró en la habitación y robó la caja con el dinero y un reloj de plata. Poco después fue enviado un niño a buscar el reloj, y tan pronto como entró no sólo no encontró el reloj, sino que vio que faltaba la caja, que había sido rota la ventana, y la escala apoyada a la pared. Hecha inmediatamente una investigación, encontraron al ladrón, que había fingido el dolor de muelas, y que estaba hábilmente orando ante un crucifijo. Sin embargo después de dos horas se vio obligado a confesar, y al día siguiente fue expulsado del colegio. Nos hizo algún servicio, pues enseñó a usar el torno a alguno de los nuestros.

A finales de diciembre el Sr. Huleviez de Czernichowia, oficial real, pidió con insistencia como capellán al P. Miguel, su consobrino, que tenía 60 años de edad, que viviría con él y le diría la misa. Y ciertamente lo tenía casi encadenado, y no le permitía volver al colegio. Cuando ya anciano quiso volver con los suyos, lo pidió con fuerza, encendido en ira, y se atrevió a hacerlo. La cosa fue llevada al consistorio de Lutsk, a la Nunciatura y al tribunal de Lublin.

Notas