Última revisión de 19:27 21 may 2022

1748

A Ucrania, Podolia, Volinia, Polesia y otros lugares llegó una gran plaga de langostas, que atacó sembrados y prados, y causó calamidades en las fincas nuestras. Había tal abundancia de langostas que durante tres días seguidos antes de la Asunción de la Virgen María pasaron volando sobre el colegio y el pueblo en densas nubes, ocultando el sol. Y no sólo se posaban en los campos y en los prados, sino también en las calles y callejas del pueblo. El sonido de las campanas y los gritos de la gente parece que las asustaron un poco, y se fueron volando hacia el este.

Además de ser memorable por la langosta, se puede decir que para nosotros fue un año muy beneficioso, pues en este año por fin se cumplieron los ardientes deseos de toda la Orden de las Escuelas Pías de que nuestro Patriarca José de Calasanz fuera beatificado, cosa que por fin ocurrió. Hacía 13 años que la Provincia de Lituania se había separado de Polonia; era Moderador de la Orden el Rvmo. Padre General Agustín José^{[Notas 1]}, quien hizo grandes esfuerzos para lograrlo; era tercer Provincial de Lituania el P. Torcuato Tyminski, y Sumo Pastor de la Iglesia, Benedicto XIV, en el octavo año de su pontificado, quien sin ningún impedimento añadió a la compañía de los Beatos a nuestro venerable Fundador José de Calasanz, y, tras celebrar como es costumbre la misa de Confesores en la Basílica de S. Pedro, mandó poner en la puerta de todas las iglesias el breve de beatificación, para que llegara la noticia a todos los fieles, concediendo indulgencia plenaria a todos los fieles que durante tres día vinieran a nuestras iglesias, se confesaran y recibieran la Santísima Eucaristía y orasen por la exaltación de la Santa Iglesia.

Notas