Plantilla:Textos de Calasanz del 6 de mayo

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  • Antes de admitir al hábito hagamos oración para que acertemos en saber elegir
(Año: 1634; Nº: 2226; Destinatario: GRAZIANI, Jacopo; Destino: Nápoles)
  • Sobre el dicho de que el General no puede castigar cuando le parece que los desórdenes son muy graves, creo que se engañan, porque no sólo puede dar órdenes, sino también encarcelarlos y castigarlos, como hacen en otras Religiones. Clemente VIII considera caso reservado el salir furtivamente de casa y el General lo castiga con una buena cárcel u otros castigos. Sería necesario, cuando no cumplen nuestras Reglas, castigarlos muy en serio pues de poco serviría decir «las Reglas no dicen eso». Los Superiores deben acudir con el remedio donde vean la necesidad, según exija el caso, pero espero que se supere esta relajación y a quien diga «yo no acepto esta orden de V. R.», enciérrelo hasta nueva orden para que se vea quién resiste, y si quieren probar el camino del «vim et metum», pruébenlo, y me gustaría, porque serán aquellos que no tienen espíritu ni se preocupan de su salvación. Aunque se marchen diez o doce juntos, no me causará disgusto alguno
(Año: 1634; Nº: 2226; Destinatario: GRAZIANI, Jacopo; Destino: Nápoles)
  • Respecto a entrar en los cuartos, he ordenado aquí para evitar conventículos, que en virtud de santa obediencia nadie entre en la habitación de otro sin permiso mío particular y se cumple
(Año: 1634; Nº: 2226; Destinatario: GRAZIANI, Jacopo; Destino: Nápoles)
  • Sobre el sacar a Tomás M.a de Nápoles, V.R. déle la obediencia y dígale que lo hace en mi nombre. Sobre la orden de los bonetes le he escrito un poco al H. Julio, quien mostrará la carta a V.R. Verdaderamente nuestros clérigos son demasiado soberbios e insolentes; en seguida echan en cara a los Hermanos el ser laicos y que no deben ni compararse con los clérigos. Mientras no haya espíritu ni en unos ni en otros, me parece un remedio oportuno para evitar las disensiones que todos aquellos que puedan tomar la primera tonsura, la reciban y que sean también clérigos y operarios, pero no para ir más adelante en las órdenes; siendo clérigos serán todos iguales hasta que los clérigos se ordenen «in sacris», porque sustituyendo la escuela al coro, tanto puede llamarse de coro al Hermano operario cuanto al Clérigo, porque tanto es útil uno como el otro, y cada uno durante el clericato ocupará su lugar según la Profesión. Si le parece bien a V.R. haga ordenar de primera tonsura a los que sean aptos para someterse a examen. Lo traté con el P. Pedro y es del mismo parecer. Sobre el llevar bonete no lo hagan fuera de casa, que aquí en Roma tampoco es costumbre, sino sólo en casa y no en las ocupaciones más humildes como la cocina o en las dependencias donde no es necesario; sí en el comedor, en las escuelas y cuando les llamen a la puerta para hablar con alguien
(Año: 1634; Nº: 2226; Destinatario: GRAZIANI, Jacopo; Destino: Nápoles)