Puebla (MX) Instituto colegio Carlos Pereyra, parroquia San Baltasar y escuela Calasanz
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Contenido
Datos
Demarcación México
(1913-1935; 1951- )
Primera fundación.
De paso por Barcelona, el arzobispo de Puebla, D. Ramón Ibarra, firmó un contrato con el Provincial, P. Luis Fábregas. El 23 de diciembre llegaban a Puebla los dos primeros escolapios: P. Juan Figueras y H. Juan Vives. Se instalaron en la casa de la calle San Francisco n. 21, más conocida por el nombre de «El Portalillo», casa cedida por el obispado. Después llegaron otros religiosos que pronto marcharon a la isla de Cuba. Los tiempos eran difíciles a causa de la revolución mexicana y la persecución religiosa. Entre los que estuvieron en «El Portalillo» figura el P. Enrique Rodamilans que moriría más tarde en Puebla. Por su parte, clero y religiosos desertaban de la ciudad ante los muchos peligros y casi quedó sólo el P. Figueras atendiendo a todos con riesgo de su vida. La peste invadió la ciudad y el P. Figueras murió cuidando apestados. Fue sepultado en el panteón francés y los católicos poblanos dedicaron una hermosa lápida «al mártir de la caridad». El colegio siguió con altibajos, en especial durante el gobierno del presidente Calles; nunca quedó sin algún religioso. Pero el 7-1-1935 ante las muchas dificultades, el Provincial de Cataluña P. Juan Vives dio la orden de retirada y salieron todos los escolapios. Alumnos de este primer colegio fueron el arzobispo de Puebla, Octaviano Márquez, el arzobispo de Monterrey, Alfonso Espino y el obispo de Ciudad Valles, Alfonso Reyes.
Segunda fundación.
A instancias de éstos y de otros exalumnos de tanto poder y prestigio, todos ellos del antiguo «El Portalillo», el P. Provincial, Julián Centelles decide la reapertura a fines de 1950 y el primer rector sería el P. Vicente Ortí. Esta vez el colegio se instalará en el edificio San Luis en la calle «5 de mayo» y toma el nombre de «Instituto Carlos Pereyra». Se inaugura el 5-2-1951 con 250 alumnos de primaria y secundaria. En 1956 renuncia el P. Ortí a su rectorado a causa de dificultades internas y lo reemplaza el P. José Sola Valls recién llegado de Cuba. La visita del P. Llenas en 1957 trae como consecuencia un aumento de personal y Puebla será la casa madre, origen de las primeras fundaciones. De Puebla salen los fundadores de Santa Ana Chiautempan (1958), parroquia de Progreso en el D. F. (1958) y Oaxaca (1960). Hubo un proyecto muy acariciado por el P. Segismundo Balagué, para construir un colegio especial para niños pobres. Se comenzó la construcción pero al salir el P. Balagué para Oaxaca, todo quedó sin continuar y se abandonó.
En 1960 el colegio tenía 761 alumnos. Insuficiente totalmente el edificio San Luis, y además situado en el centro comercial de la ciudad, hubo que pensar en una nueva construcción. El alma del nuevo colegio, Carlos Pereyra sería el P. Ángel Oliveras llegado en 1961 como Delegado provincial y rector de Puebla al mismo tiempo. Se compró terreno en el sur de la ciudad, junto al actual Boulevard, y se comenzó la construcción, siempre con dificultades económicas y pidiendo dinero prestado. Para ello los escolapios de Los Ángeles fueron generosos. La primera piedra se colocó el 17-5-1964 y en septiembre se instalaban allá los religiosos y se inauguraba el colegio el 12-11 sin estar terminado. La construcción se ha ido concluyendo en los trienios sucesivos. El colegio pasa hoy de los 1.500 alumnos. En Puebla falleció el 4-2-1966 el P. Luis Gaja y el H. Agustín Elvira el 21-7-1970. El 15-8-1970 será nuevo rector de Puebla el P. Miguel Comas. El colegio sigue su buena marcha. Le sucederá en el cargo en 1973 el P. Ramón Martí. Siempre se anduvo en dificultades económicas y a transformarse en mixto aumentó el alumnado y redujo los problemas monetarios. En 1976 regresaba a España el P. Martí y le sucedía en el cargo el P. José María Vidal. Se estabilizó la economía, el alumnado aumentó y se completó el colegio con un kínder de nueva construcción. Con el rectorado del P. Antonio Claramunt el colegio ha seguido una marcha sin dificultades, con buen prestigio. La comunidad, que vivía en el edificio del Pereyra se ha instalado en una casita en la colonia de San Baltasar. Funciona en el instituto la asociación de padres de familia.
Parroquia San Baltasar, Escuela Calasanz y Hogares.
El colegio necesitaba de una capilla para la formación del alumnado. El arzobispado ofrece la iglesia de San Baltasar, después de algunas dudas por la escasez de personal, se acepta el 30-11-1967 y el primer párroco será el P. José Javier de Antonio, quien entra de lleno a restaurar y organizar. La parroquia era muy grande en sus comienzos; después fue dividida. El 20-6-1974 salía para España y era sustituido por el P. Juan Cunillera Solanes. Se ha creado una segundo templo en Bugambilias y la parroquia está bien atendida.
El P. Juan Cunillera, en 1971, se preocupó de asistir pastoralmente a un poblado perteneciente a la parroquia, llamado «las Granjas». La celebración dominical de la eucaristía fue su primer servicio; posteriormente, con la ayuda de los hombres del barrio creó una escuelita para los niños de esa zona marginada. El 18-1-1972 la escuelita «Calasanz» abrió sus puertas, manteniéndose con la colaboración de la comunidad de las Granjas.
En el 1974 la escuela Calasanz es dirigida por el P. Alejandro García Duran, consolidándose hasta alcanzar la educación básica. En esta escuela se realizan dos objetivos: atención a los niños del barrio y dar posibilidad de escolarización a los niños callejeros acogidos en los «Hogares Calasanz».
En el curso 1975-1976 se hizo cargo del financiamiento de la escuelita el SENEC (Secretariado de experiencias nuevas y educación comunitaria), siendo el director el P. José Segalés. Esta obra fue para las Escuelas Pías mexicanas una experiencia de nuevos caminos.
Superiores
Redactor(es)
- Enrique Sarraima, en 1990, artículo original del DENES I
