ViñasEsbozoGermania/Cuaderno02/Cap10

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Capítulo 10º. Sobre la erección de la Provincia de Germania de las Escuelas Pías

En la siguiente carta vemos por qué nuestro providentísimo Fundador decidió crear la Provincia de Germania:

“Roma, 25 de agosto de 1634. La Paz de Cristo.
Eminentísimo y Revmo. Señor mío de toda mi consideración.
Hace pocos meses envié cuatro de nuestros padres para ayudar al P. Peregrino, quien, como V. E. dice, siente un gran fervor y celo por el instituto de las Escuelas Pías, y como no me parece ayuda suficiente, dentro de ocho o diez días enviaré otros tantos con ayuda del Señor. Y para dar mayor fuerza a la obra en esas tierras me parece bien erigirla como Provincia, y nombrar Provincial al citado Peregrino, esperando que con su diligencia y celo atenderá a todas las casas y ordenará la observancia en ellas con las facultades que V. E. verá en la patente que le envío con la presente, remitiendo sin embargo todo al beneplácito y protección de V. E., a quien el Señor dé el consuelo de ver extirpada la herejía y exaltada la fe católica en esa gran provincia de Germania, como lo desean y oran por ello estos pobres Padres de la Madre de Dios”.[Notas 1]

Ya me referí a la vida del primer Provincial de Germania, el P. Peregrino Tencani de S. Francisco, y a sus alabanzas. Ahora, antes de referirme al segundo Provincial, elegido en el primer Capítulo provincial de Germania, me parece necesario mostrar por medio de una carta lo importante que era el influjo del Eminentísimo Cardenal Dietrichstein en nuestras cosas, y lo beneficiosa que era su presencia personal en ellas.

“La Paz de Cristo. Eminentísimo y Reverndísimo Señor y Patrón de toda mi consideración.
El señor Pedro Motta, fidelísimo servidor de V.E., se ha complacido en significarme el particular afecto que V.E. por pura piedad y cortesía muestra hacia nuestra obra de las Escuelas Pías. Quisiera mostrarle la debida gratitud, y en persona o por medio de otros, servirle con la diligencia debida. Pero siéndome esto muy difícil, por no decir imposible, ya que me siento cargado con 78 años, he procurado y procuraré enviar religiosos que correspondan, si no en todo al menos en parte, al piadoso deseo de V.E., y hace pocos días han salido esta vez seis de nuestros padres, y dentro de pocos días partirá también un archidiácono polaco. El cual muestra un gran fervor desde que ha vestido nuestro hábito, y seguirá en este noviciado hasta que termine su probación. Y si los nuestros que han ido a esas tierras considerasen que lo que se hace a un pobre niño los recibe Cristo en su propia persona, estoy seguro de que usarían de la mayor diligencia.
Y como convencer de esta verdad es un negocio de total importancia, yo con profunda humildad por la presente ruego a V.E. se complazca en suplir la falta del P. Peregrino (el cual desde el principio tenía la orden de consultar las cosas dudosas con V.E.), pues aunque él es un religioso de gran celo, no debe guiar a todos a la perfección de la misma manera, sino según el talento de cada uno, y quizás habrá faltado en alguna cosa. Lo cual V.E., estando presente, conocerá muy bien no sólo con respecto a dicho padre, sino también a todos los demás. Así, pues, como le he dicho, le ruego que anime a cada uno en particular y a luego a todos en común a ejercer la obra con toda diligencia por puro amor de Dios, y aceptar de nuevo no sólo la protección de la obra, sino incluso la facultad de General, tal como yo la tengo sobre todos esos padres, y entonces yo estaré no sólo consoladísimo, sino segurísimo del proóspero progreso de la obra. Y, aunque soy un gran pecador, no dejaré de orar y hacer orar al Señor por una larga y feliz vida de V.E., con el continuo aumento de su divina gracia.
En Roma a 15 de septiembre de 1635.
Siervo humildísimo y devotísimo en el Señor de V.E.,
José de la Madre de Dios”.[Notas 2]

Presidido por el Eminentísimo Cardenal Dietrichstein, se celebró en Kremsier en el mes de diciembre de 1635 el primer Capítulo Provincial de Germania. Hay que notar que las Escuelas Pías no tenían casa en esa ciudad, cosa que sólo ocurrió en 1687.

En este Capítulo fue elegido Prepósito de la Provincia de Germania el P. Juan Esteban de la Madre de Dios, de la nobilísima familia de los Spínola, genovés.

Fue un hombre de gran virtud, invicta paciencia, insigne caridad, en especial para con los enfermos, de suma pobreza, asidua oración, prudencia singular, admirable discreción y exacta observancia en todas las cosas. Excepcional para la formación de los novicios, para la cual había recibido un don especial de Dios. Siempre expresaba una gran devoción hacia la Santa Virgen, cuyo nombre de religión tomó para sí. Dirigió durante trece años a las monjas cistercienses de Millesimo en el camino de la perfección por medio de varios tipos de virtudes, mediante obras y charlas en lo secreto de la conciencia. Destinado de Italia a Germania, llegó a Nikolsburg el 27 de octubre de 1635. El 19 de diciembre fue elegido Prepósito y sucedió al P. Peregrino de S. Francisco en el primer Capítulo, celebrado en Kremsier, y luego fue confirmado por nuestro Santo Padre, quien envió no sólo las patentes para su cargo y de los otros superiores que fueron elegidos en aquel Capítulo, sino también el acta del capítulo firmada por su mano y confirmada con el sello de la Orden para el citado Eminentísimo Príncipe. Lo añadido por él dice: “y yo, José de la Madre de Dios, Superior General de las Escuelas Pías, apruebo y confirmo todas las cosas que mi Eminentísimo Señor se ha dignado confirmar. En Roma, San Pantaleo, el 25 de enero de 1636”. (P. Nicht).

El 18 de febrero de 1636, fecha en la que antes dije que se abrieron las escuelas de Lipnik, se encontraba presente allí el P. Juan Esteban, Provincial, quien celebró la misa del Espíritu Santo para pedir a Dios el feliz progreso de las Escuelas Pías, interviniendo en la celebración el senado y el pueblo. (P. Nicht).

A mediados del mes de septiembre de 1636 dejó el mundo de los vivos el famosísimo Príncipe y Cardenal Fancisco Dietrichstein, Obispo de Olomuc, hombre con tanta fama de virtud que la gente sólo le llamaba “el santo pastor”[Notas 3]. A finales de enero de 1637 su cadáver fue trasladado solemnemente a la iglesia catedral, y al terminar la celebración el P. Juan Esteban Spínola fue a Olomuc con un hermano sacerdote, y ofreció los sufragios por el alma de aquel hombre que tanto había hecho por la Orden de las Escuelas Pías. Luego visitó al nuevo obispo, y escuchó de él estas palabras: “Padre, no daré descanso a mi cabeza hasta que les vea en Praga, donde harán grandes cosas” (P. V. Talenti).

Juan Esteban ejerció su cargo de Provincial en Germania hasta el 11 de septiembre de 1637, en cuya fecha salió con dos vocales elegidos en el Capítulo Provincial para asistir en Roma al Capítulo General. En el año 1656 fue nombrado Asistente General por decreto pontificio. Se puso enfermo en Nursia, y renunció al cargo. Entregó su vida, cargada de méritos y años en Cárcare, en el marquesado de Finale, el 10 de julio de 1674, a los 84 años de edad. La muerte no puso rígido su cuerpo, sino que los dejó flexible, con gran admiración de los que lo vieron (P. Nicht).

Notas

  1. Archivo de Bohemia en Praga, ahora en Roma.
  2. Idem.
  3. Vitam et gloriosam rerum gestarum seriem Em. Card. Francisci de Dietrichstein, fundatoris Domus Schol. Piar. Nicolsburgensis, diplomatum est nummorum fide concinatam, edidit P. Adauctus Cal. Voigt a S. Germano, Lipsiae, 1792, quam ibidem anno 1794 ad limam vocatam atque hinc inde correctam in publicam lucem protulit P. Fulgentius Schvab a S. Quirino.