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Con ocasión del Breve tantas veces citado, y con el arreglo del edificio en el lugar del Borgo de Cagliari, elegido por nuestros Religiosos para noviciado en el Reino y la isla de Cerdeña, se convencieron los Religiosos de San Francisco de Paula, que vivían en su nuevo convento en el Malecón, que podían recuperarlo con mucha facilidad. Y lo primero que hicieron fue alzar un pleito en el tribunal del Ilmo. y Revmo. Arzobispo. Y allí se debatió civilmente por un buen espacio de tiempo, con gastos por ambas partes. Y, cuando el Revmo. Vicario General estaba para dictar el fallo, temiendo dichos Padres recibir sentencia en contra, en la Vigilia de San Felipe Neri, la mañana en que nuestros novicios estaban con su Maestro haciendo la colada, aparecieron dieciséis de dichos Frailes, y, “armata manu” echaron a nuestros Religiosos, y entraron en nuestra casa, simulando querer hablar con el Superior de casa. Era el año 1648. | Con ocasión del Breve tantas veces citado, y con el arreglo del edificio en el lugar del Borgo de Cagliari, elegido por nuestros Religiosos para noviciado en el Reino y la isla de Cerdeña, se convencieron los Religiosos de San Francisco de Paula, que vivían en su nuevo convento en el Malecón, que podían recuperarlo con mucha facilidad. Y lo primero que hicieron fue alzar un pleito en el tribunal del Ilmo. y Revmo. Arzobispo. Y allí se debatió civilmente por un buen espacio de tiempo, con gastos por ambas partes. Y, cuando el Revmo. Vicario General estaba para dictar el fallo, temiendo dichos Padres recibir sentencia en contra, en la Vigilia de San Felipe Neri, la mañana en que nuestros novicios estaban con su Maestro haciendo la colada, aparecieron dieciséis de dichos Frailes, y, “armata manu” echaron a nuestros Religiosos, y entraron en nuestra casa, simulando querer hablar con el Superior de casa. Era el año 1648. |
Última revisión de 17:40 27 oct 2014
Ver original en ItalianoCAPÍTULO 47 Nuevas calumnias divulgadas Contra las Escuelas Pías de Cagliari [1646]
Con ocasión del Breve tantas veces citado, y con el arreglo del edificio en el lugar del Borgo de Cagliari, elegido por nuestros Religiosos para noviciado en el Reino y la isla de Cerdeña, se convencieron los Religiosos de San Francisco de Paula, que vivían en su nuevo convento en el Malecón, que podían recuperarlo con mucha facilidad. Y lo primero que hicieron fue alzar un pleito en el tribunal del Ilmo. y Revmo. Arzobispo. Y allí se debatió civilmente por un buen espacio de tiempo, con gastos por ambas partes. Y, cuando el Revmo. Vicario General estaba para dictar el fallo, temiendo dichos Padres recibir sentencia en contra, en la Vigilia de San Felipe Neri, la mañana en que nuestros novicios estaban con su Maestro haciendo la colada, aparecieron dieciséis de dichos Frailes, y, “armata manu” echaron a nuestros Religiosos, y entraron en nuestra casa, simulando querer hablar con el Superior de casa. Era el año 1648.
Se presentaron en la portería dos de aquellos Frailes, sonaron la campanilla, dijeron al portero que querían hablar al Superior, y habiéndoles el portero abierto la puerta como acto reverencial, por tratarse de Religiosos, los dos, sujetando la puerta, mandaron entrar a los otros catorce; y todos juntos, echaron a los nuestros de casa; con palos los maltrataron vilmente, y los expulsaron con gran violencia. Los nuestros, cediendo a la fuerza, sin ruido alguno, acudieron enseguida al tribunal del Ilmo. y Revmo. Arzobispo, y al del Virrey, los cuales, juntos, fueron al lugar del abuso, adonde había acudido en nuestra ayuda casi toda la ciudad. Pero la justicia expulsó y encarceló a los Frailes, devolviendo a los nuestros el lugar.
Pasaron después seis u ocho años, y aquellos Frailes iniciaron nuevamente pleito contra nuestros Religiosos en el tribunal de Arzobispo; fue el 13 de abril de 1655. Hubo sobre esto, en todos los términos de la justicia -“servatis servandis et visis videndis”- sentencia a nuestro favor. Pero, el día 14 de abril de 1655, los Frailes, no conformándose, apelaron a Roma, a la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares. Lo supimos nosotros en Roma, y a su tiempo fuimos citados. Enviadas las actas de Cagliari a Roma, se incoó una causa en aquella Sagrada Congregación. Ésta eligió como Ponente al Emmo. Y Revmo. Sr. Cardenal Carpegna, ante el cual tuvieron lugar diversos actos, y una propuesta, en varias sesiones, de dicha Sagrada Congregación. Aunque creo que se llegó a una sentencia, no puedo, sin embargo darlo por cierto, porque no encuentro datos, ni nada que me lo asegure. De lo que sí estoy seguro es de que después se llegó a alguna conclusión, porque, al ir a Roma el P. Pedro Francisco [Salazar Maldonado] de la Madre de Dios, Ministro, o Rector, como ahora dicen, de aquella casa, se puso fin a aquel problema.