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Debido a la peste, no pudo celebrarse el Capítulo General de 1631. Pero los Padres que pudieron acudir a Roma, junto con el P. General y sus Asistentes presentes, tuvieron reuniones presididas por el cardenal Ginetti, en las que trataron los asuntos principales de los que habría tenido que ocuparse el Capítulo General. Uno de ellos fue la confirmación del P. General, para la que tuvo que recurrirse al papa. Urbano VIII, con su breve ‘Inscrutabili’ del 12 de enero de 1632, nombró General vitalicio al P. Fundador y Asistentes generales a los cuatro presentados por el P. General, pero nada dijo de los PP. Provinciales. La cuestión se había tratado ya con el cardenal Ginetti, resolviéndose de modo que -salvo en Germania- desaparecían los Provinciales, siendo prácticamente gobernadas las Provincias por la Congregación General. | Debido a la peste, no pudo celebrarse el Capítulo General de 1631. Pero los Padres que pudieron acudir a Roma, junto con el P. General y sus Asistentes presentes, tuvieron reuniones presididas por el cardenal Ginetti, en las que trataron los asuntos principales de los que habría tenido que ocuparse el Capítulo General. Uno de ellos fue la confirmación del P. General, para la que tuvo que recurrirse al papa. Urbano VIII, con su breve ‘Inscrutabili’ del 12 de enero de 1632, nombró General vitalicio al P. Fundador y Asistentes generales a los cuatro presentados por el P. General, pero nada dijo de los PP. Provinciales. La cuestión se había tratado ya con el cardenal Ginetti, resolviéndose de modo que -salvo en Germania- desaparecían los Provinciales, siendo prácticamente gobernadas las Provincias por la Congregación General. | ||
− | Pasados seis años, debía celebrarse Capítulo General, del que debían formar parte, además del General y sus cuatro Asistentes, todos los Provinciales y dos Vocales de cada Provincia. Urgía, pues, nombrar Provinciales y convocar capítulos, en los que deberían ser elegidos los vocales correspondientes. Lo normal era que los Asistentes presidieran tales capítulos, dado que no había Provinciales, y así lo hizo el P. Castelli en Florencia, de la que había continuado siendo Provincial tácitamente, sin título oficial. | + | Pasados seis años, debía celebrarse Capítulo General, del que debían formar parte, además del General y sus cuatro Asistentes, todos los Provinciales y dos Vocales de cada Provincia. Urgía, pues, nombrar Provinciales y convocar capítulos, en los que deberían ser elegidos los vocales correspondientes. Lo normal era que los Asistentes presidieran tales capítulos, dado que no había Provinciales, y así lo hizo el P. Castelli en Florencia, de la que había continuado siendo Provincial tácitamente, sin título oficial.<ref group='Notas'>Cf. EHI, p.571. Véanse los CC, n.236, 297, 298.</ref> El P. Tencani seguía con sus achaques y el P. García estaba mejor en su casa que visitando otras. El P. Casani, además de su estado de ánimo depresivo, se sentía también enfermizo y se fue a tomar baños a Lucca, estando fuera de Roma desde eI 23 de abril hasta fines de septiembre.<ref group='Notas'>Cf. c.2708; PosCas, p.962.</ref> Poco pudieron, pues, colaborar para la preparación del Capítulo. Nada extraño, por consiguiente, que el P. General recurriera a los servicios del siempre fiel y bien dispuesto P. Melchor. |
− | El 14 de abril de 1637 hubo congregación del P. General y sus Asistentes Casani, García y Tencani, a la que asistió también el P. Alacchi, 'Procurador, Visitador General y consultor', como dice el Acta. Entre otros asuntos, el P. General propuso para Provinciales, “en ocasión del capítulo”: de Nápoles al P. Antonio María Vitali; de Génova al P. José Fedele; de Sicilia al P. Onofre Conti; de Florencia dejó que lo eligiera el P. Francisco Castelli, “dado que ya está allí”; y de Alemania al P. Juan Esteban Spinola. La propuesta fue aceptada por todos, aunque luego habría cambios, tanto al principio como al final del Capítulo General. | + | El 14 de abril de 1637 hubo congregación del P. General y sus Asistentes Casani, García y Tencani, a la que asistió también el P. Alacchi, 'Procurador, Visitador General y consultor', como dice el Acta. Entre otros asuntos, el P. General propuso para Provinciales, “en ocasión del capítulo”: de Nápoles al P. Antonio María Vitali; de Génova al P. José Fedele; de Sicilia al P. Onofre Conti; de Florencia dejó que lo eligiera el P. Francisco Castelli, “dado que ya está allí”; y de Alemania al P. Juan Esteban Spinola. La propuesta fue aceptada por todos, aunque luego habría cambios, tanto al principio como al final del Capítulo General.<ref group='Notas'>Cf. EGC X, p.252-253, n.5 (Acta de la sesión). Al nombrar al P. Alacchi Visitador general el 29 de mayo de 1636, le había concedido expresamente: '… possisque in Congregationibus nostris votum habere' (BARTLIK, EphCal 3-6 [1944] 49-50)</ref> |
− | Cuatro días más tarde extendía el P. General una patente a favor del P. Alacchi, en la que, manteniéndole los títulos de 'Visitador General de nuestra Religión, Procurador y Consultor nuestro', le mandaba que visitara las Provincias, presidiera en todas ellas en su nombre los Capítulos Provinciales, designara Provinciales a los nombrados en Congregación y les diera dos Asistentes a cada uno para el gobierno de las Provincias. | + | Cuatro días más tarde extendía el P. General una patente a favor del P. Alacchi, en la que, manteniéndole los títulos de 'Visitador General de nuestra Religión, Procurador y Consultor nuestro', le mandaba que visitara las Provincias, presidiera en todas ellas en su nombre los Capítulos Provinciales, designara Provinciales a los nombrados en Congregación y les diera dos Asistentes a cada uno para el gobierno de las Provincias.<ref group='Notas'>Véase la patente en EGC X,p.252. No se le daba facultad de nombrar Provinciales a su gusto, como parecen afirmar Sántha (cf. G. SÁNTHA, ‘P. Melchior Alacchí…’: Archivum 13 [1983] 61; EHI, p.13) y Vilá (cf. PosCas, p.926), sino 'secundum nostrum ordinem', o sea, ateniéndose a lo establecido por la Congregación General del 14 de abril.</ref> |
− | A finales de abril partió para Génova el P. Melchor, acompañado del P. Mario Sozzi, que debía actuar de secretario en todos los capítulos provinciales. El de Liguria se celebró en Savona los días 2 a 4 de mayo, y se nombró Provincial al P, José Fedele, tal como estaba determinado por la Congregación General. No hubo problemas especiales, ni siquiera los candentes de Hermanos y Clérigos Operarios, sino que todo procedió en paz y concordia como expresamente reconocieron el P. Provincial y el P. General. | + | A finales de abril partió para Génova el P. Melchor, acompañado del P. Mario Sozzi, que debía actuar de secretario en todos los capítulos provinciales. El de Liguria se celebró en Savona los días 2 a 4 de mayo, y se nombró Provincial al P, José Fedele, tal como estaba determinado por la Congregación General. No hubo problemas especiales, ni siquiera los candentes de Hermanos y Clérigos Operarios, sino que todo procedió en paz y concordia como expresamente reconocieron el P. Provincial y el P. General.<ref group='Notas'>Cf. EHI, p.978-981; c.2725; G. SÁNTHA, l.c.; C. VILÁ, ‘El P. Mario Sozzi’: Archivum 7-8 (1980) 123-124.</ref> Más todavía: el P. Fedele recomendaba al P. General que los Capítulos de Florencia y Roma se hicieran tal como se había hecho el de Savona, si no los presidía el P. Alacchi, que pensaba celebrar los de Nápoles y Sicilia.<ref group='Notas'>Cf. EHI, p.980.</ref> |
− | Del Capítulo Provincial de Toscana nada se sabe. Debió presidirlo el P. Castelli. Fueron elegidos dos vocales para el Capítulo General, pero no el P. Provincial, que fue nombrado luego por la Congregación General en la primera sesión del Capítulo General y sólo para dicho Capítulo. El elegido fue el P. Vicente Berro. | + | Del Capítulo Provincial de Toscana nada se sabe. Debió presidirlo el P. Castelli. Fueron elegidos dos vocales para el Capítulo General, pero no el P. Provincial, que fue nombrado luego por la Congregación General en la primera sesión del Capítulo General y sólo para dicho Capítulo. El elegido fue el P. Vicente Berro.<ref group='Notas'>‘Actas del Cap. Gen. de 1637: Archivum XIII (1954) 38.</ref> |
− | Terminado el Capítulo de Génova, el P. Alacchi tenía intención de celebrar el de Nápoles, al que deberían concurrir los rectores de Mesina y Palermo con sus vocales, dado que en realidad Sicilia aún no era Provincia declarada. El P. General le urgió que volviera a Roma, confiando en que los capítulos de Nápoles, Florencia y Roma –no nombraba a Sicilia- se tendrían en septiembre. | + | Terminado el Capítulo de Génova, el P. Alacchi tenía intención de celebrar el de Nápoles, al que deberían concurrir los rectores de Mesina y Palermo con sus vocales, dado que en realidad Sicilia aún no era Provincia declarada. El P. General le urgió que volviera a Roma, confiando en que los capítulos de Nápoles, Florencia y Roma –no nombraba a Sicilia- se tendrían en septiembre.<ref group='Notas'>Cf. c.2723.</ref> Pero las fechas se adelantaron. |
− | El Capítulo de la Provincia Romana se celebró en Narni en la primera mitad de junio, presidido por el P. Alacchi y con el P. Mario Sozzi de secretario y suplente del rector de San Pantaleón, P. Andrés Sabino, que estaba enfermo. | + | El Capítulo de la Provincia Romana se celebró en Narni en la primera mitad de junio, presidido por el P. Alacchi y con el P. Mario Sozzi de secretario y suplente del rector de San Pantaleón, P. Andrés Sabino, que estaba enfermo.<ref group='Notas'>Cf. ‘Inventario Cronologico del Archivío Generalizio delle Scuole Píe (1762)’, del P. Ottavio Manetti (Roma 1955) p.55, n. 1 y 3. También tenían suplentes los rectores de Frascati y Moricone (cf . c.2714).</ref> Ya antes de empezarlo, había dado órdenes el P. General de que eligieran a dicho P. Sabino para vocal del Capítulo General y que no se hablara de nombrar Provincial, pues él tenía pensado al P. Bartolomé Bresciani.<ref group='Notas'>Cf. c.2714; CCP, p.288 y 290.</ref> |
− | En las cartas escritas inmediatamente antes de este Capítulo se reflejan, por una parte, las esperanzas del Fundador en las disposiciones que se tomarían para exigir una mayor observancia, y parece ser que así fue. | + | En las cartas escritas inmediatamente antes de este Capítulo se reflejan, por una parte, las esperanzas del Fundador en las disposiciones que se tomarían para exigir una mayor observancia, y parece ser que así fue.<ref group='Notas'>Cf. c.2732, 2735 y 2741.</ref> Pero se aprecian también los temores de que no resultaban las cosas como él esperaba, insinuando posibles irregularidades, acusaciones, oposiciones, discordias, y por ello recomendaba la paz.<ref group='Notas'>Cf. c.2714, 2735, CCP, p.289-290.</ref> Especialmente significativo es este párrafo, relativo al P. Alacchi, a quien se lo escribe: 'V. R. presidirá en mi lugar este Capítulo, el cual si transcurre en paz, los otros pasarán bien sin duda y habrá arreglado Dios la Religión por medio de V. R., sujeto tenido por muchos precipitado, por no decir furioso. Así que el Señor se sirve de quien quiere'.<ref group='Notas'>C.2735 (fecha del 6 de junio de 1673)</ref> |
− | Y los temores se cumplieron. El P. Melchor fue duramente impugnado en un lastimoso alegato, presentado y firmado por ocho religiosos, entre los cuales los PP. Ludovico Raimondi, Luis Mallone, Francisco Baldi, Arcángel Galtetti y Jacobo Bandoni. Aunque no se conserven las Actas de este Capítulo ni tampoco el alegato contra Alacchi por otros documentos archivísticos se puede conocer el contenido de éstas acusaciones infamantes. Era indigno que se volvieran a airear antiguas imputaciones, que si habían tenido su castigo, nunca habían sido jurídicamente probadas. Aquello era implícitamente un insulto grave al pobre Fundador, que desde hacía años se servía del P. Melchor para el bien general de la Orden, olvidando aquellas turbias incriminaciones y dignificando la persona y las obras del siciliano con títulos y nombramientos generalicios. Sonaba más a venganza e infamación que a justicia, y alguna de aquellas presuntas faltas eran tan vagas y rebuscadas que, más que culpabilidad en el acusado, denotaban malicia en los acusadores. | + | Y los temores se cumplieron. El P. Melchor fue duramente impugnado en un lastimoso alegato, presentado y firmado por ocho religiosos, entre los cuales los PP. Ludovico Raimondi, Luis Mallone, Francisco Baldi, Arcángel Galtetti y Jacobo Bandoni. Aunque no se conserven las Actas de este Capítulo ni tampoco el alegato contra Alacchi por otros documentos archivísticos se puede conocer el contenido de éstas acusaciones infamantes. Era indigno que se volvieran a airear antiguas imputaciones, que si habían tenido su castigo, nunca habían sido jurídicamente probadas. Aquello era implícitamente un insulto grave al pobre Fundador, que desde hacía años se servía del P. Melchor para el bien general de la Orden, olvidando aquellas turbias incriminaciones y dignificando la persona y las obras del siciliano con títulos y nombramientos generalicios. Sonaba más a venganza e infamación que a justicia, y alguna de aquellas presuntas faltas eran tan vagas y rebuscadas que, más que culpabilidad en el acusado, denotaban malicia en los acusadores.<ref group='Notas'>Según un informe desaparecido del Archivo General en los últimos años (Reg. Prov. 26,6), las acusaciones eran estas diez: 1) se le hizo proceso por faltas graves, por las que la Congregación General le impuso en penitencia peregrinar a Compostela en 1627; 2) usó violencia con un religioso nuestro; 3) violó el sigilo sacramental; 4) ambicionó ser Asistente General; 5) fundó casas sin las debidas licencias; 6) omitió la lectura de los decretos clementinos; 7) educó con negligencia a los novicios; 8) recibió profesiones sin la debida licencia; 9) admitió novicios a la profesión sin el escrutinio previo; 10) interceptó cartas dirigidas a los Superiores Mayores (cf. G. SÁNTHA, o.c., p.63).</ref> |
− | Todo hace suponer que el cabecilla de los acusadores y firmantes del libelo contra Alacchi fue el P. Ludovico Raimondi, pues contra él se compuso otro libelo acusatorio firmado por otros doce religiosos, al frente de los cuales el P. Mario Sozzi, secretario del Capítulo. | + | Todo hace suponer que el cabecilla de los acusadores y firmantes del libelo contra Alacchi fue el P. Ludovico Raimondi, pues contra él se compuso otro libelo acusatorio firmado por otros doce religiosos, al frente de los cuales el P. Mario Sozzi, secretario del Capítulo.<ref group='Notas'>Cf. EGC VI, p.278; G. SÁNTHA, o.c., p.61-62.</ref> En verdad había sido una imprudencia del P. Raimondi levantar su dedo acusador contra Alacchi, recordando hechos pasados y casi olvidados, cuando él acababa de ser llamado de Nápoles por el P. General a petición de las dos comunidades locales en documento, conjunto y ‘nemine discrepante’, acusado entre otras cosas de haber abusado de su oficio de Visitador general, calumniando a algunos Padres 'por haber querido defender las órdenes del Rmo. P. General'.<ref group='Notas'>Cf. EHI, p.1538-1540; quejas del P. General en c.2720, 2721, 2733. Raimondi fue Rector de Narni los años 1632-34 y de la casa napolitana de Porta Reale los años 1635-37, siendo a la vez Visitador general de las dos casas de Nápoles. En febrero de 1637 ambas comunidades piden librarse de él. En mayo fue mandado el P. Crisóstomo Peri para sustituir a Raimondi (c.2712, 2716), que fue llamado a Roma (c.2720) y destinado luego a Narni (cf. EHI, p.1540, n.1 y p.1735-1736, n.1).</ref> Quizá el matiz de represalia se explique porque el P. Alacchi pudo intervenir o intervino de hecho en la destitución y remoción de Raimondi, informando al P. General, después de visitar ambas comunidades de Nápoles en marzo de 1637.<ref group='Notas'>En carta del 14 de febrero de 1637 el General pide a Alacchi que pase por Nápoles, camino de Roma, y se informe de lo que pasa 'para poder ayudar a aquellas casas' (c.2680).</ref> |
− | El Capítulo Provincial de Narni desagradó mucho al P. General como se manifiesta en una carta que dirigió a Alacchi el 12 dejunio, urgiendo que eligieran a los dos-vocales y volviera cada cual a su casa. | + | El Capítulo Provincial de Narni desagradó mucho al P. General como se manifiesta en una carta que dirigió a Alacchi el 12 dejunio, urgiendo que eligieran a los dos-vocales y volviera cada cual a su casa.<ref group='Notas'>Cf. CCP, p.292-293. Contrasta fuertemente con la satisfacción que expresó por el Cap. Prov. de Liguria (c.2725)</ref> Y én esta elección pasaron por alto el deseo expreso del General de que se eligiera vocal al Rector de San Pantaleón, P. Andrés Sabino, prefiriendo a los PP. Francisco Baldi y Santino Lunardi.<ref group='Notas'>Cf. CCP, p.288 y-‘Actas del Cap. Gen. de 1637’ (1.c., p.37).</ref> Pero, sin duda, lo que más le dolió fue el nuevo ataque virulento contra su protegido y encumbrado colaborador P. Melchor Alacchi. Y una vez más quiso cerciorarse de la verdad de las acusaciones, pidiendo informes secretos al P. Conti, dado que las supuestas culpas de Alacchi deberían referirse sobre todo a su permanencia en Sicilia.<ref group='Notas'>Cf. c.2758.</ref> No sabemos la respuesta de Conti. Su reconocida oposición al P. Melchor no era una garantía de objetividad de juicio. Pero probablemente en la última convivencia siciliana se reconciliaron de verdad, como auguraba el P. Fundador, y el informe de Conti fuera positivo.<ref group='Notas'>Cf. c.2593, 2594, 2600. La aversión e intrigas de Conti contra Alacchi en los años 1634-1637 no deben ofuscar la espléndida trayectoria posterior del primero, que fue una de las figuras más meritorias en la consolidación y expansión de las Escuelas Pías en Moravia y Polonia (cf. EEC, p.154-157). De él se conservan 80 cartas dirigidas al Fundador desde Europa Central (ib., p.153-336), pero ninguna desde Italia.</ref> |
Alacchi, por su parte, escribió al P. Fedele, Provincial de Liguria, comunicándole lo sucedido en Narni, y Fedele le respondió con una magnífica carta de consuelo y alabanzas, cuyo párrafo más significativo merece citarse, pues es un apoyo al juicio y estima que sentía el P. Fundador por el P. Alacchi, a pesar de las contrariedades y vilipendios pasados: | Alacchi, por su parte, escribió al P. Fedele, Provincial de Liguria, comunicándole lo sucedido en Narni, y Fedele le respondió con una magnífica carta de consuelo y alabanzas, cuyo párrafo más significativo merece citarse, pues es un apoyo al juicio y estima que sentía el P. Fundador por el P. Alacchi, a pesar de las contrariedades y vilipendios pasados: | ||
− | :'''… me turbó la sublevación de los ocho contra V. R. que no debe temer nada.,. P. Visitador, las cosas grandes no llegan a su fin sin gravísimas dificultades: la envidia tiene por objeto la impugnación contra la virtud, y no es virtuosa la obra que no-siente la mordacidad de los envidiosos, antes bien, sin envidia ninguna empresa humana merece el hombre de grande, dado que las cosas pequeñas no son envidiadas sino las que emprenden las almas generosas y magnánimas. Alégrese, pues, porque en sus contrariedades se manifiestan las obras de V. R. ricas en virtud, abundosas en grandeza y ornadas de santidad'. | + | :'' '… me turbó la sublevación de los ocho contra V. R. que no debe temer nada.,. P. Visitador, las cosas grandes no llegan a su fin sin gravísimas dificultades: la envidia tiene por objeto la impugnación contra la virtud, y no es virtuosa la obra que no-siente la mordacidad de los envidiosos, antes bien, sin envidia ninguna empresa humana merece el hombre de grande, dado que las cosas pequeñas no son envidiadas sino las que emprenden las almas generosas y magnánimas. Alégrese, pues, porque en sus contrariedades se manifiestan las obras de V. R. ricas en virtud, abundosas en grandeza y ornadas de santidad'.<ref group='Notas'>EC, p.1407.</ref> |
− | No sabemos si esta nueva contrariedad desalentó de tal manera al P. Melchor que le hizo renunciar a sus títulos y obligaciones de Visitador y Procurador General, y de presidir los Capítulos Provinciales de Nápoles y Sicilia, o más bien el P. General, para evitar posibles complicaciones, le aconsejó que renunciara. | + | No sabemos si esta nueva contrariedad desalentó de tal manera al P. Melchor que le hizo renunciar a sus títulos y obligaciones de Visitador y Procurador General, y de presidir los Capítulos Provinciales de Nápoles y Sicilia, o más bien el P. General, para evitar posibles complicaciones, le aconsejó que renunciara.<ref group='Notas'>EL 20 de junio ya piensa el Fundador nombrar Procurador general al P. Cherubini (c.2745). Luego ya había renunciado el P. Alacchi.</ref> El hecho es que no asistió a ninguno de los dos. El de Sicilia se celebró en Mesina a mediados de septiembre, presidido por el P. Onofre Conti, desempeñando en parte el oficio de secretario el P. Mario Sozzi, pues se hallaba enfermo. No se nombró por el momento Provincial de Sicilia.<ref group='Notas'>Cf. C. VILÁ, o.c., p.128. Las Actas dicen que Conti, Rector de Palermo, asistió 'come Presidente Provinciale d'ordine et Comissione del N. Rmo. P. Generale' (Reg.Prov. 26, n.5).</ref> El Capítulo Provincial de Nápoles se celebró a continuación, a últimos de septiembre, presidido por el P. Provincial Antonio Mª. Vitali, con la asistencia del P. Sozzi como secretario, quien el 20 de agosto había comunicado ya el nombramiento, hecho en Roma, del P. Provincial.<ref group='Notas'>Cf. C. VILÁ, o.c., p.128-129. Junto al P. Provincial que presidía había dos franciscanos 'come arbitri delle nostre difficoltà>, dicen las Actas, y uno de ellos era el P. Maestro Santi Sala, el amigo del P. General y del P. Alacchi (cf. Reg. Prov. 10, n.7).</ref> |
− | Una vez más, el P. General dio muestras inequívocas de su estima por el P. Alacchi y, no obstante lo ocurrido, le nombró Provincial de Sicilia -el primero de la historia- aunque sólo para el Capítulo General inmediato, como todos los demás Provinciales nombrados. Para este título había designado al P. Conti en la sesión de la Congregación General del 14 de abril de 1637,a la que había asistido el P. Alacchi. | + | Una vez más, el P. General dio muestras inequívocas de su estima por el P. Alacchi y, no obstante lo ocurrido, le nombró Provincial de Sicilia -el primero de la historia- aunque sólo para el Capítulo General inmediato, como todos los demás Provinciales nombrados. Para este título había designado al P. Conti en la sesión de la Congregación General del 14 de abril de 1637,a la que había asistido el P. Alacchi.<ref group='Notas'>Cf. EGC X, p.253.</ref> Mas en el último momento quiso públicamente proclamar los méritos y la inocencia del desprestigiado P. Melchor con este nombramiento, dando al P. Conti el título de Provincial de Roma, para el que había pensado antes en el P. Bartolome Bresciani.<ref group='Notas'>Cf. c.2714 y CCP, p.290.</ref> El nombramiento era casi un desafío. Y le costó un disgusto. |
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Última revisión de 10:43 27 feb 2019
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22.07. Preparación del Capítulo General de 1637
Debido a la peste, no pudo celebrarse el Capítulo General de 1631. Pero los Padres que pudieron acudir a Roma, junto con el P. General y sus Asistentes presentes, tuvieron reuniones presididas por el cardenal Ginetti, en las que trataron los asuntos principales de los que habría tenido que ocuparse el Capítulo General. Uno de ellos fue la confirmación del P. General, para la que tuvo que recurrirse al papa. Urbano VIII, con su breve ‘Inscrutabili’ del 12 de enero de 1632, nombró General vitalicio al P. Fundador y Asistentes generales a los cuatro presentados por el P. General, pero nada dijo de los PP. Provinciales. La cuestión se había tratado ya con el cardenal Ginetti, resolviéndose de modo que -salvo en Germania- desaparecían los Provinciales, siendo prácticamente gobernadas las Provincias por la Congregación General.
Pasados seis años, debía celebrarse Capítulo General, del que debían formar parte, además del General y sus cuatro Asistentes, todos los Provinciales y dos Vocales de cada Provincia. Urgía, pues, nombrar Provinciales y convocar capítulos, en los que deberían ser elegidos los vocales correspondientes. Lo normal era que los Asistentes presidieran tales capítulos, dado que no había Provinciales, y así lo hizo el P. Castelli en Florencia, de la que había continuado siendo Provincial tácitamente, sin título oficial.[Notas 1] El P. Tencani seguía con sus achaques y el P. García estaba mejor en su casa que visitando otras. El P. Casani, además de su estado de ánimo depresivo, se sentía también enfermizo y se fue a tomar baños a Lucca, estando fuera de Roma desde eI 23 de abril hasta fines de septiembre.[Notas 2] Poco pudieron, pues, colaborar para la preparación del Capítulo. Nada extraño, por consiguiente, que el P. General recurriera a los servicios del siempre fiel y bien dispuesto P. Melchor.
El 14 de abril de 1637 hubo congregación del P. General y sus Asistentes Casani, García y Tencani, a la que asistió también el P. Alacchi, 'Procurador, Visitador General y consultor', como dice el Acta. Entre otros asuntos, el P. General propuso para Provinciales, “en ocasión del capítulo”: de Nápoles al P. Antonio María Vitali; de Génova al P. José Fedele; de Sicilia al P. Onofre Conti; de Florencia dejó que lo eligiera el P. Francisco Castelli, “dado que ya está allí”; y de Alemania al P. Juan Esteban Spinola. La propuesta fue aceptada por todos, aunque luego habría cambios, tanto al principio como al final del Capítulo General.[Notas 3]
Cuatro días más tarde extendía el P. General una patente a favor del P. Alacchi, en la que, manteniéndole los títulos de 'Visitador General de nuestra Religión, Procurador y Consultor nuestro', le mandaba que visitara las Provincias, presidiera en todas ellas en su nombre los Capítulos Provinciales, designara Provinciales a los nombrados en Congregación y les diera dos Asistentes a cada uno para el gobierno de las Provincias.[Notas 4]
A finales de abril partió para Génova el P. Melchor, acompañado del P. Mario Sozzi, que debía actuar de secretario en todos los capítulos provinciales. El de Liguria se celebró en Savona los días 2 a 4 de mayo, y se nombró Provincial al P, José Fedele, tal como estaba determinado por la Congregación General. No hubo problemas especiales, ni siquiera los candentes de Hermanos y Clérigos Operarios, sino que todo procedió en paz y concordia como expresamente reconocieron el P. Provincial y el P. General.[Notas 5] Más todavía: el P. Fedele recomendaba al P. General que los Capítulos de Florencia y Roma se hicieran tal como se había hecho el de Savona, si no los presidía el P. Alacchi, que pensaba celebrar los de Nápoles y Sicilia.[Notas 6]
Del Capítulo Provincial de Toscana nada se sabe. Debió presidirlo el P. Castelli. Fueron elegidos dos vocales para el Capítulo General, pero no el P. Provincial, que fue nombrado luego por la Congregación General en la primera sesión del Capítulo General y sólo para dicho Capítulo. El elegido fue el P. Vicente Berro.[Notas 7]
Terminado el Capítulo de Génova, el P. Alacchi tenía intención de celebrar el de Nápoles, al que deberían concurrir los rectores de Mesina y Palermo con sus vocales, dado que en realidad Sicilia aún no era Provincia declarada. El P. General le urgió que volviera a Roma, confiando en que los capítulos de Nápoles, Florencia y Roma –no nombraba a Sicilia- se tendrían en septiembre.[Notas 8] Pero las fechas se adelantaron.
El Capítulo de la Provincia Romana se celebró en Narni en la primera mitad de junio, presidido por el P. Alacchi y con el P. Mario Sozzi de secretario y suplente del rector de San Pantaleón, P. Andrés Sabino, que estaba enfermo.[Notas 9] Ya antes de empezarlo, había dado órdenes el P. General de que eligieran a dicho P. Sabino para vocal del Capítulo General y que no se hablara de nombrar Provincial, pues él tenía pensado al P. Bartolomé Bresciani.[Notas 10]
En las cartas escritas inmediatamente antes de este Capítulo se reflejan, por una parte, las esperanzas del Fundador en las disposiciones que se tomarían para exigir una mayor observancia, y parece ser que así fue.[Notas 11] Pero se aprecian también los temores de que no resultaban las cosas como él esperaba, insinuando posibles irregularidades, acusaciones, oposiciones, discordias, y por ello recomendaba la paz.[Notas 12] Especialmente significativo es este párrafo, relativo al P. Alacchi, a quien se lo escribe: 'V. R. presidirá en mi lugar este Capítulo, el cual si transcurre en paz, los otros pasarán bien sin duda y habrá arreglado Dios la Religión por medio de V. R., sujeto tenido por muchos precipitado, por no decir furioso. Así que el Señor se sirve de quien quiere'.[Notas 13]
Y los temores se cumplieron. El P. Melchor fue duramente impugnado en un lastimoso alegato, presentado y firmado por ocho religiosos, entre los cuales los PP. Ludovico Raimondi, Luis Mallone, Francisco Baldi, Arcángel Galtetti y Jacobo Bandoni. Aunque no se conserven las Actas de este Capítulo ni tampoco el alegato contra Alacchi por otros documentos archivísticos se puede conocer el contenido de éstas acusaciones infamantes. Era indigno que se volvieran a airear antiguas imputaciones, que si habían tenido su castigo, nunca habían sido jurídicamente probadas. Aquello era implícitamente un insulto grave al pobre Fundador, que desde hacía años se servía del P. Melchor para el bien general de la Orden, olvidando aquellas turbias incriminaciones y dignificando la persona y las obras del siciliano con títulos y nombramientos generalicios. Sonaba más a venganza e infamación que a justicia, y alguna de aquellas presuntas faltas eran tan vagas y rebuscadas que, más que culpabilidad en el acusado, denotaban malicia en los acusadores.[Notas 14]
Todo hace suponer que el cabecilla de los acusadores y firmantes del libelo contra Alacchi fue el P. Ludovico Raimondi, pues contra él se compuso otro libelo acusatorio firmado por otros doce religiosos, al frente de los cuales el P. Mario Sozzi, secretario del Capítulo.[Notas 15] En verdad había sido una imprudencia del P. Raimondi levantar su dedo acusador contra Alacchi, recordando hechos pasados y casi olvidados, cuando él acababa de ser llamado de Nápoles por el P. General a petición de las dos comunidades locales en documento, conjunto y ‘nemine discrepante’, acusado entre otras cosas de haber abusado de su oficio de Visitador general, calumniando a algunos Padres 'por haber querido defender las órdenes del Rmo. P. General'.[Notas 16] Quizá el matiz de represalia se explique porque el P. Alacchi pudo intervenir o intervino de hecho en la destitución y remoción de Raimondi, informando al P. General, después de visitar ambas comunidades de Nápoles en marzo de 1637.[Notas 17]
El Capítulo Provincial de Narni desagradó mucho al P. General como se manifiesta en una carta que dirigió a Alacchi el 12 dejunio, urgiendo que eligieran a los dos-vocales y volviera cada cual a su casa.[Notas 18] Y én esta elección pasaron por alto el deseo expreso del General de que se eligiera vocal al Rector de San Pantaleón, P. Andrés Sabino, prefiriendo a los PP. Francisco Baldi y Santino Lunardi.[Notas 19] Pero, sin duda, lo que más le dolió fue el nuevo ataque virulento contra su protegido y encumbrado colaborador P. Melchor Alacchi. Y una vez más quiso cerciorarse de la verdad de las acusaciones, pidiendo informes secretos al P. Conti, dado que las supuestas culpas de Alacchi deberían referirse sobre todo a su permanencia en Sicilia.[Notas 20] No sabemos la respuesta de Conti. Su reconocida oposición al P. Melchor no era una garantía de objetividad de juicio. Pero probablemente en la última convivencia siciliana se reconciliaron de verdad, como auguraba el P. Fundador, y el informe de Conti fuera positivo.[Notas 21]
Alacchi, por su parte, escribió al P. Fedele, Provincial de Liguria, comunicándole lo sucedido en Narni, y Fedele le respondió con una magnífica carta de consuelo y alabanzas, cuyo párrafo más significativo merece citarse, pues es un apoyo al juicio y estima que sentía el P. Fundador por el P. Alacchi, a pesar de las contrariedades y vilipendios pasados:
- '… me turbó la sublevación de los ocho contra V. R. que no debe temer nada.,. P. Visitador, las cosas grandes no llegan a su fin sin gravísimas dificultades: la envidia tiene por objeto la impugnación contra la virtud, y no es virtuosa la obra que no-siente la mordacidad de los envidiosos, antes bien, sin envidia ninguna empresa humana merece el hombre de grande, dado que las cosas pequeñas no son envidiadas sino las que emprenden las almas generosas y magnánimas. Alégrese, pues, porque en sus contrariedades se manifiestan las obras de V. R. ricas en virtud, abundosas en grandeza y ornadas de santidad'.[Notas 22]
No sabemos si esta nueva contrariedad desalentó de tal manera al P. Melchor que le hizo renunciar a sus títulos y obligaciones de Visitador y Procurador General, y de presidir los Capítulos Provinciales de Nápoles y Sicilia, o más bien el P. General, para evitar posibles complicaciones, le aconsejó que renunciara.[Notas 23] El hecho es que no asistió a ninguno de los dos. El de Sicilia se celebró en Mesina a mediados de septiembre, presidido por el P. Onofre Conti, desempeñando en parte el oficio de secretario el P. Mario Sozzi, pues se hallaba enfermo. No se nombró por el momento Provincial de Sicilia.[Notas 24] El Capítulo Provincial de Nápoles se celebró a continuación, a últimos de septiembre, presidido por el P. Provincial Antonio Mª. Vitali, con la asistencia del P. Sozzi como secretario, quien el 20 de agosto había comunicado ya el nombramiento, hecho en Roma, del P. Provincial.[Notas 25]
Una vez más, el P. General dio muestras inequívocas de su estima por el P. Alacchi y, no obstante lo ocurrido, le nombró Provincial de Sicilia -el primero de la historia- aunque sólo para el Capítulo General inmediato, como todos los demás Provinciales nombrados. Para este título había designado al P. Conti en la sesión de la Congregación General del 14 de abril de 1637,a la que había asistido el P. Alacchi.[Notas 26] Mas en el último momento quiso públicamente proclamar los méritos y la inocencia del desprestigiado P. Melchor con este nombramiento, dando al P. Conti el título de Provincial de Roma, para el que había pensado antes en el P. Bartolome Bresciani.[Notas 27] El nombramiento era casi un desafío. Y le costó un disgusto.
Notas
- ↑ Cf. EHI, p.571. Véanse los CC, n.236, 297, 298.
- ↑ Cf. c.2708; PosCas, p.962.
- ↑ Cf. EGC X, p.252-253, n.5 (Acta de la sesión). Al nombrar al P. Alacchi Visitador general el 29 de mayo de 1636, le había concedido expresamente: '… possisque in Congregationibus nostris votum habere' (BARTLIK, EphCal 3-6 [1944] 49-50)
- ↑ Véase la patente en EGC X,p.252. No se le daba facultad de nombrar Provinciales a su gusto, como parecen afirmar Sántha (cf. G. SÁNTHA, ‘P. Melchior Alacchí…’: Archivum 13 [1983] 61; EHI, p.13) y Vilá (cf. PosCas, p.926), sino 'secundum nostrum ordinem', o sea, ateniéndose a lo establecido por la Congregación General del 14 de abril.
- ↑ Cf. EHI, p.978-981; c.2725; G. SÁNTHA, l.c.; C. VILÁ, ‘El P. Mario Sozzi’: Archivum 7-8 (1980) 123-124.
- ↑ Cf. EHI, p.980.
- ↑ ‘Actas del Cap. Gen. de 1637: Archivum XIII (1954) 38.
- ↑ Cf. c.2723.
- ↑ Cf. ‘Inventario Cronologico del Archivío Generalizio delle Scuole Píe (1762)’, del P. Ottavio Manetti (Roma 1955) p.55, n. 1 y 3. También tenían suplentes los rectores de Frascati y Moricone (cf . c.2714).
- ↑ Cf. c.2714; CCP, p.288 y 290.
- ↑ Cf. c.2732, 2735 y 2741.
- ↑ Cf. c.2714, 2735, CCP, p.289-290.
- ↑ C.2735 (fecha del 6 de junio de 1673)
- ↑ Según un informe desaparecido del Archivo General en los últimos años (Reg. Prov. 26,6), las acusaciones eran estas diez: 1) se le hizo proceso por faltas graves, por las que la Congregación General le impuso en penitencia peregrinar a Compostela en 1627; 2) usó violencia con un religioso nuestro; 3) violó el sigilo sacramental; 4) ambicionó ser Asistente General; 5) fundó casas sin las debidas licencias; 6) omitió la lectura de los decretos clementinos; 7) educó con negligencia a los novicios; 8) recibió profesiones sin la debida licencia; 9) admitió novicios a la profesión sin el escrutinio previo; 10) interceptó cartas dirigidas a los Superiores Mayores (cf. G. SÁNTHA, o.c., p.63).
- ↑ Cf. EGC VI, p.278; G. SÁNTHA, o.c., p.61-62.
- ↑ Cf. EHI, p.1538-1540; quejas del P. General en c.2720, 2721, 2733. Raimondi fue Rector de Narni los años 1632-34 y de la casa napolitana de Porta Reale los años 1635-37, siendo a la vez Visitador general de las dos casas de Nápoles. En febrero de 1637 ambas comunidades piden librarse de él. En mayo fue mandado el P. Crisóstomo Peri para sustituir a Raimondi (c.2712, 2716), que fue llamado a Roma (c.2720) y destinado luego a Narni (cf. EHI, p.1540, n.1 y p.1735-1736, n.1).
- ↑ En carta del 14 de febrero de 1637 el General pide a Alacchi que pase por Nápoles, camino de Roma, y se informe de lo que pasa 'para poder ayudar a aquellas casas' (c.2680).
- ↑ Cf. CCP, p.292-293. Contrasta fuertemente con la satisfacción que expresó por el Cap. Prov. de Liguria (c.2725)
- ↑ Cf. CCP, p.288 y-‘Actas del Cap. Gen. de 1637’ (1.c., p.37).
- ↑ Cf. c.2758.
- ↑ Cf. c.2593, 2594, 2600. La aversión e intrigas de Conti contra Alacchi en los años 1634-1637 no deben ofuscar la espléndida trayectoria posterior del primero, que fue una de las figuras más meritorias en la consolidación y expansión de las Escuelas Pías en Moravia y Polonia (cf. EEC, p.154-157). De él se conservan 80 cartas dirigidas al Fundador desde Europa Central (ib., p.153-336), pero ninguna desde Italia.
- ↑ EC, p.1407.
- ↑ EL 20 de junio ya piensa el Fundador nombrar Procurador general al P. Cherubini (c.2745). Luego ya había renunciado el P. Alacchi.
- ↑ Cf. C. VILÁ, o.c., p.128. Las Actas dicen que Conti, Rector de Palermo, asistió 'come Presidente Provinciale d'ordine et Comissione del N. Rmo. P. Generale' (Reg.Prov. 26, n.5).
- ↑ Cf. C. VILÁ, o.c., p.128-129. Junto al P. Provincial que presidía había dos franciscanos 'come arbitri delle nostre difficoltà>, dicen las Actas, y uno de ellos era el P. Maestro Santi Sala, el amigo del P. General y del P. Alacchi (cf. Reg. Prov. 10, n.7).
- ↑ Cf. EGC X, p.253.
- ↑ Cf. c.2714 y CCP, p.290.