Revisión de 19:21 23 oct 2014

CAPÍTULO 20 Carta del P. Alejandro [Novari] A Nuestro Venerable Padre Fundador [1647]

“En cuanto a dar el hábito a los novicios, no sé cómo resultará, dado que muchos lo aprueban y muchísimos lo reprueban. “Sed quid agendum?”; pues el mismo Papa no quiere ayudarnos. Es cosa de grandísimo escándalo entre los herejes, que, tantísimo aman a nuestro Instituto y nuestra vida, muchos de los cuales se convierten por mediación nuestra; y los ya convertidos, que son, por así decir, infinitos, la mayoría se confirman en la santa fe católica. Hace poco tiempo nuestros Padres convirtieron a dos aquí en Bohemia; uno, excelente Pintor de 70 años de edad, que ya ha muerto hace 8 ó 9 meses. ¡Y cómo! Santísimamente, habiendo recibido de nuestros Padres todos los Santos Sacramentos. Tenía un hijo ya hombre, también pintor, pero hereje obstinado, que se encontraba en la muerte de su Padre. Los Padres nuestros, le recomendaban el alma; y el hijo, todo triste y melancólico, en lágrimas, observaba diligentemente los actos y palabras de su Padre, quien, entre otras cosas y gracias que daba a Dios bendito, la primera era la de haber conocido, y después abrazado, por mediación nuestra, la fe católica romana. En medio de este fervor, espíritu y devoción, en medio de la maravilla de los asistentes, exhortaba a su hijito para que se hiciera católico pronto; pues, si no, supiera que sería eternamente condenado, porque no había otra fe verdadera en todo el mundo, fuera de la Santa Fe Católica Romana, que le habían enseñado nuestros Padres. Ante estas palabras, respondió el hijo con gran sentimiento: “No dude, Padre mío carísimo, que haré con mucho gusto lo que me manda, y le prometo cumplirlo todo mañana, antes de que vuestro cuerpo sea enterrado”. Tal como lo prometió se hizo puntualmente al día siguiente, habiéndole confesado nuestros Padres, y después dado la comunión en la iglesia. Este hijo, hombre, vive como buenísimo católico, y ya le he mandado que pinte una bellísima imagen de San Felipe Neri para nuestra Iglesia. En resumen, no sé decir otra cosa, sino que, si faltan las Escuelas Pías en Germania, Bohemia y Polonia, faltará una gran parte de la fe católica; y no piense ya V. P. que juego con esto, sino, le aseguro, será cosa de muchísimo escándalo, el que dan los nuestros que han salido, y los que saldrán. Con esto termino, pidiéndole humildemente su santa bendición, y deseando que de la presente haga partícipe a nuestro P. Pedro [Casani], a quien saludo devotamente, encomendándome a sus oraciones.

Litomisl, a 5 de junio de 1647

De V. P. Revma.,

Indignísimo en el Señor,

Alejandro [Novari] de San Bernardo

Notas