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Los tres años en Estadilla —probablemente entre los diez y catorce de su edad— debieron de ser muy importantes en su vida. El adolescente dejó de ser niño. Por primera vez vivía fuera del calor del hogar. Era una emancipación prematura, pero definitiva. Y es indudable que los religiosos trinitarios dejaron su huella espiritual en aquellos años, sin descartar posibles relaciones futuras en Lérida, Valencia y Alcalá de Henares, donde tenían colegios mayores universitarios para los suyos dichos religiosos y precisamente en Lérida, Valencia y Alcalá hizo Calasanz sus estudios universitarios.
 
Los tres años en Estadilla —probablemente entre los diez y catorce de su edad— debieron de ser muy importantes en su vida. El adolescente dejó de ser niño. Por primera vez vivía fuera del calor del hogar. Era una emancipación prematura, pero definitiva. Y es indudable que los religiosos trinitarios dejaron su huella espiritual en aquellos años, sin descartar posibles relaciones futuras en Lérida, Valencia y Alcalá de Henares, donde tenían colegios mayores universitarios para los suyos dichos religiosos y precisamente en Lérida, Valencia y Alcalá hizo Calasanz sus estudios universitarios.
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No hay que extrañarse de que en el proceso lento en que se va tejiendo su biografía de santo, se vayan acumulando noticias, anécdotas, detalles referentes a su vida espiritual. Afortunadamente, hubo alguien en cada una de las etapas primeras de su vida que nos dejó algún recuerdo de su convivencia. De la escuela primaria de Peralta nos habló don José Marquet. De este período de Estadilla adujo don Miguel Jiménez Barber el testimonio fidedigno de otro condiscípulo y amigo del estudiante Calasanz:
 
No hay que extrañarse de que en el proceso lento en que se va tejiendo su biografía de santo, se vayan acumulando noticias, anécdotas, detalles referentes a su vida espiritual. Afortunadamente, hubo alguien en cada una de las etapas primeras de su vida que nos dejó algún recuerdo de su convivencia. De la escuela primaria de Peralta nos habló don José Marquet. De este período de Estadilla adujo don Miguel Jiménez Barber el testimonio fidedigno de otro condiscípulo y amigo del estudiante Calasanz:
  
:'''Sobre la educación del P. José en su puericia, puedo decir lo que oí a los viejos y ancianos de aquel país, como fueron el citado Antonio Calasanz [“hijo de un hermano del abuelo del P. José' —dijo antes—] y el Sr. Francisco de Ager, ministro familiar del Santo Oficio, que fue condiscípulo del P. José, con el que estudió de pequeño en Estadilla, esto es, era llamado por todos el santet, que quiere decir el santito, añadiendo que nunca iba a clase sin hacer antes oración, y así lo hacía cada día, aunque sus condiscípulos se le burlaran”.<ref group='Notas'>ProcIn, p.212-213. Por este texto se supo que estudió en Estadilla, pero la tradición hablaba de una escuela local con algún dómine, profesor de latines, como ocurrió en Peralta en 1592. En 1949 todavía el P. Bau hablaba del dómine de Estadilla (BAU, BC, p.83), pero en 1963 cita ya a los trinitarios (BAU, RV, p.33). Documentalmente, sin embargo, no consta expresamente que Calasanz fuera alumno de tales religiosos, mas todo hace suponer que así fue.</ref>
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:'' 'Sobre la educación del P. José en su puericia, puedo decir lo que oí a los viejos y ancianos de aquel país, como fueron el citado Antonio Calasanz [“hijo de un hermano del abuelo del P. José' —dijo antes—] y el Sr. Francisco de Ager, ministro familiar del Santo Oficio, que fue condiscípulo del P. José, con el que estudió de pequeño en Estadilla, esto es, era llamado por todos el santet, que quiere decir el santito, añadiendo que nunca iba a clase sin hacer antes oración, y así lo hacía cada día, aunque sus condiscípulos se le burlaran”.<ref group='Notas'>ProcIn, p.212-213. Por este texto se supo que estudió en Estadilla, pero la tradición hablaba de una escuela local con algún dómine, profesor de latines, como ocurrió en Peralta en 1592. En 1949 todavía el P. Bau hablaba del dómine de Estadilla (BAU, BC, p.83), pero en 1963 cita ya a los trinitarios (BAU, RV, p.33). Documentalmente, sin embargo, no consta expresamente que Calasanz fuera alumno de tales religiosos, mas todo hace suponer que así fue.</ref>
  
 
El detalle de que se recuerde el apodo que le pusieron sus compañeros y precisamente en catalán —el santet—, lengua común en aquellos pueblos, es garantía no sólo de la verdad del apodo mismo, sino especialmente de todo lo que con él querían significar. Algo tenía aquel muchacho de Peralta que no tenían los demás. Ni le importaba el mote, ni se sentía cohibido porque sus costumbres religiosas provocaran las fáciles burlas de sus compañeros. Aunque no todos probablemente, pues más de uno de ellos fue luego religioso o sacerdote.
 
El detalle de que se recuerde el apodo que le pusieron sus compañeros y precisamente en catalán —el santet—, lengua común en aquellos pueblos, es garantía no sólo de la verdad del apodo mismo, sino especialmente de todo lo que con él querían significar. Algo tenía aquel muchacho de Peralta que no tenían los demás. Ni le importaba el mote, ni se sentía cohibido porque sus costumbres religiosas provocaran las fáciles burlas de sus compañeros. Aunque no todos probablemente, pues más de uno de ellos fue luego religioso o sacerdote.

Revisión de 12:04 27 oct 2014

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03.10. 'El santet'

Los tres años en Estadilla —probablemente entre los diez y catorce de su edad— debieron de ser muy importantes en su vida. El adolescente dejó de ser niño. Por primera vez vivía fuera del calor del hogar. Era una emancipación prematura, pero definitiva. Y es indudable que los religiosos trinitarios dejaron su huella espiritual en aquellos años, sin descartar posibles relaciones futuras en Lérida, Valencia y Alcalá de Henares, donde tenían colegios mayores universitarios para los suyos dichos religiosos y precisamente en Lérida, Valencia y Alcalá hizo Calasanz sus estudios universitarios.

Uno de los momentos solemnes de estos años fue el de su primera comunión. Y con ella empezaba para el muchacho la práctica de los sacramentos de la penitencia y eucaristía. De los dos temas de sus poesías expresamente mencionados, uno se refería al Smo. Sacramento.

No hay que extrañarse de que en el proceso lento en que se va tejiendo su biografía de santo, se vayan acumulando noticias, anécdotas, detalles referentes a su vida espiritual. Afortunadamente, hubo alguien en cada una de las etapas primeras de su vida que nos dejó algún recuerdo de su convivencia. De la escuela primaria de Peralta nos habló don José Marquet. De este período de Estadilla adujo don Miguel Jiménez Barber el testimonio fidedigno de otro condiscípulo y amigo del estudiante Calasanz:

'Sobre la educación del P. José en su puericia, puedo decir lo que oí a los viejos y ancianos de aquel país, como fueron el citado Antonio Calasanz [“hijo de un hermano del abuelo del P. José' —dijo antes—] y el Sr. Francisco de Ager, ministro familiar del Santo Oficio, que fue condiscípulo del P. José, con el que estudió de pequeño en Estadilla, esto es, era llamado por todos el santet, que quiere decir el santito, añadiendo que nunca iba a clase sin hacer antes oración, y así lo hacía cada día, aunque sus condiscípulos se le burlaran”.[Notas 1]

El detalle de que se recuerde el apodo que le pusieron sus compañeros y precisamente en catalán —el santet—, lengua común en aquellos pueblos, es garantía no sólo de la verdad del apodo mismo, sino especialmente de todo lo que con él querían significar. Algo tenía aquel muchacho de Peralta que no tenían los demás. Ni le importaba el mote, ni se sentía cohibido porque sus costumbres religiosas provocaran las fáciles burlas de sus compañeros. Aunque no todos probablemente, pues más de uno de ellos fue luego religioso o sacerdote.

Efectivamente, en la visita que mucho más tarde —en 1585-86— hizo Calasanz al monasterio de Montserrat, acompañando al obispo de Lérida y Visitador Apostólico, don Gaspar Juan de la Figuera, se encontró entre los monjes a Fray Diego de Marquina, de veintiocho años de edad y doce de vestición religiosa, natural de Estadilla.[Notas 2] Siendo, pues, de su misma edad, es muy probable que asistieran juntos a la misma escuela de los trinitarios, dado que ambos siguieron luego carreras eclesiásticas. Igualmente podríamos conjeturar que asistió también a la escuela de gramática de Estadilla don José Marquet, de la misma edad y condiscípulo de Calasanz en la escuela elemental de Peralta y que no pudo tampoco estudiar latines en su pueblo. Y lo mismo podríamos suponer de otros sacerdotes coetáneos y paisanos suyos, que fueron luego beneficiados en Peralta, pues normalmente los patronos de esos beneficios eran de Peralta y solían concederse a los propios parientes.[Notas 3] Y eran sobre todo los destinados a la carrera eclesiástica los que tenían que frecuentar las clases de gramática y latín, y por tanto es lógico que los de Peralta fueran a Estadilla hasta que en 1592 se 'condujo maestro de latinidad'.

Notas

  1. ProcIn, p.212-213. Por este texto se supo que estudió en Estadilla, pero la tradición hablaba de una escuela local con algún dómine, profesor de latines, como ocurrió en Peralta en 1592. En 1949 todavía el P. Bau hablaba del dómine de Estadilla (BAU, BC, p.83), pero en 1963 cita ya a los trinitarios (BAU, RV, p.33). Documentalmente, sin embargo, no consta expresamente que Calasanz fuera alumno de tales religiosos, mas todo hace suponer que así fue.
  2. Cf. J. POCH, ‘El Fundador de las Escuelas Pías en la Historia Eclesiástica de la Corona de Aragón’: AnCal 20(1968) 409, n.201.
  3. La comunidad de beneficiados de Peralta o parte de ella en 1600 era la siguiente: 'Se juntó la Rda. Comunidad de los venerables Rector y Beneficiados de la Iglesia de Peralta de la Sal, M°. Joseph Texidor, M°. Miguel Salas mayor, M°. Joan Altemir, M°. Gaspar Salas, M°. Jayme Huguet, M°. Miguel Salas menor y M°. Thomas Teres en el lugar acostumbrado...' (Cit. en A. VIDAL, ‘De re calasanctiana’: RevCal 150 [1925] 409-410). Confróntense los apellidos de esta lista de beneficiados y los de la consignada en la n.45 de este mismo cap., con las siguientes listas de participantes en concejos de Peralta: (en 1566) 'Et primo nos Pedro Calasanz bayle, Anthon Sala de la Pila y Pedro Pallarés jurados del dho lugar de Peralta de la Sal, Phelipe Sala, Joan Eximeno, Joan Gil, Anthon Nofre, Martín Altemir, Miguel Morella, Mateo de Viu, Pedro Sala, Anthon Gomez, Anthon Sala, Joan Ferruz, Andrés Pastor, Joan Rañina, Joan Uguet, Pedro Pilzano, París de Salas, Joan Porquet, Anthon Gastón, Joan de Viu, Pedro Gastón, Anthon Mele, Jayme Altemir, Ramón Gil, Monserrate Sala, Francisco Leonar, Arnau Santiveri y Ramón Comas labradores vecinos y habitadores del dicho lugar...' (RevCal 147 [1925] 180). Y en 1592: 'Et primo nos Anthon Sala major, Joan Gil jurados, Nicolau Albano, Anthoni Joan Pastor, Joan Uguet, Pedro Altemir, Pedro Forton, Joan Sala de la Fuente, Anthoni Naval, mre. Barthomeu del Fort tecedor, Pere Chicot, Joan Ferrus, Cosme Sala, Miguel Sala, Josepe Texidor, Josepe Rayna, Martín Arasanz, Anthoni Adena, Pedro Ranina, París Sala, Barthomeu Yglesia, Pere Leunart, Arnau Santiben, Josepe Meler, Pene Çaidy y Anthoni Gacent todos vezinos y habitadores del lugar de Peralta...' (Doc. Merigó, RegCal 74, n.195). Con ambas listas, además, se reconstruye un reducido censo de los contemporáneos de José Calasanz en su propio pueblo, con quienes tuvo que tratar y convivir tanto él como su familia.