Última revisión de 18:09 16 feb 2016

Cap. 21. Obtiene nuestro Padre de Gregorio XV que los votos simples sean solemnes, y la confirmación de las Constituciones que compuso por orden de Pablo V

Habían pasado cuatro años desde que nuestro Padre con sus compañeros habían tomado el nuevo hábito por orden de Pablo V, y el instituto iba de bien en mejor, y también el crédito de aquellos primeros fundadores. A Pablo V le sucedió Gregorio XV, que también tenía en muy buen concepto a nuestro Padre, y estaba bien dispuesto a favorecerle a él y a toda la Congregación.

El Padre consultó con sus compañeros acerca de pedir la gracia al nuevo Pontífice de que la Congregación fuera declarada Orden Religiosa con votos solemnes, y a todos le pareció bien, así que elevaron una súplica a Su Santidad, quien rápidamente encomendó el asunto a la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares, la cual examinando con maduro consejo todo lo que hacía falta, respondió al Papa que se podía conceder la gracia.

El Papa, muy contento con esto, hizo redactar un Breve, y lo publicó el 18 de noviembre de 1621, el primer año de su pontificado, y pocos meses después, el 28 de abril de 1622, publicó otro Breve con el cual declaraba a nuestro P. José de la Madre de Dios Ministro General de la Congregación u Orden durante nueve años, y le asigna y nombra cuatro compañeros que tendrían voz activa y pasiva con él y representarían al cuerpo de la Orden. Estos fueron los PP. Pedro de la Natividad de la B.V., Viviano de la Asunción, Francisco de la Purificación y Pablo, también de la Asunción, todos ellos religiosos de singular bondad, y por ello muy apreciados, de los cuales he escrito más largamente en otro lugar.

No contento Su santidad Gregorio XV con haber incluido en el número de las Órdenes Religiosas nuestra Congregación, añadió a ello la participación en todos los privilegios disfrutados por las órdenes mendicantes, gracias que eran de gran estímulo para nuestro Padre y sus compañeros para seguir trabajando en el divino servicio.

En estos tiempos la Orden iba creciendo mucho, y se aceptaron muchas fundaciones.

El mismo Gregorio XV confirmó también con su Bula expedida el año segundo de su pontificado, el 31 de enero de 1622, las Reglas o Constituciones que el P. fundador había compuesto y practicado, como se ha dicho más arriba, por orden de Pablo V transmitida por el cardenal Giustiniani.

Al terminar el noveno año de su Generalato, fue confirmado por la Santidad de Urbano VIII en el mismo cargo de por vida, además de otras gracias y privilegios con los que el mismo Urbano enriqueció la Orden en el año 1632, el noveno de su pontificado.

Notas