BerroAnotaciones/Tomo2/Libro3/Cap17
- CAPÍTULO 17 De cómo nuestros asuntos volvieron de nuevo A la Congregación de los Emmos. Cardenales [1646]
Se habían entregado los memoriales antes señalados, y el Excmo. Embajador de Toscana había hecho importantísimas gestiones, en nombre del Serenísimo Gran Duque, para la publicación del Decreto hecho por los Emmos. Cardenales Delegados a favor de N. V. P. Fundador y de toda la Orden, que no deseaba otra cosa, sino ver nuevamente en su puesto a su V. P. Fundador, en su gobierno de General.
Para ello, Su Santidad remitió dichos memoriales a los Eminentísimos Delegados, es decir, Roma, Spada de Brisighella, Ginetti y Queva, y a los Ilmos. y Revmos. Monseñores Paolucci y Albizzi, Asesor éste del Santo Oficio. Sobre este asunto, yo conservo cartas, que pongo a continuación.
Carta
Fuera
Al P. Vicente [Berro] de la Concepción, Sacerdote de las Escuelas Pías. Nápoles.
Dentro
Pax Christi
Los Eminentísimo Delegados han visto el rescripto de Su Santidad a los memoriales presentados acerca de nuestras cosas; dicen que los expedirán que en la primera Congregación, y que muchos los solicitan con esta finalidad. Estamos seguros de que la Congregación tendrá lugar cuanto antes, si no lo difieren las cosas acaecidas de nuevo, como son la venida del nuevo Virrey de Nápoles. Se dice que el Emmo. Barberini se ha ausentado, lo mismo que el Sr. D. Tadeo, con sus hijos. Es cuanto recuerdo con la presente.
Roma, a 20 de enero de 1646.
Servidor en el Señor,
José de la Madre de Dios
Carta 2ª al mismo
[Al P. Vicente [Berro] de la Concepción, Sacerdote de las Escuelas Pías. Nápoles.
Pax Christi]
He recibido la carta de V. R. de mano del P. José [Pennazzi] de San Eustaquio, que llegó aquí el día de San Antonio. En cuanto a nuestras cosas, se sigue solicitándolas, de forma que durante la semana próxima creo se produzca la última resolución. Algunos dicen que con el Breve reducirán la Orden a Congregación de votos simples, sometida al Ordinario, y a que no se enseñe la lengua latina.
Esto van divulgando algunos que querrían la destrucción; lo seguro es que nuestra Orden tiene grandísimos y poderosísimos enemigos. Sin embargo, nosotros no perdemos la esperanza de que permanezca en pie. Como he dicho, esta semana próxima se da por seguro que tengan Congregación los Cardenales, y publiquen la resolución de Su Santidad. Es cuanto por ahora puedo decirle.
Roma, a 27 de enero de 1646.
Servidor en el Señor,
José de la Madre de Dios