BartlikAnales/1668

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Año 1668 de Cristo. Segundo de Clemente IX. 12º de Leopoldo I. 73 de las Escuelas Pías

Este año comenzó un asunto de gran importancia para mejorar nuestro estado, que voy a resumir en pocas palabras.

Entre nosotros se discutía mucho acerca de aquel título que había dado a nuestro instituto el Pontífice Alejandro VII de feliz memoria, llamándolo Congregación de Clérigos Seculares, y deseando y mandando que se llamara así con un documento público.

Pues este título parecía poco adecuado para nuestro estado (¿por qué se nos llamaba clérigos seculares? ¿No nos apartábamos, más bien, del mundo mediante la profesión de votos? ¿Por qué seculares? Pues nos atábamos con nuestras reglas y estatutos, y prestábamos una obediencia mucho más estricta que los clérigos seculares a su obispo). Por esta razón, y principalmente porque con este título estábamos en menos estima por parte de muchos, y no se podía esperar crecer en sujetos entre aquellos que preferían vivir la gracia de la perfección entre los regulares mejor que entre los seculares. Como consecuencia de ello el P. General con el consejo de los Padres Asistentes decidieron dirigir una súplica a Su Santidad para que les devolviera al prístino honor y nombre de que gozaba el instituto con Gregorio XV, y luego con Urbano VIII. Y el consejo y decisión no fueron sin provecho. Pues Su Santidad, inclinado favorablemente a la petición, encargó a una comisión de tres prelados de la Curia Romana, concretamente el Sr. de Vecchis, el Sr. de Rubeis y el Sr. Agnone para estudiar, examinar y discutir este asunto, y darle un informe a él sobre ello. Lo que decidió esta comisión, como ocurrió felizmente el año próximo, entonces lo contaremos. Ahora copiaremos sólo la carta de súplica, que dice como sigue.

Súplica a Su Santidad

“Santidad,
La Orden de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías fue erigida en la Ciudad en 1614 para enseñar gratis a los pobres por S. S. Paulo V con el nombre de Clérigos Seculares de la Madre de Dios, y a ellos se les pidió que cuidaran y dirigieran dichas Escuelas Pías, pero se nombró al P. José de Calasanz su Prefecto mientras viviera. Luego en el año 1617, como la citada Congregación luquesa no tenía mucho interés por la dirección de dichas Escuelas Pías, el mismo Paulo V erigió nuestra Congregación de Clérigos Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, con una tercera constitución que comienza ‘Ad ea per quae Christi fidelis piis moribus etc.’ con emisión de tres votos simples reservados al Sumo Pontífice. Gregorio XV, en su constitución n. 14 que comienza ‘In supremo Apostolatus solio etc.’, con el voto y el consejo de los cardenales S. I. R. delegados para los asuntos de obispos y regulares, a los que había encargado el estudio de este asunto, declaró que los votos simples de la citada Congregación serían solemnes, y convirtió la Congregación en Orden, eliminando la cláusula opuesta al decreto, y derogando los obstáculos. Luego, una vez constituidos en Orden, se obtuvieron todas las gracias y privilegios concedidos y que se concederán a los Mendicantes, mediante la Constitución del mismo Sumo Pontífice, ese año, que comienza ‘Ad uberes etc.’, y también concedió la iglesia de San Pantaleón en la ciudad con las Constitución 45. Luego con la Constitución 17 que comienza ‘Sacri Apostolatus ministerio et.’ Confirmó las Constituciones de esta Orden, y finalmente el 28 de abril de 1622 eligió y nombró a José de la Madre de Dios Ministro General de toda la Congregación, con cuatro asistentes que tendrían voz activa y pasiva durante nueve años.
Del mismo modo Urbano VIII el primero de junio con su Constitución ‘Debitum pastoralis etc.’ en la cual nombra a la Orden de los Clérigos Regulares dicha, les exime de procesiones y otros actos públicos. Y el 7 de agosto, con otra Constitución que comienza ‘Ad uberes fructus’, citándonos como clérigos regulares, prohíbe que nadie pueda erigir escuelas llamándolas pías, y anula las que se habían elegido antes con ese nombre, y también prohíbe el uso de nuestro hábito común, y otras cosas.
El año 1646 el papa Inocencio X en la Constitución 77 decretó la reducción de la Orden a Congregación seglar sin votos, a causa de los litigios y turbaciones que había en la Orden. Y concedió la facultad de pasar a otras, incluso más laxas. Y en otra constitución cuatro meses más tarde renueva los breves obtenidos por algunos religiosos de dicha Congregación para usar el hábito seglar.
Finalmente Alejandro VII el día 6 de abril de 1656, llamando a la citada Congregación secular, en su Constitución ordena que se observen las antiguas Constituciones, que confirma, y nombra un Prepósito General con cuatro Asistentes, y según lo prescrito en nuestras Constituciones, mandó que se emitieran las profesiones con un juramento de perseverancia reservado al Sumo Pontífice. En otra Constitución el día 28 de abril de 1660 estableció que el mandato del General y los Asistentes duraría un sexenio, confirmando lo que dicen las Constituciones con una cláusula irritante.
Por lo cual, reunida nuestra Congregación con su Superior General, y en nombre de toda la Congregación, suplica humildemente que del mismo modo que, conforme al decreto de la Sagrada Congregación de Cardenales para los asuntos de Obispos y Religiosos, Gregorio XV elevó esta Congregación con votos simples al estado de auténtica Orden, del mismo modo se digne devolver a dicha Congregación el decoro y título primigenio, y reintegrarla con un nuevo decreto. Y Dios…”

Esta fue la súplica. Su consecuencia la veremos el año que viene.

Provisión de cargos.

Mientras tanto, y acercándose otro trienio del actual mandato del General, las provincias y casas fueron provistas de nuevos superiores, según el orden que sigue:

En la Provincia Romana

P. José de la Visitación, Provincial.
P. Pedro de la Anunciación, rector de la casa de S. Pantaleo.
P. Benito de Jesús María, rector del noviciado romano.
P. Ricardo de S. Felipe, rector de la casa de Narni.
P. Esteban de S. Cristóbal, rector de la casa de Moricone.

En la Provincia de Nápoles

P. Tomás de S. Agustín, Provincial.
P. Agatón de S. pablo, rector de la casa de la Duchesca.
P. Agustín de Sto. Tomás de Aquino, rector de la casa noviciado.
P. Antonio de S. Carlos, rector de la casa de Turi.
P. Anselmo de la Purificación, rector de la casa de Campi.
P. Gregorio de S. Genaro, rector de la casa de Brindisi.

En la Provincia de Toscana

P. Lorenzo de S. Sixto, Provincial.
P. Carlos de Sto. Domingo, rector de la casa de Florencia
P. Ambrosio de la Visitación, rector de la casa de Castiglione.
P. Esteban de S. Lorenzo, rector de la casa de Fanano.
P. Sebastián de S. Francisco, rector de la casa de Pieve.

En la Provincia de Liguria

P. Jerónimo del Stmo. Sacramento, Provincial.
P. Carlos de S. Benito, rector de la casa de Génova.
P. Esteban de la Madre de Dios, rector de la casa de Cárcare.
P. Juan Esteban de S. Lorenzo, rector de la casa de Savona.

En la Provincia de Germania

P. Pablo de S. Felipe Neri, Provincial
P. Miguel de Sta. María, rector de la casa de Nikolsburg.
P. Bernardo de la Natividad, rector de la casa de Strasnize.
P. Luis de S. Lucas, rector de la casa de Lipnik.
P. Alejandro de la Natividad de la Virgen, rector de la casa de Litomysl.
P. Carlos de Sta. María, rector de la casa de Horn.
P. Tomás de S. Estanislao, rector de la casa de Slany.
P. Andrés de S. Francisco, rector de la casa de Schlackenwerth.

En la Provincia de Sicilia

P. Jacinto de S. José, rector de la casa de Palermo.
P. Carlos de S. Ignacio, rector de la casa de Mesina.

En la Provincia de Polonia

P. Wenceslao del Smo. Sacramento, Provincial.
P. Francisco de Jesús María, rector de la casa de Varsovia.
P. Glicerio de Todos los Santos, rector de la casa de Podolín.
P. Miguel de la Visitación, rector de la casa de Rzeszów.

Aquí estás las provisiones para las casas y provincias de este año. A causa de algunas dificultades no se completó la elección de todos los cargos.

En cuanto a Cerdeña no se ordenó nada, pues se iba a enviar allí un visitador a causa de algunas controversias.

Devoción de las cinco llagas de Cristo

En Frascati, a instancia del Eminentísimo Cardenal Brancacci, ordinario del lugar, se trasladó desde una iglesia de monjas a nuestra iglesia la devoción en honor de las cinco llagas de nuestro salvador, que se llevaba con la exposición del Santísimo durante cinco días seguidos, con cinco sermones sobre las llagas, sin que costara ningún gasto a nuestra iglesia, pues algunas personas piadosas devotas a este oficio de piedad llevaban las lámparas y demás cosas necesarias. No sé con certeza cuánto tiempo duró.

Fundación de Brindisi

El 26 de mayo de este año se terminó de hacer el instrumento de fundación, y fue firmado con todas las cláusulas necesarias por una y otra parte.

En el colegio de Rzeszów este año presente se hizo una conmutación del pío legado de la Ilustrísima Sofía Pudenciana con permiso de Su Santidad Clemente IX. De modo que la fundación que se había hecho a favor de unas monjas, fuera cedida y aplicada a las Escuelas Pías. Se hizo un documento, que dice como sigue.

Breve de cambio

“Clemente IX, Siervo de los siervos de Dios, a nuestro querido hijo y venerable hermano nuestro en el cargo el Obispo de Przemysl, salud y bendición apostólica.
El oficio pastoral que Dios nos ha confiado exige de Nos escuchar de buena gana los justos y honrados deseos de los fieles de Cristo, y en especial los de los príncipes que son gratos y merecedores ante la Sede Apostólica, y de las personas regulares que bajo el suave yugo de la religión prestan servicio en el camino del Señor buscando el bien de las almas, y les concedamos los favores y gracias oportunos. Se nos ha presentado recientemente una petición por parte de nuestros queridos hijos el príncipe Jerónimo Agustín Lubomirski, hijo y heredero del en otro tiempo príncipe también Lubomirski, Mariscal del reino de Polonia y jefe del ejército cuando vivía, y de la Congregación de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, residentes ahora en la población llamada Rzeszów de la diócesis de Przemysl, con una petición, según la cual hace tiempo, en el año 1644 o en un tiempo próximo, Sofía Pudenciana de Borek, natural de Ostro y Duquesa de de Czaslavia, actuando humanamente comenzó a construir en dicha población de Rzeszów un edificio para hacer un monasterio de la Regla de la Penitencia S. Francisco, y que como dote, y cómodo sustento suyo, al erigir el monasterio para soportarlo perpetuamente, de los bienes que Dios le había dado con generosidad destinó una cantidad de 160.000 florines. Luego, cuando el edificio no estaba aún terminado, en su última voluntad pidió a sus herederos que terminaran el monasterio, y demás cosas según se dice en el testamento. Más tarde la iglesia y la casa de los clérigos citados en Varsovia fueron quemadas por los suecos, y el citado Príncipe Jorge, considerando a los clérigos citados totalmente destituidos, y actuando con toda humanidad, y pensando también en los abundantes frutos que habían producido no sólo con la educación de la juventud, sino también con otros muchos servicios a la iglesia, y que intentaban e intentarán seguir produciendo, con la ayuda de Dios, movido por el celo de la caridad, con permiso del Nuncio Apostólico que estaba entonces en el reino, y el del ordinario del lugar, reservado este al beneplácito de la misma Sede, acogió a los clérigos en dicho lugar, nunca habitado por las monjas, y los introdujo para vivir allí sin hacer ninguna fundación o erección canónica de ellos en el monasterio a efecto de que habitaran allí, y destinó a los mismos clérigos el rédito de cuatro mil de los 160.000, y el rédito de 8.000 florines al año. La petición dice también que según los decretos de la Congregación de nuestros venerables hermanos los cardenales S.E.R. encargados de los asuntos de obispos y regulares, los monasterios de monjas de clausura erigidos sólidamente con dote en censos anuales no pueden aceptar el instituto, a causa de que el lugar está sometido a las incursiones de los escitas y de otros enemigos del reino citado, y por otras razones el ordinario de Przemysl no estaba de acuerdo con la erección e institución del monasterio, y recomendó cambiar la voluntad de la citada Duquesa Sofía Pudenciana, y la introducción de los citados clérigos en su edificio, declarando que tal cambio e introducción serán para mayor utilidad de la Iglesia de Dios.
Por lo cual se nos pidió humildemente por parte del Príncipe Jerónimo Agustín y de los clérigos citados que nos dignáramos proveer en este asunto con benignidad apostólica. Nos, pues, al Príncipe jerónimo Agustín y a los citados clérigos, a cada uno en particular, los absolvemos e cualquier excomunión, suspensión, entredicho y demás sentencias , censuras y penas eclesiásticas, de derecho o personales, con cualquier ocasión o causa, que puedan estar vinculadas a ellas, a efecto de conseguir las presentes, y los declaramos absueltos, e inclinados ante las súplicas de tu discreción, por este decreto apostólico mandamos que convoques al monasterio que se iba a erigir e informes a los citados anteriormente, los clérigos citados que están allí y a las monjas que iban a entrar en él, que los censos y frutos que según la voluntad de dicha Duquesa Sofía Pudenciana, con todos los derechos, y la casa que habían sido destinados al monasterio, por autoridad nuestra los sustituyas y entregues a los clérigos, y nadie incomode, perturbe, inquiete o impida al Príncipe Jerónimo Agustín y a los citados clérigos, nunca y bajo ningún pretexto o excusa, y así y no de otro modo deberá ser tenido en cuenta y juzgado por todos los jueces ordinarios, delegados, auditores de las causas del palacio apostólico, y también los Cardenales S. I. R., incluidos los delegados, subdelegados y nuncios de la Sede, y cualquier cosa que atente contra ello será declarado nulo y vacío, tanto si atentan contra ello de manera consciente o inconsciente, con cualquier autoridad. Queremos que tengas en cuenta que con nuestra autoridad, no obstante la voluntad de dicha Sofía Pudenciana, y su mandato piadoso, que especialmente para esta ocasión, cambiamos su deseo expresa, suficiente y oportunamente, y ello a pesar de cualesquier constituciones y ordenaciones apostólicas, incluso los decretos de concilios sinodales o universales, especiales o generales, que ya se han dado o que se darán, y todo lo que se refiera a dicha Congregación, por juramento o confirmación apostólica, con cualquier autoridad, o estatutos, privilegios e indultos, y cartas apostólicas, personales o generales, bajo cualquier tenor y forma, y con cualesquier derogaciones, y otras cláusulas eficaces e insólitas, y todas las demás cláusulas en contra, incluso concedidas muchas veces, aprobadas y otorgadas, o añadidas, por lo que consideramos por las presentes que todo está suficiente y expresamente citado, cada cosa y cada palabra, no sólo las cláusulas generales, sino cualquier tipo de expresión, y todo lo que se haya podido decir de un modo u otro, y a tenor de las presentes derogamos todo lo que vaya en contra especialmente para esta vez, permaneciendo por lo demás en su vigor.
Queremos también que estos clérigos cumplan exactamente con las cargas que hubieran sido impuestas por la citada Sofía Pudenciana, o de lo contrario esta gracia no les llegará.
En Roma, en San Pedro, el año 1668 del nacimiento del Señor, a 20 de marzo de 1668, en el segundo año de nuestro pontificado. C. Astius”

Fundación no aceptada

Así decretó el Sumo Pontífice a favor de nuestra fundación de Rzeszów, la cual, después que se produjera el efecto deseado, vive con mayores ingresos obtenidos en aquel tiempo.

En Germania en este año se os ofreció por parte del Ilmo. Conde Leslio una fundación en el Neustadt en el distrito de Gratz de la Reina, en el reino de Bohemia. Pero no tuvo efecto, porque quería que fueran sólo 6 a fundar, y añadir la parroquia. Dicha fundación con razón no fue aceptada, pues el P. Provincial no quiso que su jurisdicción y la de los suyos estuviera bajo el ordinario, e hizo lo que convenía tanto por la parroquia como por el número insuficiente de personas requeridas según las bulas apostólicas para fundar un colegio.

Además el citado señor Conde parece que también quería darnos algún lugar remoto en la ciudad, donde había acogido al P. provincial y a su compañero cuando iban de paso hacia Nacodio a casa de la Princesa Piccolomini para promover la fundación de Schlackenwerth. Adelante, dijo el P. Provincial: si el conde nos ofrece el edificio del antiguo castillo y la iglesia contigua a él, nos inclinaríamos fácilmente a aceptar aquella fundación para noviciado de Bohemia. Pero en realidad no era esa la intención del Conde, el P. Provincial le presentó sus razones y le rogó que las aceptara, porque deseaba promover el instituto en aquel lugar.

Primer estudio teológico en Slany

En Slany de la misma provincia se abrió en el mes de noviembre el primer estudio de teología, siendo director el P. Tomás de S. Wenceslao, rector de la casa. Se celebraron las primeras indulgencias con procesiones desde los lugares vecinos en la fiesta de S. José Esposo de la Virgen y titular de la iglesia. Dijo el primer sermón el Muy Rev. D. Juan Augusto, decano de Smeczyn. La primera misa de la aurora la cantó el Muy Rev. D. Jorge Blaha, decano del lugar, y la misa principal o mayor la celebró el Rvmo. D. Tomás Pessina, canónigo de Czechorod, y magistral de la iglesia de Praga. En esta solemnidad se puso de manifiesto la generosidad de nuestro excmo. Sr. Fundador, pues regaló manteles para los tres altares, casullas, dalmáticas y capas pluviales de tafetán blanquísimo de Praga, y para que nuestros gastos fueran menores, también tomó medidas en lo referente a la cocina para tratar a los huéspedes, y como no pudo venir personales, envió en lugar suyo a dos padres de la Compañía de Jesús, concretamente el P. Tanner, actual profesor de teología, y el R. P. Zvotby, prefecto de las escuelas.

Número de difuntos y de neo profesos

En este año emitieron la profesión en toda la Congregación un total de 43. Y fallecieron 9 sacerdotes, 3 hermanos operarios y un clérigo.

Muerte del P. Pedro de la Anunciación

Entre los sacerdotes es famosísimo el P. Pedro de la Anunciación, llamado en el siglo Mussesti, longobardo de Vallio, de la diócesis de Brescia, que entró en las Escuelas Pías junto con su padre, y con él fue por obediencia enviado a Venencia a ayudar al P. Melchor de Todos los Santos que estaba entonces allí. Después desempeñó muchos cargos en el instituto, actuando siempre como un buen religioso, especialmente durante la reducción inocenciana: fue enviado a Florencia, para mantener en orden aquella casa y toda la provincia. Fue rector de Florencia, de Ancona, de Roma, y desempeñó el cargo de Asistente General después que lo nombrara nuestro V. P. Fundador por mandato del Capítulo General. El 5 de diciembre, a causa de una ardiente fiebre, encontró el refrigerio eterno, a los 66 años de edad.

Muerte del H. Pedro de Sta. Silvia

Entre los hermanos operarios se alaba por el don de oración y por la pericia en cuestiones espirituales al H. Pedro de Sta. Silvia, que a causa de esas virtudes mereció ser nombrado vicemaestro de novicios. Falleció en Palermo el 26 de diciembre a la edad de 35 años.

Y de la Ilma. Dña. Claudia Thaultini

Además de los dos nuestros, merece ser citada también la Ilma. Dña. Claudia Thaultini, cofundadora de nuestra casa de Chieti. Mientras vivió nuestro V. P. Fundador la honró y consoló con muchas cartas, y él mismo se encomendaba mucho a sus oraciones. Nuestro instituto debe estarle agradecido además porque en su último testamento hizo heredero de todos sus bienes a nuestra casa de Chieti. Falleció en el Señor el 15 de julio. Después de su fallecimiento se hizo el inventario por medio de D. Jacinto de Antonio Fero, en presencia del P. Ángel de Sto. Domingo, Asistente General, y otros de la casa de Chieti.

Fiesta de Santa Ana

Este mismo año la Congregación de Ritos hizo un decreto a favor de nuestra casa de Chieti con ocasión de la fiesta de Santa Ana, que dice lo siguiente:

“La Sagrada Congregación de Ritos, a petición de los PP. de las Escuelas Pías de la ciudad de Chieti, supo que el obispo decretó la celebración de José de León, recientemente introducida en esa ciudad por devoción suya, en el día de santa Anta; decreta y manda que se transfiera a otro día de la infraoctava que indicará el arzobispo, pues ese cambio es muy perjudicial a los padres citados ya que celebran en ese día en su iglesia la solemnidad de la titular santa Ana desde tiempo antiquísimo.
M. Ginetti, obispo de Porto. Bernardo Casalis, secretario de la S. Cong. De Ritos”.

Caso de Génova

En Génova de Liguria, después de muchos años, por fin se cambiaron las ventanas de papel por otras de cristal por obra del P. Rector, pero no gustó que quisiera abolir la acostumbrada devoción en nuestra comunidad de rezar el rosario en el oratorio público, y como en tal asunto unos estaban a favor y otros en contra, el P. Provincial mandó que se tocara la campana de manera acostumbrada, y que fuera quien quisiera a practicar esa devoción, y los que no, que no fueran. Así lo cuenta el P. Gabriel con fecha 26 de julio.

Y estas son las cosas que ocurrieron para ser escritas este año. Y ahora pasemos a un nuevo año.

Notas