Galitzia/Tercer año del gobierno del Rvmo. P. Provincial Szychi
Contenido
- 1 Tercer año del gobierno del Rvmo. P. Provincial Szychi
- 1.1 Los PP. Juan Skrzynewski, Ambrosio Siedlechi y Ramón Siemiascko, secularizados
- 1.2 Informe sobre nuestras escuelas presentado al Excelso Gobierno por el visitador Francisco Hoffman
- 1.3 Infausta suerte de las escuelas de Chelm
- 1.4 Los profesores de Chelm son destinados a otros lugares
- 1.5 Quejas por el cierre de las escuelas de Chelm
- 1.6 Mandato del Gobierno para que se abran las escuelas de Chelm
- 1.7 Nota del P. Provincial en la que comunica al Gobierno que no puede abrir las escuelas de Chelm
- 1.8 Respuesta del Excelso gobierno a esta petición
- 1.9 El P. Provincial, tras considerar las circunstancias, piensa restaurar las escuelas de Chelm
- 2 Notas
Tercer año del gobierno del Rvmo. P. Provincial Szychi
Comienza el 20 de julio de 1802.
Los PP. Juan Skrzynewski, Ambrosio Siedlechi y Ramón Siemiascko, secularizados
Vuelto a Cracovia el P. Szychi, tras recibir de Roma el decreto para dejar partir al P. Juan Skrzynewski (que quería secularizarse), y deseando ponerlo en práctica cuanto antes, fue a ver al Ilmo. Administrador y le informó abiertamente sobre todo lo referente a aquel asunto. El Ilmo. Administrador, persona muy adicta al P. Provincial y a toda nuestra congregación, después de pensar maduramente el tema, ordenó inmediatamente en nombre propio que se agilizara la secularización, guardando en su archivo el documento enviado de Roma. Una vez hecho esto, puso en obra al pie de la letra lo que se indicaba en el documento romano, poniendo de manifiesto que el P. Juan Skrzynewski era un hombre de naturaleza violenta, que excitaba a las turbas, y ello retrasó bastante este asunto. En el archivo provincial se guarda una copia del decreto romano. Obtenida al fin la provisión y llevada a cabo la secularización por parte del Ilustrísimo Administrador José Ocklowski, el P. Skrzynewski recibió el decreto, y después de tanto alboroto abandonó de manera legal nuestra Congregación o, más bien, él mismo se separó de nuestra comunidad, a la que pertenecía de una manera ilegal. En este año fueron borrados de nuestro registro otros dos vagabundos de nuestra Provincia, concretamente los P. Ambrosio Siedlechi, que se encontraba en el círculo de Radom, y Ramón Siemiascko, trásfuga de Prusia. Obtuvieron de Roma su breve de secularización, como el anterior. Lo lamentable es que obtuvieron la secularización sin ningún recurso al P. Provincial ni al P. General, y sin ningún testimonio. Por lo demás, si estos breves fueron obtenidos de manera subrepticia, sólo Dios lo sabe, pero sea bendito por siglos el que libró clementemente a nuestra Provincia de estas tres personas.
Entre las muchas cosas referentes a nuestras escuelas al P. Provincial por parte del Ilmo. Hoffman, hay que mencionar otra que les llenó de alegría a él y a su Consejo, concretamente que las escuelas de Radom, que hasta entonces habían estado ocupadas por los oficiales del Tabaco, por fin, después de tantas dificultades y molestias recibidas antes de su llegada a Radom, por orden del Excelso Gobierno debían ser evacuadas, y en presencia suya los estudiantes, que estaban recibiendo clase en rincones del colegio, podrían trasladarse a sus locales propios. Los oficiales del Tabaco habían ocupado una gran parte del colegio para su uso, como puede leerse en lo escrito más arriba.
Informe sobre nuestras escuelas presentado al Excelso Gobierno por el visitador Francisco Hoffman
Designado por Viena y enviado por el Excelso Gobierno el Ilmo. Sr. Francisco Hoffman para visitar y ordenar las escuelas de Galitzia Occidental, mandó muchas cosas nuevas para llevar a cabo en nuestras escuelas de Opole, lo mismo que en las demás, para que se ajustaran a las normas de los gimnasios de los territorios hereditarios de Austria de su S.C.R. Majestad, y tomó nota para al Excelso Gobierno de muchas cosas necesarias en cada uno de los lugares. Cuando volvió de su visita de las escuelas hizo un informe con lo que había visto en cada una de ellas y lo que debía hacerse. Luego nos envió los informes de las escuelas de Opole, Radom y Lukow en las que se veía que estaba inclinado su ánimo a favor nuestro. Prueba de ello son las copias de los informes que se conservan en el Archivo Provincial, Caja 14, fascículo 1, cada una conservada con su número.
Infausta suerte de las escuelas de Chelm
En cuanto a las escuelas de Chelm, por diversas causas, corrieron otra suerte. La primera: habiéndose establecido en el colegio la oficina circular, ocuparon no sólo las salas destinadas a clases, sino buena parte de las habitaciones de los religiosos, sin respeto a la clausura, y las destinaron incluso a vivienda para mujeres, y la casa religiosa y las escuelas se convirtieron casi en una taberna pública. El P. Provincial, después de su primera visita en 1801, expuso inmediatamente con todo detalle al Ilustrísimo Gobernador y a todo el Excelso Gobierno el miserable estado de la casa y las escuelas de Chelm para que hicieran algo, como puede verse más arriba, en una nota del 21 de septiembre de 1801.
Segundo motivo. El Ilmo. Capitán del Círculo de Chelm, Sr. Sierakowski, que estaba ocupando casi las tres cuartas partes del colegio de Chelm con sus oficiales, exasperado por esta petición justísima del P. Provincial, comenzó a mostrar su furor contra el P. Rector, y a declarar públicamente que iba a expulsar a los nuestros y las escuelas del colegio de Chelm, y a ocupar toda la casa. Y no se detuvo en las amenazas. Pues en ausencia del Gobernador, que estuvo fuera de Cracovia durante casi diez meses, contactó a algunos de los Consejeros, y tenía mucha esperanza de poder llevar a cabo su intento.
Tercero. Después que el Il. Capitán recibió la noticia de que el Muy Il. Sr. Hoffman iba a visitar todas las escuelas de Galitzia Occidental, concibió una gran esperanza de que le ayudara en su intento, y oportunamente le escribió a Cracovia, e indujo a algunos oficiales subordinados de Lublin y a algunos nobles para que le pidieran que quitara las escuelas de Chelm, de modo que el mismo Ilustre Hoffman respondió que dudaba que las escuelas de Chelm pudieran continuar.
Cuarto. Con esta prevención en contra, vino a Chelm el Muy Il. Sr. Hoffman y fue recibido gentilmente por el Ilmo. Sr. Capitán Sierakowski, quien le convenció con sus razones para que enviara su opinión al Excelso Gobierno de que las escuelas de Chelm no podían continuar según las presentes circunstancias, por lo que después de visitar las escuelas, a diferencia de las demás, no dejó ninguna norma para ellas, sino que al P. Rector de Chelm le prescribió, entre otras cosas, este primer punto: “Hasta que el Excelso Gobierno determine algo sobre el futuro del Gimnasio de Chelm, puede retener hasta final de curso el método usado por las Escuelas Pías”. El informe que envió al Excelso Gobierno, en alemán, se encuentra en el Archivo de la Provincia, nº 11.
Quinto. Cuando el P. Provincial vino a Chelm y fue informado de todo esto, no vaciló en decir, cuando le preguntaron, que estaba dispuesto a trasladar los profesores del colegio de Chelm a otro, y que no se preocuparía de nada más. Sin embargo no tomó ninguna determinación hasta que regresó a Cracovia y fue informado por uno de los Comisarios que el Excelso Gobierno había concluido que se debían suspender las escuelas de Chelm hasta que se encontrara una casa para el Círculo, y esta opinión había sido transmitida a Viena.
Los profesores de Chelm son destinados a otros lugares
Hacia mediados de agosto el P. Provincial tomó disposiciones, convencido por el peso de las razones anteriores, para enviar a los profesores de la casa de Chelm a otras casas, y dijo al P. Rector que no esperase que le enviara otros.
Quejas por el cierre de las escuelas de Chelm
Cuando a principios de septiembre debían abrirse las escuelas, pero según la orden reciente no se abrieron, y no llegó ningún profesor a Chelm, los ciudadanos comenzaron a quejarse, y principalmente los oficiales del Círculo, que hasta entonces habían enviado a sus hijos a la escuela. Los mismos que habían pedido que se quitaran las escuelas, ahora insistían para que se revocara esa decisión, y enviaron sus peticiones al Excelso Gobierno para que En Viena se diera un decreto para que se mantuviesen las Escuelas Pías. El P. Rector informó de todo esto al P. Provincial, pero él, obligado por las dificultades de los tiempos y la escasez del personal, no lo tuvo en cuenta, y persistió en su decisión hasta que el Gobierno determinase algo en este asunto. Llegó entonces a Cracovia el Ilmo. Gobernador Transmandorf, el único con el cual podían arreglarse las cosas. Y pocos días después de su venida llegó la orden del Excelso Gobierno de abrir las escuelas de Chelm, que estaban cerradas desde agosto.
Mandato del Gobierno para que se abran las escuelas de Chelm
“Rvdo. Sr. Provincial de los Escolapios. El gobierno ha recibido con dolor la acusación del Círculo de Chelm de que los profesores de las escuelas han sido trasladados, y que por ello los hijos de los oficiales se han quedado sin escuela y sin profesores, por lo que piden con insistencia al Gobierno que ordene que los profesores vuelvan cuanto antes y comiencen las clases, lo mismo que fue ordenado por el mandato de la corte de fecha 22 de agosto, que el colegio de Chelm permaneciese tal cual. En Cracovia, a 1 de octubre de 1802. Ridheim, entregado en mano el 23 de octubre”.
El P. Provincial, tras recibir la orden, a los cinco días envió su humildísima petición al Excelso Gobierno, según la nota que sigue.
Nota del P. Provincial en la que comunica al Gobierno que no puede abrir las escuelas de Chelm
“Excelso Gobierno de la S.C.R. Majestad de Galitzia Occidental.
El mandato del Excelso Gobierno fechado el 1 de octubre del c.a. nº 18116, acerca de que se volviera a dar clase en el Colegio de Chelm me fue entregado en mano por la Oficina circular el 23 del mismo mes. En respuesta a ese mandato permítaseme explicar humildemente al Excelso Gobierno por qué envié los profesores de las escuelas de Chelm a otros lugares, y cómo hoy no estoy en condiciones de suministrar otros profesores a esas escuelas.
Ya el 21 de septiembre del pasado año 1801 expresé humildemente al Excelso Gobierno las muchas dificultades que sufríamos en Chelm después que fueron ocupadas por la Oficina Circular las escuelas y la mayor parte del colegio. Y que, desaparecida la clausura religiosa, y viviendo mujeres en el colegio, se presentaba una grave ocasión a los profesores jóvenes para divagaciones varias y corrupción de costumbres. De lo cual hemos tenido muchas experiencias negativas. Por lo que es claramente imposible desempeñar la tarea escolar en estas circunstancias. Por ello supliqué que se nos transfiriera a otro lugar puesto que la Oficina Circular no podía trasladarse.
Pero como la resolución del Excelso Gobierno de fecha 6 de noviembre del mismo año 1801 nº 19169 no decidió nada en este asunto, esperé que la anunciada visita a las escuelas para establecer un nuevo plan de estudios determinara tal vez algo para concluir este asunto.
Fue afectado a esta visita el Muy Ilustre Sr. Hoffman, hombre de gran juicio y experto en las instituciones públicas, el cual no dio ninguna indicación para las escuelas de Chelm, sino que siguieran en el mismo estado en que estaban, como consta en la copia de los puntos que dejó y que me remitió el Rector de Chelm para mi información, y que en cierto modo daba respuesta a mi carta del 21 de septiembre de 1801. El mismo Sr. Visitador de los Gimnasios me habló oficiosamente del asunto, y me informó que en su relación acerca de las escuelas de Chelm pedía al Excelso Gobierno que, puesto que el Il. Sr. Capitán del Círculo con su familia no podía o no quería abandonar el colegio, debían cesar las escuelas, puesto que continuaba el peligro de corrupción de los profesores jóvenes en el colegio.
Después fui a Chelm para visitar el colegio según mi cargo, y llegó a mis oídos el rumor público, confirmado tanto por los Sres. oficiales del Círculo, como por otros ciudadanos nobles del distrito de Chelm, de que ya no habría escuelas en Chelm. Vuelto a Cracovia, tuve una conversación privada con algunos Magníficos Sres. Consejeros, y me dieron a conocer la opinión del Excelso Gobierno de que debían cerrarse las escuelas de Chelm, hasta que se diera un decreto para que se diera otro lugar al Oficio Circular y se trasfiriera del Colegio. Sintiendo pena por la suerte de mi Congregación, decidí sin embargo abandonar las escuelas de Chelm, pues en estas circunstancias no es posible ejercer el oficio de enseñar según nuestra Profesión, perdiendo cada año profesores jóvenes, pues en el espacio de seis años hemos perdido ocho sujetos en Chelm.
Así, pues, envié a dos jóvenes a enseñar a otros colegios donde ha aumentado el número de alumnos, mientras que el tercero, Ciepkowski, como el Excelso Gobierno sabe, abandonó el hábito religioso y volvió al mundo.
Hice todo esto de buena fe, y no pensé sino que el Excelso Gobierno en respuesta a la mía del 21 de septiembre del año pasado, o bien suspendía las escuelas de Chelm a causa de no poder trasladar a otro lugar la Oficina circular, o bien las consideraba innecesaria en aquel lugar. Hoy se me pide que cuanto antes envíe profesores para reabrir las escuelas de Chelm, y no encuentro el modo de satisfacer esa orden, por más que quiera. Hoy he tenido la primera noticia del decreto áulico del 12 de agosto de los corrientes. El mandato del Excelso Gobierno de fecha 1 de octubre con la orden de reabrir las escuelas lo recibí el 23 de octubre, cuando yo había distribuido los profesores en julio y agosto, y hoy no tengo ninguno disponible. Pues ya están enseñando en las escuelas desde hace dos meses, y es imposible volver a juntar las clases que se han dividido en esos gimnasios a causa del elevado número de alumnos sin crear una gran perturbación. Por lo que dirijo al Excelso Gobierno la humilde petición de que se digne benévolamente suspender el mandato de reabrir las escuelas hasta el futuro año escolástico, y que mientras tanto provea con singular benevolencia para que se nos devuelva la clausura religiosa y se separe la vivienda de las mujeres de las habitaciones de los religiosos. Pues de otro modo ni podemos ejercer nuestro ministerio de manera conveniente, ni podemos dedicarnos a la educación de los jóvenes. En Cracovia, a 28 de octubre de 1802. Antonino Szychi, Provincial de las Escuelas Pías de Galitzia occidental, m.p.”
Respuesta del Excelso gobierno a esta petición
“10019. Al Provincial de los Escolapios.
En relación con el decreto del Excelso Gobierno de fecha 20 del pasado mes, nº 21565, y de su petición al Excelso Gobierno con fecha 28 de octubre, se le notifica que puesto que la restauración del gimnasio cerrado se ha pedido por la Suprema Instancia, el Supremo Gobierno no tiene la potestad de oponerse a esta Orden Suprema, por lo cual el P. Provincial debe proceder sin demora a llevar a cabo el decreto del Excelso Gobierno de fecha 1 de octubre del c.a., nº 18116, junto con la orden nº 8704 entregada el 20 de octubre del c.a., y debe abrir cuanto antes el gimnasio de Chelm, pues se han notificado oficiosamente estos decretos a los ciudadanos de aquel Círculo para su tranquilidad, y que no está autorizado a convertir simples rumores privados en decisiones públicas, ni puede acelerar las cuestiones oficiales. A propósito de esto se notifica también al P. Provincial en relación con el Oficio Circular de Chelm que el Excelso Gobierno ha tomado disposiciones y se ha aprobado un presupuesto para que se construya un edificio de modo que cuando esté terminado el colegio de los Escolapios de Chelm vuelva a su antiguo destino. En Cracovia, a 9 de diciembre de 1802. Rydheim. Entregado en mano el 10 de enero de 1803”.
El P. Provincial, tras considerar las circunstancias, piensa restaurar las escuelas de Chelm
Al recibir este segundo mandato del Excelso Gobierno, por la misma dilación en su entrega (pues aunque el decreto era del 20 de noviembre no se entregó hasta 10 de enero), entendió fácilmente que había algunos que no apreciaban nuestro instituto y que usaban esta estratagema para mostrar ante la Altísima Corte que el P. Provincial era un rebelde ante las disposiciones y mandatos de la Corte, y así acelerarían la extinción de las escuelas de Chelm, así que para evitar esas maquinaciones, el P. Provincial se decidió a restablecer sin demora las escuelas de Chelm, y envió la siguiente nota al Excelso Gobierno.