Galitzia/1805

[1805]

Respuesta del Gobierno a esta explicación del P. Provincial

“Nº 997. Al Provincial de los Escolapios

En vigor del Alto Decreto del Gobierno nº 782 de fecha 10 de los corrientes, se declara al Provincial en nombre del Supremo Gobierno, en respuesta a su relación del 27 de diciembre del año pasado, que la confirmación dada para que los rectores de los colegios pudieran ser al mismo tiempo prefectos de los gimnasios de la Orden estaba condicionada a que los rectores poseyeran la competencia científica requerida para ejercer el cargo de prefecto; en el caso de que carezcan de este requisito, se manda y ordena que se designe un prefecto idóneo que, en cuanto miembro de la Orden, esté bajo la jurisdicción del rector. Esta organización es tanto más necesaria puesto que aunque el rector se dote de un sustituto idóneo para ejercer el cargo de prefecto, de ello se derivan muchos inconvenientes:

1.Que a este profesor sustituto del Rector en el cargo de prefecto se le quita la gratificación personal.

2.Que este profesor sustituto no puede tener entre sus compañeros profesores la autoridad del prefecto real.

3.Que si tiene que dar clase, no puede ejercer todas las funciones del prefecto, pues durante el tiempo de las clases conviene que como prefecto visite las diversas clases durante el horario escolar, y compruebe el método de enseñanza de los profesores y la aplicación de los alumnos, lo cual un sustituto que además tiene que dar clase no puede hacer.

Por lo demás, al Excelso Gobierno le llama mucho la atención la queja del P. Provincial de que si son hechos prefectos los sacerdotes jóvenes les salen crestas, y ya ni se dedican a las letras, ni quieren someterse a los superiores. Ocurre a menudo que aquí y allá aparecen individuos que olvidan las obligaciones de su Orden y se sientan proclives a una vida más libre, y que este mareo afecte a toda la congregación religiosa, para cuya subvención se han hecho y se seguirán haciendo tantos gastos en el futuro, y a cuyas manos se ha confiado buena parte de la educación pública, por lo cual merece una gran consideración por parte del Excelso Gobierno, el cual desea recibir una explicación completa sobre este asunto, y manda al Provincial que envía una relación sobre ello al Gobierno respondiendo a los siguientes puntos:

1.Si el espíritu de disolución y huida de la soledad del claustro afecta a todos los religiosos escolapios jóvenes, como parece desprenderse de su explicación.

2.Qué medios ha puesto hasta ahora para mantener la observancia regular y si ha exhortado a los superiores locales para que le ayuden en esta cuestión.

3.Qué medidas le parecen necesarias para mantener en el futuro la observancia religiosa y el orden en todas las cosas.

En Cracovia, a 31 de enero de 1805. Baum”.

Respuesta del P. Provincial a esta resolución del Gobierno

“Excelso Gobierno de la S.C.R. Majestad de las Galitzias.

He recibido con sumisión de ánimo la Alta Orden 782 del Excelso Gobierno en respuesta a mi relación con anexo de fecha 27 de diciembre del año pasado. Apoyándome en la bondad del Excelso Gobierno me atrevo a ofrecer una explicación simple a los tres puntos de la Alta Resolución.

1.En primer lugar certifico de buena fe que todos los rectores de los colegios son conocedores de las materias (exceptuando el conocimiento de la lengua alemana) que está mandado se enseñen en los gimnasios. No hay ninguno de ellos que no haya enseñado en las clases superiores, y que no pueda hacerse cargo de las escuelas o asumir el cargo de prefecto. Por lo que declaro abiertamente que si se pretendiera este cambio de prefectos se trataría de una recompensa incompatible con nuestro estado. Pues todos vivimos en común, todos nos dedicamos a la educación de la juventud por nuestra profesión jurada, y todos nos obligamos a cargar con las tareas conformes con nuestras fuerzas. Por lo que si se introdujeran recompensas para individuos concretos, nuestra Orden se vería obligada a sustituir las recompensas divinas por otras más viles y peores. Los sustitutos de los rectores gozan de algunos beneficios tácitos, como el dedicarse a enseñar en los gimnasios jóvenes que acaban de llegar, y otros similares.

2.El título de sustituto del Prefecto da autoridad para mantener en su oficio a los profesores. Pues además de que nuestros profesores se dedican a enseñar en la escuela por su voto, tienen dos censores próximos de su diligencia y moralidad. Y si alguno quisiera evadir de algún modo la autoridad del sustituto, a este le resulta fácil recurrir al rector, supremo prefecto, pues todos están bajo el mismo techo. Sería más de temer el que, separados los cargos de rector y de prefecto, el prefecto con los profesores quisiera separar la persona del religioso de la persona del profesor, que están unidas en cada sujeto, contra la autoridad del rector. Lo cual, debido a la naturaleza humana, podría ocurrir fácilmente entre jóvenes.

3.No es ningún obstáculo para la supervisión interna de los profesores y estudiantes el que el prefecto sustituto enseñe en su clase. Pues siendo él diligente y morigerado, de modo que entre en clase inmediatamente después del toque de campana para los profesores, da un eficaz ejemplo de diligencia a los demás. Además ocurre que si el prefecto se dedica a enseñar en su clase, exhorta al trabajo a sus coetáneos. Además también el rector va a visitar las escuelas a veces, y controla la diligencia y las costumbres de profesores y alumnos. Y lo que es más importante, como cada mes se hacen exámenes en cada clase de las últimas enseñanzas y de cuestiones religiosas, lo cual constituye un estímulo para la diligencia de profesores y alumnos, es más eficaz que haya dos personas presidiendo los exámenes como árbitros y jueces, concretamente el rector en cuanto prefecto, y su sustituto, que no sólo una, el prefecto. A toda esta explicación tengo que añadir que aunque quisiera establecer prefectos que no dieran clases, de ningún modo podría hacerlo, a causa de la escasez de individuos. Pues hoy día no tengo cinco profesores en todos los gimnasios. Por lo que si tuviera que retirar a cuatro para prefectos, apenas me quedarían algunos para enseñar en las clases superiores.

En lo que se refiere al Alto Mandato y la respuesta a los tres puntos, respondo suplicantemente lo siguiente.

1.No hay ningún espíritu de disolución. Ocurre sin embargo que los superiores experimentan algunas dificultades con la obediencia de los súbditos. Este mal se debe principalmente a tres causas.

a.La profesión solemne se retrasa hasta los 24 años. Y entonces algunos que se han aprovechado de los estudios de las letras ofrecidos por la Orden y planean vivir por su cuenta una vida más libre, para ser más fácilmente expulsados se muestran indisciplinados con los superiores.

b.La escasez de nuestros ingresos y el elevado precio de todas las cosas en estos tiempos. Pues esto es el pretexto para que algunos de los profesos busquen la secularización y el desempeño de beneficios.

c.Las condiciones ofrecidas a los profesores seglares en la educación pública, que invitan a buscar empleo en los gimnasios. Algunos religiosos imprudentes creen que también a ellos se les deben estas condiciones, y olvidando su profesión y la escasez de nuestros ingresos las exigen a sus superiores.

2.Se usa la benevolencia paterna al tratar con los individuos. Se usa el procurar comodidades, en la medida de lo posible. Se usan las advertencias paternas acerca de las obligaciones del estado al que el religioso dio su nombre. Todas estas cosas las recuerda el Provincial tanto a los superiores como a los súbditos, por carta y de manera oral en el tiempo de sus visitas.

3.Los medios que parecen más oportunos para consolidar la subordinación en el futuro y que resultan opuestos a las causas, que las debilitan actualmente son:

a.Que la admisión a la profesión solemne se haga a una edad no posterior a los 21 años después de pasar tres años íntegros en la Orden, en lugar de admitirlos después de cumplir los 24 y tres años en la Orden.

b.Mejorar los ingresos comunes, no los particulares. Pues mejorando el bien común, como conviene al estado religioso, de modo que goce de mejores comodidades para los maestros, de modo que estos tras gastar sus fuerzas y llegar a la ancianidad gocen de una cierta comodidad de vida. Repito en este lugar las peticiones enviadas el año pasado a la Altísima y a la Alta Potestad para que graciosamente se dignara conceder un aumento suficiente, tanto de los ingresos anuales concedidos por la Ínclita C.R. Comisión delegada para establecer el Fondo Eclesiástico como de los subsidios generosamente concedidos para el noviciado y el Provincial de nuestra Orden en Galitzia, desprovista de ingresos y de bienes por el Rey de los prusianos, y de capitales interceptados por el mismo Rey y por el Emperador de los rusos, aunque no desprovista de la esperanza de gozar de la generosa bondad de la S.C.R. Majestad que la misma goza en otros territorios de la Serenísima Casa de Austria, de modo que compadecida de su menor fortuna, le conceda al menos parte de los bienes que le pertenecen en Ziclonka, situados en el círculo de Radom en Galitzia Occidental, y de los elevados capitales correspondientes a ellos, perdidos sin duda después de la triste dispersión de Galitzia Oriental.

c.Que el Excelso Gobierno promulgase que las condiciones ofrecidas a los profesores seglares no se aplican a los profesores obligados por los votos religiosos. Pues a los profesores seglares en razón de su estado se les ofrece comida, vestido, calefacción, luz, servidumbre, médico, medicinas y todo otro tipo de comodidades.

Someto esta simplicísima explicación y respuesta al severo juicio del Excelso Gobierno, y suplico su buena voluntad favorable para con la Orden dedicada pro su profesión jurada a la publica instrucción. En Cracovia, a 13 de marzo de 1805. E.S. etc.”

El P. Provincial ruega que se acelere la promulgación del decreto para que se haga la profesión solemne después de cumplir los 21 años

Antes de que el Gobierno entregase en mano el segundo decreto al P. Provincial, y antes que él les enviase su respuesta, que se acaban de copiar, solícito por el bien de la Congregación y por sujetar a los jóvenes que se iban de la Orden, envió una súplica al mismo Gobierno para que se dignara extender también a nuestra Galitzia la ejecución del Altísimo Decreto que se aplicaba en otros territorios para que la Profesión Solemne se hiciera después de cumplir los 21 años.

“Excelso Gobierno de la S.C.R. Majestad de las Galitzias.

Como es obligación mía el esforzarme por eliminar todo lo que impide el crecimiento de la Orden de los Escolapios, y como considero que un impedimento no pequeño de este tipo es la dilación de la profesión hasta los 24 años de edad, me dirijo al Excelso Gobierno con la súplica de que suprima este impedimento, confiando en su bondad. En otro tiempo, cuando eran admitidos a hacer la profesión solemne de los votos a los 18 años de edad tras dos años de probación, no pensaban ligeramente sobre el abandono del hábito religioso, por lo que perseveraban en su vocación y la Orden de los Escolapios aumentaba en número. Ahora, como no está permitido hacer los votos solemnes a los 18 años, son pocos los que perseveran, pues aunque son muchos los que al llegar a esa edad piden ser admitidos al noviciado, una vez admitidos, después de pasar los dos años de noviciado, como no son admitidos a los votos, y mientras tanto adquieren una formación cada vez mejor, comienzan a pensar en abandonar el hábito, y antes de cumplir los 24 años prescritos para su profesión religiosa lo abandonan, traicionando al mismo tiempo la expectación pública y la confianza en que crezca el instituto de las Escuelas Pías. Este mal si obviaría si se permitiera en Galitzia Occidental lo que está permitido en Galitzia Oriental, que se hicieran los votos solemnes a una edad no superior a los 21 años, después de tres años completos en la Orden, en lugar de nos admitidos hasta cumplir los 24 y tres en la Orden. Lo cual suplico con insistencia. En Cracovia, a 9 de febrero de 1805. E.S.S.P. m.p..”

Respuesta a esta petición

“Nº 3370. S.C.R. Oficina Circular de Cracovia al Provincial Sokolowsi de los Escolapios.

Puesto que en breve tiempo se llevará a cabo la equiparación de las normas recientes y antiguas sobre el clero regular en Galitzia, en respuesta a su petición de fecha 9 de febrero del c.a., de acuerdo con el Decreto del Excelso Gobierno de fecha 15 de marzo del c.a., se le significa por la presente que no puede abstenerse de observar la norma de 1 de mayo de 1797 con respecto a la edad en la que los religiosos deben emitir la profesión religiosa. Cracovia, 23 de marzo de 1805. Fridenthal”.

El P. Provincial apoya el estudio filosófico con libros

Mientras se ocupaba de estos asuntos dificilísimos, que ocupaban al P. Provincial durante el segundo año de su gobierno, no se olvidó de apoyar el estudio de los nuestros.

Puso su empeño en apoyar el estudio filosófico de Lukow, a pesar de que era un obstáculo la escasez de individuos. Y para que pudieran estudiar más fácilmente la física, adquirió con gastos considerable la Física escrita por el célebre Joseph Ossinski de nuestra antaño Provincia de Polonia, e impresa en nuestra imprenta de Varsovia.

Lo mismo con la teología

Por la misma razón llevó consigo de Radom a Cracovia a tres jóvenes, Segismundo Wisniewski, Florián Herzog y Estanislao Krutkowski, y para que se dedicaran a estudiar fuera de la escuela la teología moral, compró para la biblioteca de la Provincia cuatro ejemplares de la teología sistemática de Antonio Laly, en tres volúmenes. Los estudiantes de teología citados respondieron a tanta solicitud verdaderamente paternal, se dedicaron seriamente al estudio, y cuando se presentaron al examen fueron considerados aptos, así que el sábado antes del Domingo de Pasión fueron ordenados sacerdotes.

En el archivo de la Provincia se conservan algunos documentos referentes a otros asuntos personales, como la dimisión de Juan Zabecka y la petición para retrasar la profesión de Martín Ponderski.

Se compran manteos religiosos para los estudiantes de teología

El P. Provincial ordenó la uniformidad de vestidos en la casa de Cracovia para los padres que residían en esa casa, de modo que cuando salieran a la ciudad llevaran manteo, y como ocurre a menudo que deben comparecer en público todos juntos, o presentarse de manera oficial, para que nuestros estudiantes de teología pudieran ir junto con los padres en público, mandó comprar para este fin tres manteos para uso común, mandando conservar cada uno el suyo, de manera que luego sirvieran para sus sucesores.