Galitzia/Tercer año del gobierno del P. Erasmo Sokolowski, Provincial de Galitzia

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Año 1806
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Tercer año del gobierno del P. Erasmo Sokolowski, Provincial de Galitzia

Acción escandalosa del P. Simón Przybilewski en el colegio de Lukow

Su segundo año de gobierno terminado con las visitas de las casas, trajo consigo algunos otros acontecimientos al P. Provincial que se citarán en orden aquí. El primero, tuvo lugar en el mes de octubre de 1804 en el colegio de Lukow, y fue la acción sediciosa y escandalosa del P. Simón Przybilewski, profesor de Poesía, perpetrada contra el P. Chelatowski, profesor de filosofía y matemáticas de los nuestros. Ofrece completa información de su nefasta acción el siguiente decreto, obra del M.R.P. Martin Eysimont, Ex Provincial y Juez delegado, y que dice lo siguiente.

Decreto sobre ello

“En el nombre del Señor, amén.

Después de invocar al Juez de los cielos, que conoce los corazones de los hombres, como el Rvmo. P. Erasmo Sokolowski, Prepósito Provincial, me envió el 23 de diciembre la patente como juez, tras llevar a cabo cuidadosas investigaciones, en el tiempo necesario, y tras reflexionar con mis graves asesores, descubrí que el P. Simón Przybilewski, sacerdote profeso de nuestra Orden, como si hubiera sido trastornado por algún astro, y olvidándose de toda corrección, sin tener para nada en cuenta al rector del lugar, se opuso a él maliciosamente, de modo que habiendo ordenado aquel en su ausencia que se trasladara una cama del internado, él intentó recuperarla del lugar a donde había sido llevada, y con este fin por la tarde del 29 de octubre del año 1804 (dejando la clase en la que tenía que estar enseñando) se presentó en el convento e interrogó al prefecto de los jóvenes que estaban allí, el P. Estanislao Chelatowski, maestro de los nuestros, de manera arrogante, en presencia de nuestros jóvenes, y quiso averiguar el lugar en el que habían puesto la cama, y como el prefecto se negó a decirlo, le dirigió las peores amenazas, con abundantes palabras que yo no podría repetir, y luego viendo que no podía conseguir nada del prefecto ni de los criados de casa, salió de nuevo al pasillo y fuera de la puerta del colegio, y en lugar de ellos como un loco mandó al criado Palyzychi a la ciudad a buscar algunos alumnos suyos para que le ayudasen, y con cinco de ellos, bastante mayores, entró en el convento, y con su ayuda encontró la cama, y les mandó tomarla y llevársela, ante el estupor de todos, no sin jactarse y amenazarles violentamente con la mano. No mucho después, en una reunión nuestra que se tuvo para tratar de tal escándalo, afirmó pertinazmente todos los hechos; de nuevo, ante la comisión oficial creada por nuestro Rvmo., repitió lo mismo, y como afectado por la misma locura anterior, explotó con torpes expresiones. Al interrogarle, sorprendentemente comenzó a eludir las preguntas dando indirectamente respuestas ridículas, difamando con palabras ofensivas a lo largo y a lo ancho al legítimo superior del lugar, al que se le había opuesto y a muchos hermanos. Puesto que al hacer mis averiguaciones encontré que todo era cierto, sin que lo negase el reo, y tras indagar posteriormente por el testimonio de terceros, consideré que las cosas estaban claras, y después de pasar el tiempo necesario, decidí dar mi veredicto. Como estaba próxima la santa fiesta de la Pascua, me incliné, con el acuerdo de su adversario, a que al menos se dieran mutuamente un abrazo y el beso de la paz. Después de obtener difícilmente este acuerdo, en presencia del crucifijo del Señor como testigo, descendí a establecer una sentencia de acuerdo con la justicia. Nadie podrá dudar que al convicto de faltas tan absurdas y nefandas se le debía aplicar el rigor de nuestros cánones, y concretamente el IX y el XI: concretamente el castigo de la cárcel y el ayuno durante varios meses, teniendo en cuenta sobre todo las múltiples secuelas. Sin embargo, en cuanto juez comisario me inclino a sustituir el castigo por otro más leve. Ya que el reo ha confesado espontáneamente y ha aceptado lo que sigue, y ante el juez ha dado el beso fraterno a su adversario pidiendo excusas. Pero es preciso eliminar cuanto antes el escándalo dado tanto al convento como a las escuelas, y además corregir el mal ejemplo dado a nuestros jóvenes salidos hace poco del noviciado. En cuanto a lo primero, nos parece suficiente que el P. Rector ordene que sea apartado prudentemente de la enseñanza de cualquier clase por un tiempo, y que sea reprobado en público, lo cual será suficiente para inculcar en el espíritu de los jóvenes el respeto de la justicia. En cuanto a lo segundo, puesto que el P. Simón es sacerdote desde hace tres años, me parece conveniente decretar lo siguiente para que no sirva de ejemplo a los jóvenes (Dios no lo quiera): que el P. Rector, después que el citado haya hecho tres días de retiro, con acceso sin embargo a la mesa común, convoque a toda la comunidad a nuestro refectorio, y después de ser leído por el secretario de la Comisión el decreto, el reo puesto de rodillas confiese sinceramente su culpa, y luego pida perdón a su legítimo superior, después al P. Maestro de los nuestros, y a toda la comunidad. Creemos que nuestro Señor Jesucristo derogaría por caridad la justicia establecida por los sagrados cánones, por esa caridad que con su divina boca tantas veces prescribió y recomendó a sus fieles. En Lukow, en la casa seminario, a 25 de mayo de 1805. Martín Eysymont de la Familia de Nazaret, Ex Provincial de las E.P. y Juez Comisario, m.p. Antonino Jascewicz S.P., Profesor de Retórica y Poesía, Secretario delegado de la Comisión, m.p.”

Como el P. Simón Przybilewski rechazó con inaudita arrogancia y ceguera este decreto tan benigno, desproporcionado con respecto a los excesos y escándalo ocurridos, la cosa fue referida al P. Provincial, que en aquellas fechas estaba visitando Opole, y él, en función de su cargo, aprobó el decreto citado, y le amenazó con la pena de cárcel, tal como sigue.

Decreto del P. Provincial

“Después de ver, examinar y discutir detenidamente todas y cada una de las cosas que aparecen en el proceso contra el P. Simón Przybilewski, sacerdote profeso de nuestra Orden, y que nos ha transmitido el M.R.P. Martín Eysymont, Provincial emérito y regente del convento de Scamavia, nombrado Juez delegado por nos, teniendo en cuenta que el P. Simón Przybilewski reconoce todas y cada una de las cosas que en él aparecen, tal como exige nuestro cargo, para bien y tranquilidad de nuestra Orden, hemos considerado la sentencia contra el mismo P. Simón por el citado Juez delegado por nos de fecha 8 de junio del c.a., y la aprobamos y confirmamos en su totalidad, pidiendo al P. Rector del colegio de Lukow que cuanto antes convoque a toda la comunidad y la mande cumplir, pidiendo al P. Simón Przybilewski que se disponga a cumplirla, amenazándole con pena de cárcel en la que incurrirá si no la cumple inmediatamente. En nuestra casa de Opole, a 24 de junio de 1805. Erasmo Sokolowski S.P., Provincial, m.p. Lorenzo Cielecki S.P. Secretario, m.p.”

Efecto

Negándose a cumplir el decreto, el prófugo del colegio y apóstata de la obediencia a los superiores fue recorriendo parroquias por aquí y por allí, y fue denunciado como suspendido por el derecho por el mismo ilustre Decano Foráneo Juan de Lukow, por lo cual, no teniendo donde poner pie, regresó a Lukow y se mostró dispuesto a cumplir el decreto citado. Tras cumplir su retiro encerrado en un cuarto y ser seriamente reprendido por el Decano para obtener la absolución de las censuras en que había incurrido, fue enviado con obediencia a Radom, donde el P. Provincial estaba terminando la visita. Que Dios le concede allí una mente sana y un corazón recto.

El P. Provincial envía una nota a causa de las rentas del colegio de Cracovia en Scydlowiec

Como vio el P. Provincial que el P. Rector de la casa de Cracovia tenía grandes dificultades para cobrar las rentas retenidas en el tiempo de la revolución, para apoyar con su autoridad este asunto envió una petición en su nombre al Excelso Gobierno. Lo cierto es que no obtuvo una resolución diferente que el P. Rector, y que decía lo siguiente.

Resolución del Gobierno

“Nº 7095. Al Sr. Erasmo Sokolowski, Provincial de los colegios escolapios.

De acuerdo con el Alto Decreto del Gobierno nº 21470 de echa 31 de mayo del c.a. se le hace saber que su petición del pago por tres años y cuatro meses de las rentas retenidas de un capital colocado en Scydlowiec no puede ser atendida. Pues aunque según las repetidas peticiones resulte evidente que ese convento es pobre, y a pesar de que el convento, en sus difíciles circunstancias se vio obligado a contraer deudas a causa de la retención de las rentas, no existe un caso legal por el cual deba aplicarse una excepción a la normativa legal en relación con la retención de las rentas de capitales. En Cracovia, a 16 de junio de 1805. Fridenthal”.

Se concede una pensión de 500 FR al colegio de Radom

Lo mismo que para la manutención de los demás colegios, escuelas y profesores, también se concedió una pensión anual al colegio de Radom, cuya notificación fue enviada al P. provincial, y decía lo siguiente.

“Nº 4527. Al Provincial de los Escolapios.

De acuerdo con el Decreto del Gobierno nº 12764 de fecha 3 de abril de 1805 se le comunica que la S.C.R. Majestad, según el Decreto de la Altísima Cancillería Áulica de fecha 11 de marzo del c.a., ha decidido conceder clementemente al convento de Radom de los Escolapios de manera provisional, hasta el próximo Capítulo de los Escolapios de Galitzia Occidental, una pensión anual de 500 FR del fondo común de Educación, y ha pedido a la Caja Circular de Radom que pague la citada cantidad a partir del 11 de marzo del c.a., en cuotas trimestrales, después que el P. Rector firme el recibo, y manda que se le certifique al citado colegio por medio del Círculo de Radom. En Cracovia, a 23 de abril de 1805. Fridenthal, m.p.”

Orden del Gobierno de nombrar un Catequista en cada colegio

“En vigor de la disposición nº 13389 del Gobierno de fecha 5 de abril de 1805 se ordena al Provincial de los Escolapios que en el espacio de 8 días informe al mismo exactamente si su Congregación puede proveer al año siguiente un profesor de religión distinto de los demás para cada liceo escolapio, de la misma Congregación. En Cracovia, a 21 de abril de 1805. Friedenthal”.

Respuesta a esta orden

“Excelso Gobierno.

A la pregunta de si esta Provincia de las Escuelas Pías tiene suficiente número de individuos para nombrar un profesor de catequesis en cada gimnasio, según la disposición nº 13389 del Gobierno de fecha 5 de abril del c.a., entregada el 6 de los corrientes aquí, donde me encuentro en la visita del colegio, noviciado y gimnasio, voy a responder con total sumisión al Excelso Gobierno. La misma escasez de individuos, que no permitió cubrir todas las cátedras en el presente curso, seguirá existiendo en el próximo. Pues aunque hay cuatro novicios que terminan el noviciado en el mes de agosto, sin embargo no aumentará el número de profesos. Pues hay otros que al llegar a la edad de 24 años, o antes, después de aprovecharse de la formación de la Orden en estudios literarios, ambicionan un modo de vida más libre, y o piden irse, o se muestran indisciplinados, de modo que deben ser absolutamente despedidos. Por lo cual suplico humildemente al Excelso C.R. Gobierno que de la misma manera que ahora en cada gimnasio, además del de Opole, cada profesor enseña en su clase la Doctrina Cristiana, puesto que no se puede cumplir la Alta orden del Gobierno, se digne benignamente concederme permiso para que organice a los escasos profesores para que se lleve a cabo esa enseñanza. En Opole, a 16 de mayo de 1805. E. Sokolowski”.

Resolución del Gobierno

“Nº 6678. Al Provincial de los Escolapios Sokolowski.

Según la disposición nº 21316 del Gobierno de fecha 27 de mayo en respuesta a su relación de fecha 16 de mayo del mismo año se le informa que, puesto que declara que tiene insuficientes religiosos, se le permite que en el próximo año escolar en los gimnasios escolapios, excepto en el de Opole, para el cual ya se han dado normas, no se nombre un catequista en cada uno según está ordenado, sino que cada profesor enseñe la doctrina cristiana en su clase. En Cracovia, a 9 de junio de 1805. Friedenthal”.

Edicto acerca de los informes de las escuelas que deben ser transmitidos por los superiores de las Casas.

“Nº 4868. Al Provincial de los Escolapios Sokolowski

De acuerdo con la Disposición del Gobierno nº 13911 de fecha 12 de abril de 1805, se le informa que su C.R. Majestad ha ordenado que en el futuro los Vice-prefectos de quienes dependen los religiosos, no den directamente sus disposiciones y normas en los asuntos escolares, sino por medio de los superiores locales de los colegios, de los que depende el funcionamiento de los mismos. Cracovia, 1 de mayo de 1805. Friedenthal”.

Informe del P. Provincial al Gobierno con los profesores nombrados

Tras terminar la visita a las casas, el P. Provincial hizo la lista de las personas que darían clase en el curso 1805-1806, y envió un informe al Gobierno sobre ello.

“Excelso C.R. Gobierno.

Hechos los cambios necesarios de profesores para este curso en los gimnasios, después de haberlol tratado con mi Consejo, obedeciendo al Alto Decreto del Gobierno nº 30807 de fecha 9 de septiembre de 1804, en el que se me pedía que enviara la lista de los profesores de cada gimnasio al comienzo del año escolar, al comienzo de este curso la envío al Excelso C.R. Gobierno, sometiéndome por completo a él. En Cracovia, a 24 de agosto de 1805. P. Sokolowski E.P., etc.”

Se envió al Gobierno la lista de profesores para el curso 1805-1806 según aparece en el libro de la Historia de la Provincia, pág. 129.

Asunto del capital de 30.000 F P colocado en Opatow

El Príncipe Lubomirski, descendiente del Castellano de Cracovia, recibió un capital de la Provincia de Polonia, de la Caja de la misma Provincia, y lo invirtió, y certificó la inversión con un documento original. Hecha la división de Polonia, el capital citado quedó en Galitzia Occidental, en cuyo territorio se encontraban los bienes de Opatow. El P. Camilo Arciszewski, Procurado de toda la Provincia, mencionó la citada suma de 30.000 en la lista de los demás bienes hecha a petición del P. Segismundo Linowski, primer Moderador de esta Provincia, cuyo certificado está copiado al principio de esta historia. La lista fue enviada al Excelso Gobierno. Como este asunto fue postergado por el Excelso Gobierno, ocurrió que los bienes de Opatow cambiaron de heredero. El P. Arciszewski se encargó del asunto de reclamar el capital a hacerse la división de los bienes de Opatow, y extrayendo del archivo de la Provincia de Prusia el documento, lo entregó a su hermano para que a su muerte apareciera como el señor absoluto y heredero de los bienes de la Provincia. Cuando el P. Provincial se enteró del asunto, escribió una carta al Ilmo. Conde Alejandro Potocki, como heredero de la parte de la propiedad de Opatow en la que se encontraba invertida la citada suma de 30.000. Esta es la copia de la carta.

Copia de la carta al Ilmo. Conde Alejandro Potocki sobre la suma de 30.000 invertida en Opatow

“Reverendo Conde Bienhechor,

Ha sido gran honor para mí recurrir a Vuestra Reverencia, nuestro Bienhechor, para presentarle mi gran respeto, con alegría, porque me enteré de que el legado de la duquesa Lubomirska, castellana de Cracovia, de un capital de 30.000 Fl. P., estaba en las manos de Vuestra Reverencia, por lo que me dirijo a V.R. con la petición de guardar este legado en sus manos y de tratar conmigo ese negocio.

Por casualidad, durante la ausencia de VR, mi carta cayó en las manos de W. Domański, el cual contestándome presentó la dificultad de que dicho legado sirve solamente al P. Arciszewski, que este personalmente cobraba los intereses de la suma, pues se hizo la cesión de la suma al P. Arciszewski, este hizo otra cesión al Señor Szymanowski y este a Vuestra Reverencia en un reverso del legado dado que me corresponde a mí. Pues en el legado concedido a las manos del P. Arciszewski, entonces Procurador General de la Provincia de las Escuelas Pías y su procurador, ¿no está marcado que la suma a pagar al P. Arciszewski y la Provincia de las E.P. está asegurada sobre bienes de Opatów y reservada en caso de disputa a la jurisdicción de las autoridades de Lublin o Sandomierz? Sin embargo el Decreto de Compromiso (firmado con fecha 10 Febr. 1791 y registrado con fecha 19 Sept. del mismo año en las Actas del Castillo de Varsovia), en virtud del legado (de fecha 24 de junio de 1786 registrado el día 14 de Nov. Del mismo año en las mismas Actas), este interés ¿no se entrega a la Provincia Escolapia? ¿Es posible, pues, que el legado y decreto puedan servir no a la Provincia de las EP. sino al P. Arciszewski como su procurador en aquellos tiempos? Los pagos de los intereses de esta suma deben ser conformes con este legado y decreto. Las comisiones pagadas ¿pueden ser para otra cosa y no para la Provincia de las Escuelas Pías? Cuando surgió la necesidad de confiar este legado para cobrar el interés cuando el Rev. General, padre de Vuestra Reverencia, se convirtió en el heredero de Opatów y tenía que pagar todos los intereses de estos bienes, entonces el P. Arciszewski parecía el más adecuado para cobrarlas, y cuando él me dio el recibo para este legado que el confié el 6 de febrero de 1804, él lo tomó de mis manos para tratar el negocio con el Rev. General y devolvérmelo después, y él me dio a conocer con carta del día 21 Febr. 1804 que ya había enseñado al Rev. General el legado y el decreto y que ya había recibido de él la declaración del cumplimiento del negocio con él cuando Vuestra Reverencia y Rev. Procurador volvieron de Kiev. Pues si el negocio está terminado, ¿es posible que él hiciera una cesión del interés a alguien? Y si la ha hecho ¿podría hacerlo válida y legítimamente? Porque ¿de quién es este interés? Al P. Arciszewski le he pedido solamente recibir esta suma como procurador para colocarla hace tiempo. ¿Podía él hacer la cesión de la suma válida y legítimamente? ¿Puede ser tal cesión válida? ¿Qué cosa puede dificultar la restitución del interés? El objetivo de mis esfuerzos es el bien de mi Provincia para que pueda aprovechar ese dinero. Y para lograrlo hace falta vuestra gracia, Reverendo Bienhechor, por eso la suplico. Al recibirla yo y la Provincia tendremos una obligación de agradecimiento infinito.

En Cracovia, a 11 Sept 1805. S.P. Provincial m.p.”

Petición del Consistorio Episcopal de Cracovia acerca de abrir una escuela en Cracovia

“Nº 531. Al Muy Reverendo y Religioso P. Erasmo Sokolowski y a los Padres Superiores de de la Orden de las Escuelas Pías, de la oficina para ser entregada en el lugar.

Por las presentes se le pide al mismo que, tras aconsejarse con los Asistentes y Consultores de la Provincia, y con el Muy Rvdo. Segismundo Linowski Ex Provincial y Rector del Colegio de Cracovia, envíe a este Consistorio su relación y declaración con respecto a los puntos siguientes:

1.¿Pueden los PP. de las Escuelas Pías abrir un gimnasio de Cracovia y en otros lugares, según lo prescrito por el Augustísimo Emperador, y enseñar las letras latinas y otras ciencias, que se suelen enseñar en los gimnasios imperiales y reales?
2.¿Qué número de profesores pueden ofrecer para erigir ese gimnasio, y en cuánto tiempo?
3.¿De qué modo se podría erigir este gimnasio? ¿En qué lugar? ¿Cuánto costaría? ¿Cuál sería en su opinión el máximo y el mínimo de gastos necesarios?

Esta relación y declaración debe ser enviada cuanto antes a este Consistorio, firmada por todos los padres citados más arriba, permitiendo a cada uno el derecho de expresar por separado su opinión. Andrés. Obispo, m.p. Consistorio Episcopal de Cracovia, 11 de setiembre de 1805. Félix Jaroriski, Canónigo Secretario del Consistorio de Cracovia, m.p.”

Tras recibir esta petición, considerando el P. Provincial que era menos necesaria la cláusula de que la relación debía ir firmada por todos, y que cada uno podía expresar por separado su opinión al Ilmo. Consistorio, envió la nota siguiente.

Carta del P. Provincial al Ilmo. Consistorio Episcopal

“Excelentísimo y Reverendísimo Consistorio Episcopal

Está establecido en las Constituciones y Reglamentos de las Escuelas Pías que el Provincial tenga dos Asistentes y otros tantos Consultores, que forman el Consistorio Provincial para hacer todo lo necesario en relación con la observancia y otros asuntos. Luego en los asuntos de mayor importancia el Provincial pide el voto decisivo a su Consistorio, de modo que toma la decisión de acuerdo con los votos, por unanimidad o por mayoría, y declara y da a conocer la decisión, firmada por él y su secretario. Desde el principio de la Orden en todas las provincias se respeta esta manera de hacer las cosas, pues se ha observado que si no se respeta, sin duda se puede esperar que venga de ello un gran mal. Pues si las decisiones y asuntos de la Orden deben ser tomadas no por el Provincial solamente, sino por separado por cada miembro de su Consistorio, y por el Rector en el colegio en que reside el Provincial, se correría el riesgo de un cisma, y habría tantos Provinciales como cabezas, con lo que amenazaría una suerte lamentable a esa provincia, que acabaría llorando.

Dígnese el Excelso Consistorio advertir que hago esta simple declaración de buena fe, y que no hay en ella ningún interés privado oculto, sino que sólo intento con ella mantener y conservar la Orden de las Escuelas Pías, dedicada a la educación pública, y que se halla bajo la peculiar tutela y patrocinio de la C.S.R. Majestad para beneficio del público en Galitzia.

Confío, pues, que el Excelso Consistorio Episcopal, que me envió la orden nº 531 con fecha 11 del mes y año corrientes, pidiéndome una relación y declaración con respecto a erigir en Cracovia o en otros lugares gimnasios, y de encargarse de su dirección, tenga la bondad de conformarse con que le envíe la respuesta el Provincial, con los votos de su Consistorio, firmada por él y su Secretario. Súplica que hago con total sumisión de ánimo. En Cracovia a 12 de septiembre de 1805. E.S. S.P. m.p.”

Después de esto, el P. Provincial convocó el P. provincial a su habitación a todos los Padres, y tras leerles los puntos copiados más arriba, para que la cosa no se hiciera de manera confusa y sin la debida reflexión, les dio tres días para que se lo pensaran y le aconsejaran. Pasado ese tiempo escuchó lo que cada uno tenía que decir, lo puso por escrito y preparó la siguiente relación según la manera común de pensar, que está escrita en el Libro de Sesiones, y que copio también aquí para mayor comodidad.

Respuesta del P. Provincial a los tres puntos de más arriba

“Excelso Ilustrísimo y Reverendísimo Consistorio Episcopal de Cracovia

He recibido la orden del Excelentísimo Consistorio Episcopal con fecha 11 del corriente mes y año en la que se mostraba su benevolencia para con la Orden de las Escuelas Pías preguntándole si quería tener un gimnasio en Cracovia o en algún otro lugar. En primer lugar doy las gracias, en nombre de la Provincia de Galitzia de las Escuelas Pías, por su benevolencia, y de acuerdo con mi cargo paso a responder a lo que se me pregunta en los tres puntos.

1.La finalidad del Instituto de las Escuelas Pías es, de acuerdo con su fidelidad jurada a Dios, educar a la juventud confiada a él en las letras humanas y en la sólida piedad. Sin traicionar esta fidelidad, esta Provincia se dedica a enseñar las letras latinas y las ciencias en aquellos lugares a los que ha sido invitada por el Supremo Gobierno (que se enseñan desde hace algunos años ya en los gimnasios de Opole, Radom, Chelm y Lukow, siguiendo las órdenes del Augustísimo Emperador), en la medida que tiene individuos disponibles.
2.El número de profesores para el gimnasio de Cracovia dependería del tiempo para el que se hiciera la petición. Pues del tiempo depende la posibilidad de ofrecer individuos. Si el Gobierno Supremo nos pidiera tener un gimnasio dentro de un bienio, es decir, para el curso escolar 1807-1808, no nos faltarían individuos para hacerlo, a condición de que durante esos dos años se constituyera y preparara la casa para los religiosos y el edificio para el gimnasio.
3.Si se pide a las Escuelas Pías establecer un gimnasio en Cracovia, deberían estar al lado la casa para vivienda cómoda de los religiosos, un edificio suficientemente grande para las escuelas, y la iglesia. Pues es necesario que los profesores vivan decentemente, que puedan vigilar continuamente a los alumnos y que se puedan llevar a cabo los actos de piedad con ellos correctamente. No puede haber un lugar más adecuado para gimnasio en Cracovia que aquel en el que ya esos tres edificios están juntos, concretamente la iglesia, que tiene a un lado el colegio nuevo, que ha sido ocupado como cárcel para presos políticos sin ningún contrato ni acuerdo, y por otra el colegio antiguo, donde viven los religiosos. El colegio nuevo sería más apto para vivienda de los religiosos, y en el antiguo se podrían poner siete clases. Para restaurar el nuevo bastarían 2000 FR, y el antiguo sólo sería necesario transformarlo, y el Rector del colegio, aconsejado por un arquitecto, evaluaría los costes. La Provincia sólo tiene unos ingresos limitados, y como el lugar ocupado por el colegio antiguo no es suficiente para sus ancianos y sus estudiantes de teología, es necesario primero restaurar un colegio y transformar el otro; luego, para asegurar su estabilidad se debería conceder a cada individuo destinado a la escuela una pensión anual de al menos 300 FR, y proveer una cantidad anual para reparaciones del gimnasio, así como para proveer a las necesidades de criados, leña para la calefacción de las clases y de los profesores, que se espera recibir de la bondad del Clemente y Augusto Emperador.

Para llevar a cabo la restauración de uno de los colegios y la transformar el otro cómodamente durante el bienio, son necesarias las siguientes cosas.

a.Que a partir del próximo año se saque del colegio nuevo la cárcel política, y se nos entregue la mitad de la cantidad de 2000 FR, para preparar durante los meses de enero, febrero y marzo los materiales y artesanos que hagan las nuevas puertas, ventanas, pavimento y otras cosas necesarias a tiempo, poniendo la obra bajo la dirección del rector del colegio, y según su información, se le entregue la otra mitad de los 2000 FR para poder terminar toda la restauración del citado colegio nuevo durante los meses de abril, mayo y junio, y se trasladen a él los religiosos con todo su mobiliarios, y se instalen allí.
b.Que al comienzo del mismo año se contacte un arquitecto para que prepare con tiempo los planos para las transformaciones del otro colegio para que sirva como gimnasio, prepare los materiales y busque los artesanos para que, una vez trasladados los religiosos al otro colegio, y de acuerdo con el rector del colegio con respecto a la redistribución de las paredes, comience el trabajo hacia mediados de junio, para lo cual hará falta más de un año. Pues si estas cosas no se hacen en dos años, tampoco se podría comenzar el gimnasio en dos años. Y no sería posible que los profesores tuvieran que ir desde su colegio hasta el gimnasio que se encuentra junto a la iglesia de Santa Ana, a causa de que está muy lejos, estarían sometidos a los perjudiciales cambios del tiempo, y por causas morales.

Las últimas cosas necesarias para que la cosa se llevara a cabo, confiando en la bondad y generosidad del Augusto Emperador, serían las siguientes.

a)Que de acuerdo con un decreto de la S.C.R. Majestad se pagara una pensión anual según el número de profesores y el prefecto de las escuelas, dividida en cuatro partes a pagar cada trimestre, comenzando en el mes de junio si era a trimestre cumplido, o el 1 de septiembre si era por anticipado, para el año escolar.
b)Que se estableciera como tiempo de vacaciones el que suele ser costumbre, acomodado a la región y a las necesidades de los padres, es decir desde el 15 de julio hasta final de agosto.
c)Que se abrevien los días de fiesta durante la semana, reduciéndolos concretamente a dos tardes solamente, para que los estudiantes no estén tanto tiempo ociosos.
d)Que se establezcan inspectores de los estudiantes que vigilen sus costumbres y estudios en sus casas, y los acompañen desde ellas a la escuela y a la iglesia, y repasen con ellos las lecciones de clase.
e)Que se prohíba que se establezca ningún estudiante en el colegio con los profesores como internos, a causa de que de ello vienen muchos inconvenientes, sino que estén en un internado separado del colegio, como en Viena.

Todo lo anterior, decidido con el consejo y voto de mi Consejo, y del Rector del colegio que también fue invitado, lo someto con sumisión al juicio del Excelentísimo Consistorio Episcopal, confiando en su bondad para con mi Orden. En Cracovia, a 24 de septiembre de 1805. Erasmo Sokolowski, Provincial de las E.P., m.p. Lorenzo Cielecki, Asistente Provincial y Secretario Provincial”.

Nuestro P. Provincial resuelve un asunto de la provincia de Prusia, a petición de ellos

El mismo año, el P. Onofre Kopczyński, Provincial de Prusia, envió una carta a nuestro P. Provincial, en la cual le contaba las enormes dificultades que tenía para gobernar su Provincia. Pues se le había ordenado severamente por el Gobierno que no pidiera facultadles a Roma, ni enviara ninguna carta allí. Por lo que pedía a nuestro P. Provincial que expusiera al P. General su estado mísero e infeliz, y que le obtuviera por su medio las facultades necesarias para gobernar su Provincia. De buena gana se lo concedió nuestro P. Provincial, y presentó el asunto al P. General. Y el asunto tuvo un feliz resultado, pues el P. General, tras consultarlo con su Consejo, se dirigió al Sumo Pontífice Pío VII, y obtuvo de él la facultad de conceder al P. Provincial de Prusia todos los derechos de su cargo, con esta cláusula: que en el futuro Capítulo Provincial enviara una copia auténtica de las lista de todos los elegidos al Provincial de Galitzia. Se ven copias de estas cartas en el archivo de la Provincia, en a caja nº y fascículo nº .

El P. Jacobo Gosiorowski intenta obtener el permiso de secularización en Viena

En el año 1804, el P. Jacobo Gosiorowski, que era profesor de Poética en el gimnasio de Opole, y que había sido nombrado ayudante para la inspección de las escuelas por el P. Rector y prefecto, actuó con gran escándalo público de los seglares, y por esta razón fue retirado de dar clases. Por lo cual pidió insistentemente al P. Provincial durante tres meses que le obtuviera de la Congregación el permiso para obtener un beneficio. El P. Provincial respondió a esta petición impertinente diciendo que él no tenía facultad para ello, pues sólo el Sumo Pontífice puede concederlo. Además había un decreto imperial según el cual ningún religioso debía pedir el breve de secularización a Roma si antes la Corte de Viena no había dado su permiso, tras escuchar los motivos. Por lo que le ordenó que se dirigiera inmediatamente a Chelm, a donde había sido destinado con el cargo de predicador. Fue retrasando la ejecución de esta orden con muchas excusas, hasta que por fin en el mes de junio de 1805 se dirigió a Viena y envió su petición a la S.C.R. Majestad, añadiendo una serie de motivos falsos por los que esperaba obtener la secularización. Y como todos los asuntos requieren tiempo, le mandaron volver a su Congregación y esperar la respuesta. De vuelta a Levartovia, oliéndose que la resolución seguramente le sería contraria, envió una carta al P. Provincial, diciéndole que estaba dispuesto a obedecer sus disposiciones, y que le indicara a dónde quería que fuera. Tras recibir la disposición que se le había dado un año antes, se dirigió a Chelm y comenzó a ejercer el cargo de predicador.

Se informa al P. Provincial sobre la resolución de Viena por medio de la Oficina Episcopal

Mientras ocurrían estas cosas, se envió la resolución de Viena a través del Gobierno de Lvov a manos del Excelentísimo Obispo de Cracovia, el cual informó oficialmente al P. Provincial, como sigue.

“1143. De la Oficina al Muy Reverendo y Religioso Erasmo Sokolowski, Provincial de los Escolapios.

Se le comunica que según el Altísimo Decreto Áulico se ordena al Rvdo. Jacobo Gosiorowski, profeso de su Orden, al que se envía copia del decreto, que dicho religioso debe volver bajo la autoridad del Muy Reverendo y Religioso Provincial, yendo al lugar o colegio que le sea indicado como casa, y que este, dejando aparte las exasperaciones y motivos de enfado, lo acoja en el seno de su Orden con espíritu de suavidad y amor paterno, como un padre a su hijo, y nos informe sobre la realización de lo ordenado. Andrés, Obispo, m.p. Consistorio Episcopal de Cracovia, 23 de diciembre de 1805. Inocencio Konciewicz, Consejero del Consistorio, m.p.”

Copia de Decreto Áulico al P. Jacobo Gosiorowski

“1143, de la Oficina. Reverendo y religioso P. Jacobo Gosiorowski, Profeso de las Escuelas Pías.

De acuerdo con el decreto Nº 47769 del Excelso Gobierno, de fecha 29 de noviembre del c.a., se le informa que no sólo se ha rechazado su petición para obtener la secularización según el Altísimo Decreto Áulico de fecha 23 de octubre del c.a., sino que se le pide seriamente que se muestre obediente con sus superiores, y se esfuerce por seguir sus disposiciones y órdenes, de acuerdo con las obligaciones de su vocación y de su estado religioso, y pongo medios eficaces para cumplir eficazmente las tareas que se le señalen.

Por lo cual el Consistorio debe advertir seriamente y exhortar paternalmente en el Señor al Reverendo y religioso Gosiorowski para que sin demora ni excusa se dirija al colegio designado por su Provincial y se esfuerce por desempeñar con exactitud las tareas confiadas por sus superiores, y las demás tareas propias de su estado religioso, para así recibir su recompensa futura. Tenga en cuenta que en caso de que se niegue a cumplirlo o proteste, se pondrán los severos medios oportunos. Entréguense al mismo los tres documentos adjuntos con las letras A, B y C.

Consistorio Episcopal de Cracovia, a 23 de diciembre de 1805”.

Notas