General33/Valoración del Generalato

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La vida de las Provincias
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Valoración del Generalato

El P. Manuel Sánchez se encontró con una situación nueva para las Escuelas Pías: se había producido (oficialmente) la reunificación de todas las provincias de la Orden; se habían superado algunas crisis de inseguridad (sobre todo en España e Italia) y la Orden se estaba consolidando y desarrollando. En unas partes más que en otras: las Provincias de Bohemia y Austria se encontraban en plena decadencia, y las Roma y Nápoles no acaban de salir de su marasmo. Pero en general había un espíritu de optimismo y de confianza en la Orden. A ello contribuyó no poco el carácter a la vez enérgico y bondadoso del P. Manuel Sánchez, al que todos miraban con respeto tanto por su edad (tenía 58 años al ser elegido) como por su salud un tanto endeble. Sus Asistentes le pidieron que cuidara su salud, dejándoles más trabajo a ellos, pero él prefirió, en la medida de los posible cumplir con sus obligaciones, y la más pesada fue la visita general a las todas las provincias de la Orden. En la práctica sólo pudo visitar las de Italia y España, delegando en otros religiosos la visita al resto.

Podemos calificar como un gran logro suyo la mayor integración de la Orden: hizo todo lo posible por resolver los problemas legales que había en relación con la unión de Hungría al resto de la Orden, y encontró la fórmula adecuada, aun haciendo alguna concesión. Promovió, también dentro de sus posibilidades, la expansión de la Orden, viendo con buenos ojos la fundación en Lovaina, y apoyando las propuestas de fundaciones nuevas en América, concretamente en Cuba. Apoyó también a la casa de Cracovia, a pesar de los no pocos inconvenientes que se presentaban, sobre todo de tipo personal. Tomó alguna decisión arriesgada, aunque digna, como la de retirar a los escolapios de Pompeya.

Y no tuvo tiempo para hacer mucho más: a los cuatro años de su mandato, sintiendo cercana la muerte, cumplió con su última obligación, designando a quien sería su sucesor hasta la celebración del siguiente Capítulo General: el P. Egidio Bertolotti.

Notas