Demarcación Romana
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Contenido
Datos
- Provincia escolapia (1626- )
Formación y expansión.
La Provincia Romana es la madre de todas las Provincias de la Orden escolapia, porque en Roma tuvieron su origen las Escuelas Pías. En su desarrollo distinguimos varias etapas:
No fue, con todo, la primera Provincia porque sus casas eran gobernadas directamente por el P. General. Santiago Graziani tuvo el título de primer Provincial casi nominal: se asignaron a la Provincia de Roma las casas de Nursia, Narni, Moricone, Frasead y las dos de Roma; gobernó hasta 6-10-1632. No aparecen más Provinciales hasta el 1-1-1642, en que es nombrado José Fedele, que se establece en Frascasti y se mantiene hasta 1644. No lo son en realidad Onofre Conti, Juan García, ni Juan Crisóstomo Peri. Se agregaron a la Provincia las casas de Poli (1628), colegio Nazareno (1630), Ancona (1632), San Salvador Mayor (1628-1635). Parece que en 1646 la Provincia tenía unos 150 religiosos y nueve casas. En 1657 en las nueve casas había 86 religiosos; tenía además una residencia en Cesena. En 1656 es nombrado Provincial Pedro Maldis hasta 1659. El nuevo General, Scassellati, volviendo al sistema de Calasanz, no nombra Provincial y la rige enviando a las casas Visitadores. En 1662 se ve obligado y nombra Provincial al P. Vicente Berro, pero reservándose la jurisdicción sobre las tres casas de Roma. Beiro se asienta en Narni y allí se celebrarán los Capítulos provinciales en el siglo XVII y parte del XVIII. Las casas de Roma sacaron ventaja de la dependencia directa del P. General, pues éste las surtía con los mejores religiosos de otras Provincias, para que dieran categoría a la Orden, como lo deseó siempre Calasanz. Se ocupó del noviciado ubicado en San Lorenzino y en 1661 abrió un juniorato en San Pantaleón para jóvenes de diversas Provincias. Esta limitación jurisdiccional creaba frecuentes tensiones entre el General y el Provincial romano hasta que el General, P. Boschi con fecha del 6-7-1715 reconoció la plena jurisdicción del Provincial romano sobre todas la casas aún en las de Roma y lo equiparó a los demás Provinciales. Pero el Capítulo general de 1718 obligó al Provincial romano a que «avisara de antemano al P. General del destino que diese a los súbditos». Los sesenta años entre 1656 y 1715 fueron prósperos para la Provincia: creció el número de casas y el de religiosos; se elevó el nivel cualitativo del personal. Además muchos de los religiosos llamados a Roma por el General eran puestos a disposición del Provincial para ocupar puestos especialmente importantes. Se fundaron casas en diversas regiones: en los Abruzos: Pescina (1664), Massa de Alba (1697), Scanno (1711); en el Véneto: Capo d’Istria (1699); en el Estado Pontificio: Città della Pie ve (1674), Urbino (1686), Castelnuovo di Farfa (1687), Cascia (1691), Rieti (1698), Albano (1707); en Roma: el Hospicio de S. Miguel ad Ripam (1684); y el Colegio Eclesiástico (1712). De este período faltan estadísticas particularizadas; he ahí algunos datos genéricos: en 1676 hay 11 casas y 151 religiosos; en 1706 son 18 las casas (las ya nombradas) y tres hospicios; no se conoce el número de religiosos. Entre las casas logran particular relieve éstas: el Hospicio de S. Miguel, que representa una ampliación del ministerio al campo de las escuelas de artes y oficios; el seminario de Albano, que fue semillero de vocaciones, como el colegio Nazareno; el colegio de Capo d’Istria que es una avanzadilla hacia Venecia, ambición del siglo XVII y que abría un nuevo canal de vocaciones. En realidad en este siglo no faltaron vocaciones y acudían de todas partes, especialmente de los colegios de Roma y Ancona; y en general del centro y norte de Italia; sólo en el siglo XIX vendrán también de Nápoles. Basta con enumerar algunos de los nombres más ilustres de este período: F. Baldi, de Roma; C. Scassellati de Urbino, C. Mazzei, de Brescia; P. Mussesti, de Ancona. También los Generales que la Provincia Romana dio a la Orden en este período, en la proporción de seis a nueve provienen de varias regiones: Juan García, español; Scassellati, de Urbino; Fedele, del Lacio meridional; A. Armini, de Ancona; G. F. Foci, de Módena; P. F. Zanoni, de Bolonia.
Etapa de plenitud y esplendor.
Nueva etapa: 1715- 1775. Es indudablemente la más esplendorosa de la Provincia; comienza con una crisis de vocaciones. El General Bornó lo advierte y pide a los Provinciales de Italia que le manden candidatos. Así canalizó algunas corrientes vocacionales (Piamonte, Liguria, Véneto...). Pero siguió acogiendo las vocaciones que surgían en los colegios de Roma, Estado Pontificio y región de Luca. En el siglo XVIII se creó un segundo noviciado en Ancona y por algunos años otro en Frascati. Novicios operarios se hallan en todos los colegios, pues de sus cuatro años de prueba sólo dos debían pasar obligatoriamente en el noviciado (Capítulo general de 1712). Los clérigos profesos, durante sus estudios, se hallan frecuentemente dispersos por los colegios. Con todo, existían varios junioratos con su prefecto o maestro; había cinco principales, al menos en 1755, a saber; San Pantaleón con 4 júniores, el colegio Nazareno con 10, el colegio Nuevo con 6, Narni con 6 y Urbino con 4. Los demás se hallaban dispersos. En total eran 49, incluidos algunos de otras Provincias. No obstante la formación intelectual era muy seria, según demuestran los trabajos académicos que han quedado; parece óptima la preparación teológica, científica y literaria. Suponemos que también lo sería la religiosa, cosa que parece confirmar los abundantes frutos. Destaquemos entre los religiosos ilustres de este período: los obispos Francisco Correa, Felipe Bruni; los teólogos Liberato Fassoni, Martín Natali, el canonista de fama europea que fue Ubaldo Giraldi y los literatos Chelucci, F. Bonada, F. Maroni e I. Tarditi, y el gran científico Juan B.ª Beccaria. No se olvide a Casio Brandolisi que participó en la misión desarrollada en China por el Legado apostólico, Carlos Mezzabarba. Larga sería la serie de predicadores conocidos en toda Italia; de los que gozaron fama de santidad queda un pequeño ensayo en las anotaciones puestas al pie del elogio fúnebre de monseñor Agustín Delbecchi, escolapio siciliano, leído en Cáller por el P. Stefanini en 1777. En 1730 se abandonó la casa de Cascia y en 1732 la de Moiricone. Se abrieron en cambio las de Murano (1720), Alatri (1722), Senigalia (1741), el Calasancio o colegio Nuevo de Roma (1747) y Segni (1756).
La Provincia Romana tuvo un influjo notable en el sistema electivo escolapio, sea en 1744, gracias especialmente al P. U. Giraldi, sea en 1762 cuando se promulgó otro sistema, que globalmente ha perdurado hasta el siglo XX. Los PP. Generales de la Provincia Romana fueron tres: G. Lalli, de Perugia (1730-1736), P. Chelucci (1751-1754) y G. M. Giuria (1760-1771), al que sucedió como Vicario general el P. M. Peri, de Oneglia, pero de la Provincia Romana.
Situación de crisis y dificultad.
Comienza ahora un período de 50 años, muy floreciente al comenzar, pero en conjunto desgraciado (1775-1815). La Provincia se compensó de las pérdidas del Abruzo con los colegios de Ragusa en la Dalmacia (1777) y el de Ravena (1779), ambos de los jesuitas expulsados. Diez años después incorporaba las casas toscanas de Fanano, Pie ve di Cento, Correggio y Lugo. Por ello en 1791 se tiene esta estadística: casas 25, religiosos 312 (194 sacerdotes, 40 clérigos, 78 operarios). En 1798 se empieza a notar un descanso: casas 25, religiosos 292 (194 sacerdotes, 30 clérigos, 68 operarios). La disminución numérica se acentúa pronto con la expulsión o salida de numerosos sujetos, que adhiriéndose a las ideas de la revolución o al gobierno revolucionario, traicionan a la Orden y a la Iglesia. Ello y la obra represiva de varios gobiernos infligieron un golpe tan grave a la Provincia, que no logró ya recuperar jamás los esplendores precedentes, aunque haya tenido otros períodos felices. De 1808 se tiene esta estadística: casas 16, religiosos 126 (78 sacerdotes, 12 clérigos, 36 operarios). Fue una suerte para la Provincia que en el momento del desastre estuviese al frente de la Orden un General romano, aunque nacido en el Piamonte, Beccaria (1796-1808); por lo demás, a excepción del P. Cayetano Ramo (1772-1784), los otros Generales fueron de la Provincia romana; a saber: Esteban Quadri (1784-1792) y el Vicario que le sucedió C. Voenna (1792-1796), Arcángel Isaía (1808-1814), elegido Vicario al terminar el mandato Beccaria. Fueron numerosos los religiosos ilustres en este período, entre otros G. Fontana, Pozzetti, los hermanos Francisco y Urbano Appendini, B. Gandolfi, Gismondi, Petrini y otros que abandonaron la Orden, como F. Gagliuffi. Las casas cerradas por efecto de los trastornos políticos fueron las de Ancona, S. Miguel ad Ripam, Albano, el Colegio Eclesiástico, Senigalia, Segni, Ravenna y el Calasancio de Roma, cuya propiedad se conservó largo tiempo, si bien no se logró resucitarlo.
Restauración y asentamiento.
Período de la restauración (1815-1870), que no fue sin gloria ni sin fruto. El mérito de la reorganización corresponde a los Provinciales Claudio Renoli (1808-1816) y Pedro Borra (1816-1827), si bien tuvieron parte no secundaria los Vicarios y Prepósitos generales: así Esteban Stefanini en su Vicariato (1816-1818) acrecentó la estimación de la Orden ante la Curia pontificia; no poco hizo Juan B.ª Evangelisti (1820-1824), pero sobre todo los dos Generales Juan B.ª Rosani (1836-1845) y Genaro Fucile (1848-1861). En 1815 la Provincia tenía estas casas: San Pantaleón, San Lorenzino, colegio Nazareno, Narni, Città della Pieve, Frascati, Poli, Rieti, Alatri, Urbino, Castelnuovo di Farfa, Capo d’Istria, Ragusa (13 en total); pronto se cerró Capo d’Istria y Urbino pasó a Toscana. En 1822 se cuentan 11 casas y 105 religiosos (45 sacerdotes). No faltan, con todo, religiosos ilustres como Juan B.ª Rosani, Giacoletti, Taggiasco, Chelini. Tampoco faltaron serios esfuerzos para acrecentar el número de religiosos, pero sin mayor éxito. Parece que dos fueron las causas: la disminución de aspirantes y el incremento de las deserciones; acaso algunas vocaciones se perdieran por falta de formación adecuada. Tan pronto fue posible, se abrió noviciado en S. Pantaleón y hubo también juniorato en esta casa. Retornó luego el noviciado a San Lorenzino, quedando en San Pantaleón un pequeño juniorato; otros clérigos vivían en el Nazareno y en Alatri, dispersos. Su formación literaria y científica era bastante cuidada, no así la teológica; parece también que aún la misma formación religiosa no logró los éxitos del siglo precedente.
Capítulo especial merece lo tocante a Dalmacia: en virtud del regalismo imperante tuvo que constituirse un Comisariado independiente de la Provincia Romana: se abrió noviciado en Ragusa y juniorato en Zara. Hubo bastantes vocaciones y tuvieron buena formación. Pero, fallecidos entre 1830 y 1840 los PP. Appendini, surgieron rivalidades entre los religiosos escolapios, casi todos dálmatas, con grave daño para las escuelas. Cuando en 1854 los jesuitas obtuvieron decreto imperial, que les restituía el colegio de Ragusa, única casa a que se habían reducido los escolapios, al no lograr del gobierno otra sede, casi todos aceptaron la pensión que les ofrecía el gobierno y acudieron a los obispos, que los aceptaron en calidad de exclaustrados, sin incardinación.
En 1854 eran once los escolapios de Ragusa (7 sacerdotes, 1 clérigo, 3 operarios). En los años anteriores oscilaban alrededor de los veinte. En vísperas de la ocupación de Roma por el gobierno italiano (1869) de los 91 religiosos de la Provincia se concentraban 62 en las cuatro casas de San Pantaleón, San Lorenzino, Nazareno y Alatri; los 29 restantes se distribuían en las otras casas.
Época contemporánea.
El General, P. Calasanz Casanovas, que había reorganizado el noviciado de San Lorenzino, se halló con dificultades insuperables: locales requisados por el gobierno, falta de medios financieros, falta total de vocaciones (ni un novicio entre 1873 y 1880). Los júniores realizaban sus estudios atendiendo de prefectos en el colegio Nazareno y en el de Alatri.
No había modo de constituir un juniorato. Años después el General, P. Mauro Ricci, buscó solución creando la casa de San Lorenzo de los Montes (1888) junto al foro de Trajano y la casa de Vía Toscana (1892), donde recogió un puñado de júniores de diversas Provincias italianas. Esto infundió optimismo a la Provincia Romana, reforzada con la escuela gratuita instalada en la nueva casa y confiada a los romanos. Desgraciadamente la casa de Vía Toscana tuvo una vida corta. Lo mismo la de Subiaco, abierta en los días del General P. M. Sánchez.
En cuanto a vocaciones se cegaron las fuentes tradicionales de la Provincia y las nuevas no eran abundantes. He aquí unos datos significativos: en 1830 hay 98 religiosos, de los cuales 43 de Liguria y Piamonte, 10 de Toscana, 21 del Lacio (con Roma), 14 del reino de Nápoles, 10 de diversas partes. Pues bien, en 1936 hay sólo 56 religiosos: de los cuales 32 son del Lacio (en gran parte de la comarca de Alatri); 17 de la Apulia y merindad; 6 de los Abruzos; un toscano, ninguno de Italia septentrional. No obstante este fenómeno, que fue progresivo, el número de religiosos después del bajón sensible al finalizar los años setenta, en que descendió a 67, crece lentamente y se estabiliza en los años ochenta hasta la primera guerra mundial. Tras ella se recuperan con oscilaciones. Paralelamente decrece el número de casas: 10 en 1909, 6 en 1930, 7 en 1965. Entre los religiosos más ilustres recuérdense Luis Pietrobono, Pascual Vannucci; entre los Provinciales hay que mencionar a José Pusino, G. Angelini y Quirino Santoloci que con su cultura y actividad supo infundir en la Provincia un sano optimismo. En 1928 se inició la publicación de La Voce del Calasanzio por el P. F. Buono; la revista duró 20 años y fue el órgano oficial de los antiguos alumnos de toda Italia. Para incrementar las vocaciones se publicó muchos años el boletín «Regina riostra» por los de Frasead. Mayor vigor imprimió a la Provincia la creación del floreciente «Instituto Calasancio» creado tras la segunda guerra mundial en Vía Cortina d’Ampezzo en Roma y que quiso ser la continuación de la casa de San Lorenzino.
Reconstruido el santuario de Frascati, tras los bombardeos de la segunda guerra mundial se ha levantado un colegio y un edificio para actividades educativas juveniles; se ha mejorado el «instituto Calasancio», las casas de Poli y de Rieti. La Provincia Romana ha tomado a su cargo la parroquia de San Francisco en Monte Mario, regentada por los escolapios de Liguria; incluso se pensó en trasladar el colegio Nazareno, idea que últimamente se ha abandonado.
Superiores
Obras
Obra | Años | Años en Demarcación |
---|---|---|
FRASCATI (Colegio y Santuario) | (1616- ) | (1626- ) |
NARNI | (1618-1873) | (1626-1873) |
ROMA (Noviciado) | (1619-1657) | (1626-1657) |
MORICONE | (1619-1732) | (1626-1732) |
ROMA (S. Lorenzo in piscibus) | (1619-1948) | (1626-1948) |
FANANO | (1621-1810) | (1789-1810) |
NORCIA | (1621-1815) | (1626-1815) |
CESENA | (1622-1771) | (1626-1771) |
POLI | (1628- ) | (1628- ) |
SAN SALVATORE MAGGIORE | (1628-1635) | (1628-1635) |
ROMA (Nazareno) | (1630- ) | (1630- ) |
ANCONA | (1632-1810) | (1632-1810) |
CHIETI | (1636-1681) | (1636-1641) |
PIEVE DI CENTO | (1642-1798;1841-1870) | (1789-1798;1841- 1870) |
PESCINA | (1664-1809) | (1664-1772) |
CITTÀ DELLA PIEVE | (1674-1907) | (1674-1907) |
ROMA (S. Miguel ad ripam) | (1684-1790) | (1684-1790) |
URBINO | (1686-1884) | (1686-1831) |
CASTELNUOVO DI FARFA | (1687-1865) | (1687-1865) |
CASCIA | (1691-1730) | (1691-1730) |
MASSA D’ALBA | (1697-1809) | (1697-1773) |
RIETI | (1698- ) | (1698- ) |
CAPO D’ISTRIA | (1699-1817) | (1699-1817) |
ALBANO (Colegio) | (1707-1801) | (1707-1801) |
SCANNO | (1711-1809) | (1711-1772) |
ROMA (Eclesiástico) | (1712-1790) | (1712-1790) |
MURANO | (1720-1767) | (1720-1767) |
ALATRI | (1722-1971) | (1722-1971) |
CORREGGIO | (1722-1816) | (1789-1816) |
SENIGALIA | (1741-1786) | (1741-1786) |
ROMA (Coleg. Calasanzio) | (1747-1800) | (1747-1800) |
SEGNI | (1756-1798) | (1756-1798) |
LUGO | (1758-1816; 1881-1884) | (1789-1810; 1881-1884) |
ALBANO (Residencia) | (1764-1948) | (1764-1948) |
RAGUSA | (1777-1854) | (1777-1821) |
RAVENA | (1779-1797) | (1779-1797) |
CECCANO | (1875-1889) | (1875-1889) |
SUBIACO | (1907-1915) | (1907-1915) |
FRASCATI (Hospicio) | (1923-1929) | (1923-1929) |
ROMA (Parroquia) | (1933- ) | (1963- ) |
ROMA (Santa María del Pianto) | (1940-1947) | (1940-1947) |
ROMA (Inst. Calasanzio) | (1947- ) | (1947- ) |
FONTENOVA LEONESA | (1965- ) | (1965- ) |
TOR SAN LORENZO | (1974- ) | (1974- ) |
NB. Se adjuntan y citan aquí otras casas que fueron gobernadas por el P. General directamente:
Obra | Años | Años en Demarcación |
---|---|---|
MENTANA | (1618-1620) | (1618-1620) |
MAGLIANO | (1620-1621) | (1620-1621) |
ROMA (Casa S. Pantaleo) | (1612-1876; 1923- ) | (1612-1876; 1923- ) |
FLORENCIA (Coleg. Pellegrino) | (1638- ) | (1927-1935) |
ROMA (Res. S. Lzo. de montes) | (1886-1892) | (1886-1892) |
ROMA (Res. Via Toscana) | (1892-1918) | (1892-1918) |
ROMA (Res. San Lorenzo in borgo) | (1918-1919) | (1918-1919) |
ROMA (Res. Monserrato) | (1919-1923) | (1929-1923) |
ROMA (Calasanctianum) | (1936- ) | (1936- ) |
FORT LAUDERDALE | (1961- ) | (1961-1972) |
ROMA (Casa de formación SIR) | (1967-1970) | i 1967-1970) |
BATA | (1970-1971) | (1970-1973) |
SANTA ISABEL | (1970-1973) | (1970-1973) |
Bibliografía
- Rassegna di Storia e Bibliografía scolopica (1950) XV-XVI; (1951) XVII
- Regina Nostra 1935 y ss
- Ephemerides Calasanctianae (1893) 13; (1907) 215-216; (1932 y ss)
Redactor(es)
- Giovanni Ausenda, en 1990, artículo original del DENES I