FerrerSintesis/4SigloXX/3Ministerio

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3. El ministerio escolapio.

3.1 La escuela

a. Situación general.

El siglo XX posiblemente pasará a la historia como el siglo del impulso educativo mundial, con la consiguiente explosión educativa del Tercer Mundo descolonizado casi en su totalidad. Y también como el siglo del intervencionismo político y estatal sobre la educación. Todos los regímenes políticos de signo totalitario han hecho de la educación su campo de adoctrinamiento y reclutamiento. La educación, la escuela, ha soportado las presiones e injerencias más sistemáticas de su larga historia.

El derecho a la educación[Notas 1] y la misma fundación de la UNESCO (1946), organismo de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura, junto con la amplísima legislación producida en todos los países del mundo, aseguran, como derecho formal, la educación para todos. La realidad dista mucho de la ley, pero es un paso decisivo para la humanidad, por su mismo carácter universal y sistemático, el hecho de que todos los estados del mundo tengan a la educación como uno de sus objetivos fundamentales a conseguir. Tras la extensión de la educación, aunque casi ficticia en algunas zonas, ya se está avanzando en otro gran objetivo: conseguir mayor calidad educativa progresando en la innovación pedagógica.

La Iglesia ha mostrado una constante preocupación y presencia en el campo educativo (Bastaría recordar: Pío XI ("Divini illius Magistri", 1929); Pío XII (innumerables discursos); Vaticano II ("Gravissimum educationis momentum"); declaraciones colectivas del episcopado de muchos países; documentos de organismos de la Santa Sede y de diversos estamentos católicos,etc. Esta inmensa documentación responde a situaciones muy diversas:

  • En regímenes totalitarios: exigir la libertad de educar que tienen los padres, según sus propias convicciones, y el de no ser adoctrinados. Libertad de creación de escuelas. Libertad de enseñar la religión católica.
  • En regímenes democráticos: libertad de educación (elección de centro) y derecho a la financiación de la escuela no estatal, junto con los derechos ya expuestos en el apartado anterior.

El tipo de hombre que pretende "conseguirse" con la educación, según las diversas tendencias y modelos educativos, es la preocupación máxima de la Iglesia.

No hay una oposición cerrada, como en otras épocas, de la Iglesia a las innovaciones educativas. ¿Por qué, sin embargo, han sido rechazadas a veces esas innovaciones? El caso de la coeducación es muy ilustrativo al respecto. La coeducación fue bandera de amplias corrientes laicistas y racionalistas en la Europa del XIX[Notas 2] y fue utilizada como arma contra la educación "tradicional" y cristiana. La encíclica "Divini illius Magistri" decía lo siguiente:

"Igualmente erróneo y pernicioso para la educación cristiana es el método llamado de la coeducación, fundado también, por parte de muchos, en el naturalismo negador del pecado original, y además por parte de todos los defensores de este método, en una deplorable confusión de ideas que trueca la legítima convivencia humana en la promiscuidad y el igualitarismo nivelador. El Creador ha ordenado y dispuesto la convivencia perfecta de los dos sexos solamente en la unidad del matrimonio y gradualmente separada en la familia y en la sociedad".

La Sagrada Congregación de Religiosos publicó una Instrucción sobre la coeducación (18 diciembre 1957) en la que sostenía que no apodía aprobarse la coeducación en la Enseñanza Secundaria (sólo tolerarla como mal menor). Y añadía: "No se permita a los religiosos regentar colegios mixtos de enseñanza media, a no ser excepcionalmente y por urgentísima necesidad, y, naturalmente, previo indulto de esta Sagrada Congregación".

En la declaración conciliar "Gravissimum educationis momentum" no hay ninguna valoración explícita sobre la coeducación.

El motu proprio "Ecclesiae Sanctae" (1966) dio algunas razones para admitir la coeducación: "La distribución general de todos los centros católicos de enseñanza en la diócesis, la cooperación entre ellos y la vigilancia sobre los mismos, para que no sean menos adecuados que los demás centros en la consecución de los fines culturales y sociales".

Posteriormente la Congregación para la Educación Católica ha aprobado que no es necesario recurrir a la Santa Sede para implantar la coeducación, sino artenerse a las orientaciones del Ordinario del lugar o a la respectiva Conferencia Episcopal, del mismo que otros centros escolares[Notas 3].

b. Problemas específicos.

Italia:

La situación es similar a la del XIX hasta el final de la guerra de 1914.

En la época fascista se aprobó el plan de Giovanni Gentile (1923), ministro, filósofo y pedagogo neo-idealista, por el que se potenció la enseñanza humanista y filosófica. Los colegios no oficiales siguieron las directrices del Ministerio de Educación. La impregnación ideológica fascista se hizo a través del culto a la patria; excursiones a lugares patrióticos o ligados al glorioso pasado imperial romano; gimnasia y preparación paramilitar (con profesores de la Opera Nazionale Balilla); agrupaciones escolares de la Gioventù Italiana del Littorio (G.I.L.),etc.

En el citado año 1923 se introdujo un examen de estado (reválida) igual para todos los alumnos (escuelas públicas y privadas), indispensable para obtener el título de Bachiller, aunque se mantuviera la autonomía didáctica de cada centro escolar.

En 1929 se firmaron los Pactos Lateranenses entre la Iglesia y el Estado. Además de concluir el contencioso de los Estados Pontificios (desde 1870), la escuela privada obtuvo su reconocimiento.

En 1931 el papa Pío XI publicó su encíclica "Non abbiamo bisogno" contra el sentido totalitario de la ideología fascista (denunciando, por ejemplo, sus injerencia en cuestiones religiosas y en la educación).

En 1938 el régimen fascista funda el Ente Nazionale Istruzione Media (ENIM), que buscaba la adhesión de todas las escuelas.

La guerra del 1939-1945 afectó directamente a bastantes centros, incluyendo algunos de las Escuelas Pías.

En 1942 la ley nº 86 (19 enero), todavía en vigor, dio el reconocimiento legal de la escuela no estatal. La escuela católica "pagó" su reconocimiento con la pérdida de su propia libertad y originalidad para seguir el modelo público (contenido de los programas, gestión y organización).

En 1947 la nueva Constitución de la República Italiana (fruto de un consenso entre la derecha y la izquierda) declaró la imposibilidad legal de financiar la escuela privada.

Los colegios se constituyeron definitivamente como empresas, aunque sin ánimo de lucro. La explosión escolar de los años 50 y 60 los decantó hacia las clases medias. Los internados, cada vez más caros, fueron desapareciendo. Desde el curso 1963-1964 la enseñanza obligatoria abarca 8 años (5 de elemental y 3 de media). En los años 70 ya es normal la coeducación y el profesorado seglar absolutamente mayoritario en los colegios escolapios.

En el curso 1987-1988 la Escuela Pía italiana presenta estos datos, en lo referente a su actividad escolar: 12 centros; 90 religiosos; 366 profesores laicos; 6.386 alumnos (3.949 niños y 2.437 niñas).

El conjunto de la enseñanza católica en Italia presenta esta situación (1987-1988): 2.993 centros; 10.852 religiosos; 23.973 profesores laicos; 402.457 alumnos (179.111 niños y 223.346 niñas)[Notas 4].

Europa Central:

Las guerras, los regímenes totalitarios comunistas y nacionalsocialistas afectaron trágicamente a todos nuestros centros escolares. Bohemia-Moravia, Eslovaquia y Rumanía quedarón, después del 45, sin escuelas escolapias.

Polonia: sólo pervivió una pequeña escuela.

Hungría: se toleró el funcionamiento de dos centros, aunque son instalaciones insuficientes y con un número limitado de religiosos. Su prestigio ha sido notorio, sin embargo. Las limitaciones educativas y el dirigismo estatal (con la obligación de enseñar el materialismo dialéctico, por ejemplo) han sido casi asfixiantes, pero se ha podido sobrevivir y enlazar con la etapa poscomunista.

Austria: conservó algunas escuelas. En 1938 la anexión al III Reich obligó, en la práctica, al cierre de los colegios católicos. La postguerra fue de recuperación muy débil[Notas 5].

La escasez de religiosos, el gran número de profesores laicos y las dos escuelas (infantil con 155 alumnos; elemental con 452) confieren un carácter casi testimonial a la en otro tiempo importante presencia educativa de la Escuela Pía en Austria.

España:

Período 1900-1931:

Se caracteriza por la redicalización social (sobre todo desde 1917), la inestabilidad política y los enfrentamientos religiosos (cada vez menos ocultos). Las tendencias laicistas en educación son cada vez más evidentes en ciertos grupos, además de la ya conocida Institución Libre de Enseñanza[Notas 6].

En 1900 se crea el Ministerio de Instrucción pública.

En 1901 el Ministerio comienza a pagar directamente a los maestros de la escuela pública.

En 1910 se aprueba le ley sobre Congregaciones Religiosas, conocida popularmente como ley del "candado", inspirada por el presidente del gobierno J. Canalejas[Notas 7].

Desde 1902 a 1923 se suceden 53 ministros de Instrucción Pública.

En 1925, ya en la época de la Dictadura de Primo de Rivera, se aprueba el plan Callejo, que implantó, al menos como tendencia, el método cíclico (intensificación gradual y progresiva de las enseñanzas o contenidos. La misma asignatura se va ampliando cada curso).

En cuanto a los escolapios se ven afectados por la supresión del trato especial en la titulacin oficial para enseñar, aunque volvieron a recuperarlo en 1914; tras volverlo a perder, nuevamente se recuperó en 1923. Continuaron los convenios económicos con los municipios (en poblaciones pequeñas). En las ciudades importantes los colegios son cada vez más de "pago" (clase media y alta). Se acentúa la tendencia del XIX: los encomendados van en aumento. Los gratuitos (Valencia, Sevilla, Barcelona, Madrid,etc.) están separados en secciones distintas (recordar que incluso en el anterior tanto los econmendados como el resto estaban en las mismas aulas). La consecuencia de la separación se hace visible: clases distintas; puertas distintas de acceso; horarios diferentes...Citamos algunos ejemplos: Valencia (provincia): en 1915 (encomendados o vigilados: 38,2%), en 1931 (llegan al 64,6%). En Madrid (San Antón) tenían locales propios para gratuitos (calle Santa Brígida); en San Fernando (1911) había los siguientes alumnos: Internos de 1ª y 2ª Enseñanza (67), Mediopensionistas (47), Vigilados de 2ª Enseñanza (155), Vigilados de 1ª Enseñanza (336), Gratuitos (607); total (1.212).

Período 1931-1978

La Constitución de la II República Española (1931) dio un giro total a la educación: es obligación de los padres; se tendrán en cuenta los derechos del niño: la enseñanza será laica, obligatoria y gratuita; se establecerá una inspección estatal; prohición de la enseñanza de la Iglesia,etc. El artículo 26 de la Constitución decía así: "El Estado, las regiones, las provincias y los municipios no mantendrán, favorecerán ni auxiliarán económicamente a las iglesias, asociaciones e instituciones religiosas". En el mismo art. 26 se proponen las bases de la futura ley sobre Congregaciones religiosas. Dicen así las bases más significativas para nuestro tema: "3ª Incapcidad de adquirir y conservar, por sí o por persona interpuesta, más bienes que los que, previa justificación, se destinen a su vivienda, o al cumplimiento directo de sus fines privativos. 4ª Prohibición de ejercer la industria, el comercio o la enseñanza. 5ª Sumisión a todas las leyes tributarias del país. 6ª Obligación de rendir anualmente cuentas al Estado de la inversión de sus bienes en relación con los fines de la Asociación. Los bienes de las Ordenes religiosas podrán ser nacionalizados".

El texto del art. 49, por sus repercusiones hasta hoy, es digno de reproducirse literalmente:

"La expedición de títulos académicos y profesionales correspondo exclusivamente al Estado, que establecerá las pruebas y requisitos necesarios para obtenerlos aun en los casas en que los certificados de estudios procedan de centros de enseñanza de las regiones autónomas. Una ley de Instrucción pública determinará la edad escolar para cada grado, la duración de los períodos de escolaridad, el contenido de los planes pedagógicos y las condiciones en que se podrá aurtorizar la enseñanza en los centros privados".

Por el Decreto de 6 de mayo de 1931 se declaró libre la instrucción religiosa en Primaria y en centros oficiales.

En 1933 la Ley de Congregaciones y Cultos establecía la prohibición de enseñar, entre otras cosas. La respuesta de la Iglesia mereció una encíclica del papa Pío XI ("Dilectissima nobis", 1933).

Tras la prohibición se crearon sociedades para poder seguir civilmente enseñando y regentando centros (entre otras, se fundó SADEL, Sociedad Anónima de Enseñanza Libre).

En realidad se trataba de sustituir los centros religiosos por centros públicos. Se crearon miles de escuelas públicas de enseñanza primaria. En 1932 el 55% del alumnado de primaria asistía a centros públicos. En Secundaria la sustitución era más difícil, por la falta de profesorado especializado. De hecho no se pudo llevar a cabo totalmente (en 1933 había 259 centros religiosos de Secundaria con 2.050 profesores).

La II República, en su ideología mayoritaria y legislación, como herencia liberal y anticlerical, identificó el Catolicismo con el dogmatismo, el integrismo; mientras el pensamiento republicano sería la expresión de la racionalidad y de la modernización de España. Manuel Azaña[Notas 8] creía que si la escuela seguía en manos de los religiosos nunca se modernizaría España y se alcanzaría un pluralismo intelectual y cultural: "En el orden de las ciencias morales y políticas, la obligación de las órdenes religiosas católicas, en virtud de su dogma, es enseñar todo lo que es contrario a los principios en que se funda el Estado moderno"[Notas 9].

En 1934, con el triunfo de las derechas, suavizó la prohibición de enseñar. En julio de 1936 comenzó la guerra civil.

El régimen de Franco[Notas 10] en sus primeros actos legislativos reinstauró varios elementos abolidos por las autoridades republicanas: crucifijo en cada aula escolar, enseñanza de la religión (incluso en la escuela pública), libertad de creación de centros y dirección de centros,etc.

¿Cuál era la ideología de la escuela del nuevo régimen? La exposición de motivos del Plan de Reforma de la Enseñanza Media[Notas 11] ofrece una amplia base ideológica para la Reforma:

  • Retorno a la tradición, sin olvidar las nuevas experiencias: "El Nuevo Estado tiene la altísima preocupación de revisar los problemas capitales de orden espiritual, reafirmando el sentido de nuestra tradición con la experiencia de tendencias nuevas, largamente aplicadas en países que ocupan un lugar preeminente en el orden de la cultura".
  • Objetivo: Se inicia la reforma global de todo el sistema escolar por la Enseñanza Media porque es "el instrumento más eficaz para, rápidamente, influir en la transformación de una Sociedad y en la formación intelectual y moral de sus futuras clases directoras". Se trata, por tanto, de formar a la élite dirigente (profesiones liberales), aunque sin olvidar otro tipo de enseñanza para los demás sectores sociales.
  • Cultura clásica y humanista. Entre otros argumentos formativos, se afirma esta razón: "el procurar esta formación, (es) camino seguro para la vuelta a la valorización del Ser auténtico de España, de la España formada en los estudios clásicos y humanísticos de nuestro siglo XVI, que produjo aquella pléyade de políticos y guerreros -todos de formación religiosa, clásica y humanística- de nuestra época imperial, hacia la que retorna la vocación heroica de nuestra juventud".
  • Catolicismo y patiotismo: "la formación clásica y humanista ha de ser acompañada por un contenido eminentemente católico y patriótico. El Catolicismo es la médula de la Historia de España"..."Se trata así de poner de manifiesto la pureza moral de la nacionalidad española; la categoría superior, universalista, de nuestro espíritu imperial, de la Hispanidad, según concepto felicísimo de Ramiro de Maeztu, defensora y misionera de la verdadera civilización, que es la Cristiandad".
  • Lengua española: "Complemento natural de las humanidades clásicas han de ser las humanidades españolas. Es nuestra lengua el sistema nervioso de nuestro Imperio espiritual y herencia real y tangible de nuestro Imperio político-histórico".

En 1938, José Pemartín, Jefe del Servicio Nacional de Enseñanzas Superior y Media, al referirse a la reforma en curso, decía: "Voy a exponer en breves palabras lo que pudiera llamarse el resorte interior, la razón de ser íntima, que mueve, tensa y contraste la realización de la Reforma de la Segunda Enseñanza. Puede resumirse en las tres palabras siguientes: Anti-enciclopedismo, anti-liberalismo y anti-rousseaunismo"[Notas 12].

Junto a esta ideología (con su buena dosis de retórica sin alcances prácticos) el articulado de la Ley de 1938, en su Base XV (dedicada a establecer el régimen de los Colegios privados), habla claramente de la enseñanza no oficial. En órdenes ministeriales del mismo año[Notas 13], se prohibe "el empleo de las palabras "Institutos" y "Nacional", separadas o juntas, para la denominación de los Colegios privados" (art. 4º).

La orden de 16 de diciembre (BOE 22 de diciembre) sobre becas, premios, matrículas gratuitas,etc. para que "la cultura sea patrimonio común de todos los españoles, y a que no quede malograda ninguna capacidad natural por falta de medios económicos" dispone que a los Colegios privados se les asignen diversos porcentajes para premiar, no cobrar tasas,etc. a una parte de sus alumnos. Para las becas en metálico se contituirá un fondo en cada Sección provincial (entre las aportaciones al fondo se menciona a los Colegios privados que deberán entregar un dinero "en proporción de un cinco por ciento de su recaudación general de internado".

No se plantea ningún sistema de financiación de centros privados sin ánimo de lucro. Sólo hay ayudas para los alumnos y ciertas exenciones impositivas (en centros de carácter benéfico-docente, como los de los Escolapios) y declaración de obras de "interés social" para facilitar créditos para la construcción de nuevos centros educativos privados.

La impregnación ideológica, de origen falangista y cada vez más atenuada, se estructura oficialmente en el sistema escolar. Asignatura de Formación del Espíritu Nacional (impartida generalmente por un profesor miembro de FET y JONS, del aparato del Movimiento Nacional); Educación Física o Gimnasia; agrupaciones juveniles (Centurias, etc. que acabaron formando la Organización Juvenil Española, ya en los años 60-70); desfiles paramilitares; celebraciones (izar bandera; días conmemorativos, por ejmplo, del estudiante caído, de la muerte de José Antonio Primo de Rivera,etc. en los que había una lección política y algún acto público,etc.); campamentos del Frente de Juventudes (después O.J.E.),etc. Toda esta supraestructura ideológica no contó en todas partes con el mismo grado de adhesión y, de hecho, surgieron conflictos. Al final de los años 50 estaba ya muy diluída. A partir del Plan de Bachiller de 1953 y su reforma de 1957, los contenidos de la asignatura de F.E.N. se fueron modificando (explicación de las leyes fundamentales del régimen; conocimiento de la economía,etc.). Más adelante esta asignatura se fue transformando en formación cívica, aunque dentro del sistema ideológica franquista (cf Ley de Principios del Movimiento Nacional, de 17 de mayo de 1958; Fuero de los Españoles (1945) y Fuero del Trabajo (1938), junto con otras leyes, todas modificadas por la Ley Orgánica del Estado, de 10 de enero de 1967).

En 1945 se publicó la Ley de Enseñanza Primaria.

En 1953 se cambió el plan de Bachillerato (el de 1938) por la Ley de Ordenación de la Enseñanza Media (reformada en 1957). El Bachillerato se dividió en dos secciones: Elemental (4 años; con examen oficial de reválida en Instituto Nacional) y Superior (2 años, con dos opciones de Letras y Ciencias; también con una reválida oficial para obtener el título de Bachiller Superior). Se añadía un nuevo curso de preparación para los estudios superiores (el llamado Preuniversitario, también con un examen final oficial).

También en 1953 se firmó el Concordato con la Santa Sede. La enseñanza religiosa quedó asegurada, incluso en centros públicos[Notas 14]. El art. XI,1 reconocía a la Iglesia como "sociedad perfecta" en el sentido jurídico de plenitud; el art. XXXVI decía así: "En todos los centros docentes de cualquier orden y grado, sean estatales o no estatales, la enseñanza se ajustará a los principios del Dogma y de la Moral de la Iglesia Católica".

En 1954 se aprobaba la ampliación de la enseñanza obligatoria hasta los 14 años. Pronto surgió la anomalía siguiente: una Primaria "larga" hasta los 14 años y un Bachiller Elemental también hasta los 14 años.

El Ministerio de Trabajo y los Sindicatos oficiales crearon su propia red educativa: Institutos y Universidades Laborales. La Iglesia colaboró intensamente con sus Escuelas Profesionales, aunque la Escuela Pía apenas estuviera presente en esta modalidad.

En los veinte años que transcurren desde 1940 el Estado apenas hizo crecer su propia red de enseñanza pública. Hubo una aparente paradoja: un fuerte estatalismo y, a la vez, una dejación estatal de la educación. ¿Por qué? Parece ser que una de las razones más convincentes es la estatalización de la propia Iglesia, que presta con sus numerosos centros una solución de suplencia, económicamente útil para el Estado, para la solución, transitoria, del problema educativo.

Con todo hubo fricciones entre ambas instituciones, aunque fueran por cuestiones concretas: titulación académica de los religiosos (exámenes oficiales para ser declarados auxiliares o habilitados, a comienzos de los 60; precios de la enseñanza y problemas económicos para mantener alumnos gratuitos; inspecciones oficiales,etc. Desde 1957 se comenzó a notar lel creciente intervencionismo de la Administración Pública en la educación. En ese mismo año se constituyó la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE) y algunos obispos comenzaron a expresar su inquietud sobre la problemática escolar (se hicieron famosas, entre otras, las pastorales de Mons. Pablo Gúrpide, obispo de Bilbao).

La década de los 60, la década desarrollista en el plano económico e industrial, exige una mayor cualificación del obrero industrial. La educación es cada vez más necesaria y debe ampliarse al máximo. En 1962 (ministro Lora Tamayo) instituye nuevamente la obligatoriedad de la enseñanza primaria hasta los 14 años de edad.

Los cambios sociales y económicos, que propician una apertura cada vez más notoria hacia Europa y los Organismos internacionales (como la UNESCO), plantean la necesidad de una reforma más completa del sistema escolar. En 1969 el Ministerio de Educación dio a conocer el "Libro Blanco, la Eduación en España, Bases para una política educativa". Antes y después de esta publicación, diversos sectores sociales habían mostrado su inquietud sobre el futuro de la enseñanza. Así la Comisión Episcopal de Enseñanza hizo una declaración titulada "La Iglesia y la Educación en España hoy" (1969). La enseñanza privada apenas era contemplada en el Libro Blanco. La voz de la F.E.R.E. también se hizo sentir. Las Cortes aprobaron la Ley de 4 agosto de 1970 conocida como "Ley General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa"[Notas 15]. En el mismo mes de julio la Asamblea Plenaria del Episcopado ("Nota sobre el proyecto de Ley General de Educación") ya denunciaba su orientación estatalista, por otra parte nada nueva en la tradición española educativa. Las repercusiones de la Ley en la sociedad y en la Iglesia fueron importantes[Notas 16].

El preámbulo de la Ley expresa con claridad la nueva filosofía educativa al servicio de la democratización de la enseñanza. El art. 1º aludía al marco ideológico, en vistoso contraste con el preámbulo, con estas afirmaciones: "Son fines de la educación en todos sus niveles y modalidades: 1. La formación humana integral, el desarrollo armónico de la personalidad y la preparación para el ejercicio responsable de la libertad, inspirados en el concepto cristiano de la vida y en la tradición y cultura patrias; la integración y promoción social y el fomento del espíritu de convivencia; todo ello, de conformidad con lo establecido en los Principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino".

Las contradicciones de la Ley fueron todavía más evidentes cuando se trató de financiar su aplicación (gratuidad de la Enseñanza General Básica, desde los 6 a los 14 años). Pronto se tuvo que acudir a un complicado sistema de subvenciones parciales, completadas por las aportaciones de los padres del alumnado. El nuevo Bachillerato Unificado y Polivante (3 años) y el Curso de Orientación Universitaria, salvo en los centros públicos y otros asimilados, continuó siendo de pago.

La transición política, desde 1975, desembocó en una nueva Constitución (1978). El carácter no confesional del nuevo régimen produjo una gran sensibilización en la Iglesia y en la sociedad. El art. 27 (sobre la educación) produjo, antes y después de su aprobación, amplias y enconadas polémicas, tanto desde las posturas laicistas como desde el campo católico. Su redacción final fue fruto, como la Constitución, de un consenso, a veces deliberadamente ambiguo.

En 1979 se firmaron los Acuerdos Iglesia-Estado, que venían a sustituir el Concordato de 1953. El Episcopa reconoció, una vez más, las graves dificultades que se iban presentando en el campo de la enseñanza privada.

Algunas Comunidades Autónomos fueron recibiendo las máximas competencias en materia educativa no universitaria, con lo que la situación del problema escolar fue diversa según el color del partido gobernante en cada Comunidad.

En 1985 se aprobó la Ley del Derecho a la Educación (LODE), que concitó una sensibilización muy fuerte entre los religiosos dedicados a la enseñanza. Aparecieron novedades importantes, como la creación de Consejos Escolares (gestión general del centro sostenido con fondos públicos) y el sistema de conciertos económicos con la Administración Pública (ministerial o autonómica, según los casos). El sistema o plan escolar siguió siendo el mismo de la Ley General de 1970 y su desarrollo posterior.

En 1990 se aprobó la Ley de Ordenamiento General del Sistema Educativo (LOGSE), que venía a modificar profundamente toda la estructura escolar (Educación Infantil hasta los 5 años; Educación Primaria (6 a 12 años); Educación Secundaria Obligatoria (13-16 años) y Bachiller Superior (2 años). Este sistema contempla una formación profesional con diversos módulos y desarrollos. La LOGSE no ha despertado tanta sensibilización social, a pesar de que, por su carácter global, toca más profundamente algunas cuestiones fundamentales. La no introducción de la enseñanza de la Religión, como área propia, ha provocado diversas intervenciones del Episcopado y de los organismos eclesiales, aunque sin olvidar otros aspectos muy controvertidos de dicha ley.

La Escuela Pía, sobre todo desde 1931, ha ido perdiendo su "status especial" en las relaciones con las autoridades gubernamentales y ha ido entrando en una situación idéntica a la de las demás Congregaciones religiosas dedicadas al ministerio de la educación.

América:

El desarrollo de la escuela no ha tenido los problemas europeos, entre otras razones, por la misma deficiencia del sistema escolar público en bastantes naciones americanas. Entre las ventajas se pueden destacar: menor control estatal (salvo en algunos países y en momentos determinados); libertad de creación de centros; confesionalidad; elección del profesorado,etc.

Uno de los principales incovenientes ha sido (y es) el encontrar una solución satisfactoria para la financiación de los colegios. El sistema utilizado, en general, ha sido el de pago por parte de los alumnos, ya que apenas existen convenios con los gobiernos. Los remanentes han servido para sufragar los cuantiosos costes de las construcciones escolares, la creación de centros gratuitos (anexos; estudios nocturnos,etc.) y la creación de fondos de becas o ayudas a determinados alumnos.

Los documentos eclesiales de Medellín (1968) y Puebla (1980) orientaron la etapa posconciliar. El deseo de evitar el clasismo y abrir los colegios a todas las clases sociales ha llevado a introducir fórmulas nuevas de financiamiento. Una de las más importantes ha sido la de establecer convenios con la Administración pública, la cual se hace cargo de los gastos del profesorado. Este sistema, además de no poder alcanzar a muchos centros, en ocasiones ha tenido la contrapartida de obligar al Colegio a escoger su profesorado de la lista enviada por la autoridad educativa. Otro fórmula, por ejemplo en Ecuador, ha sido crear colegios "cooperativos".

El contexto social ha permitido introducir con normalidad la coeducación y avanzar en la renovación pedagógica.

Sin una frontera bien definida, por lo menos en algunas ocasiones, entre lo asistencial y lo educativo, se han creado numerosas obras, fruto, no sólo de la necesidad social, sino de un verdadero compromiso cristiano con los más necesitados: hogares para niños y jóvenes marginados; escuelas en comarcas deprimidas; formación profesional; obras asistenciales y educativas de muy diversa clase y estabilidad (campañas de alfabetización; misiones permanentes en zonas indígenas, con escuelas,etc.). La financiación de estas iniciativas es casi siempre ocasional: ayudas de organismos internacionales, ayudas oficiales, campañas y donaciones particulares, voluntariado, ayuda directa de la Escuela Pía (con religiosos y medios económicos),etc.[Notas 17].

c. Organización escolar. Tipos de escuela.

Las exigencias oficiales (planes de estudio, horarios, profesorado,etc.) han ido produciendo, a lo largo del siglo XX, una "homogeneización" de la enseñanza en casi todos los países. La escuela ha ido adquiriendo una configuración "bifronte": oficial (planificada) y propia (específica de cada orientación educativa, casi siempre reducida a actividades no académicas). El reto a la intuición calaancia -integración enriquecedora de Piedad y Letras- es evidente y de no fácil solución.

Los tipos de escuelas, sobre todo en Europa, se han ido simplificando por imperativo del sistema escolar oficial. Los mismos internados, de tan larga tradición, han ido desapareciendo, a partir de los años 60.

La enseñanza profesional, aunque poco extendida en la Escuela Pía, ha tenido, sin embargo, realizaciones interesantes en España: escuelas de Comercio[Notas 18]; enseñanza de taquigrafía, mecanografía y tipografía (de esta última es de destacar la escuela de San Antón, Madrid, en los años 20). Poco a poco estas especialidades, al no poder obtener una situación jurídica estable, han ido desapareciendo. Quedan, ya con un alcance más técnico, escuelas de comercio (informática, en Mataró) o de sistemas audiovisuales (Sarriá, Barcelona) e, incluso, alguna de carácter agrícola y ganadero (MILT, León de Nicaragua; Escuela Milani, de Salamanca).

La enseñanza de sordomudos ha ido también perdiéndose. Hasta 1979 los escolapios dirigieron y trabajaron en el Instituto Pendola (Siena), de propiedad estatal por incautación en 1876. El Colegio Assarotti (Chiavari) se cerró en 1961. Sigue el de Génova. Ya en el curso 1963-64 se planteó la necesidad de ampliar los cursos a la escuela media (total: 8 años, aunque los sordomudos lo pueden hacer en 10, es decir, la llamada escuela obligatoria). Todavía en este siglo los escolapios italianos han destacado en esta difícil espacialidad, por ejemplo, el P. Guido Meucci (1881-1967), en Siena, conocido por sus publicaciones sobre la materia.

La atención a los niños y jóvenes marginados ha experimentado un auge importante, tal como se ha dicho al hablar de América. Incluso en Hungría ha habido interesantes experiencias con estos niños, así los llamados "exploradores descalzos" del P. József Révai (1887-1967), cuidados y educados en régimen de hospicio y en campamentos.

d. Renovación pedagógica.

Ha sido fruto, en gran parte, de la iniciativa personal. La creación del Instituto Calasanz de Ciencias de la Educación (Madrid, 1966) fue la primera obra corporativa en el ámbito español. A título de ejemplo, se recuerdan algunas iniciativas y religiosos interesados en la renovación pedagógica.

Parvulistas: Joan Profitós (1892-1954), en contacto con pedagogos como María Montessori, aplicó los métodos de globalización Decroly, Claparède) en su método fonomímico para el aprendizaje de la lectura; Joaquín Erviti (1912) trabajó en un método para el apredizaje de la lectura y publicó varias obras escolares muy difundidas ("Chiquitín", "Sonrisas"); Francesc Roca (1877-1943) parvulista de gran experiencia,etc.

Pedagogía: además de los varios nombres ya citados, habría que recordar, en el ámbito español, a C. Vila. V. Escriche, O. Fullat, V. Faubell,etc., tanto por sus aportaciones teóricas como de historia de la Pedagogía (Vilá, Faubell).

Ciencias: Algunas provincias mantienen el interés por las ciencias naturales, físicas y exactas. La enseñanza de la física, con sus correspondientes laboratorios, ha dado buenos frutos en Hungría[Notas 19]. En Toscana sigue la tradición científica con aportaciones diversas desde G. Alfani hasta D. Bravieri. En Castilla son conocidos Juan Torregrosa, naturalista, y A. Turiel, en matemáticas,etc. En Valencia, Fausto Garcerá (1899-1988), autor de libros de texto de Ciencias Naturales,etc. A veces ese interés por la naturaleza cuajó en actividades escolares como la "Fiesta del Arbol", en los años 20, en la que, además de dar a conocer temas de naturaleza, se plantaban árboles para ampliar parques, jardines o repoblar montes.

Los métodos pedagógicos han tenido un cierto relieve en algunos momentos: métodos para niños superdotados (con la creación de centros como el "Calasanctius School" por István Gerenscer (1913), en Estados Unidos, 1957); la enseñanza personalizada; el método "Ramain",etc.

En Humanidades ha continuado, más reducida, la tradición escolapia por las lenguas clásicas. Uno de sus grandes investigadores es el P. Julio Campos (1906).

Las diversas modalidades deportivas han sido muy difundidas como complemento importante de la formación completa del niño y del joven. Bastaría recordar al P. Eusebio Millán introductor del baloncesto en España, en los años 20, en los colegios de Mataró y Barcelona.

e. Reglamentos de alumnos. Asociaciones.

Los reglamentos de alumnos han sido numerosos, incluso se han impreso. Su estudio está por hacer. Lo mismo hay que decir de los Estatutos de las Asociaciones de padres de alumnos, cuya existencia no ha tenido demasiada relevancia, en varias provincias, hasta la década de los 60 e, incluso, más tarde. Los imperativos legales las han ido haciendo necesarias en varios países. A veces han desarrollado actividades formativas (como las llamadas "Escuela de Padres").

Las Asociaciones de Ex-Alumnos, salvo en provincias como Aragón, Cataluña y pocas más, no se han consolidado. Su finalidad ha estado poco clarificada (vinculación sentimenta, junto con el deseo de cooperar con becas y diversas ayudas, como es el caso de algunas interesantes experiencias en América). A veces, por motivos políticos, han sido suprimidas (como sucedió en Hungría, en 1948).

f. Publicaciones.

La labor educativa se ha proyectado en numerosas ocasiones a través de publicaciones periódicas (humildes unas, más cuidadas otras; pero casi todas de corta vida y ritmo irregular de publicación). Algunas han alcanzado, sin embargo, una mayor continuidad y también un nivel más aceptable: "Piedad y Letras" (Valencia), "Parva favilla" (Liguria; de carácter vocacional desde 1935), "L'Educazione dei Sordomuti", "Il piccolo sordomuto" (del Instituto Pendola, de Siena), "La Academia calasancia" (Barcelona), "Horizontes calasancios" (Córdoba, Argentina), "Peralta de la Sal", Vínculo" (Aragón), "La voce del Calasanzio" (Roma), "Nuestra revista" (Madrid), etc.

Las revistas institucionales con más constantes: "Ephemerides calasanctianae", "Aechivum Scholarum Piarum", "Analecta Calasanctiana", "Revista de Ciencias de la Educación", "Revista de Pastoral Juvenil", "Comunidad Educativa", "Ricerche", "Calasanz hoy", etc. además de los boletines informativos o revistas de las diversas demarcaciones. La Orden, desde 1987, publica un "Anuario", con aportaciones de casi toda la Escuela Pía. La publicación, ahora interrumpida, del "Diccionario Enciclopédico Escolapio", aunque de desigual rigor, ha significado la recopilación de datos más extensa, hasta hoy, de la historia de la Orden.

La publicación de textos escolares ha sido un objetivo muy buscado por varias provincias, sobre todo en España (por su mayor número de alumnos y posible exportación a América). Cada provincia, en mayor o menor número, ha desarrollado este tipo de publicaciones, todavía escasamente estudiadas.

Aragón: "Estudio cíclico de primera enseñanza" ( grado 1º, 1913), (2º grado, Letras, 1916), (Grado 3º, Ciencias exactas y aplicadas, 1914). A partir de esta experiencias se editaron textos para bachillerato (Física, Química, Aritmética). También se publicaron textos para lectura ("Libro de Lectura" 1ª parte, 1924 y 1930; 2ª, 1929 y 1930).

Valencia: "Biblioteca Escolar Calasancia intuitiva, cíclica, integral y práctica, compuesta por el P. Fernando Garrigós". Tenía las siguientes secciones:

1) Libro de silabeo.

2) Libros de Lectura: "Páginas del corazón", "Páginas de la Naturaleza" y "Páginas de la Historia".

3) Libros por asigntura (en tres grados, evitando formar un tomo o enciclopedia): Gramática, Aritmética, Geografía e Historia, Geometría y Ciencias, Historia Sagrada y Religión (aunque en la práctica se respetase el catecismo del P. Cayetano Ramo).

4) "Lecturas instructivas. Física, Química, Historia Natural, Fisiología e Higiene, Agricultura e Industrias" (Libros I y II), preparados en forma de diálogo entre el maestro y los discípulos. Estas obras del P. Garrigós tuvieron varias ediciones desde 1910 a 1921 (Tipografía Moderna, Antonio López, Olmos, de Valencia; Gili, de Barcelona).

Castilla: autores latinos y gramáticas (Madrid).

Cataluña: Ediciones Spica (con imprenta propia), Publicaciones Calasancias (años 20).

Después de la guerra de 1936-39 se creó una comisión interprovincial para redactar los textos que deberían sustituir a los editados en cada provincia. Así apareció, por ejemplo, la "Enciclopedia de la Enseñanza Primaria dispuesta por los PP. de las Escuelas Pías de España", en varios grados, Editorial Saber, Publicaciones Calasancias, Valencia, 1941. Se quería hacer también en Bachillerato.

En 1947 se crea la Casa Pompiliana (Madrid) para escritores escolapios. Uno de sus objetivos fue redactar textos escolares. Se publicaron bastantes, tanto de primaria como de secundaria. Recibieron el nombre de "Textos E.P. ". Fueron comercializados, en parte, por la Compañía Bibliográfica Española (desde los años 50). La mala gestión y la escasa valía de algunos textos acabaron con esta importante tarea pedagógica.

Un capítulo importante de las publicaciones escolapias han sido de temática calasancia: "El Protector de la Infancia o San José de Calasanz. Poema histórico" (1910), del P. Andrés Clemente; "Un amico dei ragazzi" (1917) del P. Tommaso Catani; "Vida de Sant Josep de Calassanç" (1920) del P. Joan Profitós; "José de Calasanz. Biografía dramática en verso" (1949) del P. Ramón Castelltort (1949); "La más alta aventura" (1963) del P. Enrique Iniesta; "Extraordiànria història del gran amic dels nois Sant Josep de Calassanç, fundador de l'Escola Pia" (1971) del P. Josep Solà; "Giuseppe Calasanzio" (1977) del P. Giovanni Panchetti; "Accade a Roma" (Commedia in quatro atti) (1991) del P. Alfredo Fantacci,etc.

3.3 La formación religiosa.

A diferencia de etapas anteriores, la pastoral y formación religiosa van a vivir una diferenciación cada vez mayor. El sentido de uniformidad escolapia deja paso a planteamientos distintos, no sólo en cada época, sino entre provincias y aún entre los mismos religiosos.

Período 1900-1939

A comienzos de siglo se produce un hecho de gran importancia pastoral: el papa Pío X[Notas 20] anticipa la edad para recibir la primera Comunión y recomienda su frecuencia. Las consecuencias serán amplias y de largo alcance:

Catequesis de preparación a la Primera Comunión y su solemne celebración[Notas 21]; devoción eucarística (grupos de "Tarsicios Calasancios", con turnos de adoración eucarística); pastoral centrada en los sacramentos: Penitencia, como preparación a la recepción de la Eucaristía; confesión y comunión generales (de carácter mensual),etc.

La formación religiosa está articulada en algunos actos: misa diaria; Oficio Parvo de la B.V.María (domingos y festivos); oración continua; oraciones vocales (numerosas a lo largo del día: Angelus, Rosario, Via Crucis,etc.); comentario del evangelio del domingo,etc.

El estudio del catecismo se hace por grupos y, con frecuencia, en ceretámenes o combates. Los escolapios, por ejemplo, participaron en la Expocición Catequética y III Congreso Catequético (Zaragoza, 1930).

Grupos de niños y jóvenes: "Pomells de Joventut" y "Federació de Joves Cristians" (Cataluña); "Tarsicios" en varias provincias; Congregaciones Marianas de las Escuelas Pías y de San José de Calasanz (en 1929, en Zaragoza, se creó la "Congregación de la gran Madre de Dios y San José de Calasanz", después transformada en el título citado anteriormente),etc.

Como medios de formación integral (humana y cristiana) fueron apareciendo asociaciones de Exploradores (Scouts) y otras: en Hungría, a comienzos de siglo, fueron fundados por el P. A. Sik; en Madrid (San Antón) en 1913; en Cataluña los "Minyons de Muntanya",etc. También fueron propagándose las Colonias Escolares (Puigcerdà, Olot, animadas por el P. Joan Profitós); Valencia (Masía del Pilar, animadas por el P. José Vaquer[Notas 22].

La Acción Católica, impulsada por Pío XI, será una de las vías de formación apostolado más importantes (desde los años 20 hasta después del Vaticano II). Su sección juvenil Aspirantes de Acción Católica se extendió mucho.

La participación en actos públicos de culto y devoción (procesiones, por ejemplo) fue muy destacada.

Dada la importancia de la oración vocal, devociones, confesión y comunión, se editaron numerosos devocionarios. He aquí algunos con su contenido: "Ejercicios de piedad para niños y estudiantes se según enseñan y practican en las Escuelas Pías"[Notas 23]: urbanidad cristiana; oraciones varias al levantarse, comer,etc.; misa, con oraciones privadas para seguirla; meditaciones para cada día de la semana sobre la muerte y resurrección de Cristo, los novísimos; normas para confesarse bien; devociones varias, como la Corona de las 12 Estrellas, novena a San José de Calasanz, exorcismos del P. Casani,etc.

"Corona a la Virgen" (1903), del P. Marcos Calvo. "Devociones calasancias coleccionadas por los PP. Escolapios de Valencia" (1914): Oración continua; Corona de las 12 Estrellas; Santa Misa (recomienda iniciarla por la Corona de las 12 Estrellas; destaca la comunión frecuente y recomienda para ello el "Prontuario catequético" del P. Garrigós. En la pág. 19 dice que "La Santa Misa es un sacrificio ofrecido por el Sacerdote a nombre de Jesucristo, en representación de la Iglesia católica. Los fieles que a ella asisten pueden hacer, a su vez, el ofrecimiento de la misma, según sus particulares intenciones; lo cual, sobre ser de grandísimo provecho, da a los fieles asistentes una participación activa en la común ofrenda. En este concepto véase el método que emplean en muchos colegios los alumnos de las Escuelas Pías".

El Catecismo del P. Cayetano Ramo (1759) se siguió editando y utilizando, sobre todo en su forma abreviada: "Compendio de la doctrina cristiana". Se editó hasta 1941.

La enseñanza del catecismo en Italia fue importante, como sus mismas publicaciones[Notas 24]. Ejemplos: "Istruzioni in preparazione alla prima Comunione" (1938) del P. G. Giovannozzi. Del mismo autor: "I problemi dell'esistenza. Corso triennale di religione per studenti di liceo e di istituto tecnico" (I. La divinità del cristianesimo", 1910; II. I dogmi del cristianesimo", 1929; III. "La morale del cristianesimo", 1912); "Corso di letture di cultura religiosa" (1913-1928), en 14 tomitos sobre Dios, la Creación, el alma, la Redención, la vida futura,etc.).

Período desde 1939 al Vaticano II

La pastoral de los años 40-50 gira, aparentemente, con el mismo ritmo de los decenios anteriores: misa diaria, Rosario, confesiones, comunión frecuente,etc.

Los grupos juveniles son similares: Tarsicios; Congregaciones (como la "Congregación Mariana de las Escuelas Pías y San José de calasanz", cuya finalidad es inculcar la devoción a la Virgen y a Calasanz; ayudar a los asociados en sus problemas espirituales, propios de la juventud; mantener estas devociones entre los antiguos alumnos; dar normas de vida para comportarse cristianamente,etc.; Acción Católica (aspirantes o rama juvenil); Escultismo (en España entró en colisión con el Frente de Juventudes, pero algunas diócesis lo acogieron como obra apostólica católica. En Cataluña tuvo un especial auge); colonias escolares; coros o escolanías infantiles,etc.

Comienzan, sin embargo, a ir apareciendo novedades: grupos que van a los barrios periféricos de las grandes ciudades (domingos y festivos) para llevar a cabo una labor asistencial y catequética. Estos grupos fueron el germen de una toma de postura "social" posterior en amplios sectores de algunas organizaciones católicas (en España e Italia la Acción Católica entró en conflicto con algunos obispos por esos mismos problemas sociales y políticos).

Los ejercicios espirituales adquieren un gran impulso. A menudo vividos de forma traumática (por una excesiva insistencia en el contraste entre la gracia y el pecado), pero que pusieron a muchos jóvenes en contacto directo con el Nuevo Testamento (los evangelios, sobre todo) y ayudaron a interiorizar la fe.

Comienza a afirmarse también un renacer litúrgico. Así en Cataluña aparece una clara influencia de la renovación litúrgica nacida en algunos monasterios de Francia y Bélgica. Se desarrolla un interés por el canto gregoriano (aunque ya existieran precedentes anteriores al período descrito: Bernardo Castillo (1889-1936), Tomás Garrido, F. Martínez, J. Franquesa,etc.). Fue, sin embargo, el P. Miquel Altisent (1893-1975) quien más laboró, teórica y prácticamente, en la difusión del canto gregoriano en el contexto de una liturgia renovada, también teológicamente. El Oficio Parvo (con música) se siguió cantando hasta la década de los 60.

Estos elementos novedosos (la personalización de la fe, el descubrimiento del alcance social del evangelio, la liturgia...) se imbricaron de muy diversa manera, con muchos desajustes, propios de un tiempo de búsqueda. Lo que ya quedaba evidenciado era la ruptura de una opción uniforme para la Escuela Pía. Las mismas publicaciones escolapias para ayuda de la vida de piedad personal y litúrgica de los alumnos, presentaban diferencias muy notables, tal como se ejemplifica con los siguientes libros:

"Libro de oraciones vocales" (Colegio Calasanz, Pamplona s.d., pero evidentemente de los años 50). La misa (presentada como el "Drama del Calvario": el alumno es un actor, junto con el sacerdote y sus compañeros, y como "la mejor devoción que puede tener un cristiano") se expone en latín y castellano (misa de los fieles). Se acompañan orientaciones para confesarse bien; oraciones de la Acción Católica, Tarsicios, por la conversión de los infieles, propias de la Congregación de la Madre de Dios y San José de Calasanz; textos para meditar ("Camino" de Mons. Escrivá de Balaguer, obras de Th. Thöt); oraciones para la noche (examen de conciencia, "completas" reducidas).

"Nuestro Misal" (M. Altisent, 1960). Recoge los nuevos planteamientos litúrgicos (renovación monástica y "Mediator Dei" de Pío XII). Importancia del Año Litúrgico; misas de la Virgen y otras; sacramentos; oraciones particulares.

"Oremos" (Valencia, 1961). Oraciones para el comienzo del día y otros momentos; Corona de las 12 Estrellas; Santa Misa ("Liturgia de la palabra" y "Liturgia Eucarística"), en latín y "misa dialogada" (un lector hace las moniciones; el grupo contesta); cánticos (incluye gregoriano).

La enseñanza del catecismo (años 40-50) vive todavía una etapa de auge (sobre todo en España), aunque pronto entrará en crisis y será sustituida de muy diversas maneras o, a veces, prácticamente preterida. En otras provincias, como es el caso de Polonia, la catequesis, una vez suprimidas las escuelas por el régimen comunista, se convirtió en una actividad básica del apostolado escolapio. El uso de los catecismos diocesanos y nacionales se fue extendiendo cada vez más, en detrimento de los propios de las Escuelas Pías.

En los años 60 y posteriores la secularización de una parte de la sociedad europea (el caso de América es distinto) provoca un nuevo planteamiento pastoral: clases de Religión (o de Cultura Religiosa) obligatorias para todos y actividades pastorales voluntarias, cada vez más de carácter extraescolar. Las celebraciones se dirigen cada vez más a alumnos voluntarios (fin de la misa diaria obligatoria y de otras prácticas religiosas).

Tras una etapa de marcado acento social (finales de los 60 y años 70, tanto en España como en gran parte de América), se va potenciando una línea más intimista (oración personal) y al mismo tiempo comunitaria (celebrativa), con una gran presencia de la Palabra (Biblia) y el anuncio del evangelio.

La desaparición de gran parte de los elementos propios de la tradición calasancia, tal como se ha dicho, y la presencia de seglares en el trabajo pastoral son algunas de las notas más características de los últimos veinte años.

3.3 Apostolado extraescolar.

La mayor novedad ha sido el incremento del número de parroquias atendidas por la Escuela Pía, además de las iglesias abiertas al culto público.

Asociaciones. Perviven algunas Cofradías. Después del Vaticano II han ido apareciendo nuevas formas de asociaciones de fieles.

Pastoral familiar dirigida, principalmente, a los padres de los alumnos, a través de medios como la "Escuela de Padres".

Actividades "doposcuola" o extraescolares de muy diverso tipo (grupos de estudio, oración,etc.). Grupos juveniles cristianos de opción civil (como los del P. G. Bulanyi, en Hungría),etc.

Asociaciones juveniles: Escultismo, Monaguillos, Cantores,etc.

La predicación, hasta la renovación conciliar, fue cultivada por varios religiosos de renombre: C. Rabaza, Jiménez Campaña, Seguí, Ubeda, Gallardo... En los Ejercicios Espirituales destacaron religiosos como E. Iniesta o G. Valencia.

Las publicaciones de carácter teológico y religioso (devocional) han seguido teniendo cultivadores: G. Giovannozzi, A. Schütz, R. Pérez, E. Balducci,etc.

Notas

  1. .Declaración Universal de Derechos Humanos, 10 diciembre 1948
  2. .en Estados Unidos la necesidad obligó a la "coinstrucción" ya casi a principios del siglo pasado
  3. .cf F. Cubells Salas: "El precio de la coeducación", Razón y Fe nn. 884-885 (1971) p.261-277
  4. .Cf "Presenza e identità della Scuola Cattolica italiana" en Collectanea Informativa n. 3 (1989) p.10-17; Francesco Guerello: "Chiesa e Scuola Cattolica in Italia" La Civiltà Cattolica n. 3.400 (1992) p.350-363
  5. .en todo el país, en 1955, de los 297 centros de enseñanza secundaria, sólo 72 pertenecían a Congregaciones religiosas; cf Raymund Edelmann: "Lo problemático de la segunda enseñanza en Austria" RC I (1955) p.309-313
  6. .cf José A. Ferrer Benimeli:"El laicismo como frontera de separación entre la Masonería españaola y la Iglesia Católica" en XX Siglos n. 2 (1990) p.13-14 principalmente; para la evolución constitucional de la enseñanza cf. V. Faubell: "Notas históricas sobre la constitucionalidad de la enseñanza en España (1808-1977)" RCE n. 94 (1978) p.197-248
  7. .cf Javier Tusell: "Los gobernantes españoles y el catolicismo" XX Siglos n. 1 (1990) p.94-95 sobre Canalejas
  8. .cf art. cit. de J. Tusell en XX Siglos n.1 (1990) p.96-98
  9. .Diario de sesiones de las Cortes Constituyentes, 1931
  10. .cf J. Tusell art. cit. en XX Siglos n. 1 (1990) p.98-101
  11. .Ley de 20 de septiembre de 1938; B.O.E. del 23 del mismo mes y año
  12. .Conferencia a los padres de familia de San Sebastián, 1938
  13. .7 de diciembre, BOE del 14 del mismo mes; orden que amplía la antes citada Base XV
  14. .cf Salvador vallés: "Situación de la escuela católica en el Concordato Español de 1963 vista desde Roma" RC VI (1960) p.307-339 y 467-487
  15. .cf presentación y texto en RCE n. 63 (1970)
  16. .cf "Razón y Fe" n. extra sept.-oct. de 1971
  17. .Para un conocimiento más pormenorizado de estas realizaciones cf AOEP, útil también para el conocimiento de las obras de Africa
  18. .cf C. Vilá: "Museo Comercial de las Escuelas Pías de Sarriá: historia y contenido de sus 52 vitrinas" AC n. 61 (1989) p.173-210
  19. .cf Michael Kovács: "De viis novis Physicam scientiam in scholis mediis tradendi" Eph. Cal. n. 3 (1964) p.116-118; M. Kovács y Ludovicus Terényi: "Novus apparatus ad effective docendum" n. 1 (1966) p.32-33; M. Kovács: "De instituenda Fhysica en scholis calasanctianis Hungariae" n. 10-12 (1974) p.273-276
  20. .Motu proprio "Quam singularis", 1910
  21. .Italia será la pionera, cf STOP psd. "L'insegnamento del catechismo nelle Scuole Pie tra regole, cronaca, testi e edizioni" RI n. 10 (1984) p.3-46
  22. .cf J. Ignacio Cruz: "Las Colonias Escolares de las Escuelas Pías de Valencia (1929-1936)" RCE n. 142 (1990) p.181-188
  23. .Barcelona, 1910; sigue, en parte, el libro del P. Alejo Ruiz
  24. .cf art. cit. RI n.10