Galitzia/Carta del P. Eysymont al P. General
Carta del P. Eysymont al P. General
“Bendígame, Reverendísimo P. General.
Con toda tranquilidad, y para honrar tu deseo de tu Paternidad reverendísima, celebramos en nuestra casa de Opole durante cinco días, a partir del 19 de septiembre, nuestro primer Capítulo Provincial de Galitzia; me tocó a mí la molesta función de Presidente, no sólo por indicación de Varsovia, sino también de Roma, y a menudo me venía a la cabeza esta idea: ojalá nunca me hubiera llegado ninguna carta, para poder evitar esta amarga dignidad de la Presidencia. Después de la legitimación de los asistentes, y de la patente llegada de Roma, había que abstenerse por completo de elegir una terna de candidatos para regir la Provincia, pues nuestro Excelso Gobierno nos dijo que sólo teníamos que elegir uno, y después de su elección como Provincial debíamos presentarlo a la Suprema Comisión de la Corte, junto con sus credenciales. Tanto más porque no puede ser erigida como Viceprovincia según la norma (de la Renano-Suiza) principalmente por tres razones: 1ª, porque ocho días antes de la elección, llegó la resolución imperial, transmitida por los círculos de la Región, para que no obedeciéramos ninguna disposición de fuera en cuestiones políticas o relativas al gobierno; 2ª, porque ya antes por parte del Gobierno Supremo se había dado al que eligiéramos el título de Prepósito Provincial; 3ª, porque para que nuestra pequeña provincia se expanda más por las dos Galitzias, según la intención del emperador, y se propague después de la introducción de nuestro noviciado, para lo cual deseamos que nuestra primitiva fundación de Podolín, que hace 24 años fue anexionada a la Provincia Húngara, sea restituida a los pobres de nosotros y pueda ser contada de nuevo entre las nuestras. Además deseamos abrir y comenzar escuelas en los lugares en los que hasta ahora no existen, concretamente en Cracovia, a causa de la Universidad, y en la residencia de Opole, por lo que humildemente rogamos a Vuestra Reverendísima Paternidad la promoción del superior local a Rector, y esto es el deseo unánime de todo el Capítulo Neoprovincial, rogándole especialmente que obtenga de Nuestro Señor la bula para que esta residencia, muy cómoda para la formación de nuestros Novicios, sea declara casa de la primera probación o noviciado, por cuya gracia nosotros los de Galitzia te estaremos siempre agradecidos.
Mira, considera y reconoce, Rvmo. Padre, que debemos evitar a los nuestros una seria sombra de contradicción hasta que tenga efecto afortunado el apoyo prometido por el Gobierno Supremo, tanto a nuestro Prepósito Provincial como a nuestras casas. El meritísimo P. Rector de Lukow, Antonino Szycki, que antes fue el segundo candidato para dirigir la Provincia de Polonia, obtuvo doce votos de trece como Maestro de Novicios, y que está ya previsto que algunos candidatos acudan al noviciado de Opole, por lo que suplica humildemente la bendición de Vuestra Paternidad.
Finalmente transmito a Vuestra Paternidad una cosa más para el gobierno de la Provincia de Galitzia, la lista escrita por el Secretario del Capítulo de los elegidos para formar el futuro Consejo Provincial y los Superiores locales, elegido cada uno por votación secreta de los electores. En breve informará a Vuestra Paternidad sobre la composición de las comunidades nuestro actual Prepósito elegido el P. Segismundo Linowski de S. Estanislao, quien inmediatamente, antes de su confirmación por el Gobierno Supremo, al comienzo del año escolar ha comenzado a ejercer su cargo o gobierno provisional, por expreso deseo del Gobierno.
¡Ay, pobres de nosotros, que nos hemos visto obligados, sin otra culpa que la de los tiempos, en un solo trienio a presidir dos Capítulos, uno en Varsovia y otro en Opole, y que de buena gana presidiríamos un tercero si se tratara de la misma Ex Provincia, o lo que es lo mismo, de la reunificación de nuestro cuerpo! Ojalá nuestro divino legislador Calasanz ore por sus hijos ante Dios. Mientras tanto yo lo ruego en esta reunión en la diócesis de Lukow, que presido, en unión de mis pobres hermanos, y me postro ante vuestra Rvma. Paternidad para besarle los pies. Vuestro hijo anciano y afectuoso, Martín Eysymont de la familia de Nazaret, ex Provincial, regente del convento de Szanavia, Presidente del Capítulo. En Opole, a 23 de septiembre de 1797”.
El P. Provincial, después de leer la carta y pensar en lo que estaba escrito en ella, viendo la fecha y el lugar, como si hubiera sido enviada a Roma enseguida desde Opole, ya no tuvo dudas de que el P. Presidente había descuidado su obligación, y que el P. General no estaba enterado de las actas del Capítulo de Opole. Así, pues, como le urgían otros asuntos, el 29 de noviembre escribió la siguiente carta a Roma:
