General36/Algunas situaciones de mayor tensión

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Algunas situaciones de mayor tensión

En diversos lugares de la Orden surgen (o resurgen) tensiones entre grupos de escolapios: en la provincia de Vasconia, entre castellanos y vascos; en Cataluña, entre catalanistas y españolistas; en Castilla, entre “burgaleses” y “andaluces”; en Buffalo, entre húngaros y polacos; en Argentina entre escolapios nativos y aragoneses; algo parecido en Cuba… Al exponerlos nos basamos exclusivamente en las cartas intercambiadas con el P. Tomek.

Vasconia

Todavía estaba cercano el conflicto que había dado origen a la Provincia de Vasconia en 1933, tras un primer intento fallido, una decena de años antes. Y más reciente aún estaba la guerra civil española, en la cual escolapios de la Provincia habían luchado en los dos bandos, y otros habían perdido familiares próximos, también en los dos bandos. Sin embargo, Vasconia es la única provincia española que no ha tenido mártires. El gobierno civil apoya a los “castellanistas”, mientras los “vascuences” son relegados, concentrados en algún colegio (Bilbao) o enviados a fundaciones lejanas.

La cuestión viene de lejos. Leyendo las cartas y notas del P. Tomek, se ve que tuvo una entrevista con el P. Juan Manuel Díez, Provincial de Vasconia, en Barcelona, el 4 de mayo de 1951 (había venido para la celebración de los dos siglos de la Provincia de Cataluña, y habían acudido los provinciales españoles). Escribe en sus notas el P. Tomek: “El P. Provincial (de Vasconia) me dio amplia información sobre la acción política de muchos, que probablemente es promovida por políticos vascos desde el exterior, pues el gobierno del Caudillo es sólido. Me habla mucho sobre la cuestión, pero a mí me parece necesaria la terapia, más que la diagnosis. Entre los mejores remedios pueden estar las misiones y las fundaciones fuera de España. Al parecer, el P. Galdeano es un líder imprudentísimo, y luego hay un número infinito de necios (que aparecen como héroes, como el P. Pérez [Juan Bautista, hermano del P. Feliciano], Constantino Martínez, etc. etc.). Los PP. Feliciano, Orcoyen, Nagore etc. son separatistas prudentes, que no fomentan el odio a España. (…) Le di el consejo de enviar al P. J. Bautista Pérez a América”. Y, en efecto, el P. Juan Bautista Pérez de Altuna salió para Venezuela poco después, y acabó gloriosa y religiosamente su vida en Carora en 1988. El P. Juan Bautista había escrito una carta el 9 de enero de 1951[Notas 1] al P. Tomek explicando su situación: había sido detenido por la policía, interrogado, y le habían anunciado que iba a ser desterrado. Se pone a disposición del P. General para ir donde sea. Ya en Carora, escribe el 20 de noviembre de 1951[Notas 2] una carta al P. General en la que dice “La persecución del M.R.P. Provincial Juan Manuel Díez es clara y evidente contra todo individuo que ama no ya la política, sino todo que sea algo de la tierra Baska”. El P. Feliciano fue el fundador de Japón; el P. Orcoyen, el de Brasil; el P. Nagore, el de Venezuela… En una carta escrita por el P. Francisco Orcoyen el 24 de octubre desde Belo Horizonte[Notas 3], se queja amargamente de que “Un sector de la Provincia, más o menos numeroso, ha hecho prevalecer en todas partes, a modo de criterio oficial y sagrado, el principio de que lo vasco, en cualquiera de sus manifestaciones (sentimiento patrio, idioma, arte, instituciones, historia) es una cosa nefanda”. Añade más adelante que están “agobiados por la triste convicción y evidencia, más que certeza moral, de que los innumerables traslados de este año y medio tienen un significado muy ajeno a la gloria de Dios, a la salvación de las almas y a la expansión de la Orden”. Y añade aún una frase en la que dice: “El actual Provincial de Vasconia va limpiando la Provincia debidamente”.

Otro religioso que tiene problemas con la policía por sus ideas políticas es el P. Melchor Valencia. Condenado a cárcel, cumple su condena en el Monasterio Cisterciense de La Oliva, en Navarra[Notas 4]. En algún momento se comenta que le van a conmutar la pena de prisión por la de destierro, pero eso no le interesa. El mismo Abad del Monasterio escribe al Ministro de Justicia para que el P. Melchor siga en el monasterio, donde hace un buen servicio y se porta muy bien. En noviembre de 1958, tras algo más de un año de reclusión en La Oliva, el P. Melchor queda libre[Notas 5]. El abad, agradecido, le regala una máquina de escribir y una pluma.

El P. Rafael Pérez, maestro de juniores y futuro Provincial, escribe al P. Tomek desde Irache el 4 de agosto de 1952[Notas 6]: “La provincia de Vasconia está infectada de nacionalismo (un 40%). Y luego hay otros que quieren excluir a estos. No me parece prudente esto. La situación es peligrosa. ¿Qué hacer?” El mismo P. Rafael, siendo ya Provincial, reconoce en una carta al P. General el 16 de enero de 1961 que la provincia está dividida en dos bandos, uno opresor y otro oprimido[Notas 7]. Resulta muy difícil gobernar la provincia (y él, tras un trienio solamente al frente de la Provincia, no será reelegido). El P. Tomek le responde el 2 de febrero[Notas 8]: En Vasconia hay un círculo vicioso, y no hay quien lo rompa. Los que gobiernan ahora no aceptan a ninguno de la otra parte para cargos. Hay que redimir el pecado original de Vasconia con más generosidad por vuestra parte. En la cuestión vasca hay que actuar con prudencia, como tú dices. Si no, el remedio puede ser peor que la enfermedad.

El P. Justo Mocoroa, ilustre filólogo del euskera, que está estudiando en París, le escribe el 25 de 8 de 1955 para felicitarle la fiesta de Calasanz, y contrarrestar un informe desfavorable enviado por el rector de Tolosa, acusándole de separatista. Lo que piensa sobre los vascos lo escribió en su libro “Genio y lengua”, de 1935, aprobado por las autoridades; y nunca ha hablado mal de su rector[Notas 9]. Pocos días después recibe el nombramiento de rector de Bilbao, cargo que ejerce durante un trienio. Más adelante escribe de nuevo desde Bilbao el 12 de julio de 1958 al P. General[Notas 10]. Se queja de que en el capítulo de Vascona el sector vasco (Feliciano, Vicuña) ha sido aplastado por el contrario: en lugar de buscar la unión, se busca eliminar al contrario, y esto es malo para el futuro de la provincia. Envía aparte dos proposiciones rechazadas: una, la condena de referencias al origen de Vasconia en el libro de Bau sobre Cataluña; otra, quitar la prohibición de buscar otros libros diferentes a los de Textos EP, muy flojos en lo pedagógico. También el P. José Ojer se queja de lo mismo desde Carora, el 30 de diciembre de 1958[Notas 11]. Le duele lo que ocurre en la provincia. Los Díez (mayores) ceden ante los Leorzas (jóvenes), todos anti vasquistas. Juan Manuel Díez fue el destructor de los postulantados de Vasconia. Leorza dijo que quería aniquilar a los separatistas. Los concentran en Bilbao, o los mandan a América (Carora). Mandan buscar las vocaciones en Burgos y Soria. Sistema injusto de elecciones: pocos representantes de fuera. El provincial nombra rectores a los de su cuerda, y así se asegura la reelección.

También se queja otro escolapio “padre” de la provincia de Vasconia, el P. Pantaleón Galdeano. En carta fechada en Bilbao el 17 de febrero de 1959 dice que se ha suprimido una misa vespertina en los primeros viernes de mes y otra anual, el día 3 de diciembre en la festividad de S. Francisco Javier, que se decían en vascuence[Notas 12]. Protesta por la supresión, obra del provincial, que actúa contra lo vasco. Precisamente en una provincia llamada Vasconia. Los reclutadores de vocaciones van a buscarlas a Burgos o a Logroño, pero no a Álava…

Terminado el Capítulo Provincial, el P. Tomek sugiere al P. Rafael, nuevo Provincial, en carta del 26 de julio de 1958[Notas 13]: ¿No convendría poner algunos religiosos “de la oposición” como rectores en Vasconia? Para evitar tensiones, y secularizaciones. Piensa, le dice, y envía otras ternas.

Un motivo de queja, ya antiguo en Vasconia, es el sistema de elección de vocales para el Capítulo Provincial. El 5 de abril de 1958 varios religiosos de Venezuela envían un memorial a la Sagrada Congregación de Religiosos, pidiendo igualdad de representación en el Capítulo Provincial para todas las casas[Notas 14]. De Vasconia, con 6 casas, van al Capítulo al menos 12; de 11 casas de fuera, 4 como mucho. La respuesta es que ya el capítulo de Vasconia de 1955 rechazó la petición. El P. Tomek explica que el sistema está indicado en las Reglas; hace falta un Capítulo General para cambiarlo.

En el mismo sentido se expresa el citado P. Melchor Valencia desde Bilbao, en noviembre de 1960.[Notas 15] Hay poca observancia en las comunidades, y la culpa es de los rectores, de la cuerda del provincial. Envía un memorial para la Sagrada Congregación de Religiosos, que no será entregado por el Procurador General, protestando por el sistema electivo, que favorece a los de España y nombrados por el provincial, frente a los vocales de América y Japón, que solo tienen 7 votos (de un total de 21). Tomek le explica que lo que vale son las decisiones del Capítulo General.

Cataluña

También en Cataluña existían este tipo de tensiones, y no estaba muy lejos el año 1928 en que se había producido incidentes desagradables. Las tensiones se hacen especialmente fuertes al acercarse el capítulo provincial de 1961. Alguien denuncia la división en Cataluña, con predomino de los separatistas[Notas 16]. El asunto preocupa al P. Tomek. Se percibe la división entre “juventud y catalanismo” y “tradición y Escuela Pía”.[Notas 17] Corre una lista difamatoria de algunos padres considerados mayores y opuestos al separatismo[Notas 18]. La reacción es una circular condenatoria de esta lista y lo que representa[Notas 19] .

Pero llegan aún más informaciones, condenatorias contra los supuestos instigadores de la división, los PP. Trenchs y Bayó[Notas 20]. Un rector (Salvador Dalmau, de Sabadell) escribe[Notas 21]: “Dios ampare esta soberbia Provincia de Cataluña, que alberga en su seno alimañas y víboras que pretender ser lo más escogido para mejorar el mundo y la Escuela Pía”. El P. Padrós escribe[Notas 22]: “En el ambiente de anarquía e irresponsabilidad que se vislumbra en nuestra querida Provincia, parecemos abocados al abismo si no se impone el principio de autoridad tan necesario para la buena marcha de nuestros colegios y comunidades”. El P. Massaguer, rector de Balmes, escribe[Notas 23]: “Me avergüenzo de la desgraciada gestión de las personas mayores en el Capítulo, incapaces de impedir la brutalidad y abusos de los jóvenes. En lo que a mi persona se refiere, me trataron como a una mercancía”. Aunque el P. Bayó era el primero de la terna elegida por el Capítulo (seguido de Trenchs y Carceller), Tomek nombra provincial al segundo. Y hace una seria advertencia al provincial Trenchs.[Notas 24] Al P. Bayó no le renuevan como rector (a pesar de pedirlo el provincial), pues “la Congregación General en esta fase de nuestra historia considera que sus ideas son muy poco constructivas para Cataluña y para España”[Notas 25].

J.M. Segura, uno de los acusados, explica en una larga carta (19 cuartillas) fechada el 4 de agosto las cosas[Notas 26]: dice que él no ha buscado votos para Bayó. Tampoco Almirall los ha buscado. Fullat hacia propaganda por Bayó; Maymó, por Llenas. Se ha hablado, pero no hay división en la provincia. Llenas había dicho que estaba muy cansado. Por eso los jóvenes comenzaron a hablar de la necesidad de un cambio en la provincia. La elección de Kennedy en Estados Unidos pudo favorecer este espíritu. La gente se inclinó por Bayó y Trenchs. Los dos son regionalistas. Pero esto no es un problema. Bayó dio los nombres de los asistentes jóvenes que querría, y les votaron. Pero no hubo ningún complot. Después del capítulo algunos se indignaron al ver un equipo tan joven. Está surgiendo un espíritu de gran observancia. El anónimo no fue muy conocido, ni influyó. El P. Tomek escribe unas notas tras el coloquio con Segura el 14 de diciembre. Él no está preocupado por las ideas políticas separatistas de los escolapios catalanes, sino por el separatismo con respecto a las demás provincias de España. Ejemplo, la petición de un teologado propio. Dice Segura: la razón es que el maestro Samuel García trata mal a los juniores catalanes. También dice lo mismo Almirall[Notas 27]. Jura que no ha buscado votos para Bayó, aunque lo prefiere como provincial. No esperaba ser asistente.

Pasa el tiempo y los temores subsisten. El P. Juan Comellas, desde Moyá, lanza una petición de auxilio evangélica[Notas 28]: “¡Sálvanos, que perecemos!” Son varios padres más los que envían quejas e informaciones sobre el capítulo de 1961. En general se trata de padres mayores que temen las innovaciones propuestas por los jóvenes. Como el P. Jorge Maymó[Notas 29], o el P. Antonio Font[Notas 30]. El P. Tomek les agradece las informaciones.

El P. Bayó se queja al P. Tomek de su falta de confianza en él[Notas 31]. El P. Tomek responde que no es la persona, sino ciertas ideas suyas, lo que no gusta, y por eso le han apartado. El P. Provincial Trenchs, que siente la frialdad del P Tomek hacia Cataluña en aquel momento, le escribe una importante carta aclaratoria[Notas 32]: “Nuestro problema es el siguiente: la guerra española hizo desaparecer en nuestra Provincia a la generación que debía haber ido evolucionando al compás de las necesidades de la sociedad. En consecuencia, ha habido la solución de continuidad entre una generación que mantuvo muy alto el nombre de la Escuela Pía en una época de inquietudes muy distintas de las de ahora, y la generación joven que ve el problema de hoy y nada espera de las instituciones tradicionales”. El P. Trenchs explica que se está produciendo un cambio en la Iglesia española, y no podemos ignorarlo. Hay miedo ante el futuro. Los ancianos no entienden el cambio; a los jóvenes hay que frenarles. Pide comprensión y estímulo. El P. Tomek le responde el 1 de junio que a veces no tiene tiempo para escribirle, a veces no ve claro… Pero no hay desafecto. Le pide que no sea tan pesimista. a pesar de la explicación, se trata de una situación tensa, que denuncian Galofré, José Solá (desde Oaxaca), etc.

El 7 de febrero de 1963 el Procurador General Laureano Suárez presenta a la Sagrada Congregación de Religiosos un recurso de la Congregación General, informando sobre la difícil situación de Cataluña, con peligro de división en dos facciones, jóvenes y viejos; los primeros quieren cambiar muchas cosas[Notas 33]. Proponen algunas medidas para calmar la tensión. Quitar el provincial actual y nombrar otro; dar facultad al General para nombrar los superiores durante al menos un sexenio. El 15 de marzo de 1963, la Sagrada Congregación de Religiosos responde al recurso[Notas 34]. Conceden al General, con el consenso de la Congregación, durante un sexenio, prescindir de las propuestas del Capítulo Provincial de Cataluña, y nombrar superiores y maestros. Las cosas se van enconando a medida que nos acercamos al Capítulo Provincial de 1964.

El P. Julián Centelles, ex Provincial de Cataluña y Asistente General, intenta hacer de puente entre Roma y las aspiraciones de los jóvenes catalanes[Notas 35]. En abril de 1963 el P. Tomek recibe un anónimo escrito en Barcelona por un grupo de escolapios catalanes[Notas 36]: le tienen miedo. Se ha convertido en un dictador, rodeado de gente que le adula. “Era padre, y se ha convertido en hombre preocupado por la posesión del mando”. Se quejan de ostracismo con la provincia de Cataluña: no quiere nombrar el 4º asistente. “Nuestra provincia tiene cada vez mayor personalidad y esto puede hacer sombra”. Amenazan con acudir a la Sagrada Congregación de Religiosos o abandonar la Orden. El P. Tomek escribe al P. Provincial en respuesta a este anónimo[Notas 37]. Le explica las razones por las que el 4º asistente todavía no había sido nombrado, omisión que era considerada por algunos como un acto de hostilidad contra la Provincia de Cataluña. De la terna presentada, uno de los candidatos, el P. Feliu no puede serlo, por ser rector. Y los otros dos no les gustan por su ideología, y le pide que proponga otra terna.

El 1 de enero de 1964 el P. Elías Ferreres escribe desde Moyá al P. Centelles[Notas 38]. El catalanismo es fuerte. No se puede mencionar en el noviciado ni España ni Franco. Solo para atacarles. El P. Laureano Perecaula escribe también al P. Centelles desde Olot[Notas 39]. Le dice que durante este trienio ha cundido el desprestigio escolapio. Ha habido muchas secularizaciones. Se llama a sacerdotes seculares para darles los ejercicios. Carecemos de un verdadero líder.

El 12 de mayo de 1964 el P. Tomek escribe al Cardenal Arriba y Castro, Arzobispo de Tarragona[Notas 40]. Ha oído que se ha escrito un memorándum firmado por más de 400 sacerdotes catalanes (muchos escolapios) que trata sobre la autorreforma del catolicismo español. Le dice que afecta a nuestra provincia escolapia de Cataluña. Necesitamos ver con más claridad este asunto, pues se van a celebrar ponto los capítulos provinciales. Por eso le pide, de manera reservada, los nombres de los escolapios que han firmado, y consejo sobre cómo actuar. No quiere proceder, al menos de momento, de manera canónica contra ellos, pero sí evitar que sean nombrados para cargos superiores, y al mismo tiempo dar prudentes disposiciones para que no se propaguen ideas peligrosas.

Por esas fechas el P. José J. Daroca escribe al P. Tomek desde Barcelona[Notas 41]. Ya han tenido lugar los capítulos locales. Se queja de que en Cataluña se quiere cambiar el espíritu de la Escuela Pías. Ridículas propuestas aprobadas en los capítulos locales. Van contra las Reglas y las Constituciones… El P. L. Campanyá escribe desde Moyá el 14 de mayo al P. J. Centelles[Notas 42]. Se queja de los perturbadores que han preparado unas proposiciones capitulares peligrosas. Esos individuos deberían salirse y dejarnos tranquilos.

El P. Tomek envía un comunicado al Capítulo Provincial de Cataluña el 6 de junio de 1964[Notas 43]. Señala que, junto a progresos, ve el peligro de algunas desviaciones en la Provincia. Hay una lista de 43 proposiciones para el capítulo, anónimas, con muchas aserciones contra la dependencia de Roma y contra la estructura de la Orden. Llama a la responsabilidad histórica del Capítulo. Si no lo hacen, se arriesgan a que los superiores sean nombrados por la Santa Sede. También el P. Laureano Suárez, Asistente General por España, escribe el 5 de junio al P. Trenchs[Notas 44]. Se trata de una carta seria, incluso amenazadora, advirtiendo sobre las proposiciones aprobadas en los capítulos locales: algunas son reprobables. O son obra de un grupo, o expresan el espíritu de la provincia. La cosa es grave en los dos casos. Si no se actúa con prudencia, se dará un frenazo al Capítulo, y los superiores serán nombrados desde Roma. El P. Laureano, de visita en Irache, escribe al P. Tomek el 17 de junio de 1964, comentando el grave tema de las proposiciones al Capítulo provincial de Cataluña[Notas 45]. Comenta que las proposiciones de Cataluña son contrarias a Reglas y Constituciones. Le pide una declaración diciendo que los capítulos provinciales no tienen la facultad de modificar las Reglas y Constituciones. La leerá en el capítulo de Cataluña (que va a presidir él) en caso de necesidad. El P. Tomek le responde el 20 de junio. Cree conveniente que se lea la declaración en el Capítulo de Cataluña, y si hay dificultades en los demás capítulos, le pide que avise por telegrama[Notas 46].

En otros lugares de España se siente también cierta tensión regionalista. En Castilla se propone en 1958 (4 firmas) la creación de la viceprovincia o comisariado de Andalucía. Se siente cierta tensión, dependiendo, naturalmente, de quien lo cuente.[Notas 47] Hay quien habla de expulsión de novicios andaluces…

El P. Tomek, que tiene mucha confianza con el P. Teófilo López, Provincial de Aragón, le pide diversificar las ternas para superiores locales, para que no aparezcan solo nombres “de una facción” (conservadora)[Notas 48].

Argentina

Pero las tensiones principales de la Provincia de Aragón son con su Vicaría de Argentina. Los hechos eran los siguientes: en general los religiosos aragoneses recibían con disgusto la obediencia a Argentina, y tras un periodo de permanencia, de unos 8 años, iban de vacaciones a España y no querían regresar. Y lo grave era que durante esos años habían sacado títulos docentes válidos para Argentina, que no servían en España. Y si venían otros de España, tenían que empezar estudiando para sacar un título docente válido en Argentina… Los superiores en Aragón pedían a los colegios argentinos que contribuyeran económicamente a los gastos de la provincia madre, concretamente de formación en los junioratos, pues luego les enviaban religiosos ya formados. Por su parte, los superiores de Argentina se quejaban de que no tenían suficiente personal, y no podían enviar dinero porque antes tenían que terminar de construir y renovar sus colegios (Río Cuarto, Rosario). Existen, pues, tensiones, entre los escolapios aragoneses de un lado y otro del Atlántico. Pero a medida que las vocaciones argentinas se incorporan a la misión, las tensiones se hacen mucho más serias entre argentinos y españoles: los primeros se quejan de que los españoles no entienden el temperamento argentino y los maltratan; los segundos no acaban de fiarse de los argentinos. Vamos a transcribir algunos textos de estas posturas.

En 1955 se habla ya sobre la posibilidad de crear la provincia independiente de Argentina (la Provincia de Argentina se crearía, de hecho, en 1964). El 19 de octubre de 1955 el P. Tomek consulta a la Congregación Provincial de Aragón sobre el futuro de Argentina. Propone al P. Gazulla como Visitador, y que proponga él los rectores. No ve claro[Notas 49]. El 27 de octubre de 1955 el P. Teófilo López transmite al P. Tomek la respuesta de la Congregación Provincial de Aragón con respecto al futuro de Argentina[Notas 50]. Comparten el criterio para ser provincia: que tengan vocaciones, y que Aragón no necesite su dinero. Hará falta mucho tiempo para que haya buenas vocaciones y maduras. En cuanto a dinero, no es problema. Aragón ha gastado mucho en la formación de los muchos religiosos que ha enviado allí; es lógico que Argentina contribuya en los gastos. Bastaría con que pagaran las deudas que tienen actualmente con la Provincia. El General ha de determinar, si se crea la provincia, qué religiosos se quedan allí de los que están, y que compensación económica han de pagar a la provincia madre. Las quejas actuales son consecuencia de que el Vicario actual no tiene cualidades, pero el P. Gazulla puede recoger la herencia. No conviene nombrarlo visitador: eso crearía malestar. Mejor nombrarlo Vicario, que haga la visita vicarial, y proponga él los superiores. El P. Tomek le responde el 12 de noviembre, tras discutirlo en Congregación. No tienen intención de crear la provincia a corto plazo: hay que prepararlo bien. Hay que ir lentamente, preparando vocaciones primero. Hay que enviar gente que trabaje las vocaciones. No tenemos intención de que el P. Alfaro siga como Vicario. No hay inconveniente en que el P. Gazulla sea nombrado Vicario primero; no queremos inquietar a los escolapios de Argentina, sino tranquilizarlos[Notas 51].

Héctor Torres, escolapio argentino, escribe al P. General el 3 de septiembre de 1956.[Notas 52] Denuncia que no se buscan vocaciones nativas en Argentina. De Aragón les piden dinero; no les dejan modernizar sus casas. Forman mal a los juniores. A los nativos nos hacen la vida imposible. El P. Tomek le responde el 26 de septiembre diciendo que reconoce que algunas cosas no van bien, pero cree que exagera. No hagas caso a lo que dicen, cita lo que ves, le dice.

El P. Julián Centelles, Asistente General por América, hace la visita canónica la Argentina y el 11 de diciembre de 1959 escribe al P. Provincial Moisés Soto (con copia al P. General)[Notas 53]. Le dice que los religiosos se sienten abandonados del Provincial, que no les envía más personal. Apenas hay hermanos, mientras en los colegios de Aragón abundan. Están moralmente decaídos. Los colegios de Rosario y Río Cuarto necesitan obras. Hay que fomentar las vocaciones. Envíe 12 religiosos, y esto cambiará. Pero el P. Provincial le responde el 18 de diciembre que antes tienen que cubrir los colegios de Aragón, luego atenderán a Argentina. Y ellos no pagan, como es su obligación. De momento enviará tantos como se queden aquí. Los hermanos son muy jóvenes, hay que formarlos[Notas 54].

El 10 de febrero de 1960 escribe desde Buenos Aires el nuevo Vicario P. Clemente Sáenz al P. Provincial de Aragón Moisés Soto (y siempre envía copia al P. General)[Notas 55]. Le dice que envía el dinero que ha podido recoger en la visita. Ha perdido la esperanza de que el Provincial atienda a esta Vicaría. Necesita gente. Están soliviantados porque hay muchos hermanos en Aragón y aquí no hay en todas las casas. Tendremos que cerrar algún colegio, si no envía religiosos.

Hungría

Hungría, como los demás países sometidos al gobierno comunista, siguió sufriendo durante este segundo mandato del P. Tomek. Hubo un breve paréntesis de esperanza cuando tuvo lugar la “Revolución de la Libertad” (23 de octubre -10 de noviembre de 1956), aplastada por los tanques rusos. Podemos imaginar las inquietudes del P. Tomek durante estos días y después, por sus familiares y los religiosos de la provincia. Fueron días en que los prisioneros políticos fueron liberados (entre ellos tres escolapios: Jenö Török, György Bulányi y Miklos Juhasz; el primero aprovechó para huir a Austria, donde siguió ejerciendo la pastoral entre húngaros emigrados). Otros escolapios húngaros huyeron a Estados Unidos: Béla Krigler, István Divald, Géza Pazmány, István Mustos (tras pasar por Roma). Muchas personas escriben en estas fechas al P. Tomek para interesarse por los escolapios y darle ánimos. Por otra parte, el P. Tomek mantuvo, antes y después de estas fechas, frecuente correspondencia con otros emigrantes húngaros (refugiados políticos quizás sería más exacto), desde Estados únicos hasta Australia, pasando por Europa y América del Sur. Y siempre que alguna persona conocida le pedía ayuda para obtener un certificado de cualquier tipo, respondía rápidamente, haciendo lo posible por ayudar a sus compatriotas.

Viendo la situación, de nuevo se pide permiso a la Santa Sede para no celebrar capítulos en Hungría en 1961, y para que sea la Congregación General quien nombra a los superiores, y el permiso es concedido[Notas 56].

Cuba

Las cosas van emporando en Cuba (en el país y en las Escuelas Pías). El P. Modesto Galofré, un corresponsal frecuente del P. Tomek, generalmente pesimista, y Vicario de Cuba, le escribe el 11 de septiembre de 1957 desde Guanabacoa[Notas 57]. Habla del problema de la Escuela Pía cubana: en lugar de progresar, vamos hacia atrás, le dice. Los religiosos catalanes van de mala gana a Cuba. No se controla la televisión; Pastor González dice que se irá de la Orden; hay pesimismo, nerviosismo. El comunismo avanza. Teme que se venda el terreno de Cojímar en lugar de hacer un gran colegio, como era su deseo. El P. Tomek le responde el 19 de octubre[Notas 58]: en todas partes hay dificultades, que se hacen mayores si los superiores perdemos el ánimo. Hay que tener serenidad.

El mismo P. Galofré escribe al P. Tomek el 1 de abril de 1958[Notas 59]: “A veces pienso que ha llegado la hora de dejar esto y retirarnos antes de acabar con descrédito”. También el P. Jaime Alobet, antiguo Vicario, se muestra pesimista en una carta al P. Tomek, fechada el 16 de junio de 1958[Notas 60]: “Me da pena tener que comunicarle que actualmente hay en Cuba una serie de religiosos jóvenes cuya conducta religiosa y escolar deja mucho que desear… y si los superiores les requieren y no les dejan salir con la suya, amenazan con salir de la Corporación, llevando una vida inmortificada y aseglarada, con escándalo de los niños y familias… Parece que no sienten amor ni a la Escuela Pía ni al país en que residen, etc. Nunca había visto cosa semejante”. Aroldo Guerra, un escolapio joven cubano, formado en San Pantaleo, escribe desde La Habana al P. Tomek[Notas 61]: “Este mismo colegio está cayendo en un gran descrédito por cosas que son del dominio público y en desdoro de la Orden. Se impone remedio radical y pronto”.

A las dificultades internas se añadirán las tremendas dificultades externas llegadas con la revolución castrista. Las cosas se siguen complicando en 1960 y 1961. El P. A. Casamitjana, Asistente Provincial, escribe al P. General desde Barcelona el 24 de septiembre de 1960, preocupado por Cuba[Notas 62]. Debían sacar ya de allí a los religiosos. Si sigue Castro, nos echarán; si no, habrá guerra, con gran peligro para los nuestros. El Provincial y el Vicario están muy indecisos aún. El P. Tomek le responde el 7 de octubre[Notas 63]. Mientras sea posible, hemos de seguir, al servicio del catolicismo en Cuba. Hemos de respetar los acuerdos entre las congregaciones docentes. De México y Puerto Rico salimos antes de tiempo, cuando otras órdenes siguieron; no queremos repetir el mismo error.

A medida que pasa el tiempo, las cosas se van haciendo más difíciles para los religiosos en Cuba. El P. Provincial Francisco Llenas escribe al P. Tomek el 7 de septiembre de 1960 diciendo que las cosas en Cuba van mal; hay que sacarlos de allí. Que vayan a México o a otros países americanos[Notas 64]. Están preparando ya la salida de Cuba de los religiosos ancianos y hermanos. Ante el cariz que van tomando las cosas, el P. Tomek autoriza la salida de los religiosos de Cuba el 18 de octubre de 1960[Notas 65].

Las cosas se complican más aún cuando se produce la invasión desde Estados Unidos de un grupo de cubanos exiliados en la Bahía de Cochinos, el 15 de abril de 1961. Entre los prisioneros invasores se encuentra un escolapio catalán, que de Cuba había huido a Miami, el P. Segundo Las Heras. Naturalmente, la prensa y la televisión lo hicieron notar: un sacerdote entre los invasores. Se teme por su suerte, pero solo acaba en la cárcel, condenado a trabajos forzados. En vísperas de Navidad de 1962 el P. Las Heras es liberado: el gobierno de Estados Unidos ha pagado por él un rescate de 100.000 $. Vuelve a España, pero está inquieto: quiere volver a toda costa a Miami, para repagar con servicio el favor. Es considerado un héroe por los anticastristas. Acabará secularizándose.

República Dominicana

Los escolapios habían sido muy bien acogidos en la República Dominicana en la persona del P. Joaquín Ferragud, que se muestra muy optimista a su llegada al país en 1951, como lo expresa en una carta de 1954 al P. General que hemos reproducido en el primer mandato. Son los años de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, que incluso da su nombre a la capital de la nación, Ciudad Trujillo. Trujillo, anticomunista visceral, apoya a la Iglesia en sus iniciativas, por eso los escolapios se sienten a gusto en el país. Pero a partir de 1959 se producen diversos intentos de derrocar al Presidente, que comienza a sospechar de todo el mundo. El 11 de abril de 1960 el P. Ferragud escribe una carta al P. General en la que expresa sus inquietudes[Notas 66]. Ha habido un complot contra Trujillo. Detuvieron a 6 estudiantes del Colegio Universitario, por lo que los escolapios, que lo gestionaban, se convierten en sospechosos de complicidad. Existe el temor que los escolapios sean expulsados (es una de las razones del P. Bruno Martínez para crear un colegio en Costa Rica, donde puedan refugiarse los de Santo Domingo en caso de necesidad). Los obispos escriben una pastoral denunciando la situación. Tensión con la Iglesia. Se considera al colegio un foco infeccioso de la revuelta. Se han retirado muchos alumnos. Amenazas veladas. Trujillo pretende el título de “Defensor de la Iglesia”. Ferragud no firma la petición. Las cosas están mal. Pide consejo al P. Tomek. Las cosas cambian cuando Trujillo es asesinado el 30 de mayo de 1961, y queda al frente del país Joaquín Balaguer, quien había invitado años antes al P. Ferragud a ir a la Republica Dominicana, y con quien mantenía una buena relación. Las cosas se calmaron, y los escolapios siguieron tranquilamente en Santo Domingo, nuevo nombre de la capital.

Estados Unidos

Tras los pasados roces entre escolapios húngaros y polacos, aparecen ahora nuevos roces, entre escolapios nativos y europeos. El junior Robert Russo[Notas 67] escribe desde Washington una larga carta (en inglés) en la que explica su inquietud: los refuerzos de Hungría o de otros países deberían pasar un año en una parroquia anglófona para aprender bien la lengua y costumbres del país. Los juniores (como Geza) debería ir a un seminario americano, o no aprenderán bien el inglés. El Vicario P. Bátori se opone, quiere que sigan en el juniorato de Washington, por miedo a que pierdan la vocación. Pero en Washington hay 7 húngaros y él; no se habla inglés. Esto no es bueno para el futuro de la provincia de Estados Unidos[Notas 68].

Filosofía moderna frente a tradición.

Un motivo interno de tensión es el contraste entre la filosofía moderna y la tradición escolástica en las casas de formación, principalmente en Albelda. El P. Delegado General Agustín Turiel escribe el 23 de marzo de 1954 al P. General[Notas 69]. Ha estado en Albelda, para estudiar la situación. Los juniores Xirinacs y Botey han escrito cosas muy atrevidas en revistas del juniorato. Poca estima de la escolástica; admiración por filósofos modernos como Ortega y Gasset. Errores teóricos, no prácticos. Los profesores han dado demasiada libertad de expresión a los jóvenes en las clases, especialmente el P. Antonio Gómez. Sin mala intención. Los dos juniores están bien dispuestos. Ha recogido libros y revistas inconvenientes. El rector (C. Vilá) a veces es duro con estos juniores, pero todo se puede arreglar. Es mejor retrasar las ordenaciones diaconales hasta mayo, para observar mejor. Hay que conservarlos, incluso al junior Zabalegui, que también se ha expresado de manera atrevida, pues son elementos valiosos. Más tarde, el 4 de junio, escribe el mismo P. Agustín Turiel al P. General Tomek: “Al aproximarse la ordenación, dije al P. Claudio (Vilá, rector de Albelda) que convenía expresaran por escrito los juniores dudosos su modo de pensar actual. Enviaron un primer escrito, a vuelta de cuyas logomaquias, a menos a mí me lo parecen bastante, no se adivinaba cosa de mayor peligro. Ante nueva insistencia del P. Rector, el H. Botey expresó nuevos pensamientos en forma tal que demuestra lo impregnado que está de las corrientes filosóficas modernas, y lo poco que asiente en el pensamiento o, al menos, en los procedimientos tradicionales. Su escrito me llenó de inquietud nuevamente y, ante la clara opinión de los PP. Rector y Maestro de Albelda, he decidido la dilación, haciendo constar al interesado que no se trata precisamente de sanción, sino de prudencia precautoria e imprescindible”.[Notas 70]

El P. Julián Centelles, Provincial de Cataluña, más comprensivo, escribe al P. Tomek: “Llegó de Albelda un grupo de Jóvenes, entre ellos el Cl. Francisco Botey; hemos hablado dos veces de lo ocurrido en Albelda y me he formado la idea de que es joven con talento; en el estudio de la Teología se le han planteado problemas doctrinales y ha tratado de resolverlos a su manera. Creo, y el P. Delegado lo confirma en carta, que le ha faltado un profesor de experiencia y competencia que le guiase, y con ello no hubiese pasado nada. Está muy bien dispuesto y sumiso a lo que los Superiores dispongan en todos los sentidos. Ha aceptado el aplazamiento de la ordenación con humildad y tengo la seguridad de que la cosa no pasará adelante.[Notas 71] El P. Tomek le responde: “Me alegro de que el Cl. Fr. Botey te haya dado una buena impresión. ¡Gracias a Dios! A pesar de ello, te ruego que le sigas, lo mismo que al Cl. Xirinacs, con gran atención y al mismo tiempo con paterna benevolencia, pues la cuestión no es tan simple como parece: ‘le ha faltado un profesor de experiencia y competencia…’ La falta de un profesor con experiencia puede ser un elemento en esta complicada cuestión, pero debemos suponer que las propias inclinaciones de los dos juniores y los libros peligrosos que han leído son también elementos a tener en cuenta en este tema.”[Notas 72]

Luis M. Xirinacs era del mismo curso que F. Botey en Albelda, pero al ser un año más joven, su ordenación diaconal no fue considerada. Sin embargo, como hemos visto en los textos anteriores, su nombre estaba asociado al de Botey en este curioso conflicto. Copio una carta que escribieron conjuntamente Botey y Xirinacs al P. General: “Rdmo. Padre en Cristo. Sabemos cómo ha sufrido V.P. por los acontecimientos últimos que se desarrollaron en la casa de Albelda durante nuestra carrera y que en gran parte contribuimos a crear (…). El día de la Virgen de las Escuelas Pías nos presentamos al P. Asistente (Laureano Suárez) y le hablamos de este problema. Él es quien nos ha decidido a traerle con la presente la seguridad de nuestra buena voluntad, la cual nos ha acompañado constantemente desde el principio, y cerciorarle de nuestras buenas disposiciones de ánimo para enmendar los desvíos que haya podido tener nuestra audacia juvenil. Si ha habido error es cosa totalmente ajena a nuestro querer. Le prometemos, pues, con la presente nuestra inquebrantable adhesión a lo que quiere nuestra Santa Madre iglesia y el sincerísimo deseo de atenernos en todo y por todo a su Magisterio”[Notas 73].

El P. Tomek responde a esta carta, satisfecho con la actitud de los autores. Permite que sean ordenados a primeros de diciembre, de acuerdo con su provincial. Pero les da algunas recomendaciones de cara al futuro, con respecto a posteriores estudios y trabajos, que deben estar siempre de acuerdo con la ortodoxia[Notas 74]. En cartas posteriores al P. Provincial Centelles, el P. Tomek le recomienda que los siga observando.

Dos años más tarde, el 7 de agosto de 1956, F. Botey le pide permiso para ir a Lyon, invitado por los dominicos, “para un intercambio de puntos de vista entre el catolicismo francés y el español”[Notas 75]. El P. Tomek escribe al Provincial F. Llenas, que había dado su permiso, el 11 de agosto[Notas 76]: “Plenamente consciente de mi responsabilidad, debo dar una respuesta negativa a este asunto. Y daría la misma respuesta si esta petición viniera no del P. Francisco Botey, sino de cualquier otro religioso, aunque fuera de edad madura y muy preparado en temas filosófico-teológicos, históricos y político-sociales. La discusión sobre estos temas no corresponde a la misión de nuestra Orden. Al mismo tiempo quiero recomendar a su sentimiento paterno el P. Francisco Botey, para que no dedique su vocación calasancia a la discusión de este tipo de cuestiones. Como es sabido, en la dolorosa crisis ideológica de Albelda tuvieron también que ver las peligrosas comparaciones entre el catolicismo hispano y el francés. Que dicho Padre no vuelva a esos temas, sino que dedique su vocación a la escuela, a enseñar lo mejor posible, y a componer sus poemas. Muchos dicen que escribe con auténtica inspiración poética. En cuanto a sus escritos futuros, que se ciña a la pedagogía y al arte, y que de ningún modo se dedique a cuestiones que superan nuestra vocación y su preparación”.

Pedagogía moderna frente a la tradicional.

La cuestión de admitir niñas en los colegios escolapios venía ya de lejos, al menos en los centros italianos, donde, si querían tener el reconocimiento estatal, debían admitir a todos y todas que lo solicitaran. Pero se trató siempre de excepciones, y en la actualidad el pensamiento oficial, siguiendo normas de la Santa Sede, era bien claro: ni niñas ni maestras en los colegios escolapios. Cuando el senador Franco Varaldo pide que se admitan niñas de secundaria en Carcare, pues si no tienen que ir a Savona, el P. Tomek explica su oposición a admitir niñas, “porque sería contrario a las intenciones y preceptos de nuestro Santo Fundador, que nos fundó para la educación de los niños exclusivamente”[Notas 77]. También se opone a la coeducación en Governador Valadares (escuela de comercio), por ser contrario a la tradición calasancia[Notas 78]. Hay que eliminarla. Al menos que no estudien en las mismas clases niños y niñas. Y que los nuestros no enseñen a las niñas. En Sabadell piden en 1963 admitir chicas para el curso Preuniversitario[Notas 79]. No hay centros femeninos en la ciudad. Y chicos tienen pocos. Si no, tienen que ir, unos y otras, a Barcelona. El P. General responde que no admitimos la coeducación en ningún sitio. Y si admitimos un colegio con chicas, en poco tiempo las eliminamos.

No obstante, el P. Tomek estaba muy interesado por los avances de la pedagogía. El P. Julián Centelles escribe al P. Mario Vizcaíno, que le había informado sobre la Exposición Pedagógica hecha en Albelda en el marco del Centenario de Calasanz[Notas 80]: “Efectivamente, el P. Prepósito General ha tenido gran satisfacción al saber que en el juniorato de Albelda se ha cerrado el año jubilar del Nacimiento de Nuestro Santo Fundador de una manera tan adecuada como V. describe. Todo cuanto signifique un avance en materia pedagógica alegra su corazón, porque es él el primer propulsor de la Pedagogía en nuestra Orden, y la Orden responde a este impulso. Asistió personalmente a la Asamblea Pedagógica de Zaragoza, en la cual se manifestaron valores muy altos entre nuestros Religiosos. Se ha publicado la gran obra del P. Jorge Sántha, universalmente elogiada, que coloca a S. José de Calasanz entre los primeros pedagogos del mundo. La Revista Calasancia se ha orientado hacia estudios científicos de Pedagogía, como manifiesta el subtítulo: “Páginas hispano-americanas de educación”. En Córdoba de la Argentina acaba de celebrarse el gran Congreso Internacional de Enseñanza Media y fue nuestro P. Dionisio Cueva el Presidente de la Comisión Ejecutiva, estando a su cargo el discurso inaugural, como fue Secretario de la Mesa Directiva del Congreso. Son numerosos los Padres Escolapios que, como el P. Ramón Melé, pronuncian conferencias y escriben artículos en revistas sobre Pedagogía. En esta venerable casa de San Pantaleón se está formando una biblioteca pedagógica moderna bajo la dirección de la Comisión de Pedagogía, siendo ya en los pocos meses que lleva de existencia varios centenares de las obras más escogidas los que tiene reunidos, y numerosas las revistas a que está suscrita. Será esa biblioteca el germen de estudios pedagógicos con proyección en toda la Escuela Pía”.

El P. F. Llenas, Provincial de Cataluña, envía al P. Tomek la Memoria sobre el Centro Escolapio de Montaña, de Cataluña[Notas 81]. El P Tomek responde diciendo que le gustó la idea, pues durante 30 años en Hungría vio los beneficios del escultismo. Eso es competencia del Provincial. Le pide que se entere si en España el escultismo está permitido, pues en tiempos estuvo prohibido. Se le puede dar ese nombre, C.E.M. Le recomienda que cuide que no haya imprudencias; por ejemplo, cuando estuvieron aquí (en Roma, Monte Mario) los scouts cantaron en varias lenguas, dirigidos por Fullat, pero no en español, lo que sorprendió a los padres italianos. Y luego el P. Feliu habló de asuntos internos de España con los padres italianos. Ese tipo de imprudencias pueden echarlo todo a perder, le dice[Notas 82].

En 1961 aparece una nueva división en Cataluña: los jóvenes (el Provincial Trenchs el primero) expresan que los escolapios no deben ocuparse ya de las escuelas, puesto que el Estado cubre las necesidades educativas de niños y jóvenes. Los escolapios deben dedicarse a otro tipo de apostolado. El P. R. Cassallarch se queja al P. Laureano Suárez[Notas 83]: “En el curso de la conversación (con el P. Trenchs) esbozó el M.R.P., ante mi asombro, el plan que ya estaba en prensa: seglares, seglares, seglares, en las clases, en las secciones, en la procuraduría, en fin, en todo… Las familias quieren sotanas. Hay Academias, Colegios e Institutos Oficiales, con gran profesorado seglar, con instalaciones deportivas y de laboratorios, mucho mejores que los nuestros. Si nuestras clases han de ser desempeñadas por los seglares, las familias ya no tienen interés en el Colegio Religioso”.

Sin embargo, tras las corrientes aclaraciones, se comprueba que se trata de temores infundados. Es cierto que se buscan caminos de apostolado nuevo, pero no se piensan abandonar las escuelas.

Notas

  1. AGSP Fondo Tomek. Prot. 317/1951.
  2. AGSP Fondo Tomek. Prot. 202/1952.
  3. AGSP Fondo Tomek. Prot. 179/1952.
  4. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1090/1957.
  5. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1922/1958.
  6. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1253/1952.
  7. AGSP Fondo Tomek. Prot. 122/1961.
  8. Ibídem.
  9. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1253/1955.
  10. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1297/1958.
  11. AGSP Fondo Tomek. Prot. 232/1959.
  12. AGSP Fondo Tomek. Prot. 232/1959.
  13. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1368/1958.
  14. AGSP Fondo Tomek. Prot. 651/1958.
  15. AGSP Fondo Tomek. Prot. 2039/1960.
  16. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1125/1961.
  17. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1138/1961.
  18. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1051/1961.
  19. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1213/1961.
  20. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1223/1961.
  21. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1260/1961.
  22. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1322/1961.
  23. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1763/1961.
  24. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1420/1961.
  25. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1472/1961.
  26. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1506/1961.
  27. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1544/1961.
  28. AGSP Fondo Tomek. Prot. 390/1962.
  29. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1218/1961.
  30. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1223/1961.
  31. AGSP Fondo Tomek. Prot. 550/1962.
  32. AGSP Fondo Tomek. Prot. 891/1962.
  33. AGSP Fondo Tomek. Prot. 197/1963.
  34. AGSP Fondo Tomek. Prot. 426/1963.
  35. AGSP Fondo Tomek. Prot. 500/1963.
  36. AGSP Fondo Tomek. Prot. 535/1963.
  37. AGSP Fondo Tomek. Prot. 538/1963.
  38. AGSP Fondo Tomek. Prot. 20/1964.
  39. AGSP Fondo Tomek. Prot. 21/1964.
  40. AGSP Fondo Tomek. Prot. 937/1964.
  41. AGSP Fondo Tomek. Prot. 968/1964.
  42. AGSP Fondo Tomek. Prot. 991/1964.
  43. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1105/1964.
  44. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1112/1964.
  45. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1191/1964.
  46. Ibídem.
  47. AGSP Fondo Tomek. Prot. 937/1959.
  48. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1492/1961.
  49. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1494/1955.
  50. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1561/1955.
  51. Ibídem.
  52. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1309/1956.
  53. AGSP Fondo Tomek. Prot. 461/1960.
  54. Ibídem.
  55. AGSP Fondo Tomek. Prot. 340/1960.
  56. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1065/1961.
  57. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1309/1957.
  58. Ibídem.
  59. AGSP Fondo Tomek. Prot. 600/1958.
  60. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1138/1958.
  61. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1178/1958.
  62. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1670/1960.
  63. Ibídem.
  64. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1562/1960.
  65. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1848/1960.
  66. AGSP Fondo Tomek. Prot. 771/1960.
  67. Ordenado sacerdote en 1961, dejó la Orden pocos años después.
  68. AGSP Fondo Tomek. Prot. 1641/1958.
  69. AGSP Fondo Tomek. Prot. 443/1954.
  70. AGSP Fondo Tomek Prot. 734/1954.
  71. AGSP Fondo Tomek Prot. 749/1954.
  72. Ibídem.
  73. AGSP Fondo Tomek Prot. 1192/1954.
  74. Ibídem.
  75. AGSP Fondo Tomek Prot. 1145/1956.
  76. AGSP Fondo Tomek Prot. 1145/1956.
  77. AGSP Fondo Tomek Prot. 1226/1956.
  78. AGSP Fondo Tomek Prot. 548/1959.
  79. AGSP Fondo Tomek Prot. 795/1963.
  80. AGSP Fondo Tomek Prot. 1275/1957.
  81. AGSP Fondo Tomek Prot. 1365/1955.
  82. Ibídem.
  83. AGSP Fondo Tomek Prot. 141/1962.