General36/Expansión de la Orden. Nuevas fundaciones

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Expansión de la Orden. Nuevas fundaciones

Tras la enorme expansión en países nuevos durante el mandato anterior, la intención del segundo mandato era de consolidar las fundaciones recientes. Cuando el P. Provincial de Aragón consulta sobre la aceptación de un colegio que se ha ofrecido en la República Dominicana, el P. General responde que no se puede aceptar la fundación.[Notas 1] En América no debemos hacer ninguna nueva fundación: hay que consolidar las que tenemos. Especialmente en Ciudad Trujillo: hasta que no haya al menos 10 padres allí, no podemos hacer nada nuevo.

Sin embargo, cuando se presenta alguna buena oportunidad, no la deja pasar. Los escolapios de Aragón llevaban una decena de años intentando establecer una comunidad en Nueva York. En vano, pues el Arzobispo no quería congregaciones nuevas en la ciudad. Les permitían, simplemente, trabajar en diferentes parroquias. Estando así las cosas, el P. Francisco Encuentra, Superior de los escolapios de Nueva York, fue a Puerto Rico, donde tanto el obispo de San Juan como el de Ponce le abrieron las puertas. El primer paso fue hacerse cargo de la parroquia de Salinas, vecina de Ponce, y desde allí escribe el P. Aznar al P. General V. Tomek la carta que transcribimos, fechada el 19 de diciembre de 1956[Notas 2]:

“Sean mis primeras palabras para felicitarle las Pascuas de Navidad y desearle un feliz y próspero año nuevo, de parte de esta diminuta comunidad que está en vías de formación. Deseamos haga extensiva también esta felicitación a todos los Padres de la Congregación General. La expresión que se suele utilizar estos días mucho es “oremus ad invicem”. Al emplearla nosotros y dirigírsela a V.P. y a los demás Padres, queremos ser sinceros e intentamos cumplir lo que en ella se encierra, esperando ser correspondidos con esa ayuda celestial que necesitamos en los comienzos de nuestra estancia en esta isla de tanto trabajo apostólico.

Voy a referirle, aunque sea brevemente, la marcha de esto, cosa que ya debía haber hecho, aunque supongo que el P. Provincial[Notas 3] le tiene al corriente. Por otra parte, no es en realidad una cosa extraordinaria, sino un humilde comienzo que esperamos salga a flote con nuestra cooperación y los consejos sabios de nuestros Superiores.

Llegué el día 20 de junio del presente año a la parroquia (Nuestra Señora de Monserrate, Salinas), que es la que había de ser o estar a nuestro cargo. Permanecí con el párroco anterior haciéndome cargo de la oficina y demás hasta el día 10 de agosto. El P. José Mateo llegó cuatro días antes, el día 6. Dicho día 10 quedamos solos, un servidor asumiendo la responsabilidad de párroco y el P. Mateo como coadjutor, según había propuesto el Obispado. El día 12 de agosto era el primer domingo que se presentaba de nuestra actuación solos en la iglesia, y el Señor nos probó con el inesperado ciclón Santa Clara, que azotó la isla y, naturalmente, esta parroquia, pues entró muy cerca de ella. Gracias a Dios, no tuvimos que lamentar más que los desperfectos de algún techo ya antiguo. Desde entonces hasta el presente la vida ha sido normal, de parroquia exclusivamente, con todas las actividades que eso lleva anejo.

La situación se normalizó de la siguiente manera: el P. José Mateo comenzó a enseñar en la Universidad Católica de Ponce, y los fines de semana viene a ayudar en la parroquia. Está allí a cargo de un grupo de jóvenes becarios que forman parte de dicho centro. Al mismo tiempo tiene sus clases. En cuanto a un servidor, a propuesta del P. Provincial, el Sr. Obispo se dignó darme el nombramiento de Párroco, con todos los derechos y privilegios. Estamos esperando un Padre que viene de España, y esperamos llegará pronto. Entonces seremos tres en realidad, y esperamos se den los pasos para determinar nuestra situación canónica. Falta hacer el contrato con el Sr. Obispo. Aunque ya el P. Provincial nos ha dado direcciones, esperamos que V.P. nos aconseje también por si desease que algún punto de la cuestión se determine y fije bien, de modo especial.

La casa rectoral es bastante buena, con lugar para cuatro muy bien, y para 5 y hasta 6 bastante bien. La Iglesia es pequeña. No hay escuela parroquial y, debido al ambiente que se hizo antes de venir nosotros, la gente espera eso y es muy necesario para mejorar la situación moral, que es bastante decaída. Hay una gran población escolar.

En general la gente es pobre y los ingresos son suficientes para vivir y hacer una pequeña economía con que atender las imprevistas contingencias. Para la empresa de fundación de un colegio, hemos de contar con la generosidad de los fieles o donativos de los pudientes - que los hay – y, naturalmente, con personal.

La parroquia consta de un núcleo urbano de unos 4.000 habitantes, y de una infinidad de barrios que aquí llaman “campos”, lugar de los “jíbaros” (campesinos), la gran mayoría muy pobres y muchísimos, por no decir todos, viviendo amancebados. Son unos 12.000 y distanciados entre sí de tal forma que les damos servicio religioso a base de tres misas, quedándose alguno sin misa por dos meses. El domingo, pues, un Padre se desplaza a los campos para allí confesar, predicar, decir misa, bautizar, catequizar… en cada uno de los tres, y volver a casa agotado.

El otro Padre se queda en el pueblo para hacer lo mismo durante las tres misas que se tienen. Dios nos ha ayudado hasta ahora con buena salud, pero si he mencionado eso ha sido para poner de relieve el campo inmenso de acción y la urgente necesidad de más operarios a la viña.

Esperamos nos envíen Efemérides y otras publicaciones. Repitiendo de nuevo nuestros deseos de que seamos unos en la oración esos días y siempre, pedimos humildemente su paternal bendición los Padres de Salinas.”

El P. Bruno Martínez era el Vicario de América Central (1958-1960) cuando llegó una oferta de fundación en Costa Rica. Las cosas andaban bien en los dos colegios de Nicaragua (León y Managua), pero en la República Dominicana andaban políticamente revueltas. Así que, para buscar un lugar de refugio en caso de tener que huir, propone que se acepte la fundación en San José. En la carta al P. General V. Tomek que transcribimos, fechada en Managua el 7 de agosto de 1960, se percibe la amplitud de miras de un hombre con capacidad de liderazgo[Notas 4].

“La semana pasada estuve en San José de Costa Rica en viaje de inspección y para tener algo previsto por si nuestra estancia en Ciudad Trujillo se hiciera imposible.

Tanto el Sr. Nuncio como el Sr. Arzobispo de San José, Dr. Carlos Rodríguez, y el Sr. Obispo de Alajuela me recibieron muy bien y se manifestaron muy deseosos de nuestro establecimiento en Costa Rica.

Sobre todo, el Sr. Arzobispo de San José me instó a que escribiera a V. P. Rvdma. diciéndole que la Curia Arzobispal pone a nuestra disposición cuatro manzanas de terreno (40.000 metros cuadrados) en las inmediaciones de la capital de San José para que edifiquemos Colegio cuando podamos. Cumplo con este encargo que el propio Arzobispo me dio, y por mi parte me permito razonar la necesidad de aceptar, lo antes posible, la proposición del mismo Sr. Arzobispo.

1.Constituida la Viceprovincia Centroamericana y habida cuenta de uno de los principales fines de la última visita general, debemos pensar en establecer la Casa de Formación para nuestras vocaciones. Ahora bien, Nicaragua, hoy por hoy, no es país de vocaciones. Prueba es que ni un solo Instituto Religioso tiene noviciado, y algunos llevan 50 años de haberse establecido. Costa Rica, por el contrario, es cantera de muchas vocaciones, como los prueban las numerosas casas de formación que han puesto los religiosos y religiosas.
2.Nicaragua es un país muy cálido, mientras que Costa Rica tiene un clima mejor, y una Casa nuestra allí serviría para que, en los meses más cálidos de Nicaragua, que coinciden con las vacaciones, los Padres se turnaran y tuvieran un muy necesario descanso en un clima fresco. Y esto siempre sería más religioso que no ir 20 días de vacaciones, aunque sea a sus propias casas como van en España.
3.Estás Comunidades de Managua y León, gracias a Dios, ya están estabilizadas, pero a medida que pasan los años la sencillez de espíritu de sacrificio y unión entre todos, tan propio todo ello de los años de las fundaciones, se van perdiendo, y vienen las complicaciones y malestar, originado todo esto, aunque parezca extraño, por la misma abundancia y comodidad. Y una casa más en Centroamérica facilitaría al Superior la solución del traslado de los religiosos cuando la estancia de alguno de ellos en otra casa se hiciera difícil o imposible.
4.En las actuales circunstancias de cosas, la expansión en América, a mi juicio, es asegurar el porvenir económico de nuestra depauperada Provincia. En las inmediaciones de San José puede tener mucha vida un Colegio nuestro.

Esta comunidad de Managua opina que no debe despreciarse el ofrecimiento del Sr. Arzobispo de San José y, por consiguiente, que debemos entrar en Costa Rica, por las razones anteriormente indicadas y cuanto antes, si bien los principios hayan de ser humildes, de sacrificio y trabajo. Si lo vamos dejando, cuando queramos ir ya otros se habrán adelantado y no habrá lugar para nosotros. La razón de procurar vocaciones es fundamental: solo los PP. Claretianos, a 5 km de San José, tienen 60 aspirantes.

Durante la conversación, repetidas veces, me dijo el Sr. Arzobispo que le escribiera a V. P. Rvdma. Hoy cumplo la promesa que le hice en la mencionada entrevista, al fin de la cual me dijo también que le tuviera al corriente de la contestación de V.P., y todo esto fue cosa no sugerida por mí, sino espontánea del mismo Sr. Arzobispo.

Todas estas impresiones se les comunico también a nuestro M. R. P. Provincial y le suplico una contestación, porque también la espera el Sr. Arzobispo.”

Argumentos muy poderosos, que corresponden con el deseo del P. Tomek de expandirse en América, sobre todo en busca de vocaciones. En marzo de 1961 el Colegio Calasanz abrió sus puertas en unos locales provisionales. Al año siguiente están ya buscando los recursos financieros (préstamo) para construir un colegio propio. El P. Bruno informa el 14 de marzo de 1962 que el colegio tiene ya 180 alumnos. El 24 de abril de ese año el Arzobispo bendice la primera piedra del nuevo colegio.

Poco a poco se van completando las diversas instalaciones. Entre otras cosas, se construye el postulantado, cosa que da mucha satisfacción al P. Tomek[Notas 5]. En abril de 1964 tienen ya 380 alumnos en el colegio, y no caben más. El 22 de marzo de 1966 la Sagrada Congregación de Religiosos aprueba la erección de la casa canónica de San José[Notas 6].

México era un país muy apetecible para los escolapios, que habían comenzado su presencia en él en 1913, aunque tuvieron que dejarlo en 1935. Vueltos en 1951 a Puebla, la primera fundación escolapia, intentaron conseguir una parroquia en la capital. Y como era necesario tener una casa de formación, llegaron en 1958 a un acuerdo con los Franciscanos para que les prestaran su convento de Santa Ana de Chiautempan por 25 años. Con todo el país experimentaba dificultades internas (falta de entendimiento entre los escolapios) y externas (el gobierno no facilitaba los visados para que más escolapios pudieran ir a trabajar a él; muchos escolapios de Cuba, al ser expulsados en 1961, de buena gana hubieran ido a México, pero la cosa estaba muy difícil). Por eso fue una buena noticia la oferta de un colegio en Oaxaca por el obispado en 1960. El elegido para llevar adelante la fundación fue el P. Segismundo Balagué (1922-1996). Transcribimos la primera carta que envía al P. General Tomek desde Oaxaca, fechada el 27 de agosto de 1960[Notas 7].

“Venerado y queridísimo Padre:

Acabo de recibir su muy estimada carta en la que me anima a llevar a término la fundación del nuevo colegio, junto con el documento facultativo de poder destinar las binaciones a nuestro noviciado.

Le agradezco ambas cosas y me siento muy protegido al considerar que nuestro Rvdmo. P. General tiene muy presentes a todos los religiosos por más alejados que estén de su confortadora presencia personal. Es un motivo muy consolador el tener la seguridad de que allende los mares estamos “sub umbra alarum tuarum”.

Hace un mes que estoy en Oaxaca; más que sueño mío ha sido un triunfo de V.P., ya que sin su autorizada intervención no habría cristalizado y se habría quedado en pura fantasía. Puede alegrarse, Padre General, de haber insertado en la corona de la Escuela Pía un nuevo colegio que promete ser de los mejores. Prácticamente ya está terminado; solo faltan los depósitos del agua y unas puertas (4) que este tiempo de lluvias nos ha hecho ver son necesarias; dos marquesinas para remediar el mismo mal frente a las dos escalinatas; los baños y el teléfono. El repellar y pintar corre a cargo de una compañía de refrescos a cambio de consumirles el líquido en exclusiva. La luz ya está instalada.

Estoy seguro de que para finales de septiembre estará en condiciones definitivas. El Ministerio de Agricultura nos plantará gratis toda la jardinería. Hoy día el colegio tiene un valor que supera con mucho el millón de pesos.

La gente es muy buena y generosa; casi todos en la medida de sus posibilidades contribuyen con sus variadas aportaciones. Están muy contentos de que una Orden Religiosa se haga cargo del colegio. Tal vez encontremos alguna dificultad por parte de la masonería, que mira con muy malos ojos el que en la tierra de Juárez se plante como un cuchillo en su corazón un colegio católico. Será el aguijón que nos estimulará a trabajar con mucho tiento, que a la larga ha de redundar en un buen crédito.

Hoy, día de nuestro Santo Padre, le mando la más cordial felicitación y le ruego pida al Santo Patriarca conceda a mi cerebro y a mí corazón unas ideas y unos afectos incorruptos, para que la Escuela Pía en Oaxaca no sea jamás defraudada.

Pidiéndole su paternal bendición, quedo de V.P. humilde y s.s.”

A pesar de sus dificultades y enfrentamientos internos, la Provincia de Cataluña aspira también a tener su propia misión en tierra de infieles, como Vasconia tenía la de Japón. La idea es tan fuerte que en el Capítulo Provincial se presenta como proposición, y es aprobada. Y quizás el sacerdote joven más entusiasta era el P. Enric Serraíma (1927-2012). Él y otros escolapios catalanes (como Lluis Tort y Josep Almirall) habían insistido al P. Tomek durante su visita canónica a Cataluña en 1960 sobre la necesidad de que la Provincia de Cataluña se hiciese presente en tierra de Misiones. La carta que reproducimos fechada en Alella, el 19 de mayo de 1960, es una muestra de este deseo ardiente, y de disponibilidad para ir a donde fuera como misionero.[Notas 8]

“Venerado Padre: cuando escribo esto habrá ya terminado la Visita en la provincia de Cataluña y no sé dónde estará V.P. Le escribo por tanto a Roma donde podrá leer esta carta a su regreso.

Me dijo que le escribiera sobre la organización del Calasanciado[Notas 9]. Perdone V.P. que comience por otro tema, que llevo muy dentro del corazón y que quiero exponer, a trueque de hacerme pesado. Me refiero a las misiones.

Cuando V.P. me habló de Nyassaland[Notas 10], la esperanza arraigó firme en mí. ¡Si pudiera verlo una realidad! ¡Qué bien para la Escuela Pía! Desde aquel día este pensamiento llena mi cabeza y no ceso de darle vueltas; tampoco ceso de rogar… por los futuros alumnos de la Escuela Pía del África negra y de mis futuros alumnos si Dios lo dispone así.

Creo, Rdmo. Padre, que no soy nadie para intentar exponer doctrina. V.P. conoce de sobra las palabras y encíclicas de Pío XI sobre temas misionales, convincentes todas ellas, y que son palabras de Cristo por cuanto provienen de su Vicario. Quiero también citar un fragmento de S.S. Juan XXIII. Dice así (Encíclica Princeps Pastor): “A pesar de la escasez de clero que preocupa a los Pastores aún de las diócesis más antiguas, no se tenga la menor duda en alentar las vocaciones misioneras y en privarse del personal… No se tardará en recoger los frutos sobrenaturales de este sacrificio”.

Evidentemente, Juan XXIII juega a la contra del celo apostólico equivocado, basando su argumento en unas matemáticas inverosímiles, que son las matemáticas de Dios, las de la generosidad. Esto es: para tener mucho, teniendo poco, dad mucho de lo poco.

Juan XXIII asegura que no tardarán en verse los frutos de este sacrificio. ¿Cómo? ¿En un mayor número de vocaciones? Sin duda. Porque el dogma del Cuerpo Místico no es solo una tesis escrita sino una idea-fuerza que mueve y vivifica a todos los miembros de la Iglesia de Dios.

Nos quejamos con frecuencia de la falta de vocaciones. En boca de Pío XI, el mejor remedio para ello es ir a las Misiones. Así lo decía a un superior de un Instituto que se acababa por inanición. Y lo hicieron así y resurgió el Instituto. Y creo que vendrían más vocaciones, no precisamente desde el punto de vista de que se enterara el público y los muchachos, sino sobre todo desde el punto de vista del dogma del Cuerpo Místico y del agradecimiento de Dios, que en atención al sacrificio que nuestra Orden hace por Dios propagando su nombre en tierra de infieles y del sacrificio que hacen los individuos, las bendiciones del Señor serían mucho más copiosas y abundantes, son las vocaciones más numerosas y selectas. Y en nuestra provincia de Cataluña todo nos hace falta, las bendiciones del Señor sobre todo.

Rdmo. Padre: creo que todos tenemos fe y las palabras de los Vicarios de Cristo son para nosotros argumentos tajantes y definitivos. Cuando leo las actividades misioneras de las otras Corporaciones Religiosas, un sentimiento de tristeza llena mi alma al ver lo poco que en este campo hacemos nosotros.

Congregaciones religiosas hay que no cuentan un siglo de existencia y son muchos en número, pero desde un principio - eran de enseñanza - se preocuparon de abrir colegios en Misiones, y Dios los multiplicó como las estrellas del cielo…

Al igual que ellos, también cada Provincia de las nuestras debiera tener su “pararrayos”, sus misiones. Y no me meto en las demás, pero sí en la de Cataluña a la que pertenezco. Bien está que Vasconia tenga sus casas en el Japón: maravilloso. Pero en Cataluña necesitamos nuestras Misiones, acordarnos de tantos niños que ni oyeron jamás hablar del nombre de Cristo ¡que también murió por ellos! Tenemos casas en Europa, América, Asia… ¿por qué no ahora abrir en África? ¿No podríamos ir nosotros?

Alegarán falta de personal. Es una razón absurda. San Ignacio de Loyola tenía pocos compañeros y no vacilo en enviar dos a Japón. Todos sabemos y conocemos cuánto bendijo Dios a la Compañía de Jesús. Volvamos a leer las palabras de Juan XXIII antes citadas. Y de Pío XI. Falta personal y muchos vivimos en un ambiente cómodo y aburguesado; otros en cambio en estos colegios diminutos, absurdos y ridículos, tan poco propicios para la observancia religiosa. Sacrifiquemos personal y cerremos algún colegio si todo no se puede atender, que Dios proveerá. No pensaron en la falta de personal los primeros apóstoles cuando se dispersaron por el mundo. Lo que acostumbra a faltar es fe, mucha fe en Dios y en sus palabras, pues el aburguesamiento y el comodismo han invadido el espíritu de muchos.

Hablé con el P. Provincial del mismo tema. Él lo apoyaría, estoy seguro, pero dice que la orden ha de salir del P. General. Muy bien. Espero, pues, Rdmo. Padre, que la orden salga del P. General y que no tarde. ¡Dios mío, qué pena ver lo que hacen todos los demás y lo que no hacemos nosotros por falta de empuje, por cierto exceso de prudencia que no comprendo…!

¡Qué mayor satisfacción para V.P., que tanto ha hecho para la propagación de nuestra Orden en América, que ha iniciado la obra en el Japón, comenzarla también en África! ¡Qué premio no le reservará nuestro Señor Jesucristo! ¡Dé V.P. el impulso, que lo demás ya lo facilitará el Señor!

¿Voluntarios? No faltarán, esté seguro. También he tratado del caso con el P. Almirall, con quien nos queremos como hermanos, y él acogió la idea con una gran alegría, le parecía un sueño de tan hermosa. Creía el mejor modo de aumentar el éxito vocacional etc. etc. ¿Para qué repetir ideas? Me dijo que estaba dispuesto a ir para toda la vida y lo dijo lleno de emoción. Y yo también estoy dispuesto a ir para toda la vida si V.P. lo aprueba, y no faltarían dos o tres más. Luego, creado ambiente, no faltarían voluntarios. Los mismos muchachos mayores que tengo aquí sé que irían bien a gusto, pues les brillan los ojos cuando de ello se habla. O sea que para comenzar ya conoce algunos V.P. y otros saldrían a no dudarlo.

Desde el día en que hablé con V.P. he pensado continuamente en Nyassaland, he pensado en repasar el inglés y lo mismo pensaba el P. Almirall. He rogado mucho al Señor, he soñado con las misiones y estoy esperando la hora del resultado. ¡Dios lo quiera! Lo considero problema de urgente realización, urgente realización con toda la fuerza de la palabra. Para aumentar las vocaciones, para aumentar el nivel espiritual de nuestra Provincia, para seguir las indicaciones pontificias con exactitud, para satisfacer el Corazón de Cristo, que no estará contento de que vayamos viviendo los catalanes en un ambiente de comodidad y tranquilidad, olvidando los que tal vez se condenarán por nuestra falta de sacrificio o por otras razones tan traídas como es la falta de personal.

Ruego excuse V.P. mi atrevimiento y solo vea - si ha sido demasiado vehemente - una prueba de buena voluntad, de buen deseo, de ganas de realizar una obra buena…”

Al no recibir respuesta del P. General, el P. Serraíma escribió de nuevo al P. General en diciembre de 1960, pidiéndole una respuesta[Notas 11]. Después de felicitarle las navidades, le dice: “Mi deseo sería que el Niño Jesús nos hiciera un regalo de Navidad a los Escolapios de Cataluña: llevarnos a Misiones. Sería una bendición para nosotros y un modo de multiplicar las vocaciones. Idea que ya le expuse en el informe que me pidió en la Visita y que le envié el pasado mes de junio. Desearía saber la opinión de V.P. sobre aquel informe”.

El P. Tomek, en carta de fecha 8 de febrero de 1961, acusa recibo de la de Serraíma de fecha 19 de mayo, y le responde[Notas 12]: “Idealmente soy de la opinión tuya y de tu compañero; pero en la realidad considero prematura la aceptación de la Misión por parte de la provincia de Cataluña. Estas cosas no se hacen en un momento. Nuestra primera Misión fue decidida en el Capítulo General de 1947, y a pesar de un trabajo diligente, no comenzó hasta tres años más tarde. La provincia de Castilla decidió abrir una Misión en 1955, y, a pesar de varios intentos, aún no existe. También la provincia de Cataluña tendrá una Misión en África, pero antes hay que trabajar pacientemente: hay que inculcar su necesidad, suscitar entusiasmo por ella, convencer a los Superiores, etc. etc.

Como veo que te dedicas diligentemente a este trabajo preparatorio, puedes continuar haciéndolo pacientemente. El Creador hizo este mundo en seis días (bastante largos), a pesar de que pudo haberlo creado en un día. Probablemente lo hizo así para darnos ejemplo: no queramos llevar a cabo nuestra creación en un momento. Desgraciadamente las cosas están de tal modo que, a todos los que quieren imitar al Divino Impaciente, de momento solo les puedo recomendar que tengan paciencia”.

Afortunadamente, el impaciente P. Serraíma no tuvo que esperar mucho, pues en 1963 fue enviado a Senegal. Es extraordinaria su visión profética y su razonamiento teológico en relación con las vocaciones africanas, que el tiempo ha demostrado ser certero. El P. Serraíma debiera ser proclamado Patrón de las Escuelas Pías africanas.

La fundación de la primera presencia escolapia en Senegal fue de la siguiente manera.

En 1962 Mons. Prosper Dodds (1915-1873), religioso espiritano, primer obispo de Ziguinchor, hijo del General Alfred Dodds, comandante de las fuerzas francesas en Senegal, y hermano de Henri Dodds, embajador de Senegal en Roma, escribió una carta a un párroco francés conocido suyo, al que le pedía que buscara un sacerdote profesor de español (¡sorprendente!) para su seminario menor. Precisamente había estado en su parroquia, estudiando francés en verano, el P. Benito Aranda, de Aragón. El sacerdote escribió al P. Benito con la propuesta, pero él no tenía ningún interés en ir a Senegal. Leyó la carta a sus compañeros escolapios en el colegio Calasancio de Zaragoza, y uno de ellos, Ignacio Iriarte, sí se interesó en la propuesta. Intentaba secularizarse y buscaba un obispo benévolo receptor. Escribe al obispo, ofreciéndose para el trabajo. Poco después (el 11 de octubre) comienza en Roma el Concilio Vaticano II, al que acude el obispo Dodds. También el P. Tomek era padre conciliar. El 2 de noviembre el obispo vino a San Pantaleo a hablar con el P. General sobre el P. Iriarte. Tomek no sabía nada del asunto (pidió luego información al P. Provincial de Aragón, quien desaconsejó que se apoyara la secularización del P. Iriarte). Pero comentó al obispo que los escolapios de Cataluña tenían intención de fundar una misión en África; así lo habían decidido en el capítulo provincial de 1961, y ya había algunos padres voluntarios para ello. El obispo le ofreció inmediatamente una parroquia nueva que se estaba construyendo en Ziguinchor, además del puesto de profesor de español en el seminario. El P. Tomek se puso en contacto con el P. Trenchs, Provincial de Cataluña, proponiéndole el asunto y recomendando al P. Serraíma como primer misionero. El P. Trenchs aceptó la propuesta, y liberó al P. Serraíma de su cargo de rector del Colegio San Antón (¡con solo 35 años!). El P. Serraíma, encantado, aceptó también la propuesta. Consiguió fácilmente el visado en la embajada de Senegal en Roma, y a primeros de enero, por París-Orly, partió para Dakar. Allí le acogieron los PP. Espiritanos, que le acompañaron hasta Ziguinchor, y allí comenzó pronto su tarea misional.

En este segundo mandato del P. Tomek, se cierran algunas casas, y se abren otras, además de las ya citadas.

En Argentina se abandona Villa Warcalde en 1957 (era un lugar demasiado húmedo), para pasar a Villa Allende.

Castilla cierra la casa de Toro (1959, con gran sentimiento de la ciudad). La intención venía de antes, desde la apertura del Calasanz de Salamanca, a donde querían trasladar a los religiosos de Toro. Pero llegaron fuertes presiones incluso de la Sagrada Congregación de Religiosos (a la que había pedido ayuda, seguramente, el Obispo de Zamora). El P. Tomek escribe al Obispo que de momento no se cierra, pero que en un año debe ponerse de acuerdo con el municipio para que hagan los arreglos necesarios en el colegio, de acuerdo con el provincial de Castilla, o la cerrarán[Notas 13]. De hecho, el ayuntamiento lo único que hizo fue pintar algunas clases, reforma insuficiente según el P. Provincial de Castilla, y se cerró el colegio. También se abandonó Linares (en realidad las clases no habían recomenzado después de la Guerra Civil, pero el edificio se vendió al Ayuntamiento en 1960). A cambio abre el Colegio Calasanz de Salamanca en 1956, y el Postulantado en Santiago 1 de la misma ciudad en 1961. El Colegio Mayor de Madrid en 1960, y vuelve a abrirse una presencia en Alcalá de Henares en 1957 (los escolapios habían estado allí desde 1862 hasta 1936). Además, abre el Colegio Escuelas Pías (para atender a alumnos pobres) de Bogotá en 1956, y la casa de Pereira en 1960.

En Buffalo se abre el colegio Calasanz para niños superdotados, obra del P. I. Gerencser, en 1957. Estimulado por el P. Tomek, el P. Santoloci, Provincial romano, está acuerdo en enviar un religioso a USA, Alessandro Fiori, para comenzar una fundación romana en el país[Notas 14]. El P. Fiori trabajó unos años en USA, pero la fundación romana no se llevó a término.

En Cataluña se va sintiendo la falta de vocaciones para un número tan grande de obras como tiene, más la expansión en México, Cuba y California. El 21 de mayo de 1956. el P. Provincial F. Llenas envía informe para estudiar el cierre de algunos colegios[Notas 15]. Razones a favor y en contra. Caldas: puede seguir con 3, y que no podrían hacer gran cosa en otro sitio. En Calella se pueden quedar otros 3, y contratar maestros seglares, si paga el ayuntamiento. Sitges puede ser una sucursal de Villanueva, con 1 o 2 padres. El Calasancio de Barcelona podría quedar con 1 director y maestros seglares. Lo ha ofrecido a los de Timon David. El de Camagüey lo podemos cerrar, si se vende bien el edificio. Envía copia de un estudio dirigido a sus asistentes para el estudio de la conveniencia o no conveniencia del cierre de algunos colegios. Cataluña no puede atenderlos debidamente todos (7 folios). El P. Tomek le responde el 16 de junio. Es contrario al cierre de colegios. Propone que en las escuelas primarais podría haber más maestros laicos. En cambio, el P. Julián Centelles, ex Provincial de Cataluña y Asistente General, tiene una idea diferente. No se pueden poner maestros seglares en los colegios pequeños porque sus salarios son caros, y no se tiene dinero para pagarles. Propone otra solución: sacar a los religiosos de la enseñanza primaria en los colegios grandes (que sí pueden pagar salarios a maestros seglares), poner seglares, y los escolapios, a reforzar colegios pequeños[Notas 16]. Están de acuerdo los dos con que se deje el Calasancio de Barcelona. Una posibilidad es ofrecerlo a los de Timón David, que buscan poner un pie en España. Pero estos no lo aceptan, por falta de personal[Notas 17]. El 5 de julio de 1956 escribe el P. Llenas[Notas 18]. Le han pedido muchos (incluido el obispo de Barcelona) que no cierre el Calasancio, porque sirve a pobres en una zona especial de la ciudad. De modo que, en lugar de cerrar, Cataluña comienza una obra en la barriada de La Mina-Pekín después de la guerra, con la ayuda de alumnos voluntarios, aunque las «Escuelas gratuitas Pío XII» no fueron inauguradas hasta febrero de 1955. En el sexenio siguiente se constituyó una pequeña comunidad escolapia, que luego cambió de ubicación. En Francia se aceptó con ilusión la fundación de Saint-Papoul, donde el P. Darío Rumeu trabajó varios años por mantener una presencia escolapia en el país vecino. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, la obra de Saint Papoul no acababa de levantar cabeza. El P. Rumeu no resultaba ser un buen administrador, y fue llamado de vuelta a Cataluña en 1966. Pero tampoco los sucesores suyos consiguieron mejorar la situación, a pesar de variados esfuerzos, de modo que en 1976 la casa fue abandonada por los escolapios.

En Vasconia el P. Provincial Rafael Pérez, siempre enérgico y expeditivo, pide permiso al P. General el 20 de marzo de 1961 para comprar en Vitoria un edificio de unas religiosas[Notas 19]. De este modo los Escolapios tendrían colegios en las cuatro provincias territoriales de su Provincia en España. Como la Provincia no tiene dinero, sino deudas, le pide que la Caja de la Orden responda a la hora de pedir un préstamo. El P. Tomek da permiso, pero le dice que la Orden no puede responder por la compra; solo puede hacerlo la provincia de Vasconia. No podemos sentar este precedente peligroso, le dice. De hecho, Vitoria deberá esperar unos años aún hasta la llegada de los escolapios.

En México, además de Santa Ana (1958) y Oaxaca (1961), se aceptó la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en el barrio Progreso Nacional (1958).

En California, por fin, la diócesis confía un colegio de secundaria a los PP. Escolapios. El Cardenal McIntyre prometió en 1959 que antes de 1961 entregaría a los escolapios una escuela secundaria con una residencia para los profesores. El colegio que les ofrece es Saint Bernard High School, que se encuentra en Playa de Rey, una localidad próxima al aeropuerto internacional de Los Ángeles. De hecho, siete escolapios jóvenes empiezan a trabajar en St. Bernard en el curso 1960-61, mientras se va construyendo la vivienda. El 1 de enero de 1961 se erigió la comunidad escolapia de Playa de Rey, siendo el P. Jaime Ortínez el primer rector. Pero se trata de una fundación débil bajo muchos puntos de vista: el Cardenal esperaba un número mayor de escolapios (que la provincia de Cataluña no puede ofrecer), económicamente no tenía ninguna ventaja, pues los escolapios recibían un salario escaso, y además no tenían la dirección del centro. Así que en 1971 decidieron dejarla, y centrarse en la pastoral con hispanos.

La Provincia de Valencia se desprendió en 1958 de la Masía del Pilar, y del colegio de Yecla en 1959, con gran sentimiento de sus habitantes. Este colegio había pertenecido antes a la Provincia de Castilla (1858-1931), y luego a la de Valencia (1950-1959).

En Centroamérica, además del colegio de Costa Rica, se abrió temporalmente una escuela en Gualey, en la República Dominicana (1961-1974).

En Chile se creó el magnífico colegio Calasanz (1957), para atender a la población creciente en una nueva zona de la ciudad.

En Venezuela los escolapios construyeron un colegio nuevo en Valencia, en 1959.

Los escolapios de Polonia, por su parte, consiguieron establecer obras en Lapsze Nizne (1957) y en Lapsze Wyzne y Niedzica en 1958.

La Provincia de Liguria estableció durante este periodo una serie de nuevas fundaciones, aunque en general fueron de corta duración. En la península crearon las obras de Camogli (1957-1981) y Santa Margherita Ligure (1961-1964). En la isla de Cerdeña, de larga tradición escolapia, se intentó una nueva fundación en Torregrande (1961-64). Las fundaciones en Cerdeña tenían la motivación de conseguir vocaciones sardas, lo mismo que más tarde el P. Filippo Ciotta, Provincial de Nápoles, establecerá una fundación en Villafranca Tirrena para captar vocaciones sicilianas. El P. Francesco Colli, esforzado promotor de Sanluri, intenta conseguir el permiso del Arzobispo Botto de Cagliari para la erección de una casa canónica en el lugar[Notas 20]. En la misma carta el P. Colli sugiere al P. Tomek posibles futuras fundaciones en Cerdeña: Cagliari, Oristano, Sassaari, lugares en los que los escolapios habían tenido casa en el siglo XIX. Le informa sobre el alumnado: en la escuela media tienen 96 alumnos internos y 89 externos (de ellos, 47 chicas. Estaban ya en la escuela cuando el arzobispo la cedió a los escolapios, y había que seguir admitiéndolas, cosa que sin duda desagradaría al P. Tomek, pero mandaba el arzobispo). En el gimnasio, o nivel intermedio, tienen 53 alumnos, de los que 17 chicas. En el liceo, o nivel superior, tienen 83 alumnos, de los que solo (subraya el P. Colli) 9 chicas. No aceptan alumnos suspensos en otros institutos porque quieren mantener alto el nivel de los que superan el examen de Madurez: en el curso anterior, 14 de 16 presentados[Notas 21].

El gran proyecto de este segundo mandato y el siguiente es la construcción de dos junioratos, uno el Interprovincial de España de Salamanca, que se concluye en 1961, y otro el Internacional de Roma (San Pantaleo se quedaba muy pequeño), un ambicioso proyecto en la zona sudeste de Roma, junto al río Aniene, que necesitó más tiempo. El P. Tomek escribe a la Alcaldía de Roma[Notas 22]. Le dice que en la zona de Monte Sacro se hace un plano de urbanización; faltan escuelas, iglesia, locales deportivos, comercios. Se le hacen propuestas. Nos han cedido 20.000 m2 a condición de que construyamos una iglesia, un juniorato y un centro cultural. Lo hemos aceptado. Piden poder empezar pronto la construcción. Pero las dificultades presentadas por el ayuntamiento de Roma para aprobar lo previsto eran insuperables. De nuevo surgió otra idea al presentarse la oportunidad de comprar un edificio recién terminado en condiciones económicas favorables. Se vendió, pues, el solar de Monte Sacro y se adquirió el nuevo edificio situado en la via Appia Nuova. Nació así el SIR (Studentato Internzionale Romano), de corta vida: 1967-1970.

A partir de 1955 los esfuerzos económicos de la Caja de la Orden, cuya creación anuncia el P. Tomek a los Provinciales en una circular de fecha 7 de enero de 1956, para cumplir con la decisión del Capítulo General[Notas 23], se centran en estos dos proyectos, muy costosos, por lo que a quienes piden ayuda económica al P. Tomek, este tiene que responder que no puede ofrecerla en esos momentos, estando comprometidos todos los ahorros y futuros ingresos. Es más bien él, quien, en una circular a toda la Orden, de fecha 4 de abril de 1959, informa sobre la construcción de los dos nuevos junioratos, uno en Salamanca y otro en Roma, internacional. Necesarios para la buena fama de las Escuelas Pías. En Salamanca está la Pontificia, y ya hace años que tenemos juniores, y ahora está el nuevo colegio. En Roma, Don Riccardo Gualino nos regaló un terreno de 20.750 m2, valorado en 300 millones de liras. Ahora necesitamos ayuda para construirlos. El P. Tomek pide ayuda a las provincias, o al menos explica la situación de la Caja de la Orden[Notas 24].

Otro recurso que se logra es la ayuda de los religiosos de Maryknoll, que generosamente habían ayudado a la construcción del nuevo edificio del Kaisei mediante la oferta de miles de intenciones de misa. El 20 de octubre de 1960 el P Laureano Suarez, Procurador General, escribe al General de Maryknoll. Agradece ayuda en Japón. Pide ayuda para la construcción de dos junioratos (Roma y Salamanca). Pide un préstamo, pagadero con la celebración de hasta 2000 misas mensuales[Notas 25]. El General de Mariknoll responde al P. Laureano diciendo que para ayudar a la construcción de los junioratos le proponen enviar de mil a dos mil intenciones mensuales a Roma durante dos años, y así no tienen que devolver nada. El P. Laureano responde que acepta agradecido.

Un gran proyecto logrado en España es la construcción del juniorato interprovincial “Padre Felipe Scío” de Salamanca. La presencia de escolapios en Salamanca comenzó en 1949, cuando dos juniores fueron enviados a estudiar a la Universidad Pontificia, al cuidado del P. José Olea. Se crea la residencia “Santo Tomás de Aquino”, donde más juniores van a residir hasta que se abre el colegio P. Scío. Los PP. Provinciales de España en 1957 deciden construir un juniorato en Salamanca, al lado de donde la Provincia de Castilla levantaba el colegio Calasanz. En el curso 1961-62 comenzó a funcionar el juniorato, con 37 juniores. Creo que se puede decir que el promotor ideológico del colegio fue el P. Claudio Vilá (catedrático de Pedagogía en la Univ. Pontificia; el gestor material, el P. Laureano Suárez, Asistente General por España, y el artista decorador (al menos de la capilla) el P. Juan J. Aja. El colegio P. Scío cumplió su tarea durante unos 30 años; pero tras la crisis vocacional del último cuarto del siglo XX, conoció la misma suerte que los otros junioratos interprovinciales de España, Irache y Albelda: los escolapios se deshicieron de él.

Podemos constatar, pues, que a pesar de que en el segundo mandato del P. Tomek, según él mismo decía, había que dedicarse a consolidar más que a abrir nuevas fundaciones, la realidad es que se abrieron un buen número de casas, tanto en Europa como en América. Era cuestión de responder a las necesidades crecientes de la población, y de aprovechar las buenas oportunidades que se presentaban.

Notas

  1. AGSP Fondo Tomek Prot. 627/1958.
  2. AGSP Fondo Tomek Prot. 1758/56.
  3. P. Moisés Soto, Provincial de Aragón de 1955 a 1961.
  4. AGSP Fondo Tomek Prot. 1368/1960.
  5. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1780/1962.
  6. AGSP Fondo Tomek, Prot. 367/1966.
  7. AGSP Fondo Tomek Prot. 1500/1960.
  8. AGSP Fondo Tomek Prot. 869/1960.
  9. En aquella fecha el P. Serraíma era el responsable del calasanciado o postulantado de Alella.
  10. Mons. J. Fady, obispo de Lilongwe en Nyassaland (hoy Malawi), escribió una carta el 31 de marzo de 1960 al P. Vicente Tomek ofreciéndole la dirección del seminario menor de su diócesis. Se conformaba con un personal reducido, que de momento se dedicaría a aprender la lengua del país. Era un Padre Blanco. Más adelante podrían pensar también en escuelas secundarias. Le apremiaba con cierta urgencia, pues “en estos momentos, pararse es retroceder”. El P. Tomek le respondía el 15 de abril: “A pesar de que vemos claramente la necesidad de que se trata, por nuestra parte, desgraciadamente, no podemos responder a su deseo. Nuestra Orden solo hace unos años que tiene algunas obras misioneras, y no está preparado para asumir otras obras misioneras que las que ya tenemos en Japón, con un reducido número de misioneros. Lo lamentamos, pero en tan breve tiempo no podemos comenzar algo en África. Excúsenos su Excelencia Reverendísima; no nos falta voluntad, sino los medios necesarios”. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 739/1960.
  11. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 2234/1960.
  12. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 859/1961
  13. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 1104/1956.
  14. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 1599/1960.
  15. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 717/1956.
  16. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 775/1956.
  17. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 859/1956.
  18. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 932/1956.
  19. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 551/1961.
  20. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 1905 /1958.
  21. Interesante la descripción que hace sobre la conducta de las alumnas (de los alumnos no dice nada), tal vez para calmar los escrúpulos del P. Tomek. Es una reflexión que podría aplicarse a otros casos parecidos, no aceptados por el P. Tomek, pero precursor, en pocas décadas de la apertura de los colegios escolapios a la coeducación: “En general se comportan bien. Llevan obligatoriamente una bata. Hemos tenido que insistir con algunas a principio de curso, pero ahora la llevan todas. Para los servicios tienen a disposición la bedela. Es raro el caso de que alguna se encuentre mal. Entonces la confiamos a las señoras de la ropa, o de manera más urgente, a la bedela. Tienen el recreo en un lugar separado bajo la mirada de sus profesoras. Las pequeñas de la escuela media no nos han dado nunca problemas en estos años. Hemos tenido suerte con las pocas alumnas del Liceo (a juicio de todos, los padres y los profesores). Son estudiosas y serias, y alguna además ha elevado el tono de la escuela. Ha habido algún caso de ligereza (aunque nada grave a nivel de disciplina) con alguna chica del gimnasio y a veces del curso tercero de la media. El año pasado expulsé a un interno de primero de liceo porque no se comportaba bien con una señorita, aunque, a decir la verdad, tampoco se comportaba bien ni siquiera en el internado. Lo expulsé después de haber hablado con el padre (médico en Portotorres) tanto sobre la escuela como sobre el internado. Es un hecho a considerar desde el punto de vista psicológico: la costumbre de encontrarse cercanos, en un ambiente donde hay padres y profesores, les hace en general más respetuosos y tal vez menos morbosos. En la ciudad sabemos que hay no pocos alumnos de un instituto masculino que van a esperar a la salida a las alumnas de un instituto femenino. ¿Qué hacer en nuestro caso? Sé que normalmente nuestros institutos no deben acoger muchachas en la escuela. Aquí nosotros las hemos encontrado, y quien quiso que fueran acogidas por sus sacerdotes fue el llorado arzobispo Mons. Piovello, mi paisano, al que la gente considera un santo y va a rezar a tu tumba. Yo creo que el motivo fue la caridad, para no obligar a viajes cotidianos a las alumnas (cosa cara y tal vez también moralmente peligrosa). Al conservarlas, tenemos el agradecimiento de las familias y, tal vez, a fin de cuentas, reciben un bien moral las mismas muchachas. En cuanto a los padres, algunos piensan que las muchachas en la actividad y regularidad de la escuela están bien ocupadas, y como ellas, en otro sentido, los religiosos. Puede que haya otras formas de apostolado en las mismas parroquias, en las cuales el religioso no formado puede encontrarse más a disgusto y en peligro que en la escuela. Con todo esto no quiero decir que la escuela mixta sea el ideal para nosotros; mi discurso tiene un sentido limitado e incluso relativo”. Por lo demás, viendo la insistencia del P. Tomek en eliminar a las alumnas, le pide que espere un tiempo a tomar esa decisión; necesitan el dinero que pagan. Propone la solución de dejar terminar a las alumnas que tiene, y no admitir ninguna nueva, y así en unos pocos años desaparecerán de la escuela.
  22. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 460/1959.
  23. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 45/1956.
  24. AGSP. Fondo Tomek. Prot. 435/1959.
  25. AGSP. Fondo Tomek. Prot.1932/1960.