General36/Causas de beatificación de los escolapios mártires de la guerra en España

Causas de beatificación de los escolapios mártires de la guerra en España

En España fueron martirizados más de 200 escolapios, de las provincias de Cataluña, Aragón, Castilla y Valencia. Había sido la provincia de Cataluña la que hizo la propuesta de introducir las causas de canonización de los mártires, y para ello se decidió nombrar un Vice postulador para España, el P. Juan Otal, de Aragón. La tarea no era fácil, porque había que negociar con las diversas diócesis en las que los escolapios habían sido asesinados, y había que recoger testimonios de quienes les habían visto morir. Y esto era lo más difícil: en muchos casos no se sabía dónde o cuándo habían muerto los escolapios, y no era fácil conseguir declaraciones de los testigos, que temían las represalias de las autoridades si se descubría que, de un modo u otro, ellos habían intervenido en los asesinatos. Pero el P. Otal era un hombre hábil y perseverante, y, una tras otra, fue cerrando las causas diocesanas de los actuales trece Beatos Mártires escolapios (5 de Aragón, 4 de Cataluña, 3 de Valencia y 1 de Castilla). Al mismo tiempo se hace cargo de la causa del P. Faustino Míguez. El P. Otal consigue no solo materia para las causas, sino también dinero para seguir adelante. No necesita pedir dinero a la Orden para sus múltiples viajes a un lado y a otro para ir completando los dossiers, y luego, cuando los procesos diocesanos están completos, trasladarlos a Roma. Su trabajo continuará durante el siguiente mandato generalicio. Y culminará con la beatificación de Dionisio Pamplona y Compañeros, mártires, el 1 de octubre de 1995.

En relación con estos procesos aparece un ilustre historiador escolapio de Valencia, el P. Calasanz Bau (1904-1907). En 1949 había publicado su famosa Biografía crítica de S. José de Calasanz, y estaba trabajando en la Historia de las Escuelas Pías de Cataluña. Normalmente debía haberla escrito el P. José Poch, catalán, que había reunido abundante material para escribirla, pero no se sentía con ánimos para hacerlo. Así que los Padres de Cataluña le encargaron a él la tarea, que terminaría en 1951. Y más tarde, al cumplirse los 100 años de la fundación en Cuba, le pidieron que escribiera también la Historia de las Escuelas Pías en Cuba, obra que aparecería en 1957. El 3 de enero de 1951 el P. Tomek le pidió que, cuando terminase la historia de Cataluña, escribiera la historia de los mártires de España, o la Historia de las Escuelas Pías en España durante la guerra. Serviría de ayuda al vice postulador. Demostrando que aquellos sacrificios ganaron méritos para la toda la Orden, y para España. El P. Bau, a quien encantaba escribir y publicar, puso manos a la obra, y en 1959 presentó en Roma su obra La persecución religiosa en España. Trataba de demostrar que los martirios de miles de religiosos y religiosas en España había sido consecuencia del odio a la fe, y por lo tanto merecían ser canonizados. Pero en el Vaticano corrían otros aires, y todos estos procesos quedaron paralizados durante los pontificados de Juan XXIII y Pablo VI, y fue solamente Juan Pablo II quien los desbloqueó, y así los Mártires fueron proclamados Beatos en 1995. Por lo demás, el P. Bau siguió con sus investigaciones calasancias; se doctora en 1962 (a los 58 años) y publica su tesis titulada Revisión de la Vida de San José de Calasanz, que aparecerá publicada, simplificada y en una gran tirada (posiblemente la mayor que se ha hecho sobre la vida de nuestro fundador), en 1967, como obra póstuma: el autor falleció repentinamente el 8 de febrero de 1967, a los 63 años de edad. Se había encargado también de preparar el volumen de los mártires escolapios de la Provincia de Valencia, que apareció poco antes de su muerte.