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Contenido

1 Procedencia
2 Cualidades
3 Fechas
4 Biografía
5 Obras
- 5.1 Obras en Base de Datos Bibliográfica
- 5.2 Obras en Enciclopedia Escolapia
6 Bibliografía
7 Redactor(es)

Procedencia

Demarcación Aragón

Cualidades

Humanista. Escritor. Archivero.

Fechas

Valjunquera (Teruel) 29-3-1838, Barcelona 2-6-1907

Biografía

Discípulo del colegio de Alcañiz. Ingresó en el noviciado de Peralta el 23-5-1852 y en él profesó el 30-3-1854. Enseño primeras letras en Barbastro y humanidades en Zaragoza. En 1867 se trasladó a Cuba, enseñando en el colegio de Puerto Príncipe latín, griego, filosofía e historia. Ejercitó, a la vez, su carisma de asistir espiritualmente a los condenados a muerte, que no fueron pocos durante la primera revolución cubana, que acabó en la paz del Zanjón (1868-1878). En la primavera de 1873 volvió a España el P. Villalta, fue Maestro Interino de Novicios en Peralta (1875) y residió en varios colegios, especialmente en el de Caspe, del que fue vicerrector y luego rector por cuatro años (1882-1886). Durante las vacaciones de 1891 llegó a Marsella, para conocer la obra de Timón David, y seguidamente a Liguria, donde entabló amistad con los PP. Garassini, Pissarello, Luis del Buono, Scannavino y Leoncini. Este viaje daría como fruto una serie de cartas, llenas de noticias históricas escolapias, a los PP. Scannavino y Leoncini, que ha publicado el P. Picanyol. Con dotes de investigador, revisó y catalogó muchos de los archivos escolapios de Aragón, proporcionando a la vez generosamente datos y noticias de primera mano a los PP. Llanas y Lasalde, que lo reconocen y agradecen en sus obras respectivas. El P. Lasalde dice en su Historia literaria, I, p. XXXIII: «Cuánto deba esta obra al P. Villalta, no es fácil comprenderlo ni aún decirlo». Al fundarse en 1895 el colegio de Santurce, en Puerto Rico, el P. Villalta formó parte de la primera comunidad y ocupó el cargo de vicerrector. Dos años más tarde, al pasar el colegio a la jurisdicción de la Provincia de Castilla, volvió a Aragón. Aquí siguió su línea de trabajo. Era un excelente pendolista. Pero, sobre todo, un gran humanista, conocedor de las lenguas sabias y de sus escritores y escritor él mismo en el mejor latín clásico e histórico. Conocía, además, el francés, el vascuence y el italiano, como lo prueban sus escritos en esas lenguas y en español. Destacan, entre todos, sus poesías latinas. Conociendo su cultura, su amor a la Orden y sus dotes de escritor, el Arzobispo de Florencia y General escolapio, P. Alfonso M.ª Mistrángelo, lo llevó primero a Florencia (31-5-1901) y luego a Roma, para dirigir la revista Ephemerides Calasantianae. Además de dirigir la revista fue en Roma director espiritual del Colegio Español y Maestro de Novicios de los Hermanos operarios. Devoto de S. José de Calasanz y del Venerable Glicerio Landriani. A éste atribuyó una curación milagrosa. Volvió a España, ya enfermo, y falleció, al parecer, en Barcelona, en su viaje a Zaragoza.