Pontevedra (AR) Colegio, casa de formación y lugar de encuentros juveniles
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Contenido
Datos
Demarcación Argentina
(1902-1973)
Antecedentes históricos.
A comienzos del siglo XX Pontevedra era un pequeño pueblo a 50 kms. al oeste de Buenos Aires. El sacerdote, D. Natalio Márquez, al retirarse de su actividad pidió al arzobispo «por su edad y quebrantada salud» habitar en la «estanzuela» que había adquirido en las afueras del lugar; recuperado un tanto de su estado de salud vivió todavía quince años. Al morir sus restos fueron llevados a la capilla de la finca; y el albacea de su testamento, D. José Apolinar de las Casas encontró serias dificultades para llevar a cabo la última voluntad del difunto por razón de sus familiares; necesitó de ocho años para poder disponer de todos los recursos económicos. D. José Apolinar había solicitado a Mons. Aneiros, arzobispo de Buenos Aires que le buscase algunos religiosos quienes regentasen una escuela en el barrio de su parroquia, El Socorro; así conoció a los escolapios, que dejaron Tucumán y se instalaron en Buenos Aires en octubre de 1891.
Fundación, desarrollo histórico y pedagógico.
El P. Dionisio Fierro fue el brazo derecho de D. José A. de las Casas en la realización de la obra de Pontevedra. Sin descuidar la dirección del colegio «Calasanz» «una o dos veces a la semana venía desde la capital a Pontevedra» sin importarle la situación atmosférica, las dificultades en las comunicaciones y la distancia. En diciembre de 1901 se había concluido el edificio, cuyo costo ascendió a 100.000 pesos, suma enorme en aquellos tiempos. Para conseguir fondos hubo que vender algunas posesiones que D. Natalio tenía en Buenos Aires. El 5-2-1902 se firmaba el contrato ante el escribano D. Federico Sivori, en cuyas cláusulas destaca repetidamente que la obra debe atender a los más necesitados por parte de las Escuelas Pías. Con la misma fecha se constituyó la primera comunidad: PP. Salvador Olmos, presidente, Fabián Guillen, Francisco Blasco, Casimiro Martín, y los HH. Dionisio Learte y Marcos Álvarez Prada.
El día 15, siguiente, Mons. Mariano Espinosa bendijo la capilla y luego se firmaron las actas de posesión; se entregó la capilla e inmediatamente después la finca y el colegio. Al P. Domingo Sevil le tocó poner en marcha todas las actividades de la casa, tanto pastorales, como escolares y agrarias. Las clases comenzaron, según calendario, en jornada de mañana; el alumnado era ocho internos (cuatro becados y cuatro de pago) y cincuenta externos. Con los años creció, pero ni los internos superaron los cuarenta, ni los externos los ciento cincuenta.
La escuela se mantuvo en tales condiciones hasta los años treinta; después siguió como casa de formación (postulantado). Su mayor esplendor lo obtuvo entre los años diez y veinte: la explotación agraria se transformó en ganadera, mejorando las instalaciones primitivas; se adecentaron y actualizaron las instalaciones colegiales: luz eléctrica, un piano, una máquina de proyección para entretenimiento de alumnos, familiares y vecinos en las tardes de los días festivos.
Hay que destacar la labor pastoral que los religiosos realizaban desde la capilla: celebración de las misas, atención a las confesiones y enfermos, catequesis a niños y atención a adultos a través de asociaciones como «Hijas de María» y «Apostolado de la oración».
Casa de formación.
Para cumplir el rescripto de la Sagrada Congregación de Religiosos que autorizaba la apertura de un noviciado y ordenaba que se hiciera cuanto antes, y para cumplir la proposición del Capítulo local del colegio «Santo Tomás» de Córdoba en 1931, el P. Vicario provincial, Federico Ineva, reunió las primeras vocaciones en el «Calasanz» de Buenos Aires. El día de Pentecostés de 1934 se inauguraba un postulantado provisional y se le encomendaba al P. Vicente Escuin. Este fue a los pocos meses rector de Pontevedra y se trasladó a esa ciudad con los cinco postulantes el 27 de noviembre. El 7-3-1937 el P. Ángel Aznar anunciaba en una circular que se volvía a abrir el aspirantado en Pontevedra; y se habla de reapertura porque la primera tanda de cinco postulantes no continuó. Esta segunda también fracasó; nuevos intentos en varias ocasiones hasta la primera toma de hábito y posterior profesión de Gerardo García en 1940. Así la casa de Pontevedra siguió siendo sede del postulantado, luego del noviciado, mientras que los júniores eran enviados a cursar sus estudios a Europa. Las llamadas de los PP. Vicarios provinciales fueron en general bien atendidas por los religiosos, pensando en la «formación de personal propio para la futura Provincia escolapia argentina». La apertura del juniorato en Villa Warcalde, la erección del noviciado canónicamente en Mendiolaza (1960) hicieron perder importancia a la casa de Pontevedra; especialmente cuando en 1973 también el aspirantado es llevado a Mendiolaza.
La vida de la casa languidece. Se aprobó y se obtuvo un rescripto pontificio para venderla o alquilarla con sus dependencias; pero el 8-7-1971 se firmó un contrato con la fábrica de aceros «Santa Rosa» por el cual se reservaban algunas dependencias para los religiosos y se alquila el resto de la casa para colonia de verano o vacaciones de los hijos de los obreros y para el descanso en fin de semana de las familias. En abril de 1972 el último religioso que vivía en ella fue trasladado a Mar de Plata; el 1-1-1973 se firmó un nuevo contrato por tres años con Antonio Elustando para la explotación ganadera. El archivo de la casa se trasladó a Buenos Aires, incorporándolo al provincial; la biblioteca se repartió entre el juniorato y el colegio de Quimilí; el mobiliario más útil se llevó a Mar del Plata. Por disposición de la Superintendencia de la nación de enseñanza privada (25-1-1973) se canceló definitivamente la oficialidad del «Instituto Escuelas Pías, B-560», entregando toda la documentación del archivo escolar de acuerdo con la legislación vigente. La administración de la casa y sus bienes pasó al asistentazgo de economía de la Provincia.
Actualmente la casa ha quedado abierta para actividades educativas y pastorales.
Superiores
Bibliografía
- Guillen Guillen, F.: Noticia histórica de las Escuelas Pías de Pontevedra ms., en Archivo Argentina
Redactor(es)
- Pedro Formai, en 1990, artículo original del DENES I
