Santiago (CL) Colegio San Juan Evangelista

Mapa de la demarcación

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Datos

Demarcación Argentina - Chile

(1904-1906)

Historia

En 1902 era nombrado rector de la casa de talleres el P. Vicente Serióla. Quería tener una escuela no sólo para educar huérfanos, sino para abrirla al resto de la juventud chilena. Se puso en contacto con el arzobispo, Mariano Casanova, hombre enamorado de la acción educativa. A todo ello se sumó el nombramiento del P. Antonio Ridruejo como Vicario provincial y que por tal razón pasó en 1904 a convivir con los escolapios de Chile y a conocer sus proyectos. Por encontrarse con dificultades económicas inclinaron sus ojos hacia un edificio de la calle de Lira, esquina de Santa Victoria, hacia una iglesia dedicada a San Juan Evangelista, adosada a la cual existía un claustro de doble planta y patio central, propiedad del arzobispado y dedicado a residencia sacerdotal, especialmente para ancianos, pobres o enfermos. Había sido fundada en 1843 por el obispo, Manuel Vicuña, y puesta en funcionamiento por el arzobispo Valdivieso, en 1848. Sin embargo, sus posibilidades de futuro eran inciertas debido a la falta de medios económicos. El obispo y el Vicario escolapio, teniendo presentes los estatutos de la fundación, redactaron unas bases de cesión del edificio en uso y usufructo. Las cláusulas más importantes de la mismas eran: atender al culto de la iglesia, dar cabida a los sacerdotes pobres y ancianos, fomentar las vocaciones eclesiásticas. La firma del documento se estampaba el 27-9-1904 en América y el 30 del mismo mes en España. Los dos primeros religiosos enviados a la casa fueron el P. Salvador Olmos y el H. Juan José Laborda, quienes tomaron posesión el día 1 de noviembre y comenzaron el adecentamiento y preparación del inmueble. Hubo serias dificultades para dar los primeros destinos; no obstante el 13-1-1905 se nombraba al primer rector, el P. Lorenzo Grúas. Pocos datos se tiene sobre el funcionamiento del colegio; algunos más sobre la comunidad; así, el P. Roca se exclaustró al poco tiempo llevándose una cierta cantidad de dinero, el P. Ilzarbe hubo de ser trasladado con urgencia a la casa de Providencia, el H. Laborda no podía atender a todos los enfermos con sus 70 años cumplidos y el H. Balbino, realizar todas las encomiendas que recibía. Pero la mayor dificultad sobrevino a raíz del motu proprio de unificación de las Escuelas Pías del 29 de junio de 1904. El nuevo P. General, Adolfo Brattina, quiso conocer personalmente las casas de Sudamérica y se llevó como secretario de la Visita al P. Tomás Viñas. Llegaron a Santiago el día 3-12-1905 y se hospedaron en la casa de Providencia. La primera impresión de la nueva casa «San Juan Evangelista» no fue positiva: existía cierta tirantez con los sacerdotes asilados, siendo casa de paso exigía redoblar esfuerzos en los hospedajes y las personas no llegaban a todo el trabajo, la administración de los bienes (iglesia, casa, claustro) era complicada por el matiz diferente de cada parte, la matrícula del alumnado era muy inferior a lo que se esperaba, las clases de latinidad tenía más cariz vocacional que estatal, no había claridad en la duración del compromiso del contrato. Ante situación tan agobiante se mandó llamar al P. Vicario provincial que residía en Buenos Aires, quien tardó en llegar más de veinte días; mientras, el P. Viñas redactó otras bases. Más aún, estas dificultades eran estudiadas mientras se fraguaba la fundación de Sucre. Y aquí afloró un problema existente en el fondo: el enfrentamiento España-Roma; el P. General apoyando al P. Teodoro Noguera querían potenciar Sucre cerrando Santiago, los PP. Viñas, Ridruejo con el Provincial de Aragón se inclinaban por lo contrario. Así se puso de manifiesto en cartas y escritos de talante desairado entre los distintos Superiores de la Orden. Parece que el P. General actuó con cierto despecho tanto en la fundación de Sucre como en la cancelación del compromiso con el arzobispado de Santiago; la Orden devolvió la casa a la Curia diocesana el día 9-1-1906.

Bibliografía

• MAEZTU, F.: Historia de las Escuelas Pías en Chile. Santiago de Chile. Manuscrito, Santiago de Chile, s.f., II, pp. 62-81.

Redactor(es)

• Fermín Maeztu, en 1990, artículo original del DENES I