GinerMaestro/Cap19/07

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19.07. Las Escuelas Pías de Fiammelli

Las Escuelas Pías de Roma, en los primeros lustros de su existencia a principios de siglo, antes de convertirse en Congregación Religiosa, habían sido en cierto modo una cantera de nuevos maestros, una especie de Escuela informal de Magisterio, pues de todos los colaboradores de Calasanz 'muchos de ellos -como decía él mismo en un informe de 1623-, después de haber aprendido bien el modo de enseñar, se iban a hacer escuela por interés a otras partes'.<ref group='Notas'>EGC II, p.170. </ref> Estas nuevas escuelas no se llamaban “pías”, sobre todo porque no eran gratuitas, sino de pago, abiertas “por interés” y no por mera caridad.

Hubo, en cambio, uno de esos primeros compañeros de Calasanz, el ya nombrado sacerdote florentino Juan Francisco Fiammelli, quien bastantes años después de haber abandonado las Escuelas Pías de Roma, aparece en Bolonia, donde con la generosa colaboración de un grupo de sacerdotes y laicos instituyen en agosto de 1616 unas Escuelas Pías con la aprobación y protección del entonces arzobispo de la ciudad, el cardenal Alejandro Ludovisi, futuro Gregorio XV. No eran unas simples escuelas públicas, sino una Congregación secular, como lo habían sido las Escuelas Pías de Roma cuando a ellas perteneció Fiammelli, llamándose en 1602 '‘fratello della Congregazione delle scuole Pie'<ref group='Notas'>Vpase la portada de su libro ‘li Principe cristiano guerriero’ en BAU, BC, p.589. </ref>

Con sencillez y sinceridad reconocen los fundadores de estas escuelas de Bolonia su relación con las Escuelas Pías romanas, tanto respecto al nombre como al contenido. En efecto, en las Reglas de la Congregación boloñesa, impresas en 1629, se lee:

El año 1616, habiendo venido a Bolonia el Sr. Juan Francisco Fiammelli, Florentino, después de haber procurado con la ayuda de algunos sacerdotes y otras personas devotas introducir las Escuelas Pías ‘semejantes a las de Roma’, al fin, mediante una Congregación, con el consentimiento y autoridad de Mons. Ilmo. y Rmo. Arzobispo, el 22 de agosto de dicho año, tuvieron principio en tres salas situadas sobre el 'Hospital de Sta. María de la Muerte. Estas escuelas, a diferencia de las otras ordinarias, se llaman Pías, porque enseñan a los pobres por caridad y porque ponen gran cuidado en que sus alumnos salgan buenos cristianos, píos, devotos y temerosos de Dios'.<ref group='Notas'> Cit. en L. PICANYOL, ‘Le Scuole Pie e Galileo Galilei’, p.60-61, n.2. EÍ texto citado termina describiendo la oración continua que se practicaba en las escuelas de Calasanz y que fue también instituida en Bolonia: 'l’Istituto loro vuole che sempre, durando le scuole, perseveri I'oratione, che si fa da certa quantità di Putti, che successivamente entra e subentra nel modo che si dirà' </ref>

Fiammelli había sido nombrado por sus compañeros de Congregación 'Prefecto de las Escuelas Pías', pero probablemente al terminar aquel curso, en octubre-noviembre o al final de 1616, renunció al cargo y se fue a Florencia, deseoso de favorecer a su propia patria con una institución semejante.<ref group='Notas'>Cf. R. FANTINA, ‘L'istruzione popolare a Bologna fino al 1800’ (Bolonia 1971), P.6-7. Es interesante constatar el panorama popular de Bolonia respectó, sobre todo, a la instrucción popular gratuita, que debía ser común en toda Italia: 'Panorama piuttosto squallido -dice el autor-, esendro allora I'istruzione riservata alle sole classi privilegiate. Tuttavia, a Bologna lo steccato del privileeio fu infranto fin dal 1616 con l’istituzione delle Scuole Pie per la istruzione gratuita dei figli del popolo' (ib.. p.VII-VIII). Una síntesis con abundantes citas textuales de lo que expone Fantini sobre las Escuelas Pías de Bolonia puede verse en F. MONROSI, ‘Le Scuole Pie di Bologna’: Ricerche 5(1982) 78-93. Cf. tambipn R. FANTINI, ‘Le Scuole Pie di Bologna’ (Bolonia 1942). </ref> Pocos meses después, hacia marzo o abril de 1617, abrió efectivamente Escuelas Pías en la Ciudad del Arno, ocupando, al menos al comenzar el nuevo curso, en noviembre, la casa de un tal Giovanni Nardi y trasladándolas en mayo del año siguiente a la ‘Via dei Cimatori’ o ‘dello Studio’, en un edificio que perteneció a los ‘Cerchi’, llamado ‘Casa della Sapienza’.

También en Florencia, como en Bolonia, la institución de las Escuelas Pías de Fiammelli fue una novedad absoluta. Las dificultades que tuvo que superar para establecerse en la ‘Casa della Sapienza’ y conseguir el apoyo y la subvención oficial de las autoridades públicas dieron pie a una serie de súplicas e informes que nos permiten cerciorarnos de la situación escolar de la época. En tiempos pasados había en Florencia cuatro escuelas públicas con una subvención de 200 liras cada una 'con las retenciones'. Este exiguo salario dio pie a que desde el 18 de diciembre de 1609 se redujeran las escuelas a dos, con 400 liras cada una y “la retención”, que suponía otros 56 escudos al año. Dichas escuelas estaban una aquende y otra allende el Arno, con sendos maestros sacerdotes. La de allá tenía 24 alumnos y la de acá 16, y en ambas se leía a Cicerón, Virgilio, Horacio y Ovidio y se daba también griego. No se nos dice si enseñaban también a leer, escribir y contar. Tal vez lo suponían aprendido.

En las Escuelas Pías de Fiammelli, todavía en casa de Giovanni Nardi -según un informe de abril de 1618-, se enseña también la gramática, pero sobre todo a leer, escribir y ábaco; tienen nueve maestros con 400 niños, 'buena parte de los cuales, sin esta comodidad, quizá no aprenderían ni a leer ni a escribir,<ref group='Notas'>Con ello se afirma implícitamente que las escuelas eran gratuitas, y por tal 'comodidad' acudían 400, mientras las otras dos oficiales serían como las de Roma, es decir, subvencionadas por los poderes públicos, pero con aportaciones obligadas ('las retenciones') de los alumnos, por lo que eran tan pocos. En este mismo informe se dice que Florencia es 'una città bene ordinata dove è assai porvertà', y por tanto hay niños pobres. </ref> y también se les inculca el temor de Dios, y parece mucho que se encuentren maestros que por caridad quieran dedicarse a tan fatigoso y asiduo ejercicio'<ref group='Notas'>Cf. O. TOSTI, ‘Giovan Francesco Fiammelli e I’introduzíone degli scolopi in Firenze’; Archivum 13 (1985) 24-25. El 28 de octubre de 1617, con miras al nuevo curso 1617.1618, pedía Fiammelli al Gran Duque el edificio de ‘Via dei Cimatori’, ocupado desde hacía 40 años por artesanos de tejidos, que intentan mantenerlo (cf. ib., p.21-23). En abril de 1618 sigue insistiendo Fiammelli, pues 'pel gran numero degli scolari non puonno continovare ove sono, che per esser troppo stretti, sono dominati de gran puzzo' (ib., p.24). El Duque pide informes y se le dan en mayo de 1618. Son los que hemos citado. </ref> .

La táctica de Fiammelli imita la de Calasanz, incluso en el aspecto económico. Y si encuentra maestros que le ayuden 'por caridad', necesita además pagar el alquiler de los locales, así como otros gastos ocasionales, para lo cual recurre a las autoridades públicas. El Gran Duque, Cosme II de Médicis, no sólo ordena que se dé para las Escuelas Pías el edificio de ‘Via dei Cimatori’, sino que se pague su alquiler con fondos públicas.<ref group='Notas'>El mencionado informe de abril de 1618 recomienda al Gran Duque la cesión del edificio de ‘Via dei Cimatori’ y que se estudie el modo de pagar su alquiler, a lo que en nombre del Gran Duque se responde al pie del informe, con fecha 4 de mayo de 1618 'Facciasi come si propone' (cf. 1.c., p.25-26). En septiembre se presenta otro informe con la solución del alquiler y se responde con idénticos términos el 22 de dicho mes (ib., p.28-29). </ref> . Y para otros gastos complementarios no duda Fiammelli en recurrir a la Gran Duquesa madre, informándola brevemente de la situación,<ref group='Notas'>En la súplica que dirige Fiarnmelli a la Archiduquesa eI 22 de septiembre de 1618 está la clave para fijar la fecha de la fundación de las Escuelas Pías de Florencia. Dice así: 'Già 30 mesi fa venne Giovanfrancesco Fiammelli a Firenze per erigere le Scuole Pie e 18 mesi fa con l’aiuto Divino effettuó questo suo santo pensiero' (cf. O. TOSTI, o.c., p.27). En septiembre de 1618 hacía ya 18 meses que había fundado. Luego fue en marzo o abril de 1617. Una carta de Fiammelli a Calasanz, del 1 de abril de 1630, habla de las fatigas para ganarse el pan, 'come ho già fatto quà [en Florencia] per spazio si sedici anni'. (EHI, p.1188). Apoyados en esta expresión, no suficientemente clara, algunos dedujeron que Fiammelli fundó las Escuelas Pías en Florencia el año 1614, antes de fundarlas en Bolonia (cf. G. SÁNTHA, EHI, p.1188, n.1; L. PICANYOL, ‘Le Scuole Pie e Galileo Galilei’, p.61, n. 1, en que rechaza con razón, que ocurriera en 1625, como se lee en un documento florentino; F. MOROSI, ‘Memorie storiche della prima casa di Firenze’: Ricerche 12 [1984] 251). Tampoco acierta el P. Vilá al proponer la fecha de 1618 ó 1619 (cf. C. VILÁ, ‘Galería de escolapios 'seculares : Archivum 14 [1983] 285). Todos ellos desconocían los documentos del Arch. di Stato. Firenze, publicados por O. Tosti en el estudio que estamos citando. Por otra parte, los 30 meses a que alude Fiammelli pueden significar que en ‘marzo de 1616’ estuvo en Florencia tratando dicha fundación; pero, viendo que no era posible, se fue a Bolonia, donde aparece documentado por primera vez el 29 de mayo de 1616 (cf, F. MOROSI, ‘Le Scuole Pie di Bologna’, p.78-79). En otra súplica de marzo de 1619 dice de sí mismo: 'L'oratore per essere stato 39 mesi a Firenze a sue spese (cf. O. TOSTI, o.c., p.31-32), con lo que confirma que a principios de 1616 estaba ya en Florencia. </ref> , y pidiéndole que le pague, entre otras cosas, el alquiler de la primera casa, que todavía estaba sin pagar,<ref group='Notas'>'sperando havere qualche soccorso ha speso del suo più di 500 scudi e non ha da vivere per se, non che possa soccorrer l’opera. Adesso togliendo a pigione in su le prornesse degli huomini una casa da M. Giovanni Nardi per uso di dette scuole e gl’p restata detta pigione addosso e sono ‘a maggio prossimo passato’ scudi 25 con le spese, e che n’ha date a far gravare esso oratote, e 23 saranno a Ognisanti per non haver voluto M. Giovanni che s’apigioni etc. (cf. en O. TOSTI, o.c.,p.21). Parece ser, pues, que desde que fundó las escuelas, por marzo-abril de 1617, hasta fin de curso gastó más de 500 escudos, incluido lógicamente el alquiler de un primer desconocido edificio; fiándose luego de promesas de ayuda, cambió de casa y alquiló la de Nardi para todo el curso siguiente; al termi¡ar el primer semestre, en mayo, consiguió la nueva casa de ‘Via dei Cimatori y se trasladó, pero no había pagado el alquiler de la que dejaba, y debía pagar también el segundo semestre por Todos los Santos sin haberla ocupado. Para ello y algo más recurría a la Archiduquesa. El Gran Duque, por su parte, ordena que se pague el alquiler de la nueva casa de ‘Via dei Cimatori’ desde mayó de 1618, es decir, desde que se trasladan allí las Escuelas Pías. Por ello el 22 de septiembre de 1618 se escribe al Gran Duque: 'L'A. V. di ‘Maggio passato’ approvó per suó rescritto la relatione della practica sopra le Scuole Pie di questa cittâ, et sopra la casa che si concesse loro nella via de’Cimatori presso ad Orsanmichele, per la quale si ha de pagare di pigione scudi 81 l’ano al Magistrato de’Capitani di Parte [del cual era el edifrcio] et la paga del primo semestre viene a novembre prossimo'. Se especifica el medio de pagar el alquiler en dos semestres y en nombre del Gran Duque se aprueba: 'Facciasi come si propone' (ib., p.28-29\. No parece, pues, acertado lo que afirma Tosti: 'Il trasferimento dovette avvenire nel mese di ottobre 1618' (ib., p.29). Debió de ser en mayo. </ref>

Fue también fiel a la idea de Calasanz al considerar que para la formación religiosa de los niños era necesario tener un oratorio junto a las escuelas. Y al sentirse ya el frío del invierno, en noviembre de 1618, volvía a dirigirse a la Gran Duquesa pidiéndole ayuda para arreglar las ventanas de las aulas y del oratorio, 'en el que -dice-se está los días de fiesta unas cinco horas del día alabando, y los días de trabajo una media hora rezando por la paz universal y por Sus Altezas'. Y empezaba esta petición con estas palabras: “los pobres muchachos que tiemblan en las Escuelas Pías le suplican humildemente que les favorezca ordenando que .<ref group='Notas'>Cf. ib., p.31. </ref> En marzo de 1619 pedía que le cambiaran el altar de madera por uno de mampostería y en mayo pedía y obtenía permiso para poder decir misa en el oratorio “para utilidad y provecho de los niños que allí se educan en las letras”<ref group='Notas'>Cf. ib., p.32. En el documento latino, en que se le da licencia para decir misa en el Oratorio, se llama a Fiammelli 'Rectoris et Praefecri piarum scholarum', título que tuvo también en Bolonia y que recuerda el que tuvo por tantos años Calasanz en Roma. </ref>

Hay sobrados indicios de que, aun después de la fundación de las Escuelas Pías en Florencia, no se había enfriado la vieja amistad entre Calasanz y Fiammelli, pues cuando este último viajaba a Roma se le recibía fraternalmente en San Pantaleón o en Frascati, como consta en octubre de 1621.<ref group='Notas'>Desde Frascati escribe Calasanz al P. García, que está en Roma, con fecha 1 de octubre de 1621: 'Viene costí il Sig. Fiammelli; se vorrá trattenersi nelle scuole alcuni giorni datteli la camera incontro al P. Gasparo o vero se vorrà star al novitiato dove forse starà meglio, et se li potrà dar a mangiare in camera sua' (c.88). El hecho de que no se diga quién es indica que era ya conocido de todos por otras visitas anteriores. Y de más de una visita a Roma o a Frascati se habla en otra carta del 3 de octubre de Calasanz a García: 'Al Sig. Fiammelli dirà che il suo memoriale è stato rimesso al Datario et di più che la borsa si cuoio che lasció con le medaglie et crocetta fu subito (messa) in (sal)vo del P. Pietro Andrea per darlila quando ‘ritornasse qua [a Frascati] o vero (per) darli(la) costà' (c.89). Corregido con el texto original. </ref> Por otra parte, en octubre de 1624 pasó por Florencia un grupo de novicios escolapios que desde Génova iban a Roma, entre los que viajaba Berro, quien escribe: 'en Florencia fuimos a casa del Sr. Fiammelli, que hacía las Escuelas Pías, y estuvimos en la ciudad dos días'.<ref group='Notas'>BERRO I p.130. Ya hablamos de este viaje anteriormente. A él alude Calasanz en carta del 16 de octubre de 1624 (c.257). </ref> Es probable que fuera la casa de Via Cimatori acogedora posada para los escolapios que iban y venían del norte de Italia a Roma. Berro asegura además que “siempre hubo entre los dos [Calasanz y Fiammelli] religiosa correspondencias.<ref group='Notas'>BERRO I, p.195. Tuvo que haber también correspondencia epistolar, pero sólo ha quedado una carta de Fiammelli a Calasanz (cf. EHI, p.1187-1189), que citaremos luego. </ref>

Notas