DelMonteVisitaGeneral/VISITA GENERAL Y APOSTÓLICA
VISITA GENERAL Y APOSTÓLICA A LAS PROVINCIAS DE GERMANIA Y POLONIA (AÑO 1695)
Desde el comienzo de su Generalato, nuestro P. Juan Francisco [Foci] de San Pedro, Prepósito General, decidió visitar las Provincias[Notas 1] a las que no habían llegado antecesores. Apenas fue promovido al Gobierno General, ya manifestó a toda la Orden aquellas sus paternales intenciones, mediante una circular impresa. Detenido por graves problemas de la Orden en Roma, había diferido emprender el viaje de año en año, de mes en mes y de día en día. Pero, en cuanto oyó que la Provincia de Polonia estaba dividida en dos partes, una que admitía como Provincial al P. Juan [Mudran] de Jesús y María, nombrado Provincial, y otra que de manera turbulenta rechazaba admitirle, decidió no entretenerse con otros asuntos y ponerse en camino hacia Germania y de Polonia.
Antes de emprender este viaje, había tenido muchos coloquios con Nuestro Smo. Señor el Papa Inocencio XII, quien, consciente de la fragilidad del P. General, y conocedor de su interés por la disciplina de los niños del Colegio Apostólico Ripano[Notas 2], con su consejo se oponía a que lo hiciera, ante la inclemencia de aquellas regiones y del mal tiempo. Mas, cuando el P. General le explicó las causas de tan espartano viaje, finalmente lo aceptó. Sin embargo, quiso que fuera legitimado con carácter de Comisión y Delegación Apostólica, según el Breve que abajo se cita (fol. 173). Quiso también Su Santidad que, en su nombre, transmitiera saludos y bendiciones al Augustísimo Emperador Leopoldo I, a su cónyuge la Emperatriz, al Rey de los Romanos y Archiduque de Austria, y a los Magnates del Aula Cesárea. Igualmente, al Serenísimo Juan III, Rey de Polonia, a la Reina, a los hijos y a los Príncipes, sobre todo a los Lubomirski, de quienes se sentía amiguísimo.
Después visitó, como de costumbre, al Sacro Colegio de Cardenales. Aceptadas cartas de recomendación de los Eminentísimos Carlos Barberini, Carpineo, el Protector, De Janson, Petrucio y de Goes, para Germania y Polonia, respectivamente, y visitadas las Casas romanas de nuestro Instituto, y a la mayor parte de los Príncipes y Prelados, vinculados a nuestra Orden con especial amistad, fijó su viaje para el día 22 de septiembre, con el P. Antonio [del Monte] de San José, Secretario napolitano, y el H. Francisco María [Gambini] de San José, Hermano Operario romano. Y en Roma, donde se gobierna el timón de la Orden, para que la administración no quedara acéfala, delegó el gobierno al P. Jacinto [de Paoli] de San José, primer Asistente General, lo que fue publicado mediante una clara Carta Patente, en el Oratorio de San Pantaleón, en presencia de toda la Comunidad. El P. General, con los Asistentes, después de una Congragación especial, emitió un decreto o conclusión según el cual, a su vez al P. General se le concedían refrendos, para hacer, por su parte, todo lo que se acostumbra a conceder con el voto de sus Asistentes. Ambos decretos se pueden ver en el Registro General de Roma.
