Familia

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Ver Relación de Congregaciones afines

Presentación

Verdadera «huella» calasancia es la impronta, el rastro, la señal del paso que José de Calasanz dejó en personas, en actividades o instituciones. Su modo de ser, su talante provocaron expresiones que luego fueron hitos y estímulos en la sociedad y en la Iglesia.

Otras muchas gentes, desde contemporáneos al Santo hasta hoy, han sintonizado con esa personalidad; y la sintonía ha sido tan fuerte que se le acercaron eligiéndolo como padre, como maestro, como orientador. Lo que en los comienzos era tan sólo detalles de genialidad, día a día se multiplicaron e institucionalizaron; pero seguían siendo huellas calasancias, aunque superaran la persona de Calasanz. La Institución recibió en la Iglesia el nombre de ORDEN DE LAS ESCUELAS PÍAS. Sí, su origen hay que buscarlo en un hombre grande y gran hombre, pero la «obra» es el resultado de la acción y fuerza del Espíritu en distintos lugares, a través de diferentes tiempos y por medio de muchas personas, algunas pequeñas e insignificantes. Un denominador común en todas ellas: el talante calasancio. De ahí que la Orden se denomine y sea la gran huella calasancia.

La Iglesia de Jesús es rica en personas; incluso, o mejor, contando en primer lugar a aquéllas que parecen insignificantes a los ojos de sus vecinos. La riqueza viene de la multiplicidad de dones y carismas. No puede, pues, resultarnos extraño que personalidades lejanas —por el tiempo en que vivieron, por la psicología que les definía, por las circunstancias que les rodeaban— al agruparse en la mesa de la comunidad cristiana para alimento de los fieles, se encuentren muy cercanas. Mirando el lugar que ocupa José de Calasanz y quienes son colocados a su alrededor, fijándonos en la gran huella calasancia y las grandes huellas de esos personajes, parándonos a observar el grupo de gentes que cortejan directamente a Calasanz y los grupos que rodean a aquellos personajes, es fácil descubrir una familia: la familia calasancia; y es fácil hablar de huellas: huellas calasancias, poniendo siempre como punto de referencia la persona de José de Calasanz.

La primera parte de la presente obra, en su primer volumen, va a reseñar una a una estas huellas calasancias; los escolapios las llaman Congregaciones afines. La expresión «afín» encierra una generalidad demasiado amplia; en ella cabe tanto la Congregación que se guía por unas Constituciones gemelas a las redactadas por el Fundador de las Escuelas Pías, como aquélla otra que fue simplemente alentada por un escolapio.

El elenco citado a continuación y presentado con tales criterios, ¿recoge todas las posibles? Probablemente, no; seguro que no. Impronta calasancia ha quedado de un modo u otro (asesoramiento, simpatía, dirección administrativa, dirección espiritual, publicaciones) en muchísimas Instituciones masculinas y femeninas; como improntas varias de otras Congregaciones y Órdenes marcaron a las Escuelas Pías.

Las Instituciones que tradicionalmente constituyen «las afines» o «familia calasancia» son:

Redactor(es)

  • Equipo coordinador del DENES I, en 1990